[Análisis] Microsoft Flight Simulator 2020

[Análisis] Microsoft Flight Simulator

Fecha de Lanzamiento
18/08/2020
DISTRIBUIDORA
Xbox Game Studios
PLATAFORMAS
PC
VERSIÓN ANALIZADA
Windows 10
Pese a no ser especialmente fan de los simuladores de vehículos, aviones y demás medios de transporte, hoy os vengo a hablar del último y laureado simulador exclusivo de Microsoft, Microsoft Flight Simulator, que está de vuelta tras la friolera de catorce años, desde que llegase al mercado Microsoft Flight Simulator X. Pese a lo que pudiese parecer por la similitud entre ambos nombres, Microsoft Flight Simulator es un simulador de aviación completamente nuevo, no una versión remasterizada ni nada similar de otro juego de la franquicia. En todo este tiempo, los juegos han evolucionado enormemente, la tecnología ha mejorado muchísimo y los gráficos han cambiado a pasos agigantados. Asobo Studio, desarrollador del juego, es consciente y por ello, la obra es enorme y muy rica en cuanto a las posibilidades que ofrece. En estos tiempos en los que hay simuladores prácticamente de todo lo habido y por haber, muchos terminan por dejar de lado el apartado gráfico en pos de centrarse en ofrecer una amplia variedad de opciones para que la simulación sea lo más fidedigna posible, no obstante, Microsoft Flight Simulator no adolece de esto. En cualquier caso, tampoco deseo alargar mucho más este párrafo introductorio, ¿comenzamos?

 

El simulador de vuelo definitivo

Microsoft y Asobo han hecho todo lo posible para ofrecer un simulador de vuelo que ofrezca una experiencia impresionante. Pero ojo, no penséis ni por un momento que han sacrificado la autenticidad y la atención a los detalles para hacer un juego hermoso con un gran atractivo. Probablemente, lo más relevante de Microsoft Flight Simulator sea su escalabilidad. En esencia, es un simulador de vuelo complejo y con todas las funciones. Es lo suficientemente detallado para satisfacer a todos los jugadores veteranos, pero al mismo tiempo, es muy accesible para los jugadores que solo quieren divertirse un poco sin seguir laboriosos procedimientos y listas de verificación. Esto es especialmente importante para jugadores que, como un servidor, estamos lejos del género y solamente deseamos disfrutar de las vistas desde el cielo sin necesidad de dedicar cada minuto al intrincado sistema de aviación interno de nuestra aeronave.

El juego facilita a los jugadores el proceso de pilotar un avión con bastante delicadeza. Por mucho que uno sienta la urgencia de ponerse a los mandos de un avión de buenas a primeras, es altamente recomendable que los nuevos pilotos comiencen con las sesiones de capacitación destacadas en la página de bienvenida, que hacen las veces de tutorial introductorio. El entrenamiento, que es práctico como si de lecciones de vuelo reales se tratasen, nos lleva a través de todos los aspectos esenciales para pilotar un avión y controlar el simulador.

Desde la pantalla de bienvenida, los jugadores pueden elegir un avión, una ubicación aleatoria o uno de los miles de aeropuertos de todo el mundo. Se puede comenzar utilizando la hora real, la aeronave del mundo real y el clima, o personalizar la hora, la fecha y las condiciones climáticas del vuelo. Todo es bastante intuitivo. Naturalmente, las funciones del mundo real en vivo requieren una conexión a Internet. Si bien se puede jugar sin conexión, el juego está diseñado con una conexión a Internet permanente en mente. En este aspecto, el juego es enorme, los archivos básicos ocupan fácilmente más de 100GB, pero no sorprende si se tiene en cuenta que se accede a los datos topográficos reales, según sea necesario, desde los servidores en la nube de Microsoft Azure. Se puede configurar el juego para descargar una caché de un área para jugar sin conexión, pero esta no es realmente la forma más recomendable de hacerlo. Se pueden establecer límites en la descarga de datos y controlar el uso de Internet a través de la configuración, no obstante, si queréis apreciar los paisajes fotorrealistas, tened claro que el precio a pagar es vuestro ancho de banda.

Si bien las posibilidades son infinitas en términos de dónde puedes ir, lo que es algo limitante es todo lo que rodea el juego principal. Si estás buscando los adornos típicos de otros videojuegos modernos, no los encontrarás. Hay un perfil de piloto que te permite acumular horas de vuelo, ganar insignias y, por supuesto, logros. Eso es todo lo que hay cuando se trata de desafíos/coleccionables o progresión. Hay eventos en vivo, pero por el momento son escasos, aunque posiblemente, la gente de Asobo se encargue de nutrir esto de contenido con el tiempo.

Dicho esto, el vuelo real y las físicas del juego se sienten realistas. Hay mucho en lo que pensar cuando se trata de controles, ya sea que estés volando uno de los aviones más básicos o en uno de los más avanzados. Aunque se puede utilizar el teclado y el ratón, yo decidí surcar los cielos con mi mando de Xbox One, aunque supongo que aquellos que deseen vivir la experiencia de vuelo definitivo, seguramente se antoje una buena idea adquirir un stick de vuelo.

 

Volando voy, volando vengo, vengo

Aunque el juego funciona mucho mejor con CPUs rápidas y las tarjetas gráficas potentes, sigue desempeñando una labor excelente en lo que respecta a la personalización y prácticamente todo lo relacionado con la experiencia visual, los controles y el sonido. En cualquier caso y pese a disponer de un PC potente, no queda exento de sufrir alguna que otra ralentización y bloqueo, junto con unos tiempos de carga muy largos. En cierto modo y si uno tiene en cuenta la complejidad del producto no sorprende que haya algún problemilla menor.

La iluminación y los efectos ambientales del motor del juego se han combinado con una topografía realista, texturizada con fotografías aéreas reales. Las ciudades en 3D, construidas con fotogrametría parecen reales. Incluso las áreas construidas con modelos genéricos se ven fantásticas. La IA se ha utilizado para poblar áreas que de otro modo serían estériles, con precisión, con edificios y árboles basados ​​en fotografías aéreas.

Hay tres ediciones para elegir de Microsoft Flight Simulator, que son estándar, deluxe y premium deluxe. La diferencia entre estas ediciones se puede encontrar en el sitio web de Xbox, la edición estándar no incluye aeropuertos y aviones específicos que han incluido las otras ediciones. Asimismo, este se convierte en el primer juego de simulación de vuelo de la historia que no es exclusivo para PC. Si bien por el momento solo está disponible para jugar en ordenador, llegará a las consolas Xbox a finales de 2020 o en 2021.

 

Conclusión

Microsoft Flight Simulator supone una cita imperdible para todos aquellos aficionados a los simuladores de altos vuelos, puesto que, pese a su complejidad y detallismo, no se olvida tampoco de los usuarios menos avezados del género. Dejando a un lado los pequeños inconvenientes, es absolutamente impresionante en casi todos sus aspectos. Es un logro técnico como ningún otro. Que un simulador de vuelo se vea tan bien y sea tan rico en funciones, es una fantástica noticia para cualquier jugador.

[Análisis] Microsoft Flight Simulator 2020
Sinopsis
Desde aeronaves ligeros hasta aviones de fuselaje ancho, vuela con los aviones más detallados y precisos en la nueva generación del Microsoft Flight Simulator. Pon a prueba tus habilidades de pilotaje en el reto del vuelo nocturno, la simulación atmosférica en tiempo real y las condiciones climáticas en directo en un mundo dinámico y vivo. Crea tu plan de vuelo hacia cualquier parte del planeta. El mundo está al alcance de la mano.
Pros
Un simulador complejo pero igualmente accesible para los menos expertos
Un logro técnico colosal a todos los niveles
La maravillosa sensación de surcar los cielos disfrutando de océanos, montañas y monumentos, entre otros
Contras
Algunos problemas técnicos menores y tiempos de carga largos
9
Imprescindible
Kalas

Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.