[Análisis] Nickelodeon Kart Racers

[Análisis] Nickelodeon Kart Racers

Varios de los personajes más icónicos del famoso canal de televisión se dan cita en Nickelodeon Kart Racers, una disparatada competición de carreras con pequeños bólidos que ha sido desarrollada por Bamtang Games (estudio que ha trabajado en otros títulos como Mighty Morphing Power Rangers: Megabattle o Kilka: The Curse of the Forgotten King) y que nos llega de la mano de GameMill Entertainment. Esta jugosa licencia pone en liza a personajes tan queridos y famosos como Bob y Patricio (Bob Esponja) o Tommy (Rugrats), en un juego destinado a que, principalmente los ‘peques’ de la casa, pasen un rato divertido junto con sus héroes de la televisión. Así que, sin más dilación, veamos si el juego está a la altura de sus protagonistas.

 

Carreras en pañales

Una vez nos adentramos (lo que buenamente se puede) en los menús, nos podemos ir haciendo una idea del tipo de producto que, lastimosamente, nos vamos a encontrar. De manera arcaica y descuidada, se nos da acceso a los modos para un jugador, los modos multijugador (únicamente en local, el juego no incluye ningún modo online) y la tienda, donde gracias a las monedas que iremos consiguiendo durante las carreras, desbloquearemos mejoras para los vehículos.

En los modos para un jugador, tendremos a nuestra disposición la siguiente y, bastante escasa, oferta:

  • Gran Premio: Podemos jugar solos o formando equipo con la IA y tendremos que elegir entre varios tipos de Copa, donde se reúnen varios circuitos en base a temas o características comunes entre ellos. Como en los campeonatos de Fórmula 1 o MotoGP, en función de nuestra posición en las carreras sumaremos puntos que se sumarán al global de la Copa. Si jugamos en solitario, nos alzaremos con la victoria si somos los que más puntos han reunido al final de las carreras, mientras que si jugamos en equipo, los puntos reunidos entre los dos miembros del equipo se sumarán para determinar la victoria. Curioso es que algo que podría parecer tan sencillo, en ocasiones funcione mal entre carrera y carrera, no contabilizando bien el juego qué equipo tiene qué puntos.
  • Carrera Libre: Modo de carrera rápida donde, tras seleccionar a nuestro personaje y el circuito donde queremos dar rienda suelta a nuestro bólido, sólamente tendremos que preocuparnos de acelerar para ser los primeros en llegar a meta.
  • Contrarreloj: De la misma manera que en el modo carrera libre, elegiremos un personaje y circuito y trataremos de hacer el mejor tiempo posible.

Nickelodeon Kart Racers - Podio

En cuanto a los modos multijugador, es importante volver a reseñar que a día de hoy nos parece del todo incomprensible la no inclusión de ningún tipo de modo en línea, aunque por lo menos se agradece que se haya incluído la pantalla partida para un máximo de 4 jugadores, donde podemos encontrar, además de las carreras propiamente dichas, un modo arena.

Para finalizar, en la tienda, como indicábamos, podremos adquirir una serie de power-ups para los coches basados en cada una de las franquicias que participan en el juego. Estos “bufos” tendrían gracia si de verdad modificaran en parte o en gran medida el comportamiento de los bólidos y su respuesta en carrera, pero a poco que juguemos y los vayamos probando, nos daremos cuenta de que no son más que añadidos estéticos.

¡Kawa…. BOOM, PLAF!

Si los modos de juego no resultan un gran aliciente, en la jugabilidad del título y en sus características generales es donde encontramos, probablemente, los más graves problema del juego. Por si esto fuera poco, hubiera estado genial que hubieran utilizado un mayor número de franquicias y personajes bien diferenciados entre sí, pero ni lo uno, ni lo otro. Tendremos acceso a 12 personajes en total, de 4 series, y mentiría si os escribiera que manejar a Reptar es completamente distinto a manejar a Arenita.

Nickelodeon Kart Racers - PJ

Como podéis intuir a estas alturas, es un juego que, en cuanto a contenido, no va sobrado precisamente, pero vaya, si al menos es divertido y funciona… pues nada más lejos: basando sus mecánicas descaradamente en títulos como el exquisito Mario Kart 8 o el notable Sonic & All Stars Racing Transformed, nos encontramos ante carreras con nula sensación de velocidad, clónicas, con escenarios repetitivos al máximo, extremadamente asequibles hasta en el más elevado nivel de dificultad, una IA ridícula… y no, no exagero, pero mejor, vayamos por partes.

El manejo del vehículo es insufrible, tanto en la toma de curvas como en la respuesta del control a los impactos contra rivales y partes del escenario. Podremos derrapar como en la franquicia de Nintendo para acumular un turbo y ganar cierta ventaja, pero al soltar el botón de freno, en muchas ocasiones perderemos el control del coche y echaremos por tierra todo lo ganado, de la misma manera que al chocar contra rivales o el escenario, donde muchas veces incluso quedaremos a merced de que el juego nos haga un respawn para volver a colocarnos en pista, quedándonos varados en el “hiperespacio”.

Dada la rebosante originalidad del título, no podían faltar a la cita las armas (basadas también en las franquicias representadas) que recogeremos a lo largo del circuito. Esto, que podría dar variedad a las carreras y dar cierta satisfacción, pronto se ve truncado al darnos cuenta de la sosez y escasez de las mismas, por no hablar de que ni siquiera están bien implantadas en base a nuestra posición en carrera, recibiendo super útiles biberones (que hacen los efectos de misiles hacia adelante) cuando vamos liderándola. Quizá sean mínimamente salvables las específicas de cada personaje, pero, en su conjunto, si se las hubieran ahorrado, tampoco perjudicaría gravemente al resultado final.

Nickelodeon Kart Racers - Medusas

La repetición de los escenarios de Nickelodeon Kart Racers llega a ser crispante. Los 24 circuitos son un infortunio de corta pega permanente donde tenemos la sensación de estar compitiendo prácticamente siempre en los mismos sitios, donde al menos se puede señalar como positivo que se pueden tomar atajos que cambian un poco la dinámica de las carreras. En un intento por aportar variedad, existen tres tipos distintos de prueba dentro de las carreras, siendo la más repetida la carrera básica, a la que se suman una tipo eliminación en la que cada cierto tiempo es excluído el último clasificado y otra en la que tendremos que seguir un camino indicado por flechas para no ser penalizados, que tampoco consiguen quitarnos el mal sabor de boca. En los tramos, encontraremos zonas de turbo, las cajas de armas mencionadas anteriormente, monedas con las que comprar ítems en la tienda y zonas de activación de moco, “Slime” si nos ponemos finos, que nos permitirán rellenar una barra para dar un empujón de velocidad al coche como si de “nitro” se tratase.

Estas zonas de moco pueden ser disparadas por un corredor al pasar por un bote del mismo, adhiriéndose al circuito, o directamente ser parte del mismo, donde nuestro kart se transforma en una lancha que transmite la misma sensación de velocidad y que se controla con tanto desacierto como el coche. También existen zonas en las que nuestro bólido o lancha se transforman en un planeador tras un gran salto (acompañado por una animación de nuestro personaje que…bueno) con los mismos problemas en el control.

 

Rápido, ¡llévame a 2002!

Si en modos y jugabilidad general no podemos ser más que críticos, con el apartado gráfico incluso nos atrevemos a decir que resulta vergonzante. Tener una licencia como esta, capaz de generar interés en los más pequeños, no puede ser sinónimo de un producto de tan poco cuidada estética, tan chapucera y de tan mal gusto. No exageramos si decimos que tenemos enfrente un motor gráfico de mediados de la generación de Playstation 2 o GameCube, donde únicamente se puede salvar la paleta de colores y que el HUD es bastante claro, mostrándonos bien toda la información de la carrera. Poco más está bien hecho. Ya señalábamos lo monótono de los circuitos, pero es que las animaciones de los protagonistas, las texturas y detalles, los emborronamientos y demás problemas gráficos propios de un juego de bajo presupuesto de hace 15 años, nos parecen una tomadura de pelo. Y bien es cierto que el público objetivo para el que va dirigido quizá no sea tan exigente, pero creo que se debe elevar un poquito el nivel a estas alturas de la videopelícula.

Nickelodeon Kart Racers

En el último de los apartados a tener en cuenta para el análisis, el sonoro, me encantaría decir que el juego al menos cumple, pero de nuevo hacemos frente a otro agujero negro sideral. La música machacona que acompaña a las carreras roza lo insoportable, los efectos de sonido de los impactos con diferentes superficies no están bien diferenciados, como tampoco lo están los bólidos, escojamos al personaje que escojamos o le pongamos las modificaciones que le pongamos. Otro aspecto negativamente destacable sobre cuando ocurren ciertos eventos como choques o colocarnos en posiciones adelantadas durante la carrera, es que nuestro personaje exclama frases célebres propias de cada uno de ellos, pero obviamente no están grabadas, únicamente aparece cara y texto en la esquina inferior izquierda.

Conclusión

Nickelodeon Kart Racers es el enésimo ejercicio de tratar de aprovechar una jugosa licencia con negativo resultado, pero elevado al máximo exponente, ya que probablemente nos encontremos ante uno de los peores juegos que han visto los circuitos de las consolas de esta generación. Aburrido, roto y hecho con mal gusto, nos parece casi insultante que juegos de este calibre se pongan a la venta y no precisamente a un precio asequible. Pensado para los más pequeños, ni siquiera ellos lo disfrutarán pese a poder controlar a sus personajes favoritos. Existen otras propuestas para ellos y, todo sea dicho, también para mayores nostálgicos, más cuidadas y más divertidas, por lo que no podemos aconsejar su compra bajo ningún concepto.

Nickelodeon Kart Racers - Asco