Pero a mediados de esta década el aclamado ninja desapareció, pues por un motivo o por otro la buena gente de Tecmo decidió no lanzar en un buen tiempo ninguno de sus títulos. Aunque su regreso parecía improbable, la aparición de Hayabusa en el primer Dead or Alive como uno de los luchadores clave del roster generó unas expectativas que se vieron satisfechas a principios de los 2000, cuando se anunció el reboot de la franquicia. Abandonando las plataformas 2D por el hack ‘n’ slash al más puro estilo Devil May Cry, Ryu volvió por todo lo alto con una entrega épica, divertida y, sobretodo, durísima. Siendo uno de los grandes exclusivos de la primera Xbox, su éxito en ventas y crítica le propició no solo el lanzamiento de una secuela, Ninja Gaiden II (2008), sino de varias versiones extra, como Ninja Gaiden Black (2005), que es aún más brutal y dura que la versión original, o Ninja Gaiden Sigma (más sencilla y con más contenido). Esta jugada se repitió con Ninja Gaiden II (2008), ya que se lanzó posteriormente Ninja Gaiden Sigma II (2009), que rebajaba su dificultad de forma considerable (el juego original es, posiblemente, uno de los desafíos más fuertes al que cualquier fan de los videojuegos puede enfrentarse) y añadiendo más contenido y personajes jugables. La salida de Tomonobu Itagaki, padre de la franquicia desde el reboot de la misma, por problemas personales y financieros del Team Ninja hizo que la franquicia quedara algo paralizada, aunque no impidió el lanzamiento de una secuela. Ninja Gaiden III (2012) no fue mal recibido, aunque es cierto que todo el mundo coincidía en lo mismo: No está a la altura del resto de juegos. La revisión lanzada varios meses después para Wii U, Ninja Gaiden III: Razor’s Edge, mejoraba algunas cosas pero seguía sin estar a la altura, y esto hizo que la saga quedara parada durante un largo periodo… Hasta este mismo año 2021, cuando parece que la buena gente de Koei Tecmo ha decidido que la saga vuelva por todo lo alto lanzando Ninja Gaiden: Master Collection, una recopilación de los tres títulos principales de la franquicia. ¿Su objetivo? Poner a Ryu Hayabusa en boca de todos y demostrar a una nueva generación de jugadores quién es el ninja más legendario de la industria. Dicho esto, durante estos días he podido disfrutar de esta recopilación en su versión para Switch, viendo las ventajas y desventajas que trae consigo. ¿Qué tal se mantienen estos títulos, y como corren en Switch? ¿Merece la pena hacerse con esta colección si ya se ha jugado a las versiones originales? Veamos que tal están en el análisis completo, que podéis leer a continuación.
“¡Tendré mi venganza!”
Los primeros Ninja Gaiden destacaron en su día por presentar una historia muy de serie b contada de una forma novedosa y excepcional, en la que se mezclaban los tropos más comunes de las películas de acción de la época: Ninjas, militares, alienígenas, espíritus… Todo se juntaba porque, bueno, era lo que tiraba en la época, no nos vamos a engañar. Y en estos nuevos Ninja Gaiden se mantiene ese espíritu de historia de serie b pero con un componente más cinemático, evidentemente impulsado por los cambios tecnológicos y narrativos que la industria sufrió entre el lanzamiento de ambos títulos. Si venís a los Ninja Gaiden por la trama y los personajes os encontraréis con unas historias que, siendo clichés y predecibles hasta decir basta, son bastante divertidas y satisfactorias. Quiero decir, la historia maneja bien las expectativas del jugador y se resuelve de forma satisfactoria en los dos primeros títulos, mientras que en el tercero… Bueno, se podrían haber manejado mejor algunos detalles. Los personajes están bien, destacando sobre todo a los protagonistas frente a los villanos, resultando estos últimos bastante predecibles e incluso decepcionantes. La presencia de Ryu Hayabusa es enorme, siendo un personaje bien construido al que tardamos poco en coger cariño. Los secundarios se acogen a los clichés del género pero destacan, siendo bastante memorables, y mención especial a las apariciones especiales de algunos de los personajes de Dead or Alive, que permiten construir un universo de videojuegos bastante interesante y profundo. Por lo demás nos encontramos ante una serie de tramas divertidas que, si bien no son el foco central de los juegos (y tampoco es necesario que lo fueran, dada la naturaleza de estos reboots) plantean un hilo narrativo interesante y que puede llegar a enganchar a pesar de las extrañas y surreales decisiones que se toman con ciertos temas. ¿Quién iba a decir, por ejemplo, que nos acabaríamos enfrentando a la Estatua de la Libertad o que encontraríamos una especie de ruinas egipcias bajo una ciudad en un juego de ninjas? Es una locura, pero una locura que funciona por lo general y que se mantienen interesante a día de hoy. Hay elementos secundarios que nos permiten conocer más acerca de la historia de los títulos y de su universo, como informes, notas encontradas en cadáveres y demás. Es interesante para quien quiera conocer más acerca del lore de la franquicia, aunque personalmente encontré estos datos poco interesantes y muy opcionales.
Por lo demás, en cada título se incluyen los modos extra de las versiones Sigma y Razor’s Edge, pues estas han sido las elegidas para incluir en la colección. Así, encontramos en el primer título, junto al modo historia, el modo Pruebas Ninja (donde podremos enfrentarnos a un buen número de enemigos y superar diversas pruebas), el modo Supervivencia (como bien indica su nombre, la clave estará en aguantar las oleadas de enemigos) y una clasificación online. En el segundo juego se incluyen los modos Reto de Capítulo (que insta al jugador a superar los niveles con una mayor dificultad), Carrera Ninja (donde tendremos que elegir unas armas y habilidades concretas para superar los niveles en el menor tiempo posible), Misiones en equipo (podremos superar misiones con la ayuda de otro personaje) y más Clasificaciones. Por último, en Ninja Gaiden III contaremos con los ya citados Reto de Capítulo y las Pruebas Ninja, además de los Récords Ninja. Así, las tres obras cuentan con un buen número de modos extra que aseguran un buen número de horas de juego, aunque quizá hecho en falta algún modo nuevo o extra, siendo en cuanto a contenido e historia unas traslaciones directas y sin cambios de las versiones originales.
Haciendo uso de todas las habilidades ninja
Si los Ninja Gaiden son especialmente buenos en algo, es en hacer sentir al jugador como un auténtico ninja. Y no es para menos, ya que a lo largo de los tres juegos tendremos que hacer uso de un sinfín de técnicas, movimientos, ataques propios de estos emblemáticos guerreros de las sombras. En el juego contaremos con amplios niveles semi-lineales en los que tendremos que avanzar acabando con los enemigos, resolviendo puzles y superando secciones de plataformeo. Y en estos juegos se aprovecha muy bien la idea de controlar a un ninja, colocando zonas en las que habrá que colarse por lugares estrechos, secciones que solo se podrán superar corriendo y saltando por las paredes (lo que aporta una más que interesante verticalidad al diseño de niveles), y momentos en los que el jugador deberá pensar y utilizar las armas y habilidades más convenientes (por ejemplo, el uso de ciertos shuriken para romper algunas paredes, o el arco para acabar con ciertos enemigos). El control de Ryu es muy cómodo, siendo un personaje ágil y poderoso fácil de manejar y difícil de controlar, lo que hace que las secciones de plataformeo y acción funcionen a las mil maravillas… Excepto por la cámara, que funciona bien cuando le da la gana. Es, por desgracia, normal que el ángulo de la cámara nos impida ver la acción, no sabiendo donde atacamos o aterrizamos tras un salto. Considero que es algo que se debería haber mejorado en esta reedición, y es una pena que no se haya hecho. Por lo demás, en los tres juegos contamos con un botón de ataque débil, uno de ataque fuerte, y otro dedicado al uso de las armas secundarias (como los shuriken, las bombas de humo o el arco). Además, si pulsamos el botón de ataque débil y el de ataque con arma secundaria a la vez podremos utilizar el ninpo, un arte ninja que desata ataques devastadores. En los tres juegos hay una enorme variedad de combos (especialmente en el segundo título) y un buen número de armas con patrones de ataque únicos y muy divertidos (no es lo mismo usar la katana que la lanza, por poner un ejemplo). El sistema de combate es muy profundo y divertido, pero no os vayáis a pensar que basta con machacar botones y ya; estamos en un Ninja Gaiden, y la clave reside en saber bloquear, esquivar y elegir los ataques correctos en el momento adecuado. Eso es lo que hace a la experiencia Ninja Gaiden algo único… A pesar de que las versiones elegidas para esta colección sean las más sencillas, haciendo que haya que estar menos atentos y podamos abusar más de ciertos combos y ataques. Creo que se podría haber revisado algo más la dificultad, añadiendo, por ejemplo, un modo que permita jugar con la dificultad de Black en el primer título. Si bien creo que esta colección es la puerta de entrada idónea para los jugadores novatos y poco experimentados, quizá los veteranos encontrarán aquí un desafío algo descafeinado.
Volviendo con la estructura y los niveles de estos títulos, si bien en el primer juego se apuesta por un diseño de niveles y una estructura más cercana a Devil May Cry, teniendo una serie de niveles interconectados en los que el objetivo es conseguir objetos que deberemos usar en los lugares adecuados para avanzar, apoyándose mucho en el backtracking; el segundo título y el tercero optan por obviar algo más esto y se acercan en mayor medida a la estructura de los primeros God of War, algo que le sienta a la saga de maravilla. Quiero decir, la primera entrega cuenta con un diseño de niveles más que decente, pero creo que hay decisiones muy mal tomadas (algunas veces hay que volver a lugares ya visitados por decisiones incomprensibles, y el hecho de volver hace que el ritmo se resienta un poco) que se solventan en el segundo y tercer juego. Es muy curioso como, en el primer título, los niveles añadidos a posteriori en la versión Sigma (aquellos en los que se controla a Rachel) están orientados completamente a la acción, siendo mucho más cercanos a lo que se ve en Ninja Gaiden II. Creo que, a día de hoy, el juego que mejor se mantiene en cuanto a diseño y ritmo es Ninja Gaiden II, que por desgracia es el que más se ve afectado en su dificultad por ser la versión Sigma. En general, encontramos tres grandes hack ‘n’ slash con unas mecánicas de movilidad y combate excelentes y muy divertidas, que presenta un diseño de niveles por lo general decente aunque con unos puzles simplones y unos problemas de cámara bastante considerables. Aunque la dificultad se ha reducido bastante, siguen siendo juegos desafiantes y entretenidos que miran de tú a tú a los grandes nombres del género. En esta nueva colección no se han introducido muchos cambios en lo jugable, ni tampoco mucho contenido adicional más allá de los DLCs lanzados originalmente, y es cierto que me habría gustado ver un mayor número de novedades.
Tres en uno en la palma de tu mano
Vayamos al plato fuerte del análisis, que es hablar acerca de cómo se han conservado estos títulos a nivel técnico y cómo se han trasladado a una consola como Nintendo Switch. Los juegos originales eran realmente impresionantes en la época en la que fueron lanzados, manteniendo un alto nivel gráfico con una buena tasa de frames, algo que mejoró con las revisiones posteriores. Sin embargo, lo que encontramos en Switch es, por desgracia, un apartado técnico algo pobre que se ve reflejado en la fidelidad gráfica y en la estabilidad del título. El juego mejor tratado es el primero, donde hay una mayor estabilidad y un mejor apartado gráfico. Cabe destacar, por ejemplo, las texturas de los personajes y la iluminación, que se ven muy mejorados, además de que los fondos se ven mejor que nunca. No obstante, los dientes de sierra son constantes y muy visibles, al igual que los tiempos de carga, que llegan a ser abusivos. Ya no es que haya tiempos de carga largos entre misiones (tampoco es que lo sean), sino que en mitad de las misiones (¡e incluso en mitad de los combates!) hay momentos en los que el juego se paraliza para cargar, como si la consola no pudiera más. Y esto es mucho, mucho peor en la segunda y tercera entrega, donde en los espacios abiertos hay más dientes de sierra que personajes y los frames se caen considerablemente, además de que encontramos aún más tiempos de carga. Si bien hay aspectos buenos, como esa mejora gráfica especialmente destacable en los dos primeros títulos, creo que se podría haber realizado un trabajo mucho mejor a nivel técnico, ya que encontrar problemas así en un juego tan frenético como este me parece absurdo y desolador. Mencionando algo positivo, considero muy acertada la inclusión del libro de arte digital como bonus, permitiendo un vistazo a los geniales diseños de la franquicia.
En cuanto al apartado musical, tampoco ha habido mucho cambio y sigue manteniendo el nivel de las obras originales. Encontramos así una banda sonora que destaca especialmente en momentos concretos y que se alza como una más que decente propuesta que, pese a ello, no supera a las composiciones de la trilogía original de NES. Son géneros musicales distintos, lo sé, pero las cosas como son, no hay una composición tan icónica en la trilogía nueva como la del nivel 4-2 de NES. Sea como sea, la banda sonora está bastante bien en los tres títulos, al igual que el doblaje, que destaca más aún.
Conclusión: Ryu regresa con ciertos problemas técnicos
Ninja Gaiden: Master Collection se trata de una interesante propuesta que acerca las increíbles y peligrosas aventuras de Ryu Hayabusa a toda una nueva generación de jugadores, aunque quizá no de la forma que los fans habrían esperado. La versión de Switch cuenta con una serie de fallos técnicos que, si bien no impiden el disfrutar de los títulos, sí que empobrecen unos juegos que se alzan como algunas de las más grandes propuestas del género. También considero que es negativa la falta de nuevo contenido, algo que puede echar para atrás a los jugadores veteranos. Pero si dejamos esto a un lado… La posibilidad de jugar a estos títulos en una consola portátil es una gozada y siguen siendo juegos realmente divertidos, adictivos e inolvidables. ¿Os recomendaría la compra? Sí, ya que son juegos a los que hay que jugar, aunque los problemas técnicos se deben tener en cuenta. Esperemos que puedan ser arreglados en un futuro, ya que el equipo está al tanto de algunos errores que solucionarán desde el día 1, como la falta de gore y descuartizamientos en la primera y segunda entrega.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.