Sea como sea, el lanzamiento de este título se realizó ya hace bastantes años (más concretamente en 2018), y el estudio detrás del desarrollo del curioso Mutant Blobs Attack!! no podía quedarse de brazos cruzados. Por eso, hace poco sorprendieron a todo el mundo al presentar en sociedad el título del que hoy vengo a hablaros, Nobody Saves the World, un RPG de acción inspirado en los grandes nombres del género como The Legend of Zelda, pero con un nivel de inventiva y de humor más cercano a mitos de la talla de Earthbound o Lisa, lo que se demuestra en las múltiples y bizarras transformaciones que el personaje principal adopta y en los absurdos diálogos que tiene que mantener. Alejándose de lo visto hasta el momento en el estudio, y con una premisa absurdamente original, esta nueva entrega tiene mucho potencial y es más que posible que de mucho de que hablar. ¿Queréis saber más acerca de esta propuesta, y ver qué tal ha resultado la entrada de este estudio en el género del RPG? ¿Y queréis saber si un don nadie es capaz de salvar el mundo? ¡Pues no nos quedemos de brazos cruzados, y avancemos al análisis completo, que podéis leer a continuación!
¿Qué hace un don nadie como tú en un sitio como este?
La historia de Nobody Saves the World nos pone en la piel de, bueno… Un don nadie. Sí, a diferencia de la gran mayoría de RPGs aquí no controlamos a un héroe elegido o a un poderoso guerrero, si no que tomaremos el control de un chaval más blanco que la leche y con dos profundos agujeros negros por ojos cuyos ataques quitan menos que el de cualquier otro personaje del juego. Tras la desaparición de un poderoso mago, nuestro protagonista pronto descubrirá que tiene la capacidad de transformarse en toda clase de criaturas tras alcanzar unos requisitos pre-establecidos. Así, después de transformarse en rata para huir de su prisión, el mundo pronto descubrirá que este simpático chavalín es la única posibilidad de salvación. Partiendo de una premisa un tanto simple y reconocible, lo interesante de la historia de este título no es lo que cuenta, que realmente no inventa nada nuevo al plantear el clásico tropo de héroe descubre un poder y lo utiliza para, tras ir de templo en templo (o de mazmorra en mazmorra, ya me entendéis), acabar con el mal y la figura que lo representa, si no la forma en la que lo cuenta todo: enmarcado todo en un universo extrañísimo y ajeno a las normas de la lógica, cada uno de los personajes que vamos encontrando en el trayecto de la historia nos muestran una capa de locura y humor que acaba haciendo que a nivel narrativo el título se sienta realmente fresco y original. Para que los que hayáis jugado a Guacamelee os hagáis una idea, si el mundo de ese título ya era de por sí loco y creativo, aquí esas ideas se llevan a otro nivel, y es algo que al título le sienta de escándalo. Porque, al fin de cuentas, nos encontramos ante un juego que no abandona la épica, manteniendo un tono desenfadado al mismo tiempo que plantea un conflicto digno y elevado. Así pues, he de decir que he disfrutado bastante de la historia del juego a pesar de que, en el fondo, es lo menos interesante del mismo. Realmente, al jugarlo, no nos sentiremos motivados por conocer más sobre la historia, si no por descubrir más y más poderes al mismo tiempo que conocemos más del mundo que recorremos. Creo, por ende, que si bien su historia es digna, esta es el apartado más flojo del juego, palideciendo ante, por ejemplo, el universo en el que el título se ambienta.
Sobre esto, lo dicho anteriormente: es un gustazo ir descubriendo los extraños recovecos que esconde este gran mundo, que de hecho es mucho más extenso de lo que imaginaba en un principio. Por otro lado, el título está plagado de misiones secundarias que, como viene siendo costumbre, aprovechan su categoría de opcionales para platear situaciones aún más absurdas que las de las misiones principales, que no son precisamente serias. Sin embargo, la calidad de estas me ha dejado algo frío, y no sabría decir exactamente por qué. Quizá sea porque no se alejan especialmente de la estructuración de las misiones principales, o quizá porque no alcanzan el nivel de creatividad del resto de apartados del juego. Sea como sea, me habría gustado más un mayor nivel de calidad en estas. Dejando esto a un lado, es necesario comentar que el título nos ha llegado traducido perfectamente al español, con un trabajo de gran nivel al presentar frases hechas y demás elementos que, por lo general, son bastante complejas de traducir. No he notado fallos de traducción o frases mal acabadas, por lo que considero que el trabajo está bien hecho, haciendo así que el idioma no sea un impedimento para ningún jugador.
¿En qué nos vamos a transformar hoy?
A nivel jugable el título de DrinkBox Studios se plantea como un RPG de acción en vista cenital dentro de la línea de grandes nombres como YS, The Legend of Zelda o los Mana, pareciéndose algo más a los dos primeros en su estructura: recorriendo el mundo y con un sistema de niveles que nos impedirá derrotar a ciertos enemigos si no contamos con el nivel adecuado, tendremos que completar ciertas zonas/mazmorras para conseguir objetos y para debilitar la presencia del mal en el mundo. Como ya os comentaba, para conseguir derrotar a nuestros enemigos y resolver ciertos puzles deberemos hacer uso de las transformaciones, de las cuales hay una cantidad exagerada (y maravillosa), con unos niveles de creatividad altísimos: podremos transformarnos en cosas más comunes como un caballero o una cazadora, o en criaturas más difíciles de controlar en cualquier juego como una babosa o una tortuga. Cada una cuenta con sus habilidades únicas y con sus propias estadísticas, lo que hace que el elegir a cada criatura haga que el sistema de juego cambie por completo, volviendo al título muy creativo, variado y, por qué no decirlo, divertido. Además, el título añade un componente estratégico realmente interesante al asociar a cada transformación a una “clase”, que decide el daño que le hacen a ciertos enemigos. Por ejemplo, la rata es de clase veneno, por lo que si encontramos a un enemigo que cuente con un escudo y tenga el logo de la clase veneno, solo la rata (y el resto de transformaciones de esta clase) podrán romper el escudo y atacar, haciendo así que tengamos que variar en todo momento entre las diversas transformaciones, lo que lo hace aún más frenético y entretenido. Si bien todo lo comentado hasta el momento me ha dejado más que satisfecho, lo que sin duda alguna más me ha gustado es la forma en la que podemos obtener las nuevas transformaciones, que es la misma forma de la que subimos de nivel: completando ciertos requisitos y misiones. Y es que desde el primer momento nos saldrán pequeñas misiones/requisitos que nos exigirán derrotar a un cierto número de enemigos usando algún ataque o de alguna forma específica, o completando ciertas mazmorras, y al cumplirlas obtendremos tanto experiencia para el personaje base como para la transformación. Mientras que el personaje base sube de nivel, aumentando en el proceso las estadísticas, la experiencia de las transformaciones permite que estas suban de rango, y al alcanzar cierto rango se desbloquean las siguientes transformaciones.
Este sistema, a pesar de lo sencillo que puede parecer en un primer momento, es realmente satisfactorio y adictivo, siendo uno de los sistemas mejor pensados que he visto en meses: al querer conseguir el resto de transformaciones para probarlas, en todo momento estaremos buscando completar los requisitos, y como para completarlos tendremos que manejar a la perfección a las transformaciones, de forma indirecta acabaremos sabiendo controlarlas al dedillo. Es un sistema que enseña solo al jugador al mismo tiempo que le insta a seguir jugando, lo que me parece maravilloso y demuestra uno de los puntos clave del título: es adictivo hasta decir basta. Os lo aseguro, si os interesan los RPGs de acción ya os adelanto que estáis ante una obra extensa, divertida y sorprendente. Sin embargo, hay un apartado en el que me ha dejado bastante frío: su diseño de mazmorras, basado en el diseño procedural y que deja a un lado los puzles para centrarse, en la mayoría de casos, en derrotar enemigos. En este sentido el juego se vuelve algo machacabotones, y lo cierto es que el diseño de niveles no brilla por su originalidad, llegando a sentirse algo repetitivo e incluso tedioso. Este es el principal problema del juego, que no lo arruina pero sí que deja claro que podríamos haber estado ante un título muy superior si se hubiera solucionado esto.
Al más puro estilo de los dibujos animados clásicos
A nivel artístico el juego me ha convencido en la creatividad de su propuesta, con un estilo que se acerca a los dibujos animados clásicos pero con un toque más estilizado y modernizado, contando además con un excelente uso de la paleta de colores (muy vivos en la mayoría de casos) que nos permite distinguir en todo momento los diversos elementos que se muestran en pantalla (que son bastantes, todo sea dicho). El juego se ve realmente bien, contando con un nivel de detalle bastante elevado para tratarse de un juego con un presupuesto reducido, y es digno de mención que hay una enorme cantidad de diseños de personajes y enemigos que demuestran el gran trabajo que se ha realizado dentro de este campo, que sin duda alguna es uno de los puntos más fuertes del juego. También cabe destacar que no he encontrado ningún tipo de problema técnico o bug reseñable durante mis sesiones de juego, estando en este sentido impoluto y siendo capaz de ser jugado en cualquier tipo de ordenador.
Por último, es a nivel sonoro donde el título me ha acabado convenciendo de que, sin duda alguna, nos encontramos ante el título más redondo de DrinkBox Studios, pues la banda sonora de Jim Guthrie es, sencillamente, maravillosa. Contando con un buen número de temas redondos y perfectos para cada ocasión, en ningún momento la música del título desentona o decepciona.
Conclusión: Hora de salvar el mundo… ¡A base de transformaciones!
Nobody Saves the World es un título que me ha sorprendido gratamente, y me ha demostrado que en DrinkBox no han perdido en ningún momento su creatividad y su buen sentido del humor. Con un sistema de progresión y de combate que son absolutamente adictivos, en lo único que el juego decepciona es en su diseño de niveles, y quizá en que la historia podría haber sorprendido algo más. Dejando eso a un lado, el juego cumple con sus objetivos y se plantea como un juego que debéis jugar si os interesa el género o si sois fans del mismo, pues se trata sin ninguna duda de uno de los mejores RPG de acción que he jugado en los últimos años.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.