Y al final, son cosas que ni siquiera decidimos si no que podría decirse que deciden por nosotros, fue mi prima la que me incitaba a jugar a su Castelian y fueron mis padres los que me educaron desde bien pequeño para tener una relación sana con los videojuegos. Por ello, a día de hoy me sería imposible mencionar todos los juegos que he disfrutado, de hecho muchos cayeron en el olvido absoluto hasta que situaciones concretas los devolvían a mi cabeza, como me sucedió con Harry Potter y la Cámara de los Secretos de PlayStation 2. Y, en gran parte, son muchos de esos juegos los que me han marcado como persona, ayudándome a ser quien ahora soy; pero nunca es tarde y nunca eres lo suficientemente mayor para que un juego no te deje huella o cambie algo en ti.
Así fue que, en 2020, la llegada a mi vida de Persona 5 Royal marcó un antes y un después en mí. En su momento me parecía imposible imaginarme más de 100 horas prácticamente seguidas enganchado a un juego híbrido entre la visual novel y el RPG, pero no solo me gustó, sino que me tenía que poner horarios de sueño porque se me iban las horas jugando sin darme cuenta. Por ello, doy gracias a Persona 5 Royal por volver a enamorarme de los juegos largos, pero sobretodo por hacerme ver que siempre hay mucho más allá, y que nunca sabes qué juego va a conectar contigo sin ni siquiera esperarlo, romantizando así el lanzarte de cabeza a nuevas sagas o franquicias.
Y cuando quedas prendado de una, todo lo que venga es motivo de celebración, por eso me alegra poder compartiros hoy mi análisis de Persona 3 Reload, la nueva versión de la tercera entrega de la saga Persona.
El tiempo no aguarda a nadie
Si en algo se caracterizan normalmente los RPG, en especial aquellos que vienen de tierras niponas, es en ofrecer una narrativa de lo más potente, acostumbrando a llevarse los focos por memorable que sea la jugabilidad o la estética. Por ejemplificarlo, ¿existe alguien que haya jugado Crisis Core y no recuerde el final? Yo no lo jugué hasta su versión remasterizada, y todo aquello que no está a la altura (fallos en el diseño de encuentros, combates “de paseo”) desaparece por completo de tu memoria cuando llegas a los créditos con el corazón en un puño. Pues bien, en la saga Persona y concretamente en este Persona 3 Reload no son para menos, ofreciéndonos una historia simple, pero digna de ser recordada.
Encarnaremos a un joven que se acaba de mudar a una residencia de estudiantes compartida con, de momento, tres jóvenes del Gekkouken, su nuevo instituto. No obstante, su primera vez en la ciudad es de lo más peculiar, pues a su llegada la calle está llena de ataúdes que se mantienen en pie y el ambiente coge un tono verdoso, cuando entra a la residencia, se encuentra con un niño vestido a rayas y con un casual parecido con nuestro protagonista que nos hará firmar que somos responsables de todo aquello que nos pase. Y sí, si habéis jugado a Persona 3 Portable echaréis en falta a la protagonista femenina, pero aquí no se nos plantea esa opción, pudiendo jugar únicamente con el protagonista masculino.
Pequeño input: si sois de los que os da manía e incluso os genera nerviosismo utilizar un nombre ajeno a la historia, os comento que los nombres oficiales para el protagonista son: Minato Arisato, Makoto Yuki o Sakuya Shiomi. En caso de referirme al protagonista durante el análisis, usaré el nombre “Sakuya”.
Pronto, el juego pondrá a Sakuya en una situación de vida o muerte donde se verá obligado a usar un evocador (pistola utilizada para invocar a su Persona) con tal de librar un combate contra una sombra que ataca la residencia. Con esto y unos pocos acontecimientos más, Sakuya termina uniéndose al SEES, el grupo encargado de luchar contra las sombras. Estos empiezan siendo pocos, pero a medida que avanza la historia el grupo se hace más y más grande llegando a tener nueve personajes controlables en combate.
La hora oscura
La trama pues se centra en la lucha contra las sombras tratando de acabar con ellas para siempre, por lo que la enorme mayoría de sucesos tienen lugar durante la hora oscura. ¿Y qué es la hora oscura? Es aquella en la que solo unos pocos están conscientes (todos los demás se convierten en los ya mencionados ataúdes) y las sombras salen a cazar, atacando a aquellos inconscientes y generándoles una apatía severa, por lo que los pobres que la sufran parecerán consumidores de fentanilo.
El núcleo de estas sombras será nuestro lugar predilecto durante las horas oscuras del juego, pues a diferencia de Persona 5 no tendremos espacios dedicados a cada zona del juego, sino uno único que abarcará del inicio al final de este. En consecuencia, el peso narrativo no recaerá tanto en lo que hagamos en la hora oscura sino en lo que descubramos sobre esta, tanto de su origen como de su presente y futuro.
Además, nos encontraremos con otro grupo opositor llamado Strega, que va tanto contra las sombras como contra nosotros, pero estos aparecen bastante tarde en la historia y es con ellos que la historia coge verdadero protagonismo, tomando un rumbo mucho más serio y cruel. Sin embargo y por desgracia, lo que sucede con ellos va más allá del límite en el calendario del juego que tenemos para este análisis, por lo que debo dejar mi mención de estos en una promesa de gozo narrativo sin escrúpulos.
La torre Tártaro y las cartas del tarot
Tras un título tan cacofónico me toca hablar del modelo dungeon crawler adoptado, siendo fiel al juego original y sus mazmorras procedurales. En la torre Tártaro (aka el instituto Gekkoukan durante la hora oscura) nos enfrentaremos a más de 200 pisos poblados por multitud de sombras. Los pisos están separados por bloques de 30 aproximadamente, y cada piso cambiará su distribución y estructura en nuestras distintas incursiones, incitándonos así a venir asiduamente ya sea en busca de nuevos objetos o simplemente a farmear experiencia sin llegar a sabernos los pisos de memoria.
Eso sí, cada pocos pisos nos cruzaremos con un mini jefe que nos supondrá un reto mayor que a lo que nos hemos acostumbrado batallando con sombras comunes, y tras ellos obtendremos recompensas a la altura que nos ayudan a ser consciente del punto en la curva de dificultad en el que nos encontramos, pues si nos dan un arma con 120 de ataque y nuestro equipo de media tenía 45, es que toca hacer renovación de arsenal.
También nos marcarán, por decirlo de alguna forma, el “nivel máximo” al que debemos estar para que los combates con verdaderos jefes sean emocionantes, pues al final de cada bloque se nos bloqueará el camino hasta derrotar a la sombra mayor pertinente, significando esto que si hemos llegado hasta allí no necesitamos más experiencia con tal de embarcarnos en la batalla cuando esta llegue.
En Tártaro además nos encontraremos de vez en cuando con puertas Monad, estas puertas nos llevarán a enfrentarnos con sombras mucho más poderosas aún que los mini jefes de piso y que supondrán un verdadero reto. Eso sí, os recomiendo enfrentaros a ellas siempre que os sea posible pues las recompensas son aún mejores.
Y aunque este sistema de tener un “campo de batalla único” durante el juego es entretenido y nos permite tanto la reexploración como el no perder más tiempo del necesario en él, echo mucho en falta el sistema de palacios de Persona 5. Y no me confundáis, no es para nada una crítica al sistema empleado con Tártaro, sobre todo teniendo en cuenta el peso narrativo de esta y que así funcionaba en el juego original, pero tratándose de un remake y con el éxito global que tuvo Persona 5 me cuesta pensar una buena razón para no haber implementado palacios, aunque fueran pequeños, en las zonas únicas de las sombras mayores, pues, a pesar de tener un diseño mucho más vistoso y dedicado que el resto de sombras, los jefes que toman los nombres de las cartas del tarot pierden mucha épica por la ambientación en torno a estos.
En la mayoría de ocasiones tendremos un (quizás demasiado) pequeño mapa por el que movernos, pero el colmo llega en los combates en los que simplemente llegamos al lugar donde se halla el enemigo y combatimos directamente con él. Esto resulta una decepción, sin duda, pues los combates resultan lo suficientemente desafiantes con sus mecánicas propias como para desaprovechar semejante oportunidad de darle al jugador una nueva experiencia en esta entrega que sabes a ciencia cierta que, pese a suponer un esfuerzo bastante mayor, todo fan va a agradecer encarecidamente.
¡Persona!
Pasando ahora a hablar del combate, sin duda alguna se mantiene como uno de los puntos fuertes de la saga debido a la enorme cantidad de posibilidades que nos ofrece. Eso sí, me veo obligado a remarcar un pequeño matiz, y es que la dificultad a la que juguemos hará variar por completo nuestra experiencia de combate, pues en niveles bajos de dificultad no tendremos ni siquiera que preocuparnos por afinidades prácticamente, sin embargo, a mayor sea la dificultad mucho más peso tendrá la estrategia y los miembros del equipo que escojas para participar. Porque, recordad: no es lo mismo pasarse la liga Pokémon que competir en VGC, y aquí viene a ser lo mismo.
En la batalla pues nos encontraremos con diez tipos de ataques distintos: tres físicos y siete de magias elementales (siendo un elemento el “Todopoderoso” al que nadie puede ofrecer resistencia), siendo que para los físicos debes pagar con puntos de salud (a excepción de los ataques básicos) y las magias con puntos de energía. Cada personaje se caracterizará por el uso de un elemento concreto, a excepción claramente de ti, que tendrás tantos estilos de combate como Personas te confecciones, permitiéndote así pasar de ser un gran mago de fuego a un combatiente físico de un turno a otro. Estas Personas se podrán lograr tanto como recompensa de combates como en nuestra querida Habitación terciopelo, donde tendremos de vuelta a Igor para fusionar e invocar personas siempre por debajo de nuestro nivel.
Como es obvio, la existencia de tanto elemento distinto se debe a que cada sombra (y cada Persona) tiene debilidades, resistencias, daños nulos y daños sanadores, por lo que, de nuevo, recalco que la confección del equipo será vital si juegas con una dificultad elevada. Ah, y, como consejo de alguien que ha sufrido las consecuencias: tratad de no dejar a nadie a nivel bajo por poco que os atraiga su personaje, nunca sabéis cuando os veréis obligado a usarlo puede ser necesario, porque todos tienen momentos para serlo. Al atacar las debilidades de nuestros enemigos estos caerán vulnerables y será nuestro momento de realizar un poderoso ataque combinado con todos los miembros del equipo.
Volviendo al abc del combate, tendremos a nuestra disposición multitud de hechizos para alterar habilidades y estados, pudiendo aumentar o disminuir ataque, defensa, evasión… pero lo realmente divertido es jugar con los estados alterados o tentar a la suerte usando habilidades que puedan provocar la muerte instantánea (aunque casi nunca funcionan, ya os aviso).
Por otro lado, respecto al juego original y aquí sí tomando nota de lo que funcionó en Persona 5 se ha añadido la posibilidad de pasar el relevo a un compañero cuando golpeamos la debilidad de un enemigo para poder atacar la de otro y encadenar con un ataque combinado. Además, se han añadido las teúrgias, ataques especiales de cada personaje que se podrán llevar a cabo cuando rellenen un indicador que estará sujeto a diferentes acciones de combate para cada uno: desde sanar compañeros a atacar con habilidades que cuesten puntos de salud, permitiendo esto a su vez una suerte de juego combinativo para rellenar medidores a la vez según los miembros del SEES que tengas en combate.
Y, como una imagen vale más que mil palabras, en este caso os traigo dos: un vídeo de combate contra una sombra de la puerta Monad y otro contra un jefe de piso de Tártaro.
Por el amor de esa mujer…
Y sí, sé que he tardado en llegar hasta aquí, pero sé que esperas que te hable de porque es estúpido respetar la monogamia de los vínculos sociales, uno de los mayores atractivos de la saga. Al final, Persona 3 Portable es tanto un RPG dungeon crawler como un simulador de vida adolescente, y por ello nuestro día a día lo pasaremos haciendo lo que cualquier chaval a punto de cumplir la mayoría de edad haría: trabajar a tiempo parcial… para gastarlo todo en videojuegos, comida basura, karaoke e incluso en una discoteca para la que claramente tenemos edad de entrar.
Hablando ahora seriamente, el título nos ofrece un amplio abanico de posibilidades en nuestro tiempo libre, tanto que el poder realizar dos actividades a la jornada (una de día y otra de noche) se nos quedará corto, obligándonos (y lo digo completamente en serio) a llevar un calendario ordenado para asegurarnos de cuidar nuestras relaciones sociales a la vez que trabajamos en nosotros mismos. Porque sí, todo es importante, empezando por lograr entablar relaciones afectivas e incluso amorosas con el resto de personajes, no por el gusto de hacerlo, sino porque cada vínculo estará enlazado a una carta del tarot, por lo que cada vez que fusionemos una persona de este tipo de carta se verá reforzada según el nivel del vínculo correspondiente.
Así que, sintiéndolo mucho, deberás dedicar tiempo a todo el mundo si quieres llevarte los beneficios correspondientes que, créeme, pueden terminar marcando la diferencia. Esto, en según qué casos, se hace duro, ya que varias de las historias del resto de personajes no son lo suficientemente interesantes a pesar de ser todas mini tramas sólidas, aproximadamente la mitad pasará sin pena ni gloria por nuestra pantalla llegando a saltarnos varias de sus interacciones, esto en parte se debe a dejar fuera de la ecuación a los vínculos masculinos de tus compañeros del SEES, pudiendo entablar relación únicamente con las mujeres, cuando estoy completamente seguro de que los hombres tienen trasfondos más interesantes que varios personajes metidos con calzador.
Por suerte, el propio juego es consciente de ello y muchas de las relaciones avanzan a un ritmo acelerado para que no se te hagan pesadas, cosa que es de agradecer. Por contra, el resto de personajes son de lo más interesantes y te harán querer saber de ellos e interactuar, llegando a conquistar tu corazón… o tú el suyo, porque sí, puedes mantener relaciones románticas con tantas chicas como quieras, aunque me veo obligado a decirte que no lo hagas.
No obstante, muchos de los lazos no estarán disponibles hasta que logres aumentar tus estadísticas de coraje, intelecto y encanto, siendo que cada nivel par (2, 4 y 6) te desbloquearán un posible vínculo, siendo el 6 de cada atributo una de las mujeres del equipo.
Un rediseño a la altura
Si el Persona 3 original ya era sobresaliente en el apartado artístico, este vuelve a destacar especialmente en cuanto al diseño de personajes, puliendo aquello que ya brillaba y ofreciéndonos algo a la altura de la generación. Claramente, sabiendo a lo que venimos a jugar: no esperamos unos gráficos como en The Last of Us, pero sí tenemos derecho a exigir calidad técnica y estética, especialmente (y siento recaer en la comparativa) después de Persona 5 Royal, y aquí, sin duda, Persona 3 Reload logra satisfacer lo que cualquier fan demandaba a nivel gráfico. Tanto es así que se aventuran a ofrecernos escenas animadas que superan la calidad del propio anime que adapta el título original.
No obstante, por el tipo de juego que es lo que nos debe preocupar es la variedad en el diseño de las sombras, y debo decir que peca en la repetitividad de las sombras básicas, cambiando muchas veces la paleta de colores y sus afinidades y dejándolo ahí. Por suerte, los diseños de los jefes sí que están mucho más trabajados y resultan de lo más atractivos, compensando en gran parte la falta de enemigos core diferentes.
En cuanto a lo auditivo, lo primero que debo hacer es destacar el excelente doblaje japonés con todas las líneas de historia dobladas, permitiendo sumergirnos más aún en el chupahoras que es Persona 3 Reload. A ello, por supuesto, se le suma la ya sublime banda sonora a la que le han realizado varios arreglos además de añadir temas nuevos. Por desgracia, la banda sonora retocada no está aún disponible en YouTube por lo que no os puedo enlazar a ello, pero en cuanto esté os invito a darle una escucha y disfrutarla.
Por otro lado, el juego está perfectamente traducido al español, y aunque me hubiese encantado tener doblaje a nuestro idioma igual que lo hay en inglés, soy consciente del gasto económico que eso supondría y que seguramente no saldría a cuenta, por lo que es de agradecer que hayan contratado un excelente equipo de traducción que hayan traído de la mejor manera posible cómo hablamos en España de nuestros “putos asuntos”.
Conclusión
Me encuentro en una encrucijada con Persona 3 Reload, pues por un lado considero que es un juego merecedor de excelente si tenemos en cuenta su duración que no se hace pesada en ningún momento gracias en gran parte a lo entretenido de generar y mejorar vínculos sociales, su capacidad de renovarse gráficamente y el hecho de mejorar su sistema dungeon crawler para que cualquier usuario pueda disfrutar de ello.
Sin embargo, vuelvo a lo que llevo diciendo desde el principio: el mayor problema de Persona 3 Reload es la existencia de Persona 5 Royal, pues siendo sabedores de la capacidad de ATLUS de crear una obra de tal calibre, se echa demasiado en falta el atrevimiento a mejorar un juego de enorme calidad añadiendo aquello que ayudó a hacer majestuoso a Persona 5 Royal: los palacios, que aunque fuese en menor medida apareciendo únicamente con las sombras mayores, habrían logrado que Persona 3 Reload fuese uno de los mejores remakes de los últimos años. A esto se le suma la decisión de no añadir el epílogo The Answer existente en versiones anteriores, aunque esto huele a futuro DLC.
Aún así, para terminar con buen sabor de boca, no puedo hacer más que destacar el trabajo realizado con esta entrega, que pese a tener cosas achacables, ofrece una experiencia general sumamente positiva y de lo más recomendable para cualquier usuario que disfrute de los RPG. Por tanto, si tienes la oportunidad de hacerte con este juego, te invito arduamente a dedicar una enorme cantidad de horas a perderte por la ciudad de Iwatodai y todo lo que esta te ofrece.