[Análisis] Pokémon Let’s Go

[Análisis] Pokémon Let’s Go

Si existe una franquicia que, tras tantos años, sigue suscitando el interés de sus aficionados más fieles es la saga Pokémon. Una serie de videojuegos que, hasta día de hoy, presentaba una jugabilidad asentada a lo largo de los años en unas bases muy sólidas, reconocibles y que parecían inamovibles hasta el día de hoy.

Ahora, la gente de Game Freak vuelve a la carga con Pokémon Let’s Go, una nueva entrega que llega para refrescar la fórmula hereditaria, una suerte de reimaginación de Pokémon Amarillo, aquella entrega aparecida en la legendaria Gameboy, que pretende abarcar tres públicos diferentes: los que ya son aficionados y siguen la franquicia entrega tras entrega, los que en su día disfrutaron de Kanto, y a su vez, ofrecer una puerta de entrada para usuarios que vengan atraídos por el fenómeno Pokémon Go.

¡Hazte con todos!

Como ya hemos dicho con anterioridad, esta nueva entrega es un regreso a Kanto. Una reimaginación de la epopeya de Ash Ketchum (nombre a elegir por el jugador), de Pueblo Paleta, a través de Kanto con el objetivo de conseguir todas las medallas y desafiar al alto mando para convertirse en el mejor entrenador de la región.

La aventura comienza como siempre, en nuestra habitación, y con el objetivo de acercarnos al laboratorio del legendario profesor Oak puesto que nos va a hacer entrega de nuestro primer Pokémon.

A partir de ahí comienza nuestro viaje con el objetivo de convertirnos en el mejor entrenador. Exploramos las diferentes ciudades, cuevas, o rincones que nos esperan alrededor del mundo de Kanto. Y por supuesto, no falta a la cita la mítica organización criminal llamada Team Rocket. Una suerte de estructura maléfica cuyo principal objetivo es utilizar a los pokémon para sus aviesos fines.

La historia princial, desde que salimos de Pueblo Paleta hasta que derrotamos al alto mando nos puede llevar entre 30-35 horas, todo dependiendo de lo que nos paremos a explorar cada rincón e incluso de lo completistas que seamos.

 

Volver a empezar

No creo que a estas alturas quede alguien que no conozca de donde partió la saga Pokémon. Para todos los jugadores nacidos desde los 90 en adelante, que crecimos con la franquicia, sabemos que se trata de un RPG con unas bases que, en su concepción, parecían sólidas.

Pokemón Let’s Go rompe un poco con aquel legado, y refresca algunas mecánicas que otrora parecían inamovibles, y ahora, después de este videojuego, se ven como algo que puede no estar ahí sin que se eche de menos.

Lo primero que destacaría de estos cambios es la abolición de los combates aleatorios. Si recordáis, una de las cosas más cansinas de los videojuegos de Pokémon eran los combates aleatorios contra pokémon salvajes a cada paso, que hacía de cada viaje algo lento y que terminaba por aburrir.

Ahora eso es cosa del pasado, y las diferentes criaturas aparecerán por el mundo, quedando representadas en el entorno con su diseño original, y dejando a nuestra elección el ir o no a por ellas. Insisto en los de ir a por ellas, puesto que ya no nos enfrentaremos con las criaturas, sino que el sistema ha cambiado a algo similar a lo visto en Pokémon Go, y nuestras únicas opciones son capturar o huir.

Los pokémon salvajes no pueden ser derrotados, pero a cambio disponemos de un sistema de captura mucho más activo donde recae en nosotros, el jugador, la responsabilidad de capturar o no al pokémon deseado.

Seremos nosotros los que lanzaremos la ball para capturar al pokémon de forma manual, eligiendo dirección y fuerza de la misma y, en caso de realizar un lanzamiento “excelente”, tendremos más posibilidades de atrapar a la criatura en cuestión.

El único indicador que tenemos a nuestra disposición es una suerte de circunferencia que se va cerrando, esto sirve a modo de guía para realizar el mejor lanzamiento posible, y aumentando con ello la posibilidad de capturar el pokémon cuestión.

Dicho círculo puede ser de tres colores diferentes dependiendo de ciertos condicionantes como la ball que utilicemos. Rojo si las posibilidades de realizar la captura son mínimas, amarillo, si es probable que el lanzamiento sea exitoso, y verde si la captura es casi segura.

Este nuevo método es una forma de hacer que la habilidad del jugador sea tan importante como el factor azar. Olvidad los viejos métodos de dejar a la criatura con la vida en rojo y lanzarle pokeballs hasta atraparlo, eso es cosa del pasado.

Al atraparlos, los pokémon que llevemos en el equipo recibirán una bonificación de experiencia, que a su vez se verá acrecentada gracias a una serie de multiplicadores que entrarán en escena al cumplir ciertos objetivos, como pueden ser lograr la captura a la primera, o capturar esa especie por primera vez.

No obstante, para los que sientan algo de temor porque esta nueva mecánica elimine en buena medida los combates, aclarar que no es así. Los combates contra pokémon salvajes se eliminan, pero las luchas contra entrenadores son una constante durante toda la partida, así que os podéis quedar tranquilos, que os hartaréis de combatir.

El videojuego, en líneas generales, no destaca precisamente por su dificultad. Todos sabemos que los combates en la saga se basan en aprovechar las debilidades de nuestros rivales, y partiendo de ahí, el videojuego no es demasiado difícil.

El progreso es constante, y conque nos paremos para ir luchando o atrapando pokémon de vez en cuando, ninguno de los rivales nos supondrá demasiado problema. Lo normal, es ir siempre un par de niveles o tres por encima de lo necesario.

En cuanto al apartado online decir que podemos intercambiar pokémon con nuestros amigos o luchar contra ellos a través de internet como red local.

Además, conviene no olvidarnos de la conectividad con Pokémon Go, la cual nos permite pasar nuestras criaturas que atrapamos en el videojuego de móvil y utilizarlas en la consola de Nintendo.

Existe también la posibilidad de jugar al título en modo multijugador en la misma consola. Esto permite la colaboración de dos personas haciendo todo más fácil, desde la captura de pokémon aumentando de probabilidad de capturar con éxito, a los combates, que se convierten en un 2vs2.

La belleza de Pokémon

La saga Pokémon viene de muchas entregas en consolas portátiles de Nintendo, las últimas de 3DS, una máquina cuya capacidad técnica es muy limitada, por lo que el salto a un hardware superior como es Nintendo Switch era de esperar que le sentara muy bien, y así fue.

Todas las ciudades y rutas que recorreremos en el videojuego son de un colorido y una belleza notable.

Los diseños de nuestro personaje principal, como de los importantes de la trama se ven muy cuidados, y los diferentes pokémon que habitan dicho universo lucen a un nivel notable.

A nivel de animaciones, y sobretodo a la hora de combatir se muestran muy bien recreadas y con unos efectos muy logrados.

Evidentemente no es un prodigio técnico, tampoco lo pretende, pero en el modo televisión luce muy bien y muestra un rendimiento fluido, aunque no es tan así en modo portátil, cuyo framerate se ve afectado.

En el modo dock logra reproducirse a 1080p y con una sorprendente fluidez, pero a pasarlo a modo portátil, y pese a que la resolución baja a 720p el título sufre tirones; más habituales en algunas zonas que en otras.

En cuanto al apartado sonoro decir que tanto las melodías que nos acompañan como los efectos están muy bien recreados, y que es un verdadero placer disfrutar del videojuego con auriculares.

Conclusión

Pokémon Let’s Go ha terminado por ser una sorpresa para propios y extraños. Meses atrás, donde se presentaron los cambios que implementaría respecto a las entregas canónicas, los usuarios nos vimos inmersos en un mar de dudas.

Muchas mecánicas nuevas, y demasiadas similitudes con Pokémon Go, generaban en los jugadores cierta sensación de que sería un título enfocado a encontrar nuevos jugadores; olvidándose un poco de los jugadores habituales, pero no fue así.

Con un apartado gráfico y sonoro muy cuidado, esta reimaginación de Pokémon Amarillo conserva su integridad intacta, y hace justicia a lo que en su día fue una de las primeras entregas de la saga.

Pokémon Let’s Go Pikachu o Eevee es ideal tanto a modo de puerta de entrada para nuevos jugadores, como para los que queramos volver a recorrer Kanto otra vez. Un auténtico imprescindible si somos poseedores de una Nintendo Switch.