Double Fine es una compañía que se ha adaptado en diferentes terrenos con un humor bastante característico. Los hemos podido ver en aventuras gráficas como Broken Age o Day of the Tentacle, estrategia con Brütal Legend o el plataformero Psychonauts. En esta ocasión, se han animado con un roguelike llamado RAD, y cabe destacar que, como en las anteriores obras, sobresale en algo y tiene su punto interesante. Siguen manteniéndose en la línea y todo ello lo hacen con el humor del equipo de Tim Schafer.
Apocalipsis de neones
Ha habido un apocalipsis, pero a la gente le ha dado un poco igual, hasta que tuvo lugar un segundo apocalipsis y entonces la cosa se puso seria. Ya no se puede vivir en el exterior por culpa de los monstruos que aparecieron, y los últimos supervivientes están resguardados en un pequeño búnker al aire libre, que han convertido en una fortaleza impenetrable y nadie puede entrar o salir sin que se sepa. El Anciano es el jefe de este lugar, y reúne a todos los habitantes para explicar que se están quedando sin energía para sobrevivir y necesitan que alguien salga al exterior a recoger materiales para todos. El personaje que se presenta voluntario somos nosotros, y el Anciano nos lleva a una sala donde nos inocula un virus para poder realizar mutaciones sin problemas y nos da un arma especial: un bate. Antes de partir, nos explica que este bate no es como los demás, ya que si morimos, regresará a la base y otra persona ocupará nuestro lugar.
Hora de hacer Home Runs
Hay ocho personajes diferentes (aunque al principio solo dispondremos de tres), y mientras que los primeros no tienen habilidades especiales, otros sí. Pillaremos el bate y saldremos al Yermo. Los niveles se crean de manera aleatoria, por lo que es muy poco probable que juegues dos escenarios iguales, y la misión es simple, activar varias piedras con una cabeza rosa, que funcionarán a modo de llaves y cuando estén todas, se abrirá la puerta al siguiente nivel y podremos seguir con la aventura.
Pero solo a golpe de bate no llegaremos muy lejos, por lo que encima de los corazones (divididos en dos cada uno y más adelante se pueden fraccionar en más), hay una barra de mutación. Existen varias maneras de llenar esta barra, y las más simple es acabando con los diferentes enemigos. Cuando caminamos, el suelo florece bajo nuestros pies y a veces, encontraremos flores grandes que nos aumentarán la barra de mutación. Y lo último que se puede hacer, es encontrar o comprar objetos. Tendremos dos monedas para comprar o abrir cofres: los casetes o los disquetes. Los casetes como los que escuchábamos en el coche los que tenemos una edad, sirven como moneda de cambio y si encontramos una tienda, podemos ver qué nos ofrecen y hacer el cambio monetario. En cambio, los disquetes son más valiosos y cuesta más dar con ellos. Estos sirven para abrir los cofres que encontremos en nuestra aventura, y dentro de ellos puede haber objetos únicos.
Las mutaciones aparecen de manera aleatoria en cada partida, así que iremos descubriéndolas poco a poco. Algunas de las que hay son, por ejemplo; disparar un cerebro que controla por un momento a un enemigo para luchar a tu lado, tener una cabeza de cobra y morder a los enemigos para envenenarlos, lanzar bolas de fuego y muchos más que no desvelaremos para no estropear la sorpresa. Pero solo con esto y un bate no haremos mucho, necesitaremos acciones pasivas. Para poder conseguirlas, deberás encontrar una mazmorra subterránea de algún nivel y al explorarla (con un poco de suerte), te encontrarás un tótem que si lo activas, te proporcionará una pasiva (que van desde regenerar vida, tocar los charcos tóxicos sin problema o planear entre otros).
Durante nuestras aventuras, moriremos mucho y volveremos a aparecer. Si no tenemos la mochila comprada perderemos todos los casetes y si queremos guardar las cosas, al final de cada nivel nos enfrentamos a un boss, si ganamos, tenemos la opción de ir al campamento y visitar la tienda o guardar el dinero. Igualmente, podremos cambiar de arma si hemos desbloqueado alguna. Puedes guardar todo el dinero que quieras, pero para sacarlo, si no es en la zona principal, necesitaras tener el carnet platinum. En las zonas habrá paredes que se pueden romper para acceder a lugares secretos, sitios a los que se llega saltando o misiones secundarias de algún NPC. Con todo ello seremos recompensados con alguna cosa, tanto con dinero, como subida de mutación o alguna arma o personaje nuevo para usar.
Cyberpunk postapocaliptico
RAD no solo destaca por la jugabilidad, los gráficos también se distinguen entre todo. Y lo notamos mayormente en los pequeños detalles, como las plantas que crecen cuando pisamos un lugar y así sabemos si hemos pasado por allí. Aunque todo tenga un aspecto de apocalipsis, lo encontraremos con luces de neones brillantes (mayoritariamente rosas), al estilo cyberpunk. Aparte, tiene como un filtro visual, que parece que salga de una televisión de tubo de los 80. La música con un estilo de sintetizador acompaña muy bien a todo este conjunto gráfico, y algo bastante importante es que el Anciano, irá narrando parte de nuestras aventuras haciéndolo todo más interesante.
Nos encargamos de todo en el Yermo
RAD es un roguelike que se mantiene bastante, e incluso diría que llega a los niveles de The Binding of Isaac, Nuclear Throne o Dead Cells. Moriremos bastante, pero eso es bueno, ya que en cada partida conseguimos unos puntos que sirven para subir de nivel y desbloquear nuevos objetos para ayudarnos en la aventura. Se nos hará muy ameno y disfrutaremos teniendo hasta un máximo de tres mutaciones que podremos ir usando a nuestro antojo. Cada día nos podemos poner a prueba con la run diaria, la cual es la misma para todo el mundo y deberemos completarla haciendo el máximo de puntos posible para entrar en el ranking.
Aunque todo parece ser positivo, hay algo que no lo es tanto, y es que las pantallas de cargan tienen una duración casi eterna, tanto si vas a ir a la base como si empieza un nivel, aparece una pantalla de carga bastante larga, y otra cosa es que aunque es muy rejugable y cada partida siempre es diferente, el juego cuenta con únicamente 6 niveles, pero hay diferentes finales que tocará ir desbloqueando para entender toda la historia a la perfección.
Jorcelo
Jugador que ha atravesado Green Hill, el árbol Deku, las ruinas de Zanarkand, Anor Londo y lo que queda. Todo a bordo de una nave poligonal, con un perro que habla y un pato que no cura. Cojo una patata y me la como