Rise: Race The Future se presenta como un videojuego de carreras con una ambientación futurista donde la precisión y la habilidad del jugador son clave para poder alzarse con la victoria a través de los diversos circuitos que presentan cambios en el terreno y que dificultan la conducción.

El juego llegó el pasado mes de julio a Nintendo Switch y al realizar el análisis, tengo que decir que llega a precio reducido a la eShop de Nintendo y cumple bastante bien con lo que se le puede exigir  a un juego de carreras de estas características.

Ganar para desbloquear

Como ocurre con la mayoría de los títulos de conducción, Rise: Race The Future carece de un modo historia como tal. En su lugar, nos hemos encontrado con varios modos de juego que pasamos a describir a continuación:

Modo Desafío

El juego dispone de diversos desafíos, cada uno de ellos dividido en varios circuitos que incluirán diferentes requisitos para ganar medallas y puntos que serán clave para desbloquear vehículos y desafíos nuevos. Este tipo de juego me ha recordado bastante a Driveclub, que tiene un modo similar a la hora de hacer las cosas.

Aquí lo primordial no es ganar, sino cumplir lo que pide cada desafío para poder completarlo. Nos vamos a encontrar con pruebas de todo tipo: desde no usar el turbo hasta no estar en última posición en ningún momento de la carrera. Cada desafío pide unos objetivos concretos que entretendrán al jugador y lo mantendrán en vilo para convertirse en el mejor piloto.

Los vehículos nuevos que obtengamos aparecerán de manera automática en la pantalla de elección de coche, donde podremos ir configurando varios parámetros además del color del vehículo, y así adaptarlo mejor a nosotros a la hora de manejarlo.

Campeonato

Como todo buen juego de conducción que se precie, este modo de juego es esencial. Para acceder a los diferentes campeonatos deberemos conseguir el título del actual que constará de varias carreras. El jugador conseguirá un número determinado de puntos al finalizar cada carrera y a continuación, aparecerán los puntos totales de cada conductor en función de los circuitos que se hayan disputado.

Al igual que el modo desafío, aquí contaremos con 64 circuitos distintos para competir con el resto de pilotos. Además, podremos utilizar cualquier vehículo desbloqueado en el modo desafío.

Time Attack

Este tipo de partida se caracteriza porque nuestra competición es contra nosotros mismos, es decir, daremos una primera vuelta al circuito y una vez finalizada, empezaremos la siguiente compitiendo contra nuestro fantasma, un vehículo que marca el tiempo y el camino que llevamos durante la vuelta anterior. El objetivo es ir superándonos vuelta tras vuelta.

Este tipo de juego es recomendado para conocer las diferentes pistas y memorizar los tramos más complicados de cada una de ellas.

Derrapar es la clave

El juego cuenta con cuatro tipos de dificultades que se pueden cambiar en cualquier momento si notamos que es bastante sencillo o, por el contrario, excesivamente complicado. Una vez acomodado con el modo de juego, toca competir y aquí es donde entra en juego nuestro control sobre el vehículo.

Los circuitos presentarán dificultades en cuanto a curvas, cambios de rasante y terrenos sobre el que circular entre los que podremos encontrar terrenos de tierra o acuáticos. En los de agua, el vehículo tenderá a ir más lento, ya que esta dificultará el movimiento del mismo y habrá que tener cuidado para no chocarnos en las curvas, puesto que el coche no girará igual de bien que en un terreno seco.

Independientemente del circuito en el que nos encontremos, el coger las curvas es la clave para ganar. Si en una curva nos chocamos con algún vehículo o con alguna pared de la pista, es muy probable que perdamos mucho tiempo en recuperar la velocidad y puede que no consigamos alcanzar a nuestros rivales. La clave estará en derrapar correctamente antes de llegar a una curva cerrada, ya que podrá suponer adelantar a otro piloto o incluso lograr acabar en el podio.

Además de la velocidad que pueda alcanzar le vehículo de manera normal, dispondremos de un turbo que se irá cargando a medida que vayamos circulando y que podremos activar en cualquier momento para ganar más velocidad.

Apartado técnico

Los gráficos creados para el juego son muy buenos y con efectos muy cuidados. Las pistas cuentan con grandes detalles, los circuitos acuáticos muestran el agua con gran realismo llegando a salpicar la pantalla y dejando marcas de gotas durante la carrera. Asimismo, los cambios meteorológicos y climáticos confieren un efecto aún más realista de lo que ya se muestra en su modo normal.

En el modo sobremesa el juego se ve bastante mejor que en modo portátil, llevarlo a una pantalla más pequeña hace que pierda calidad. Los vehículos tienen diseños muy llamativos y bien trabajados que los hacen atractivos para el jugador.

En cuanto al sonido, destacaría que cuenta con una música bastante repetitiva, lo que puede llegar a ser pesado a medida que vamos avanzando en el juego. En cuanto a los efectos sonoros, son los típicos de los juegos de conducción, están bien integrados pero sin destacar especialmente en este apartado.

Conclusiones

Rise: Race The Future es un juego discreto que otorga bastante entretenimiento a los usuarios gracias a los diferentes desafíos que tendremos disponibles y que se irán desbloqueando poco a poco a medida que vayamos avanzando. Hemos echado en falta un modo multijugador que le habría dado el empujón necesario para atraer al público que prioriza el modo online en este tipo de títulos.

 

Nací con un mando debajo del brazo. Soy una adicta a los videojuegos y al anime de nivel 36. Coleccionista en mis ratos libres