Publicada en la Weekly Shonen Jump de la editorial Sueisha (como hicieron en su día Dragon Ball y Dr. Slump), Sand Land se trata de una serie de aventuras y acción ambientada en una suerte de futuro post-apocalíptico en el que demonios y humanos sobreviven a duras penas en busca de agua y un buen lugar en la sombra. Como si se tratara de una mezcla de Mad Max y Devilman, Sand Land resultó una genial aventura shonen un tanto infravalorada que, como os comentaba antes, quedó en un segundo plano debido a la sombra de Dragon Ball. Esto, por supuesto, hasta el año pasado, cuando el equipo de Akira Toriyama y la buena gente de Bandai Namco anunciaron un enorme proyecto multimedia destinado a resucitar la marca lanzando una gran variedad de productos, desde una serie de televisión hasta un videojuego triple A. Es de este último del que hoy vengo a hablaros, pues acaba de ser lanzado en PS4, PS5, Xbox Series X/S y PC. Desarrollado por el estudio ILCA (a quienes seguramente conozcáis por One Piece Odyssey y por los remake de Pokémon Diamante y Perla), Sand Land cuenta con un gran potencial para convertirse en una aventura memorable, divertida que expanda y mejore el material original del maestro Toriyama. ¿Queréis saber si el título merece la pena? ¡Pues dentro análisis!
En busca de la fuente legendaria
La historia de Sand Land nos transporta a un futuro incierto en el que los humanos acabaron por condenar su propio planeta. Lo que en el pasado era una tierra próspera ahora se ha convertido en un páramo desértico plagado de criaturas hostiles y en el que el agua y la comida escasean, si bien esto no ha impedido que los seres humanos sigan empecinados en llevar a cabo guerras sin sentido. Incapaces de cometer fechorías y desesperados por encontrar recursos y provisiones, los demonios vagan por este territorio robando agua, intentando alejarse lo más posible del resto de humanos. La cosa cambia cuando al campamento de Beelzebub, el príncipe de los demonios, llega un viejo Sheriff conocido como Rao para pedirles ayuda en su búsqueda de la fuente de agua legendaria. Beelzebub acepta, dando inicio a una aventura incierta que no solo le llevará a crecer y madurar, si no también a conocer mucho más acerca del funcionamiento del mundo y sobre las criaturas que se ocultan tras cada rincón. Quizá lo más interesante del apartado narrativo del título sea la forma en la que expande el contenido presente en el manga. Al tratarse este de una historia corta, el equipo de Akira Toriyama ha trabajado para no solo ahondar en los territorios y los personajes secundarios que podemos encontrar en este mundo, si no que también han realizado una sorprendente labor de inclusión de nuevas historias. Así, mientras que el juego adapta de forma perfecta el manga en 3/4 horas de juego, el resto del tiempo lo pasaremos descubriendo una nueva historia protagonizada por Beelzebub y compañía que nos llevará a descubrir nuevas zonas.
En este sentido, sorprende el hecho de que la historia creada para la ocasión resulta tan sólida como la vista en el manga, ofreciendo un tratamiento de personajes que, sin ser excesivamente complejo, resulta memorable. Se da así forma a un elenco de personajes vistoso que nada tiene que envidiar al que por ejemplo podíamos encontrar en los primeros compases de Dragon Ball. Si bien es cierto que las misiones secundarias pecan de ser realmente tediosas y poco memorables en el ámbito narrativo, lo cierto es que el juego atrapa con su narrativa principal. Como viene siendo habitual en los proyectos distribuidos por Bandai Namco, el título llega a nuestro territorio haciendo gala de una traducción al español excelente. Los fans de Toriyama y de Sand Land podéis estar tranquilos, pues la barrera del idioma no supondrá un problema para nadie.
Los tanques, nuestros más fieles aliados
Al hablar de videojuegos basados en manga casi siempre encontraremos dos grandes grupos, juegos de lucha y juegos de rol, y curiosamente Sand Land no termina de encajar en ninguno de estos. Vale, el título de ILCA sí que cuenta con un sistema de niveles y con ciertos componentes de equipo y mejoras que recuerdan a cualquier JRPG, pero el núcleo sobre el que se cimenta el juego se acerca mucho más a los juegos de acción y mundo abierto. Desde el primer minuto podremos recorrer las inhóspitas tierras de Sand Land tanto a pie como a bordo de vehículos, siendo este último el mejor método sin lugar a dudas. A fin de cuentas, todo el juego gira en torno al uso y mejora de tanques y otros tantos vehículos armados, presentando un sistema de conducción muy arcade y muy satisfactorio. Todo lo relacionado con los motores es mucho más adictivo de lo que cualquiera podría imaginar, y supera en variedad y calidad al control a pie. A fin de cuentas, cuando nos desplazamos a pata por el mundo nos encontramos ante un esquema de control sencillo y ante un sistema de combate realmente limitado, que sufre tanto por la repetición de sus movimientos como en la irregularidad de sus animaciones, haciendo que los combates sean una versión pobre de lo visto en otros juegos de acción hack ‘n’ slash. Por supuesto, no todo lo que hay que hacer en Sand Land es conducir y viajar: la historia ofrece un buen puñado de actividades secundarias que aportan variedad al conjunto, destacando por ejemplo secciones de plataformeo y sigilo sencillas pero divertidas. Lo que nos encontramos es un juego que, en otras circunstancias, podría ser un juego promedio dentro del ámbito de los mundos abiertos (pues lo cierto es que su diseño sandbox es muy limitado, y las actividades presentes en el mapa pecan de ser simples) pero que se ve ampliamente mejorado gracias a su genial sistema de vehículos y conducción.
En cuanto al apartado visual, ILCA ha realizado un genial trabajo a la hora de trasladar los alocados y simpáticos diseños del genial Akira Toriyama sin perder ni por un momento su meticuloso nivel de detalle. Nos encontramos ante un catálogo de personajes fascinantes y visualmente muy potentes, que se mantienen fieles a sus versiones originales y que gozan de una genial expresividad. Quizá lo único que me ha chirriado más han sido los escenarios, que resultan poco detallados y muy repetitivos (algo que se entiende, teniendo en cuenta que la mayor parte del juego ocurre en un desierto), así como sus animaciones de combate, que no son todo lo dinámicas que deberían. El rendimiento del juego cumple con creces, manteniendo una estabilidad y una fluidez dignas de elogio, al menos en PC. En cuanto al sonido, la banda sonora no me ha enganchado tanto como me esperaba, presentando un catálogo de composiciones algo sencillas y repetitivas. Donde sí que me ha gustado mucho más el trabajo realizado es en el apartado del doblaje, pues tanto en japonés como en inglés la labor ha sido excepcional.
Conclusión: Una aventura grande y llena de emoción
Sand Land es una más que digna adaptación de uno de los mangas más infravalorados del maestro Toriyama, consiguiendo presentarse en sociedad como una aventura variada que, aún con sus defectos, nunca deja de enganchar. Si bien su sistema de combate cuerpo a cuerpo, sus misiones secundarias, o su diseño de mundo abierto están algo anticuados, su sistema de vehículos, su narrativa y su tratamiento gráfico os acabarán enganchando. Un juego memorable que supera con creces a la mayoría de videojuegos basados en mangas.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.