Sonic Superstars se presentó en sociedad hace un par de meses como el nuevo título de plataformas en 2D de la franquicia, en donde por fin se abandonaba el estilo visual de Megadrive para adentrarse en el HD y se incorporaba un sorprendente modo multijugador para hasta cuatro jugadores. Esto último nadie lo esperaba, ¿eh? Viendo el antes citado buen recorrido que la franquicia ha tenido en los últimos años, nadie ha dudado de que el juego sería un éxito… ¿Cómo? ¿Qué el juego no lo desarrolla el Sonic Team? Oh, vaya, pues resulta que está realizado en colaboración con Arzest, quienes son conocidos por… Oh, no.
Son conocidos por Balan Wonderland.
Pero también han colaborado en el desarrollo de Fantasian, así que supongo que la balanza está equilibrada. Sea como sea, es innegable que el juego ha generado unas expectativas muy elevadas, y no es para menos, teniendo en cuenta la gran cantidad de buenas ideas que pone sobre la mesa. Sin embargo… ¿Estará a la altura de las expectativas? ¡Veámoslo en el análisis completo, que como siempre podéis leer a continuación!
Eggman vuelve a las andadas, y esta vez no viene solo
Sonic Superstars nos habla acerca del regreso del temible Dr. Eggman , el ingenioso científico cuyos planes se han visto frustrados en más de una ocasión por Sonic, Tails, Amy y Knuckles. Curiosamente, las nuevas acciones del villano en colaboración con el francotirador Fang (cuya primera aparición se dio en Sonic Triple Trouble de Sega Game Gear) y el misterioso Trip (personaje que aparece por primera vez en la franquicia) harán que el grupo liderado por el erizo azul vuelva a reunirse para avanzar a través de nuevas zonas nunca vistas en la serie y así frenar sus malvados planes. Como en los juegos clásicos del erizo, la historia es rápidamente dejada un lado para dar protagonismo a la jugabilidad, el sonido y el diseño de niveles. conformándose como algo un tanto secundario y poco memorable. Se agradece bastante el regreso de Fang y la incorporación de Trip, quienes acaban consolidándose como los personajes más carismáticos y llamativos de todo el juego, puesto que la competencia es… Bueno, casi que no hay competencia: Sonic y compañía se sienten faltos de personalidad, algo sorprendente teniendo en cuenta que los últimos juegos de la serie se han esforzado mucho por mantener el carisma de tan emblemáticos personajes. Aquí no he sentido que estaba jugando con esos iconos de los videojuegos, si no que estaba controlando a copias robóticas que, aunque los imitan bien, no consiguen alcanzar su nivel de carisma.
Northstars Islands, el escenario en el que transcurre el título, se siente como un lugar realmente creativo y fiel al espíritu de la franquicia. Entre los diversos lugares que podremos recorrer encontraremos un poco de todo: praderas verdes, edificios en el cielo, zonas similares a casinos… Es como una especie de remix de ambientes icónicos de la serie, pero con un toque moderno y original. He disfrutado bastante de las zonas que se presentan en el juego, puesto que gozan de un diseño de niveles realmente sólido que invitan a rejugar para descubrir sus múltiples secretos y desafíos. Eso sí, nos encontramos ante un juego algo más sencillo que la mayoría de títulos de la franquicia, haciendo que sea muy sencillo conseguir elementos desbloqueables como las Esmeraldas del Caos o las fases bonus. De hecho, conseguí todas en mi primera vuelta del juego, cosa que nunca me había pasado con otros juegos de la franquicia. Otro pequeño problema que encuentro con el diseño de niveles está en la cercanía de la cámara, puesto que nos impide ver lo que nos vamos a encontrar más adelante, haciendo que el avance se pueda ver interrumpido por trampas que nos resultaban imposibles de ver. Aunque este problema está presente en varios juegos de la serie, aquí se ve más acentuado que nunca.
Cuatro son mejor que uno, y más si se trata de frenar los planes de un científico loco
El control del juego es similar al de los títulos más clásicos de la serie, lo que es tanto bueno como malo: es intuitivo controlar a los personajes y cada uno de estos cuenta con un gran número de diferencias, haciendo que podamos disfrutar de cuatro formas distintas de afrontar los niveles, pero se han limitado sus movimientos con respecto a otras entregas y las físicas se han empeorado, haciendo que no haya tanto “momentum” como en otros juegos y que sea algo más tosco moverse. No es que estemos ante un juego lento, pero sí que se siente como tal en comparación con otros títulos del erizo. Su sistema de físicas me ha resultado algo caótico, y el plataformeo podría haberse hecho algo mejor. Sí que es de agradecer la gran variedad de situaciones que propone el juego, presentando desde los clásicos niveles de avance lateral hasta las fases de bonus que oscilan entre caídas libres, ascensos por el aire y balanceo entre objetos como si fueramos el mismísimo Spider-Man. Otra gran novedad que trae consigo esta entrega y que resulta uno de los puntos más acertados del juego es la de los poderes, ya que podremos obtener diversas habilidades que cambian por completo nuestra forma de avanzar por los niveles. La variedad de estas es amplia, y no hay dos iguales: podremos ganar impulsos, descubrir bloques secretos… Hay de todo, y su inclusión dentro de los niveles, aunque podría ser algo mejor, está más que justificada. Es una buena idea que mejora lo visto en otras entregas, como ocurría con los Wisps. Sin embargo, ninguna novedad se ha comentado tanto como el modo multijugador, algo que los fans llevaban pidiendo desde hace años a pesar de las dificultades que suponía incluir un modo de juego de este estilo a la franquicia. El resultado es decepcionante, si os soy sincero, puesto que convierte a los niveles en un caos constante donde los jugadores se reparten el liderazgo. No hay una diversión real, pues no dejaremos de luchar por ser quien avance y por no estar constantemente siendo enviados junto al jugador que va en cabeza. Una buena idea tristemente mal ejecutada.
Si en algo me ha sorprendido Sonic Superstars es en su apartado visual, pues no esperaba que la versión de Switch (que es la que he tenido el placer de analizar) pudiera mantener el nivel con respecto al resto de versiones. Así, me he encontrado con un apartado gráfico sólido en el que destacan los modelos de los protagonistas, la variedad de elementos presentes en los escenarios y los efectos especiales de los ataques y las explosiones, así como su cuidada iluminación. Todo tiene un precio, por supuesto, y encontramos unos tiempos de carga algo extensos, aunque por suerte este es el único problema técnico que he podido encontrar. Así, es un juego realmente pulido y cuidado que, además, llega repleto de contenido: no solo tendremos que completar la historia principal, si no que también contamos con un modo Batalla y con un modo Contrarreloj, además de un modo extra que se desbloquea al finalizar la historia. Por último, es necesario mencionar que, una vez más, Sega nos deleita con una banda sonora musical brillante que mantiene el altísimo nivel del que hace gala la franquicia. He quedado realmente contento con sus temas, que a mi parecer alcanzan un puesto alto dentro de la franquicia.
Conclusión: Sonic Heroes
Sonic Superstars es un título de plataformas adictivo y digno del legado del icónico erizo azul. Su regreso a los compases más clásicos de la serie resulta acertado, pues aunque no imita bien las características físicas de esos juegos, sí que consigue mantener un alto nivel en cuanto a contenido, música, gráfico y diseño de niveles. No es el mejor juego de plataformas de la franquicia lanzado en los últimos años, pues existe Sonic Mania, pero es un gran juego que ningún fan del erizo debe pasar por alto.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.