De la mano de Nihon Falcom y NIS America llega la tercera entrega de la aclamada serie The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel. Al fin podemos jugar, traducido y doblado en un perfecto inglés, a The Legend of Heores: Trails of Cold Steel III, algo que muchos estábamos esperando.
Una vez más, el imperio de Erebonia está en peligro y fuerzas misteriosas conspiran para la destrucción no solo del imperio, sino del mundo entero. Acompañaremos de nuevo a Rean Schwarzer, el famoso Ashen Chevalier en un viaje épico en el que nos esperan multitud de sorpresas.
The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel III vio la luz en septiembre de 2017 en territorio japonés, y hemos tenido que esperar más de dos años para tenerlo en tierras occidentales. Estamos ante una de las sagas más queridas de la actualidad en cuanto a JRPG se refiere, aunque, lamentablemente, no tiene tanto reconocimiento en nuestro territorio como debería.
Estamos ante un juego que mantiene la esencia más clásica de los juegos de rol por turnos japoneses, así que no dudéis en que esto va a ser un viaje que muchos recordaremos. Sin más dilación, dentro análisis.
La calma después de la tormenta. O eso creíamos…
Ha pasado un año y medio desde los eventos acaecidos en Trails of Cold Steel II. Tras la guerra civil y la anexión del territorio de Crossbell, el imperio de Erebonia ha alcanzado una tensa paz tras un cruento periodo de guerras. La clase VII se ha graduado en la escuela militar de Thors y Rean Schwarzer, el héroe de Erebonia, el Ashen Chevalier, ha sido transferido como instructor al nuevo campus de Thors, un campus situado en el pueblecito rural de Leeves.
En el nuevo campus, Rean será puesto a los mandos de la nueva clase VII, un grupo especial incluso dentro de la escuela. Aquí comenzará su andadura como profesor e instructor militar, un período que se antoja pacífico y sereno. Sin embargo, pronto nos daremos cuenta de que fuerzas oscuras siguen moviendo los hilos de Erebonia, y será nuestra misión, nuevamente, desentrañar el misterio y dar conclusión al enfrentamiento de una vez por todas.
Vínculos inquebrantables
The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel III es un viaje épico en el que viviremos aventuras emocionantes, dolorosas traiciones y vínculos que nos atarán más allá del pensamiento o la sangre. Conoceremos a nuevos amigos y lucharemos junto a viejos y queridos aliados, todo para proteger nuestro mundo de amenazas que hasta ahora no habíamos podido imaginar… y otras que quizá imaginamos demasiado bien.
Trails of Cold Steel III es una aventura densa, con mucho texto y muchísima exposición, ¿pero qué más podíamos esperar de un JRPG de la antigua escuela? Sed conscientes de esto, pues además los textos del juego estarán completamente en inglés. Sin embargo, la historia es amena e interesante, y se cimienta en unos personajes carismáticos y entrañables, además de en un universo muy bien construido.
El juego sin duda basa su historia en la trama, pero son los vínculos entre personajes lo que da alma al conjunto. Unos personajes que sin duda se quedarán con nosotros mucho tiempo después de acabar el juego.
Un JRPG clásico, táctico y con sabor a la vieja escuela
Clásico. Probablemente me veáis repetir esta palabra mucho, pero me gusta saber que algo así todavía existe, y puede ser adictivo y exitoso.
The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel III sigue la senda marcada por los dos primeros juegos, añadiendo algunas mejoras al gameplay que ayudan a pulir la experiencia. Quizás sea uno de sus principales pilares, pero sin duda el apartado jugable podría definirse como continuista. Y es que el juego copia casi la totalidad de los apartados jugables de sus hermanos mayores tal y como eran en el pasado.
Una vez más estamos ante un sistema de combates por turnos no estáticos con un enfoque altamente táctico. Así, no solo tendremos que preocuparnos por los ataques a realizar o por los objetos a consumir, sino por nuestra posición dentro del campo de batalla, además del posicionamiento de nuestros enemigos. Como siempre, podremos utilizar “Artes”, magias elementales equipadas en nuestro ARCUS II (un terminal tecnológico) en forma de esferas, muy parecidas a las materias de Final Fantasy VII. También volverán los poderosos ataques llamados “Crafts” habilidades únicas de cada personaje con las que podremos decantar la balanza a nuestro favor. Por supuesto, el sistema de “Links” y “Bravery Points” también vuelve en esta entrega, haciendo énfasis una vez más en los vínculos entre los distintos personajes.
Como novedad en combate hemos podido hacer uso de las “Órdenes de Combate”, habilidades pasivas que podremos usar en cualquier momento de una pelea y que generarán poderosas ventajas temporales para nuestro grupo.
Asimismo, en determinados momentos de la historia participaremos en combates a bordo de los Panzer Soldats y los Divine Knights, gigantescos mechas humanoides que atacarán en comunión con sus pilotos.
Un vasto Imperio el de Erebonia
Pero un RPG no vive solo de sus combates o su historia, el mundo en el que se ambienta es uno de los órganos que hacen vivir al conjunto. Y aquí tengo sentimientos contradictorios. Una vez más, Trails of Cold Steel III hace honor a ser la tercera parte de una saga de una manera “demasiado” directa. Y me explico. Podremos viajar a través de los amplios escenarios que forman el Imperio de Erebonia tanto a pie como a caballo (una vez desbloqueada esta opción). Visitaremos bosques encantados, extensas llanuras, cañones rocosos, vastas ciudades, y un sinfín de escenarios de fantasía más.
Todo esto, unido a una buena construcción del mundo y un lore complejo, integrado e interesante, sin duda hacen del mundo de Trails of Cold Steel un universo rico e impresionante… Que se ve desmerecido por una falta de vida y un sentimiento de construcción artificial brutales. Este sentimiento se da, casi por completo, en los escenarios rurales. En las ciudades todo es movimiento, actividades, diálogos, misiones secundarias, compras… un amplio abanico de quehaceres que hacen que nos creamos que estamos de visita en una ajetreada capital o en un pueblecito aislado y ruidoso.
Un universo tan rico para unos escenarios tan vacíos
No obstante, en campo abierto, los escenarios, incluso los más mágicos, pecan de una falta de detalle y una sensación de “laberinto artificial” que desmejora el sentimiento global del juego. A este sentimiento no ayuda la localización de los monstruos y enemigos; desperdigados de uno en uno por el mapa a la espera de que nos crucemos en su camino. Esto, en comparación de parajes como los que podíamos visitar en Xenoblade Chronicles 2, por ejemplo, deja a los escenarios de Trails of Cold Steel III a la altura del fango.
Es una pena, pero con más trabajo en este aspecto la saga se convertiría en un titán imparable, un titán que podría mirar de tú a tú a cualquiera de los gigantes del género. La franquicia tiene hecha la parte sesuda, el universo de estos juegos es, lo repito una vez más, algo envidiable, interesante y genuino, ahora falta poner la carne en el asador de la creación.
Queda mencionar una opción que es de agradecer a la hora de explorar o “farmear”; la Velocidad Aumentada. Pulsando el panel táctil de nuestro DualShock 4 podremos movernos a toda velocidad por el mapa, también se aceleran las batallas y cualquier animación, ¡incluso las escenas!
La vida en el campus y en el campo de batalla
Pero si por algo se ha caracterizado la saga es por la mezcla de dos ingredientes muy especiales, el rol clásico y unas pinceladas muy bien medidas de “Slice of Life”, esa parte en la que realizamos tareas cotidianas o simplemente dedicamos tiempo a pasar el rato con nuestros compañeros. Será en estos momentos cuando conozcamos la parte más trivial del corazón de nuestros camaradas.
Ya sea en los baños de la escuela (que mal ha sonado eso), en las clases, o tras una dura jornada en el campus, estos momentos del día a día serán los que nos ayuden a conocer más a nuestros hermanos de armas y así, forjar los intensos vínculos sobre los que construiremos nuestra historia.
Preparaos para tareas escolares, entrenamientos, charlas en la cafetería y todo tipo de actividades en el campus. Después de todo, Rean es un Instructor a cargo de una clase de estudiantes, esto también es nuestro cometido.
Un apartado gráfico desfasado con un diseño artístico y una banda sonora dignas de cualquier RPG
The Legends of Heroes: Trails of Cold Steel III da un obvio paso hacia delante en cuestión de gráficos comparado con su entrega anterior. Este paso se nota, sobre todo, a nivel de modelado de personajes, los cuales presentan un detalle y una definición impresionantes. Es una pena que el apartado gráfico general desmerezca tanto a estos personajes. Como ya hemos comentado, los escenarios, sobre todo los exteriores, presentan un acabado y un detalle en sus texturas que podría pasar perfectamente como de la anterior generación. Estamos ante el que es, con diferencia el peor aspecto del juego, que gracias al cielo se ve compensado por un diseño artístico absolutamente genial. Tanto los Mechas como los personajes, así como algunos de los monstruos hacen gala de un diseño que mezcla elementos fantásticos y medievales con elementos mecánicos y de ingeniería, todo un mundo que descubrir. También hay que hablar de las animaciones, que se sienten en todo momento robóticas y poco pulidas.
En resumen, un apartado artístico increíble que se ve mermado por una ejecución gráfica de otra generación. Una vez más, la mejora no es necesaria tanto en nivel gráfico como a nivel de diseño de escenarios. Vuelvo a poner como ejemplo Xenoblade Chronicles 2, un espejo en el que mirar como suplir una potencia gráfica justa con un diseño de niveles y un diseño artístico de 10, formando un conjunto increíble, mágico y perfecto.
En cuanto a su banda sonora, compuesta por Hayato Sonoda y Takahiro Unisuga brilla con temas corales muy bonitos, pegadizos y adecuados para cada ocasión. Escuchar algunos de los temas del juego es una auténtica delicia. Se nota el trabajo y la dedicación puestos en este ámbito, muy en la línea de la saga y de la estética y el movimiento “anime”.
Conclusión
The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel III es una digna continuación de la saga que, si bien necesita pulirse en alguno de sus aspectos, presenta un sistema divertido y desafiante junto a una historia rica, interesante y trepidante. Un JRPG con un sabor clásico que nos presenta a una cantidad de personajes tan carismáticos que sin duda llegarán a nuestro corazón.
Estamos ante un juego que cualquier amante de los JRPG puede llegar a apreciar como algo notable y una entrega que los fans de la saga disfrutarán.