Ahora, las aventuras de Lara Croft finalmente han sido remasterizadas y llevadas a las consolas modernas, concretamente, la trilogía original que dio inicio a la leyenda de esta guerrera. Los desarrolladores, grandes aficionados con cualidades reseñables al igual que en el caso de Sonic Mania, han logrado capturar la magia de los juegos originales de Tomb Raider y la han trasladado hábilmente a la generación actual de plataformas. Mientras juegas a cualquiera de los tres títulos, es posible cambiar rápidamente y sin problemas entre los gráficos originales o los gráficos modernos y actualizados. Incluso si decides jugar con los gráficos originales, encontrarás que los juegos se juegan sin problemas y que el pixel art ha sido pulido para resaltar todos los detalles que se incluyeron en los juegos hace décadas. Además, también se han añadido opciones de controles modernos a la vez que se han respetado los originales. En definitiva, esta es una colección remasterizada que logra capturar lo mejor de una época. Pero bueno, no quisiera adelantarme todavía, ¿os parece si vamos entrando en materia?
Lara está de vuelta con mejor aspecto que nunca
Tomb Raider I-III Remastered, como habréis podido deducir por el nombre, es una compilación del Tomb Raider original, junto con Tomb Raider II y Tomb Raider III. Por supuesto, es posible comenzar por cualquiera de ellos, aunque por motivos más que evidentes siempre será recomendable comenzar por el principio, ¿no? El caso, es que el enfoque de Aspyr con esta trilogía ha sido el de mejorar los videojuegos originales de manera exponencial para que el resultado final sea agradable tanto para nuevos jugadores como nostálgicos.
Comenzando por lo más evidente, hay que señalar que esta remasterización ha sufrido un magnífico lavado de cara que, si bien aquellos que no hayan tenido contacto con los originales pueden considerar algo parco, ya os adelanto que estaríais equivocados, pues la mejora es sencillamente brutal, y es que, los tres títulos de la colección permiten intercambiar con bastante rapidez y mediante un solo botón entre los nuevos y los viejos gráficos (el filtro clásico de PS One), facilitando así la comparativa entre ambos. Actualizar esas viejas texturas y seguir conservando la apariencia, la sensación y la atmósfera general de un videojuego es algo bastante difícil de lograr, y los desarrolladores han hecho un excelente trabajo en este sentido. Desde las diversas texturas de roca, ladrillo y metal, hasta los detalles más intrincado de las paredes de los templos antiguos que vayamos visitando, todo luce como se supone que debe ser, pero mejor.
Y hablando del plano visual, si bien las nuevas imágenes son asombrosas y realmente marcan el ritmo con su diseño, la iluminación puede estar muy apagada en algunos lugares, lo que dificulta la navegación por áreas más pequeñas. Sólo cambiando al estilo gráfico antiguo se puede tener una idea de dónde están las cosas. Un pequeño problema en lo que respecta a la navegación general, pero es mejor saberlo ahora que descubrirlo más tarde. De nuevo, si bien esto supone un problema, ya en general la presentación de cada juego es de primera, si es algo que habría que intentar mejorar para evitar a los jugadores estar cambiando entre uno y otro modo solo para ver correctamente determinadas secciones.
El siguiente añadido reseñable es la posibilidad de cambiar entre los controles clásicos tipo tanque o un esquema de controles moderno. La configuración moderna no es tan mala como uno podría suponerse, aunque es cierto que puede llevar algo de tiempo para acostumbrarse a agarrarse de las repisas desde el aire. Los controles tanque, por otro lado, son tan sólidos y confiables como siempre, aunque algunas personas pueden irritarse al usar el D-pad para intentar girar 90 grados durante un tiroteo, algo completamente comprensible. Por supuesto, decantarse por una u otra opción dependerá únicamente de los gustos de cada jugador, pero ambos métodos de juego son correctos. Quizás lo mejor sea experimentar con las dos opciones, pues si bien yo soy una persona que por su edad está acostumbrada a haber jugado con los controles tipo tanque, decidí comenzar con los modernos y con el tiempo cambié, descubriendo que tenía más control sobre mis acciones al utilizar a Lara con estos controles vía D-pad en vez de con los joysticks analógicos.
Hablando del movimiento, es importante hablar también del desempeño de la cámara, otro gran clásico de la época de PS One. Independientemente de si utilizas controles modernos o clásicos, casi nunca podrás ver completamente hacia dónde te diriges. De hecho, incluso el simple hecho de intentar caminar de un punto a otro o intentar encadenar algunos saltos y piruetas puede ser un ejercicio de frustración. Por otro lado, el combate tampoco ha envejecido demasiado bien, ya que únicamente puedes mover a Lara, girarla sobre sí mismo y apretar el botón de disparar, lo que conlleva que corras de un lado a otro al cruzarte a un enemigo, gires cuando estés a una distancia prudencial y comiences a presionar el botón de disparo para, cuando el rival esté cerca, volver a repetir el mismo proceso hasta que uno de los dos caiga. Además, a nivel general y por la razón que sea, los enemigos parecen tener bastante tolerancia a las balas de las pistolas de Lara, por lo que acabar incluso con lobos te va a costar unos cuantos tiros (ya ni hablemos de adversarios más duros)
Además del cambio audiovisual y los controles modernos (que por cierto, sería recomendable comenzar a jugar por la casa de Lara Croft, que sirve un poco de tutorial, ya que de otra forma no vas a tener ni idea de lo que estás haciendo), hay un extra adicionales que merece la pena comentar. Se incluye un modo fotografía (otro estándar que está presente en cualquier videojuego desde hace ya unos años) que permite tomar algunas fotos muy bonitas e incluso explorar un poco sobrevolando por el mapa, lo que de cierto modo se convierte en una ayuda inesperada pero muy interesante, especialmente útil en algunas etapas molestamente laberínticas y difíciles. Asimismo, se incluyen otras cosas interesantes pero menores, como subtítulos para escenas de corte, la capacidad de asignar el esquema de botones de la manera que desees, ajustar la sensibilidad del control y cosas así.
Hablando ahora del port de Nintendo Switch, versión jugada para la realización de este análisis, confieso que tras un puñado de horas no ha habido ningún problema, de hecho, funciona y se ve perfecto. Tiene resolución nativa completa, ya sea que estés jugando en un dispositivo portátil o en el dock, y es de 60 fps en el modo de gráficos moderno. Los 30 fps del original se mantienen cuando se juega con los gráficos originales. Otros cambios menores en la calidad de vida (que se pueden desactivar) te permiten saber cuándo puedes interactuar con un elemento o el entorno. En otro orden de cosas, hay subtítulos en las escenas del juego, y puedes guardar la partida donde quieras, pero recuerda hacerlo. No hay guardado automático, así que no juegues tres niveles y mueras para luego volver al inicio del primer nivel.
Conclusión
En definitiva, Aspyr ha hecho un excelente trabajo al llevar la trilogía original de Tomb Raider a los estándares modernos sin olvidarse por el camino de lo que hizo que estos juegos fueran únicos y desafiantes en su momento. Dicho esto, esta recopilación no está exenta de problemas, como aquellos ligados al manejo de los controles, la iluminación y la cámara. No obstante y de nuevo, Tomb Raider I-III Remastered hace lo que deberían hacer todas las remasterizaciones de clásicos de la vieja escuela, es decir; brindar una experiencia completa, prácticamente sin cambios, pero con una nueva capa de pintura más atractiva a la vista (sin olvidarse de la opción antigua) y controles adaptados a los tiempos que corren (de nuevo, sin desprenderse por ello de los originales). Así pues, Tomb Raider I-III Remastered es un magnífico regalo para los aficionados y para los nuevos jugadores que desean conocer los orígenes de Lara Croft.
Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.