
Twinkleby es un encantador juego de simulación y decoración desarrollado por el estudio independiente Might and Delight. Se enmarca perfectamente en el creciente y popular género de los cozy games, una categoría de videojuegos diseñados para ofrecer una experiencia relajante, libre de estrés y centrada en la creatividad y la expresión personal. Títulos como Animal Crossing, Stardew Valley o Unpacking han definido este movimiento, ofreciendo a los jugadores un refugio digital donde pueden desconectar de las presiones del día a día y sumergirse en tareas gratificantes sin el agobio del fracaso o la competición.
Aprovechando esta filosofía, Twinkleby nos presenta un universo idílico de islas flotantes que podemos moldear a nuestro antojo. El juego nos invita a un espacio nostálgico que recuerda a los dioramas y casas de muñecas, donde el único objetivo es construir hogares para una adorable comunidad de residentes y disfrutar del proceso creativo. Con su total ausencia de penalizaciones, su ritmo pausado y su enfoque en la pura satisfacción estética, Twinkleby no es solo un videojuego, sino una herramienta terapéutica, un juguete digital diseñado para generar calma y bienestar.
Twinkleby
A diferencia de la mayoría de los videojuegos, Twinkleby renuncia deliberadamente a una trama o un arco argumental tradicional. Su narrativa no se cuenta a través de diálogos o cinemáticas, sino que emerge de manera orgánica a partir de las acciones y la creatividad del jugador. El juego comienza sin preámbulos en la tienda de antigüedades de una enigmática anciana llamada Molligan, que actúa como nexo y proveedora de objetos. Desde este punto de partida, nos lanzamos a explorar un vasto y tranquilo archipiélago de islas flotantes, cada una esperando ser transformada en un hogar.
La «historia» de cada isla la escribe el propio jugador. El primer capítulo es el acto de la creación: elegimos una isla vacía y la poblamos con casas, vegetación y muebles, dándole forma y personalidad. A medida que el entorno se vuelve más acogedor, comienzan a llegar pequeños y adorables residentes. Estos seres no hablan, pero comunican sus deseos y necesidades a través de burbujas de pensamiento, creando pequeñas misiones y micro-relatos. La narrativa se convierte entonces en un ciclo de cuidado y satisfacción: nuestro objetivo es hacer felices a estos habitantes proporcionándoles comida, un lugar para dormir o simplemente un ambiente que les guste.
El relato se va construyendo a través de estas interacciones silenciosas y de las decisiones que tomamos. La historia es el florecimiento de una pequeña comunidad que hemos creado desde cero, la alegría de un residente al recibir su objeto favorito, o incluso la curiosa y algo macabra decisión de «despedir» a un habitante lanzándolo al vacío para hacer espacio a otro. En esencia, la narrativa de Twinkleby es una de creación y cuidado, un lienzo en blanco donde cada jugador pinta su propio cuento sobre la construcción de un refugio feliz y tranquilo, lejos de cualquier conflicto o urgencia.
Decorando las islas
La jugabilidad de Twinkleby es la encarnación del concepto cozy: es sencilla, intuitiva y está completamente centrada en la creatividad y la relajación. El juego nos entrega un lienzo en blanco, aunque a veces te dejan algunos objetos colocados, en forma de islas flotantes y un catálogo de objetos para decorarlas sin ninguna restricción.
El sistema de construcción es muy similar al de la saga Los Sims, permitiéndonos colocar muebles, plantas, caminos y casas con total libertad. Podemos girar la cámara a nuestro antojo, hacer zoom para cuidar los pequeños detalles y experimentar con la distribución hasta encontrar el diseño perfecto. La personalización va más allá de los objetos, ya que podemos cambiar el papel de las paredes, el suelo, la estación del año, el clima e incluso la hora del día, lo que afecta no solo a la estética sino también a la banda sonora ambiental.

Una vez que nuestra isla está lista, los residentes comienzan a llegar. Cada uno tiene sus propias preferencias, que comunican a través de burbujas de pensamiento con símbolos: algunos querrán muchas plantas, otros un ambiente gótico, y algunos simplemente un techo bajo el que vivir. Satisfacer sus deseos nos recompensa con «Stellars» (la moneda del juego, que también cae del cielo), llaves para abrir cofres y fragmentos de mapa para desbloquear nuevas islas.
Sin embargo, no hay ninguna penalización por no hacerlo, lo que refuerza la filosofía de jugar a nuestro propio ritmo. Si un residente no nos convence o queremos hacer espacio para otro, podemos «expulsarlo» de una forma cómicamente oscura: lanzando su equipaje al vacío, tras lo cual el personaje se marchará.

El bucle de juego consiste en este ciclo de decorar, atraer residentes, cumplir sus deseos (si queremos) y usar las recompensas para desbloquear más objetos y expandir nuestro archipiélago. Podemos visitar la tienda de Molligan para comprar muebles o llaves, o esperar a que aparezcan cofres flotando por el cielo, añadiendo un toque de aleatoriedad y descubrimiento. Aunque los controles con teclado y ratón son muy cómodos, el manejo con mando puede resultar algo engorroso debido a combinaciones de botones poco intuitivas. En definitiva, Twinkleby no es un juego para «ganar», sino un espacio para crear, experimentar y relajarse, perfecto para sesiones cortas o para tenerlo como un proyecto creativo a largo plazo.

Dibujos infantiles
El diseño artístico de Twinkleby es su carta de presentación y su mayor fortaleza. El juego adopta una estética deliberadamente dulce y colorida, que recuerda a los dioramas o a las casas de muñecas de la infancia. Cada objeto, desde los muebles hasta las plantas y las casas, está modelado con un encanto que evoca a juguetes clásicos como los Sylvanian Families, creando una atmósfera de pura nostalgia.
La dirección de arte es impecable y se apoya en una personalización profunda: no solo podemos teñir la mayoría de los objetos, sino que tenemos control total sobre el entorno. Con solo unos clics, podemos cambiar la hora del día, la estación del año y el clima, transformando una soleada pradera veraniega en un melancólico bosque otoñal o una sombría aldea gótica bajo la nieve. Esta libertad permite al jugador actuar como un director de fotografía de su propio mundo de fantasía.

El apartado sonoro complementa a la perfección esta propuesta visual. La banda sonora principal es una nana suave y repetitiva, diseñada para ser un acompañamiento relajante que nunca distrae. Sin embargo, su verdadero acierto es su naturaleza dinámica: la música cambia sutilmente según la configuración ambiental que elijamos, adaptándose al tono que queremos darle a nuestra isla.
Pero donde el audio realmente brilla es en los efectos de sonido. Cada acción tiene una respuesta sonora increíblemente satisfactoria. Colocar un mueble pesado produce un «thud» contundente, mientras que plantar un árbol nos regala el suave crujido de las hojas. Estos pequeños detalles hacen que el acto de decorar sea una experiencia táctil y placentera, convirtiendo una tarea sencilla en un deleite sensorial. Además, el juego incluye detalles de calidad de vida, como la opción de silenciarse automáticamente cuando no está en primer plano, demostrando que está pensado para ser un compañero de fondo tranquilo y sin interrupciones.

Conclusión
Twinkleby es un refugio perfecto para quienes buscan una experiencia de juego relajante, creativa y sin estrés. Su enfoque en la decoración libre, la ausencia de penalizaciones y su encantador estilo visual lo convierten en una propuesta ideal para desconectar y disfrutar de un ritmo pausado. Aunque su jugabilidad puede resultar demasiado simple para quienes buscan un desafío y la música puede volverse repetitiva, su capacidad para funcionar como un «juguete digital» terapéutico es su mayor fortaleza.
Es un juego para disfrutar en pequeñas dosis o como un proyecto a largo plazo, perfecto para tener de fondo mientras realizamos otras tareas. Si te encantan los juegos de decoración como Unpacking o la libertad creativa de Animal Crossing, pero sin las obligaciones diarias, Twinkleby es una pequeña joya que te ofrecerá horas de calma y satisfacción creativa. Podéis descubrir más del juego en su web oficial.

Yukop_
He visto más animes de los que puedo recordar. Con un mando entre las manos desde que tengo uso de consciencia. Maestra y futura especialista en Asia Oriental. Tengo demasiados hobbies para el poco tiempo que tengo.