Pero como con cualquier industria, una única compañía no es capaz de desarrollar al completo un género, y ha habido otras compañías y desarrolladoras que han demostrado una enorme calidad a la hora de ofrecer títulos dungeon crawler. El ejemplo perfecto de esto es Experience Inc., estudio nipón fundado en 2007 y que, gracias al apoyo de compañías tales como NIS America o Aksys Games, han llegado a publicar grandes títulos de la talla de Demon Gaze, Saviors of Saphire Wings, o el título del que os vengo a hablar hoy, Undernauts: Labyrinth of Yomi. Lanzado originalmente en 2021 para PS4, PC, Switch y Xbox One, su éxito entre crítica y público llevó al estudio japonés a realizar un port del juego para PS5, siendo esta precisamente la versión que tengo el placer de analizar. ¿Queréis saber qué tal está esta versión, y si merece la pena hacerse con ella? Pues adentrémonos en el laberinto de Yomi y conozcamos las respuestas a estas preguntas.
El dinero lo mueve todo
La historia de Undernauts: Labyrinth of Yomi nos pone en la piel de un grupo de aventureros que se adentran en las profundidades de Yomi, una enorme y misteriosa estructura que apareció en mitad de Tokio y que alberga en su interior una enorme cantidad de metales preciosos y riquezas, además de criaturas terroríficas que las protegen. El deseo de obtener tal variedad de recompensas llevó a una gran cantidad de la población de Tokio a probar suerte y sumergirse en lo desconocido, dando pie a la creación de los Undernauts, aventureros sin remordimientos que son movidos por el deseo de alcanzar fama y poder. Las compañías tardaron poco en tomar las riendas de la situación, y pasaron a mandar hordas y hordas de Undernauts para obtener hasta el último centavo. Así, nuestro protagonista formaba parte de un grupo que, tras encontrarse con una misteriosa figura femenina, acabó siendo destruido. Como el último superviviente, deberá formar un nuevo grupo para finalizar la misión impuesta por Cassandra Corp., una de las compañías más enfocadas en la exploración de Yomi, y sobrevivir al mismo tiempo que reúne la mayor cantidad de recompensas posibles. Como podéis observar, el planteamiento del título es muy potente e interesante, planteando una serie de misterios brutales (quién es la chica misteriosa, qué se oculta en el interior de Yomi, de donde proviene esta estructura…) que, sin embargo, no terminan de responderse de forma satisfactoria. O, al menos, la mayoría de estas preguntas, pues la historia acaba siendo algo irregular. Al tratarse de un dungeon crawler la historia acaba perdiendo importancia frente a la jugabilidad, lo que es una verdadera pena ya que muchos de los planteamientos del título son absolutamente sensacionales. No es una mala historia per sé, pero podría haber sido mucho mejor y podría haber contado con una resolución mucho más satisfactoria.
A pesar de esto, no se puede obviar que la ambientación es absolutamente maravillosa, contando con una construcción muy buena que da pie a una de las mejores experiencias inmersivas que he podido jugar en el género durante los últimos años. La construcción de su mundo es muy interesante y deja con ganas de conocer más. Sin embargo, que el juego llegue a nuestro territorio en inglés juega muy en contra del título, pues la naturaleza del género hace que se dependa mucho del texto (ya sea para explicar lo que ven o hacen los personajes, o para avanzar en la trama). La falta de traducción del título puede hacer que más de un jugador se eche para atrás, lo que es una verdadera pena.
Construye al mejor equipo posible
Pasando a hablar del apartado jugable del título, no cabe duda alguna de que nos encontramos ante un dungeon crawler de corte clásico, que no innova mucho en nada pero que funciona muy bien en su sistema de combate. Así, al más puro estilo Etrian Odyssey, lo principal será crear un grupo de personajes con los que luchar partiendo de personajes pre-concebidos, cuyas estadísticas e historia podremos modificar levemente al más puro estilo del rol de tablero más clásico. Una vez configurado nuestro equipo ideal, podremos tanto explorar la base de operaciones como el laberinto, lo que nos permitirá avanzar en la historia. En el laberinto nos moveremos en primera persona mientras resolvemos puzles, encontramos la ruta más adecuada y hacemos frente a toda clase de criaturas diabólicas que no dudarán en acabar con nosotros. Como os comentaba antes, el sistema de combate funciona realmente bien a pesar de que no inventa nada nuevo: con un planteamiento de combate por turnos, tendremos que elegir los movimientos más adecuados para hacer frente a las criaturas, que al igual que nuestros personajes se colocarán en dos filas (una dedicada al ataque, y otra al apoyo). La clave estará en conocer bien el funcionamiento de las clases de nuestros personajes, y equilibrarlas a nuestro gusto para hacer frente a cualquier situación. Lo bueno es que el título no plantea ningún tipo de traba a la hora de cambiar las clases de nuestros personajes, lo que permite que experimentemos cuanto queramos para dar con el equipo que mejor nos venga.
La principal novedad del título es el sistema de “Switch Boost”, que permite otorgar a nuestros personajes una mejora concreta. Es un buen sistema que permite dar la vuelta a más de un combate y que hace que el sistema de combate sea mucho más profundo. También me ha gustado mucho la mecánica de elementos y de tipos de enemigos, pues estos se dividen en distintas clases a las que le afectarán más o menos ciertos tipos de ataques. Lo que no me ha gustado tanto es la exploración del laberinto, ya que se acaba volviendo bastante monótona y repetitiva. Una mayor variedad de escenarios y situaciones habrían hecho de esta una sección mucho más divertida. Cabe destacar que la dificultad del juego es bastante elevada, y nos hará sudar la gota gorda para alcanzar el final de cada zona.
Un viaje agitado y frenético
En cuanto al apartado artístico y técnico del juego, encontramos un trabajo bastante bueno que está a la altura de la anterior generación de consolas, pero que podría haber dado más de si en la actual. Es decir, se nota mucho que nos encontramos ante un título de PS4 a pesar de que se han mejorado ciertos aspectos como la resolución de las texturas o los efectos especiales. Los diseños de los personajes, de los monstruos y de los escenarios son absolutamente maravillosos, destacando especialmente su interés por el ocultismo y por el terror y demostrando un nivel altísimo que es consistente con lo visto en el resto de títulos del estudio. En cuanto al apartado técnico, el juego funciona a las mil maravillas en PS5. Su rendimiento es más que agradable, y no he encontrado ningún tipo de bug o error reseñable.
Por último, a nivel sonoro el juego me ha dejado tristemente frío, debido principalmente a su floja banda sonora y a su incomprensible dirección de sonido. Los efectos sonoros, a mi parecer, están muy mal escogidos, aunque el doblaje sí que presenta un nivel superior.
Conclusión: Yomi llega a PS5 en una versión decente
Undernauts: Labyrinth of Yomi se trata de un dungeon crawler de corte clásico más que decente que destaca especialmente por su ambientación, su sistema de combate y su apartado artístico, pero que deja mucho que desear en cuanto al sonido, historia y diseño de niveles. No es un juego excelente, pero tampoco un mal juego, ya que presenta un curioso equilibrio entre los puntos positivos y negativos. Recomiendo el título a todo aquel afín al género de los dungeon crawler y de la ciencia ficción, pues encontrarán una experiencia decente y entretenida. Sin embargo, a aquellos que no hayan tocado el género o que no tengan mucho control del inglés no se lo recomiendo, ya que considero que hay propuestas mejores.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.