Fecha de Lanzamiento
01/06/2023
Distribuidora
Bandai Namco
Plataformas
PlayStation 5, Xbox Series, PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch y PC
Versión Analizada
Xbox One
Los géneros son aquellas categorías que, en el ámbito artístico, nos permiten identificar y clasificar a las distintas obras en base a la presencia de varios elementos y temas en común, otorgando a estos medios algo de orden y equilibrio. Cuanto más comercial es un medio artístico, más depende de la creación de géneros para impulsar el interés de los espectadores, atrayendo a diversos grupos de personas según su interés. En la industria del videojuego encontramos géneros tan variados como las plataformas (con franquicias tan únicas como Super Mario, Sonic o Rayman), el RPG (distinguiendo entre los realizados en oriente y en occidente) o la estrategia (tan válida en PC como en consolas), y muy difícilmente puede crearse un videojuego que no se asocie con ningún género establecido. A la cabeza se me viene, por ejemplo, el caso de Death Stranding, pues si bien mantenía ideas que le permitían asociarse con los géneros de sigilo y acción, podía decirse que se incluía dentro de un nuevo género. Es muy difícil alejarse de las convenciones que se establecen dentro del medio, y crear una obra sin tomar elementos de otros juegos no es moco de pavo. Sin embargo, durante la época de PS2 Bandai Namco demostró que no solo era posible, si no que aún quedaba mucho por descubrir en la industria.

Quizá me tachéis de loco con lo que voy a decir, pero Katamari es uno de los títulos más revolucionarios y creativos que se han presentado en la industria del videojuego. Lanzado en 2004 bajo el nombre de Katamari Damacy, Bandai Namco dio forma a un título alocado y absurdo en donde el hijo del Rey del Universo debía construir estrellas a raíz de la apropiación de cualquier objeto, ser vivo y planeta que se le pusiera por delante. Quizá Katamari no tuviera la promoción o la ambición del antes citado Death Stranding, pero lo cierto es que no se ha lanzado ningún otro juego como este. Bueno, sí que se ha lanzado otro juego similar, pues tras el exito de la primera entrega la compañía japonesa dio luz verde al lanzamiento de una secuela que apostaba por la metareferencialidad como motor de su historia. Así, We Love Katamari salió a la venta en 2005 cosechando un éxito a la altura del original, y como hace un tiempo se lanzó la remasterización de la primera entrega, ahora le ha llegado el turno a este título. Conocida como We Love Katamari Reroll + Royal Reverie, esta remasterización tiene como objetivo mantener la calidad del original al mismo tiempo que expande su contenido para atrapar a toda una nueva generación de jugadores. ¿Lo conseguirá? ¡Dentro análisis!

 

Trayendo la felicidad a la tierra

A pesar de que no lo aparenta, We Love Katamari presenta una simpática historia en la que nos pondremos, una vez más, en los zapatos del hijo del Rey del Universo. Tras el éxito de su anterior trabajo para restaurar el cielo estrellado y el lanzamiento de un videojuego basado en esta aventura, sus hazañas se han vuelto realmente populares entre los habitantes de la Tierra. El Rey del Universo, sorprendido ante este gran éxito, decide responder a los reclamos de los humanos mandando a su hijo a realizar nuevas tareas, cada cual más pintoresca que la anterior. Frente a la historia algo más “convencional” de la primera entrega, lo que aquí se presenta es una trama que apuesta por completo por el humor absurdo y por la introducción de pequeñas historias que carecen de profundidad, haciendo que el desarrollo se sienta algo más variado a pesar de que no lleva a ninguna parte. Es divertido conocer más acerca del alocado mundo de la franquicia, pero todo es tan excéntrico que quizá más de un jugador se sienta algo saturado. Si os gusta su humor y su estilo, We Love Katamari os atrapará, pues toma las ideas de la primera entrega y las lleva a un nuevo nivel de locura y absurdo.

Uno de los aspectos más interesantes de este título es que no solo podremos controlar al hijo del Rey del Universo, si no que también podremos ponernos a los mandos de sus primos. Estos surgen como personajes secretos que deberemos ir desbloqueando nivel a nivel, lo que aporta algo de variedad al título… A pesar de que no varía nada el control de ninguno de estos, presentándose como meras skins del personaje principal. El juego, como bien acostumbra Bandai Namco con la mayoría de sus lanzamientos, llega a nuestro territorio traducido al español. Su labor de localización es excelente, permitiendo que el humor de la franquicia se mantenga intacto y pueda ser disfrutado por los jugadores hispanohablantes.

 

Ayudando a nuestro leales súbditos y fans

Al igual que en la entrega original, en We Love Katamari deberemos completar niveles a contrarreloj mientras atrapamos objetos con nuestro Katamari para conseguir alcanzar el tamaño requerido. Quizá explicado así pueda ser algo confuso, pero para que os hagáis una idea, el objetivo es empujar una especie de bola y obtener toda clase de objetos para que aumenten su tamaño por escenarios amplios en el que todo se puede adquirir. Cuanto más grande sea la bola, más objetos podremos conseguir, por lo que la clave de cada nivel está en encontrar la ruta perfecta para hacer que la bola vaya creciendo rápidamente. Como podéis imaginar, cada nivel se plantea como un pastiche desenfadado y alocado en donde pueden aparecer toda clase de objetos y criaturas. Esto hace que siempre sea divertido explorar los niveles a pesar de que el control del personaje sigue siendo algo tosco. Este no se ha modificado mucho con respecto a la remasterización de la primera entrega, y sigue siendo algo confuso hacer movimientos tan simples como girar hacia los lados. Tampoco ayuda que la cámara se pierda y no nos ayude a visualizar bien la situación de nuestro personaje o los objetos que hay en el escenario, algo que podría haberse arreglado en esta remasterización.

A pesar de todos sus problemas, We Love Katamari sigue siendo un juego increíblemente divertido y adictivo, que mantiene un diseño de niveles excepcional y una premisa que engancha desde la primera instancia. Su agilidad y frenetismo juegan a favor del título, dando forma a un loop jugable que mantiene enganchado a cualquier jugador desde el primer nivel. Además, esta remasterización soluciona uno de los principales problemas del título original (y de la franquicia, siendo realistas), que no es otro más que su duración. Los Katamari siempre han destacado por ser juegos algo cortos, y aunque este título sigue pudiendo completarse en poco menos de 5 horas, se ha incluido más contenido para alargar la experiencia. En este sentido encontramos Royal Reverie, un modo que nos llevará a jugar con una versión joven del Rey del Universo en varios de los desafíos más duros del juego, o el modo Foto, que más allá de dejarnos sacar instantáneas del título nos permitirá encontrar sellos ocultos.

 

Un mundo colorido repleto de vida

Quizá a nivel gráfico el título original no fuera lo más puntero de la generación, pero conseguía funcionar tan bien como la primera entrega al apostar por un estilo artístico colorido y minimalista en el que la simpleza de sus objetos brillaba por encima de cualquier otra cosa. Ese mismo estilo tan particular y simpático se mantiene aquí con unas más que bienvenidas mejoras en cuanto a la resolución de las texturas y a determinados efectos de iluminación. No se puede decir que haya una gran mejora, pero se han modificado los suficientes elementos como para que este título se siga viendo tan fresco como el primer día. Algo similar ocurre en su rendimiento, que se mantiene estable… Salvo en ciertas pantallas, en donde las caídas son escasas pero bastante notables.

Por último, el apartado sonoro se ha mantenido intacto con respecto al título original (más allá de la remasterización de la banda sonora, por supuesto), lo que a mi parecer es todo un acierto puesto que la música del clásico de PS2 sigue siendo tan atrapante como en su día. Cambiarla habría sido un error, y agradezco que podamos jugar a este juego con su increíble música original.

 

Conclusión: Una remasterización sencilla que expande un título excelente

We Love Katamari Reroll + Royal Reverie quizá no está a la altura de otras grandes remasterizaciones lanzadas durante los últimos años, respondiendo más al interés de Bandai Namco por traer de regreso sus títulos más icónicos con un par de retoques visuales. Sin embargo, este título destaca por encima del resto gracias a su humor, su creatividad, su diseño de niveles y su dirección artística, así como por expandir un título tan divertido como es el We Love Katamari original. Especialmente recomendado a los amantes de la primera entrega, y más aún a quienes queráis probar cosas nuevas en la industria.

Sinopsis
¡El segundo título de la serie Katamari Damacy vuelve en una versión remasterizada y poderosa! Este nuevo REROLL llega con gráficos nuevos y actualizados y mejoras en el juego. Además, ¡en Royal Reverie rueda katamaris como el Rey del Cosmos Todo en su juventud!
Pros
Su caracter metarreferencial y su humor brillan con especial fuerza, destacando además su traducción al español
Es un título adictivo como pocos, y presenta un diseño de niveles increíble
Es más y mejor que la primera entrega
Su apartado artístico y su banda sonora se mantienen tan frescos como en su día
Contras
Su historia no aporta nada, y muchas de sus historias son demasiado flojas
La cámara impide ver bien los niveles, y su sistema de control es muy tosco
Pocas mejoras gráficas
7.8
Recomendado
Antonio Gallardo

Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.