[Opinión] Mi experiencia con Boku no Hero

[Opinión] Mi experiencia con Boku no Hero

Hace unos días se emitía el último capítulo del shonen de moda y uno de los grandes símbolos actuales de la Shonen Jump junto al ya veterano One Piece, Boku no Hero Academia, que ya llevo siguiendo un tiempo. Después de haber visto el anime e incluso empezar a seguir el manga, he optado por dedicarle unas palabras a la obra de Kōhei Horikoshi.

Mis ”sentimientos” hacía las aventuras de Deku en su camino para volverse el superhéroe número uno son un tanto contradictorias, como si estuviese en una relación de amor-odio, así que empezaremos por lo malo para no acabar estas líneas con un sabor amargo.

Al final no hay que olvidar que hablamos de un anime/manga con un enfoque infantil que pretende transmitir unos valores pero que sobretodo, tiene como objetivo vender y entretener a través de su acción. No estoy aquí para juzgar incongruencias ni buscar contradicciones porque sería alejarse totalmente de la función que tiene la obra, mi principal problema viene de su tremenda hipocresía.

Una y otra vez los shonen nos escupen a la cara la importancia de no rendirse, de que aún teniendo todo en contra hay que luchar y darlo todo por nuestros sueños, y aunque veo cada vez mas necesaria la existencia de una contraparte que nos enseñe a saber aceptar la derrota y a no ser unos cabezotas cuyos valores son inamovibles, no puedo deshacerme de la emoción inocente que nos empuja a seguir nuestras más ambiciosas metas. Porque incluso aquellos más escépticos habrán sido niños que han soñado con ser médicos o astronautas, y ya sea una negativa, deseando que la realidad les de una bofetada, o positiva, lo cierto es que estos valores que encarnan la mayoría de los protagonistas en los shonen provocan una reacción.

Sin embargo, Boku no hero nos presenta a Deku, un ”pringado” sin poderes que sueña con ser un héroe y que ha reunido durante toda su vida información útil sobre todos y cada uno de los personajes a los que tanto admira. Esto es un anime, una obra de ficción, y es lógico esperar que a su protagonista todo le vaya a salir bien y consiga convertirse en un héroe al fin y al cabo. Pero también es esperable que esto lo consiga a través de su esfuerzo, porque ese se supone que es el mensaje ¿no?.

Después de esa memorable escena con puesta de sol incluida en la que All Might le dice a Deku lo que todos queremos escuchar, lo que él llevaba toda la vida queriendo escuchar, todo se rompe. Porque resulta que el héroe número 1 decide darle sus poderes y proclamarlo su sucesor, el chico sin quirk se convierte en la persona más afortunada del mundo en un instante, sin lugar a dudas gracias a su esfuerzo, al sudor de su frente o…no, simplemente ha tenido la suerte de encontrarse al héroe que más admira y lo ha conmovido con un acto de valentía.

Sinceramente, esto no me habría parecido mal en cualquier otro caso, sería un giro interesante que el protagonista pasase a ser aquel al que todos odian por recibir semejante privilegio por un golpe de suerte, pero tras esto la obra nos sigue presentando a Deku de la misma forma, la víctima a la que nadie le ha regalado nada y aún tiene todo por demostrar. Supongo que esa es una de las razones por las que siento tanta simpatía por Bakugo, la contraparte acomplejada que no puede soportar esa clase de actitud.

Al final casi todos los personajes representan la filosofía del ”Nunca te rindas” mejor que el propio Deku, porque al final del día esto va de combates, de ideales, de ver quien grita más y saca un nuevo poder gracias a la tenacidad y fuerza de su espíritu, y no nos engañemos, eso Boku no Hero lo hace muy bien.

Una de las claves del éxito en un shonen son los personajes, que deben ser carismáticos por encima de todo, tienes que conseguir que la gente se posicione, que tenga un favorito, que de lugar a debates. Los alumnos de la clase 1-A no son ni profundos ni complejos, son caricaturas de personalidad unilateral, muy diferenciados entre si y con los que es fácil identificarse, porque son libros abiertos con un objetivo muy simple, ser grandes héroes.

Tampoco diré que son totalmente planos. Principalmente en el manga muchos de los alumnos muestran cierta evolución e inquietudes (sobretodo en el caso de Bakugo), pero no dejan de mostrársenos nunca como lo que son, niños en crecimiento, sacos de hormonas y emociones que siguen la estela de All Might, que no es más que un niño grande, al menos de cara al público.

Esto se resume en que todo fluye de la mejor manera posible, el bien y el mal son conceptos muy claros en los que hay muy poca controversia, hay héroes y villanos, esperanza y desesperación y todo lo que vemos son las batallas que se libran entre los representantes de uno y los representantes de otro, mientras vivimos junto a ellos el desarrollo de los futuros pilares de dichos ideales.

Y es entonces cuando por mucho que odie la hipocresía, los clichés o la sobreexplicación, ya es tarde para replantearmelo porque estoy gritando ¡¡¡¡PLUS ULTRA!!!

PeterPKO

Hater de profesión, adicto al anime y estudiante de ciencias en mi tiempo libre. La PC Máster Race es mi religión