
Reggie Fils-Aimé ha declarado en una conversación con Ars Technica que no considera que la principal competencia de Nintendo sean Sony y Microsoft. Desde el punto de vista del presidente de Nintendo of America, Nintendo está compitiendo directamente por el tiempo de los usuarios contra todas las actividades de entretenimiento.
Las palabras de Reggie Fils-Aimé tienen bastante sentido en un contexto en el que el tiempo de los usuarios es limitado y la oferta de contenidos parece infinita. Los videojuegos no solo compiten entre sí, sino contra el cine, la televisión, los servicios de streaming y plataformas como Twitch o YouTube.
El tiempo libre de nuestros clientes es tiempo que dedican al entretenimiento. Yo compito por eso, minuto a minuto. El tiempo que pasáis navegando por Internet, viendo una película, la televisión o una conferencia: todo eso es el tiempo de entretenimiento por el que nosotros competimos. Mi enfoque es mucho más amplio que mis competidores directos de Sony y Microsoft. Compito por el tiempo. Así que tengo que ser creativo e innovador si quiero ganar la batalla.
Durante el desarrollo de Wii, Satoru Iwata planteó que la compañía no debía diseñar la consola para competir en capacidad de procesamiento con sus contrapartes de Sony y Microsoft. En sus palabras, Iwata decidió “abandonar la carrera por la potencia”. Desde entonces Nintendo se ha centrado en el desarrollo de piezas tecnológicas más baratas, pero con propuestas originales a nivel de jugabilidad y experiencia de usuario. Nintendo buscó clientes no entre los aficionados a los videojuegos, sino entre los que ven el videojuego como una opción de ocio más en un amplio catálogo de opciones. El resultado fue el mejor momento de la empresa en su historia.
Si Nintendo consigue suficiente penetración con la Switch como para considerarla un éxito al nivel de Wii, es algo que aún está por ver. Las palabras de Reggie Fils-Aimé nos dejan ver que el objetivo de la compañía puede estar precisamente en volver a enganchar a la audiencia que compró su consola de 2006.