![[Análisis] MADiSON [Análisis] MADiSON](https://gaminguardian.com/wp-content/uploads/2022/01/madison.jpg)

Hoy, si habéis seguido mis últimos análisis, sabréis que vengo a hablar de MADiSON, tal y como ya adelantaba en la review de Fobia – St. Dinfna Hotel. Sobre este prometedor videojuego creado por BLOODIOUS GAMES, un estudio afincado en Buenos Aires, ya os habíamos comenzado a hablar en GaminGuardian hace más de un año, cuando se presentaba por primera vez en sociedad dejando ver una propuesta con tintes de Project Zero/Fatal Frame, la conocida saga de terror de Koei Tecmo, que contó no hace mucho con un remaster de su último entrega, Project Zero: Maiden of Black Water. La fecha de lanzamiento prevista por aquel entonces, era 2021, al menos para la versión de Steam, aunque como habréis adivinado por este texto, el proceso se fue alargando más de la cuenta. Sea como fuere y sin ánimo de extenderme más, os cuento mi fantástica experiencia con MADiSON, el que probablemente se haya convertido en mi favorito de este particular cuarteto del que os llevo un tiempo hablando. ¿Queréis saber por qué?
Las posesiones demoníacas quedan en familia
En MADiSON, juegas como Luca, un joven que despierta en una habitación con un televisor que muestra estática y fotos de algunas partes del cuerpo esparcidas. Rápidamente, comienzas a escuchar gritos y golpes desde el otro lado de la puerta que, en principio, parecen ser del padre de Luca. Tras una rápida y agitada investigación inicial de la habitación, consigues huir por entre la pared para terminar llegando a la antigua casa de su abuelo, que lleva mucho tiempo abandonada desde que sus abuelos fallecieron. Desafortunadamente para nuestro protagonista, la casa parece tener ya a un huésped indeseado, una especie de entidad demoníaca conocida como MADiSON, un ser malévolo y aterrador que juega con la mente y los miedos de Luca, haciéndole ver y escuchar cosas, prácticamente intentando manejarlo para sus aviesos fines cual titiritero que mece las cuerdas de un títere. La información inicial indica que MADiSON puede estar involucrado en algo mucho más siniestro que simplemente matar por el simple hecho de hacerlo. Es tarea de Luca explorar la vieja casa de sus abuelos en busca de pistas sobre este infernal ser del averno. ¿Está él realmente poseído por algo? ¿Qué hace ahí esa entidad? ¿Es responsable de la muerte de su abuela?
MADiSON presenta una trama que, si bien puede volverse algo predecible para los fans del género, especialmente a los asiduos a ver películas, no deja de ser atractiva y goza de un buen desarrollo y ritmo, atrapándote así para que quieras saber más y más. Esta curiosidad será el carburante que nos empuje a recorrer todas las habitaciones de la casa de los abuelos de Luca en busca de respuestas, respuestas que se complementan en forma de hojas de libretas aleatorias, grafitis, radios de la policía, cintas de casete y otros tantos elementos repartidos por las estancias. Hay también cierta influencia de películas del género, de esas de posesiones y demonios, presentando entre otros algunos retazos de películas como Hereditary o Ven a Jugar (el remake del cortometraje de Larry)
Una ambientación tensa y aterradora
Los esfuerzos de BLOODIOUS GAMES por intentar dar vida a una ambientación asfixiante y aterradora haciendo uso tanto de las herramientas sonoras a su disposición, como de un apartado gráfico muy fotorrealista, logran que cada minuto en la casa de los abuelos de Luca merezca la pena. La cámara, en primera persona, muestra a un Luca algo errático, que se tambalea con frecuencia, creando así un cierto efecto de vértigo dentro de los pequeños espacios que ofrece la casa. La acción tiene lugar principalmente entre cuatro paredes, creando así una sensación opresiva constante. Asimismo, en ocasiones, las habitaciones cambian, algunos elementos pueden moverse, MADiSON puede aparecer de la nada para asustarnos; lo cual, sumado al despliegue de juegos auditivos que abarcan un amplio abanico de crujidos en madera, sonidos de puertas que se abren o cierran, susurros, y demás, hacen que la tensión sea una constante, obligando a estar completamente alerta en todo momento.
Estéticamente, MADiSON se ve muy bien. Sus elementos, texturas y ambientes son muy realistas, y la naturaleza avejentada y profanada de la casa provoca esa maravillosa sensación de domesticidad pervertida, especialmente cuando Luca rememora sus buenos recuerdos en este hogar que alguna vez fue feliz. En cuanto a la cámara, sirve también como recurso efectivo para intentar provocar algún susto en forma de jumpscare. Hay momentos en los que el juego te obliga a utilizar la polaroid como única fuente de luz para ver lo que tienes delante, por lo que el flash es necesario para lograr ver algo en la oscuridad. Esto permite algunos trucos visuales efectivos, y se usa de esta manera con la suficiente moderación para que no se vuelva repetitivo, pero siempre te mantiene alerta.
En términos generales, la ambientación es un completo acierto, creando una poderosa atmósfera capaz de hacer que hasta el más veterano en este género puede llevarse algún que otro susto. Pese a mis esfuerzos por recordar, no soy capaz de acordarme un videojuego que me haya llevado a sentir lo mismo que MADiSON en términos de terror, hablando por supuesto de esa sensación de vivir constantemente en alerta sabiendo que, de un momento a otro, algo en la pantalla posiblemente te haga dar un ligero brinco del sofá, bien porque hayas vislumbrado una enorme silueta al final del pasillo, bien porque una estatua haya cobrado vida propia y se haya desplazado entre salas para quedar justamente a tu espalda, o quizás simplemente porque un cuadro se haya caído de la pared sin previo aviso. Desde BLOODIOUS GAME han comprendido a la perfección esa tarea de conjugar sonido e imagen para que tu amígdala sea capaz de generarte miedo y hacer que un escalofrío te recorra toda la columna.
Tu polaroid será tu mejor aliado
A las vibraciones espeluznantes de MADiSON se suma el hecho de que no tienes armas con las que protegerte, al contrario de lo que pasaba en Fobia – St. Dinfna Hotel y Oxide Room 104. Lo único que tienes en tu poder para ayudarte es una cámara polaroid que, si bien no tiene el poder de exorcizar espectros como la Cámara Oscura de Project Zero, permite disparar para aturdir a cualquier cosa que se acerque demasiado a ti. Sin embargo, la principal utilidad de la cámara está enfocada a la resolución de rompecabezas gracias a su poder que permite abrir portales a otra dimensión. Solamente hay que agitar la fotografía que suelta la polaroid para revelarla en unos segundos (mediante una mecánica de agitación de mano), lo cual puede descubrirnos objetos o escritos que se ven de una manera en el mundo real pero se ven diferentes cuando se toma una foto. Así pues, si estás un poco atascado y no tienes claro qué hacer a continuación, no lo dudes y haz uso de la cámara, el carrete es ilimitado, por lo que no vas a sufrir por gastar de más.
Los acertijos constituyen la mayor parte de la jugabilidad del título, inspirados en gran medida en los videojuegos survival horror de la vieja escuela, topándonos así con numerosos objetos y elementos al principio que no se podrán utilizar para resolver el puzle de turno hasta que nuestra partida esté mucho más avanzada. Habrá puertas con cerraduras extrañas, tablas en el suelo que esperan ser abiertas, relojes con piezas faltantes por toda la casa y cajas fuertes con cerradura de combinación. Así pues, en un derroche de Diógenes más que necesario, comenzarás a acumular cosas en los bolsillos que no significarán mucho por sí solas, al menos hasta que encuentres el lugar perfecto para ellas en algún lugar de la casa. De manera un tanto frustrante, solo puedes llevar hasta ocho elementos a la vez, y tres de esos espacios están ocupados por útiles que no puedes dejar nunca en la caja fuerte, obligándote así a llevarlos en todo momento. Este es quizás uno de los mayores “problemas” del juego, pues te empuja a estar constantemente haciendo malabarismos con el inventario y visitas frecuentes a la caja fuerte.
Conclusión
MADiSON es una magnífica carta de presentación para BLOODIOUS GAMES, que ha demostrado ser capaz de comprender perfectamente lo que es generar tensión y miedo, dando así vida a un juego obligado para cualquier aficionado al terror psicológico. Si bien su historia puede sentirse familiar e incluso predecible para algunos, no por ello deja de ser atractiva, atrayéndote constantemente para que quieras explorar cada rincón en busca de esa información que te falta. Por otro lado, su ambientación asfixiante y el trabajo audiovisual que hay detrás para conseguir asustar a los jugadores, es de primera categoría, de lo mejor que se ha visto en estos últimos años. En resumen, si buscas sustos, tensión y rompecabezas, MADiSON es para ti.

Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.
Noticias relacionadas
![[Análisis] Pneumata [Análisis] Pneumata](https://gaminguardian.com/wp-content/uploads/2024/08/pneumata.png)
[Análisis] Pneumata
Antonio GallardoOct 08, 2024![[Análisis] Jack Holmes: Master of Puppets [Análisis] Jack Holmes: Master of Puppets](https://gaminguardian.com/wp-content/uploads/2024/04/jack-holmes-master-of-puppets-16ykp.png)