[Análisis] Project Zero: Maiden of Black Water

Los que me conocéis un poco tras leerme por aquí, ya sabéis sobradamente que nunca suelo decir que no a un buen juego de terror, aunque no siempre la experiencia sea tan positiva como uno podría desear… Ya os he hablado de muchas franquicias de videojuegos de horror modernas como Outlast, Remothered o The Dark Pictures, y es que, si hay algo que uno no puede negar es que el género está viviendo unos años realmente buenos, con grandes lanzamientos y otros algo más modestos que gracias a su inmensa labor, son capaces de crear escuela. Si uno tiene en cuenta que ha habido épocas y generaciones de consolas en las que hacer pasar miedo al jugador no justificaba los gastos monetarios asociados a un desarrollo, es fácil sentirse agradecido si eres un jugador habitual de este tipo de videojuegos.

Hoy, estoy aquí para hablaros de la que es para mi una de las tres grandes franquicias de terror por antonomasia junto a Resident Evil y Silent Hill, Project Zero (o Fatal Frame si me lees desde el otro lado del charco). Hoy, Koei Tecmo ha lanzado al mercado Project Zero: Maiden of Black Water para PlayStation, Xbox, Switch y PC, dando así a los jugadores de todas las plataformas de vivir esta experiencia paranormal que, en su momento, se erigió como uno de los grandes exclusivos del género para Wii U cuando se lanzó exclusivamente en 2014 para la consola de Nintendo. Este es, en cierto modo, un análisis especial para mi, pues tuve el honor de analizar el juego original hace ya varios años en otra página web, mucho antes de plantearme siquiera la creación de GaminGuardian. Así pues, una vez más, vuelvo a hablar del sobrecogedor Monte Hikami y de la Camera Obscura, nuestra arma más fiel para defendernos de los ataques de los espíritus malignos que pueblan este lugar.

 

 

Tres historias convergen en la Montaña de la Muerte

La historia de Project Zero: Maiden of Black Water pivota en torno a un lugar concreto, el Monte Hikami, un lugar estrechamente ligado a supersticiones relacionadas con oscuros sacrificios rituales con humanos, que antaño sirvió de base para una religión de creencias y costumbres únicas, basadas en la adoración al agua como deidad. En la actualidad, es una localización asociada a la muerte, los espíritus, y, toda serie de suicidios y sucesos paranormales. Todo esto, ha sido más que suficiente para que se le considere una ubicación “maldita”, un lugar lleno de dolor al que muchos peregrinan para dar su último adiós, lo cual hace complicado evitar comparaciones con el famoso bosque de Aokigahara (el conocido como Bosque de los Suicidios en Japón), puesto que al Monte Hikami, también se le conoce con el sobrenombre de la Montaña de la Muerte.

El juego está protagonizada por tres personajes: Yuri Kozukata, una joven muchacha con habilidades psíquicas que trabaja en la Tienda de Antigüedades Kurosawa junto a Hisoka Kurosawa; Miu Hinasaki, una adolescente que tuvo que lidiar con la desaparición de su madre; y Ren Hojo, un escritor de novelas basadas en hechos reales. Cada uno de ellos explorará el Monte Hikami por sus propios motivos; Yuri buscará a Hisoka Kurosawa, mientras que Miu Hinasaki intentará dar con el paradero de su madre desaparecida, por último, Ren Hojo tiene como objetivo realizar unas investigaciones relacionadas con su nuevo libro. Lo que posiblemente no esperaba ninguno de ellos, es toparse de frente con la muerte y la desesperación que habitan en cada palmo del Monte Hikami, que no les dejará respirar e intentará ahogarlos en las profundidades de sus aguas.

 

Defiéndete a base de carrete

Como ya es habitual en la franquicia, la Camera Obscura será nuestra única y principal elemento defensivo contra los espíritus malignos, por lo que habrá que debilitar y destruir a los enemigos a base de fotografías. Al fotografiar a los entes, estos desprenderán partes de sí, una suerte de fragmentos espirituales que harán mucho más fácil dañar y exorcizar. Cuantos más fragmentos y enemigos seamos capaces de encuadrar en nuestro objetivo, mejor. Siendo este el principal atractivo del título, la versión de Nintendo Switch goza de una mejora sustancial que hace de la experiencia algo mucho más inmersivo, ya que puedes hacer uso del giroscopio de tu Switch para moverla hacia los lados, logrando una sensación más realista, como si estuvieses realmente moviendo una cámara de un lado a otro cazando espíritus. Huelga decir que esto puede hacerse también con el joystick, pero, teniendo en cuenta las ventajas que aporta y que el título fue originalmente pensado para este uso en Wii U, ¿quién se decantaría por esa opción?

Dicho esto, además de su importante labor a la hora de protegernos, la Camera Obscura sirve también para revelar objetos que son imposibles de ver para el ojo humano, ofreciéndonos así la oportunidad de disparar, una vez que se ha dado con el encuadre necesario, a algo que en principio está ahí pero no se materializará hasta que la cámara no lo fotografíe. Cuando esto ocurra, se volverá tangible. Igualmente, la máquina fotográfica contribuirá dándonos pistas al fotografiar algunos elementos, proporcionándonos una captura más o menos difusa que revela una ubicación importante para continuar con la aventura, en la que posiblemente, aguarde un objeto relevante.

Volviendo al combate, es importante señalar que, aparte del carrete básico con usos infinitos, existen otros tantos mucho más potentes que otorgan una mayor potencia al disparar, lo que se traduce en más daño y una exorcización más sencilla. Por otro lado, al final de cada capítulo se nos recompensará con una serie de puntos que irán ligados a nuestro buen hacer a la hora de realizar fotografías, pudiendo ser estos usados para mejorar nuestra Camera Obscura, permitiendo que se amplíe el alcance al fotografiar, recuperando salud, aumentando el daño, etc. Aunque estos puntos servirán además para la adquisición de trajes para los tres protagonistas, por lo que de vosotros dependerá si priorizáis el gasto útil o el estético.

A todo esto, hay que añadirle una serie de poderes especiales, como por ejemplo, rastrear el camino que siguió una persona, una habilidad en la que una sombra se materializa ante nosotros marcándonos el camino a seguir. Otro, es la capacidad de ver momentos determinados del pasado, pudiendo incluso inmortalizar el momento con nuestra cámara. Por último, está el Fatal Grance, una mecánica que se activa en ocasiones al derrotar a determinados espíritus, permitiendo ver una breve cinemática en la cual se detalla como murió dicha persona

Recordad también que, como el propio título del juego indica, el agua cobra un papel de suma importancia en esta entrega, no solo por el hecho de que esté presente en prácticamente todo momento en el Monte Hikami y los rituales relacionados allí celebrados, sino porque esta afecta de forma directa al personaje, estrechándose nuestra relación con el mundo espiritual al mojarnos, llevando esto ligado una mayor aparición de presencias malignas, así como un mayor daño infligido por estos. Si queréis solventar este problema, existe un objeto llamado Purifying Embers cuya función es básicamente disminuir el nivel de nuestro medidor de unidad. Tened esto bien presente.

 

Cambios y mejoras del remaster

Pasando ahora a los añadidos, el más evidente es la mejora en cuanto a resolución y tasa de frames que suele venir asociada a cualquier remaster, versión definitiva o sucedáneo de similares características. En Nintendo Switch, la fluidez es menor que en el resto de consolas y PC, aunque al menos, gana en inmersión gracias al uso portátil de la máquina de Nintendo. En cualquier caso, me consta que el control por movimiento también está implementado en PlayStation 5 mediante el DualSense, aunque desconozco si está presente en Xbox Series X/S. Obviamente, eso le da un plus a la versión de la portátil, pero no está al nivel de potencia de las consolas next-gen (30fps vs 60fps), en cualquier caso, es todo un detalle que Koei Tecmo se haya preocupado de expandir el control por movimientos a otras plataformas.

Otro de los añadidos principales, o más bien cambios, pues el original ya contaba con varios, son los trajes y accesorios para los tres personajes principales. Huelga decir que, para tristeza de muchos, los disfraces originales de la versión de Wii U que dejaban vestir a las chicas como Samus Aran o la Princesa Zelda, ya no están disponibles, supongo que, en gran medida, por la salida del juego a otras plataformas ajenas a Nintendo. En cualquier caso, hay diferentes vestimentas, como un traje punk para Yuri, así como bañadores para ambas chicas, o incluso, un elegante traje blanco para Ren. Pueden desbloquearse haciendo uso de los puntos que se consiguen con las fotografías que realizamos en nuestro periplo por el Monte Hikami.

Por otro lado, se ha agregado un Modo Foto, algo que, para la temática del juego centrada íntegramente en el uso de la Camera Obscura, le viene que ni pintado. Gracias a esta puedes hacer uso de diferentes filtros, opciones de zoom, agregado de personajes y enemigos, profundidad y, en definitiva, la lista de opciones habituales de este tipo de modos. Igualmente, se ha aprovechado para realizar algunas actualizaciones a los controles en general, amén de hacer las mejoras pertinentes a la lista de fantasmas que, de forma similar a una pokédex, vamos rellanando. Lo que es una lástima es que no se haya decidido aprovechar para añadir unos subtítulos en castellano, ya que hay francés, inglés y alemán, pero tampoco puedo decir que me sorprenda teniendo presente que el original ya tropezaba con esta misma piedra, y bueno, no es que Koei Tecmo sea conocida por traducir en general nada, a excepción de algunos títulos puntuales como Nioh en los que la propia Sony está implicada. Confiemos en que en un futuro, al igual que Sega, se den el lujo de probar suerte.

 

Una atmósfera terrorífica

La sobrecogedora atmósfera de la que hace gala el juego, que es uno de sus mayores baluartes, se ha visto mejorada gracias a los cambios de esta remasterización. Si bien en Nintendo Switch la nitidez no es tan buena como en las consolas más modernas, se ve mucho mejor de lo que esperaba, especialmente en el modo portátil. Los modelos de personajes y muchas texturas son nítidos, y en general, parece que los entornos se han visto beneficiados en cierta medida de este remozado visual. Por supuesto, el margen de mejora sigue estando ahí para llegar a cotas más altas, por ejemplo, en algunas escenas de corte pre-renderizadas todavía persisten algunos problemas visuales y de rendimiento presentes en el original. A todo esto, se le suma en comunión un trabajo de audio que encaja perfectamente con la estética, mejorando la experiencia exponencialmente si se juega con unos buenos cascos. Aunque existe la opción de elegir el audio en la lengua de Shakespeare, siempre recomendaré vivir este viaje con las voces originales en japonés.

 

Conclusión

Project Zero está de vuelta con una remasterización de su última obra que mejora controles y pule un poco más la experiencia a nivel visual y técnica, (en la que, esperemos, sea solamente la primera entrega que regresa de esta franquicia) a la par que democratiza la posibilidad de que todos los jugadores puedan disfrutarlo en cualquiera plataforma. No hay grandes alardes a la hora de realizar cambios en esta versión, más allá de la subida en la tasa de frames y la resolución, aunque se agradece el añadido de un Modo Foto y la extensión de los controles por movimiento a otras consolas ajenas a La Gran N.

Si viajasteis hace unos 7 años al Monte Hikami junto a Yuri, Miu y Ren, es poco probable que vayáis a encontrar suficientes alicientes en esta versión para volver a recorrer los mismos senderos boscosas tenebrosos plagados de almas en pena. Si es vuestra primera vez y sois amantes del género, aquí os espera una propuesta muy clásica y a la par, diferente a lo que estamos acostumbrados a experimentar en otros títulos más modernos, por lo que no dudéis en dejaros atrapar por sus profundas y malignas aguas.