Dicho esto y, en base a la introducción del párrafo anterior, ya sabréis de qué voy a hablaros hoy en este texto, ¿no? (como si el titular no fuese suficientemente ilustrativo). Exacto, vengo a hablaros de Maya, una de las últimas adiciones de SD Games a su cada día más nutrido catálogo de juegos de mesa.
Componentes
Al abrir la caja, lo primero que uno se encuentra es el tablero, un tablero extenso dividido en cuatro áreas fácilmente distinguibles por los colores (verde, azul, amarillo y rojo) con sus zonas de construcción de ciudades, plantación de cultivos y templos, todo bien señalizado. Además, dispone de un track de puntos que ocupa toda la zona exterior del tablero. Y hablando de puntos, tanto en la esquina superior derecha como en la inferior izquierda, uno posicionado hacia arriba y otro hacia abajo (un acierto, pues así todos los jugadores sentados enfrentados pueden ver rápidamente las tablas), hay unas tablas de puntuación que recuerdan claramente lo que cada jugador ganaría en base a su presencia al finalizarse una ciudad según losetas.
Pasando ahora a los componentes de plástico, hay trece pequeños templos en color gris, y cuatro atriles para colocar las losetas. Sí, esto último puede parecer un añadido menor, algo completamente innecesario y añadido para justificar un poco más el precio en base a los pocos componentes que lleva, pero sinceramente es algo que cuando comienzas a jugar no tardas en agradecer, pues si no estuviesen, tendrías que estar constantemente levantando y mirando tus losetas, intentando memorizarlas, y la verdad, yo no soy demasiado bueno en esto, cosas de familia, que uno nunca hereda las cosas buenas…
En cuanto a los componentes propios de cada jugador, vienen un total de 128 losetas de cultivos, divididos entre 32 losetas para cada jugador, obviamente con diferentes colores (rojo, azul, verde y negro), que muestran uno o dos cultivos de cuatro tipos, que son los siguientes: pimiento, calabaza, maíz y patata. Asimismo, hay un contador de puntuación de madera para cada jugador.
Por otro lado, se añade un conjunto de trece losetas de templo, una por cada uno, que básicamente se colocan en los espacios de templo del tablero haciendo así de base para los templos de plástico. Como colofón, hay una serie de losetas de limitación (9 de tamaño 2 y 3 de tamaño 1) que, como su nombre indica, sirven para acotar el tablero según el número de jugadores, cortando así el acceso a las diferentes zonas del tablero. ¿Qué decir de esto? Si vais a jugar a cuatro jugadores, no les daréis uso, pero para dos o tres jugadores, deberéis cerrar algunos sectores del tablero, ya que únicamente a cuatro se juega en la totalidad de este.
¿Qué puedo decir a nivel general de los componentes? Si al analizar Castillos y Catapultas lo tenía claro, ahora no tanto. Son correctos, sin más, cumplen su función, pero tampoco es que sean espectaculares. Me gusta que el tablero sean tan colorido y que tenga algunos dibujos en las zonas no jugables, así como la inclusión de los atriles (aunque hubiese sido un bonito detalle que cada uno fuese acorde al color de las losetas del jugador), pero las losetas en general son normalitas, mientras que los templos completamente grises, son muy desangelados, aunque técnicamente su única función es la de resaltar un poco más las losetas de templo, por lo que supongo que tampoco puedo quejarme demasiado en ese sentido.
Como siempre, os dejo la lista completa de componentes a continuación:
- 1 tablero de juego
- 4 atriles para losetas
- 13 templos
- 13 losetas de templo
- 128 losetas de plantación (32 por jugador)
- 4 contadores de puntuación
- 12 losetas de limitación
Sinopsis
¡Vive el desarrollo y el auge de los Mayas! Labra la tierra, expande las ciudades y asegúrate una agricultura floreciente. Planta maíz, calabazas, patatas y pimientos para proporcionar alimentos a la población de las ciudades emergentes. Distribuidos a lo largo de la península de Yucatán hay varios templos. Las ciudades se erigen cerca de estos templos. Las ciudades grandes darán más poder. Quienes puedan afianzar mejor su influencia en éstas, más puntos obtendrán. ¿Podréis planear mejor su expansión y obtener más puntos al final del juego?
Objetivo del juego
Trabajaréis la tierra creando plantaciones y, adicionalmente, expandiendo ciudades. Las ciudades más grandes otorgarán más puntos. Cuando una ciudad no se pueda expandir más, será puntuada. Quien haya plantado más cultivos alrededor de la ciudad, ganará una mayor cantidad de puntos. Ganará la partida quien haya conseguido más puntos.
Desarrollo de la partida y final
La partida se desarrolla por turnos y hay dos acciones concretas a realizar:
- Plantar cultivos: Siempre y cuando dispongas de losetas en el atril, escoge y juega una o varias, siempre y cuando muestren el mismo cultivo (no importa si es una o de dos, mientras muestren el mismo cultivo), siguiendo las siguientes reglas de colocación. Después, puntúa los cultivos colocados ese turno, teniendo presente que si complementas un grupo propio anterior con los mismos cultivos, puntuarás también por esos.
- Las reglas de colocación a seguir son:
- Las losetas deben colocarse adyacentes a otras losetas.
- Solamente se pueden colocar en espacios vacíos.
- Las losetas de cultivo no pueden colocarse en lugares para losetas de templo. Si una loseta de cultivo se coloca al lado de un espacio de templo vacío, hay que colocar una loseta de templo con su correspondiente templo.
- Las losetas que se coloquen en un mismo turno deben ir en un mismo grupo continuo.
- Las reglas de colocación a seguir son:
- Expandir una ciudad: Coloca boca abajo una loseta del atril en el tablero de juego. Después, robas tres losetas de tu reserva personal. Si en algún momento has agotado todas las losetas de tu atril, puedes hacer esta misma acción robando solamente dos losetas de tu reserva y colocando una tercera (también de la reserva) boca abajo en el tablero. Ojo, en ningún caso está permitido tener más de siete losetas. Una vez que se cierra una ciudad rodeándola completamente de cultivos, tocará puntuarla por mayoría de estos, obteniendo puntos los dos jugadores que más presencia tengan. Una vez solucionado esto, se consultan los puntos a recibir en base al número de losetas (viene en el propio tablero). Nuevamente, hay que tener en cuenta unas reglas de colocación especiales para las losetas de ciudad.
- Las reglas de colocación a seguir son:
- La loseta siempre se debe colocar en un espacio vacío adyacente a una loseta de templo o a otra loseta boca abajo.
- La loseta de templo junto a las losetas boca abajo forman una ciudad. Las ciudades nunca pueden conectarse, por lo que entre un templo y otro no puede haber una conexión de losetas boca abajo.
- No se permite colocar una loseta boca abajo al lado de un espacio vacío de templo.
- Las reglas de colocación a seguir son:
La partida finaliza tras el turno en el cual alguien haya colocado su última loseta y por tanto, no tenga ninguna en el atril y tampoco pueda reponer de su reserva general. Si una ciudad queda a medias y por ende no termina de cerrarse, no se puntúa. No hay una puntuación final per se, pues los puntos se han ido consiguiendo a lo largo de la partida. El que haya acumulado un mayor número de puntos, se alzará con la victoria.
Variantes
Maya dispone de dos variantes, aunque sinceramente, tampoco es que aporten demasiado a la jugabilidad… La primera, bajo el nombre de “Un nuevo comienzo”, invita a los jugadores a escoger un nuevo templo diferente a Tikal, que es el que se utiliza en la preparación normal del juego. Este es todo, nada más, simplemente comenzar a colocar losetas alrededor de un templo diferente del tablero. Sí, bueno… pasemos a la siguiente variante, “Dos ciudades”, que como su propio nombre indica, durante la preparación de la partida permite colocar losetas de templo en dos espacios de templos destacados (resaltados en el tablero con un naranja intenso): Tikal, Palenque, Uxmal y Coba. En cuanto a esta variante, únicamente recomendaría utilizarla a cuatro jugadores, ya que si jugáis por ejemplo a dos, cada uno puede centrarse en construir en una zona propia del tablero sin necesidad de buscar pelea entre ellos, lo que convertiría la partida en un aburrimiento. En cuanto a tres, bueno, la cosa puede funcionar similar, pero con un jugador que posiblemente tenga el terreno más allanado mientras que otros dos pugnan por una misma zona, por eso es algo que simplemente puede funcionar con cuatro, pues así habrá un mínimo de dos jugadores peleando por los alrededores de cada templo.
Escalabilidad
No creo que vaya a descubrirle a nadie las Américas si incido en que, pese a que el juego especifica que es jugable de dos a cuatro jugadores, no lo recomendaría para jugar a dos, siendo a tres una experiencia aceptable, pese a que a cuatro sea como realmente brilla Maya. Hay que tener en cuenta que, al fin y al cabo, estamos ante un juego de mayorías/influencia de colocación de losetas, por lo que, por la naturaleza de sus mecánicas, es una experiencia para ser disfrutada por el máximo número de jugadores recomendados posible. Por supuesto, esto no quiere decir que no sea jugable a dos, que lo es, únicamente hay que acotar zonas del mapa acorde a la cantidad de jugadores, por lo que no se utiliza el tablero en su totalidad. El caso, es que la interacción es menor y también la necesidad de pelear en varios flancos mientras colocas tus losetas de plantación, a la vez que estás atento a la presencia del rival en cada templo y a sus losetas disponibles en el atril. ¿Me interesa entrar en esa ciudad? ¿Me arriesgo a poner estas dos losetas o amplío la ciudad y busco conseguir otra más para intentar cerrar antes de que lo haga el otro? Muchos de estos pensamientos se disuelven en una partida a dos, pues la monotonía acaba imponiéndose.
Conclusión
Maya es un juego fácil de sacar a mesa y muy sencillo, de esos que podrías enseñarle a cualquiera amigo o familiar que quiera jugar a algo y no esté muy experimentado en esta afición. La secuencia de juego es muy intuitiva y la partida se desarrolla con rapidez, por lo que es apto para jugadores de cualquier rango de edad, eso sí, intentad que vuestras partidas sean a cuatro jugadores, que es como más se aprovechan.
Si bien es innegable que es un juego sencillo en sus bases, hay cierto componente estratégico, una pequeña capa de barniz en la que cualquier jugadores mínimamente inteligente tendría que fijarse bien en las jugadas de cada uno de sus rivales, de la presencia que tenga en cada templo y de las losetas que le queden en el atril, para saber así si merece o no la pena librar ciertas batallas por la presencia, o si en caso de pugnar por una ciudad, puede o no interesarnos seguir expandiendo la ciudad para buscar evitar que lo haga el rival si tiene una presencia similar o superior.
Por todo lo dicho hasta el momento, otorgo a Maya un Meeple Rubí/Meeple Monje.
(Si queréis conocer nuestra forma de valorar juegos de mesa, os dejamos aquí un enlace a nuestra política de reviews para comprender nuestro sencillo sistema de meeples)
Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.