Hace ya veinte años desde que conocimos a Spyro, un pequeño dragón morado que rondó por la primera PlayStation atreviéndose con el género de las plataformas en 3D en su primera aventura, Spyro the Dragon, pero sobretodo haciéndose un hueco en el corazón de muchos jugadores. El juego de Insomniac fue alabado por la crítica, que lo tachaba de sobresaliente, y tras su éxito, vio una secuela en 1999. Spyro 2: Rypto’s Rage! usó las mecánicas y esquemas del juego original y las expandió añadiendo nuevos movimientos y personajes, consiguiendo de nuevo el favor de los críticos. Un año después, el dragón de Insomniac volvió a la consola de Sony con Spyro 3: Year of the Dragon, culminando así con el cierre de la trilogía y la última entrega desarrollada por la compañía angelina.
Tras la trilogía original, Spyro protagonizó numerosos juegos —la mayoría bastante olvidables— pero nunca consiguió volver a donde se situó en su día, como uno de los mejores títulos de PlayStation. En 2011, Activison lanzó al mercado Skylanders: Spyro’s Adventure, la primera entrega de esta nueva IP centrada en el uso de figuras a modo de contenido desbloqueable en el propio juego. A Activision le salió bastante bien la jugada, dado que encontró la gallina (o el dragón) de los huevos de oro y continuó exprimiendo la franquicia lanzando hasta cinco títulos más en los años venideros. El resultado de Skylanders fue, monetariamente hablando, un éxito, sin embargo, no era el producto que los fans querían, sino más bien un producto muy bien pensado en ese momento que atrajo a un gran público —mayoritariamente— infantil.
Ver de nuevo a Spyro realzado en un nuevo título se veía ya como una ilusión, pero fue en 2017 cuando Activision anunció Crash Bandicoot N. Sane Trilogy, un recopilatorio de la trilogía original de Naughty Dog hecho desde cero con un apartado técnico totalmente actualizado. Los fans del dragón morado se esperanzaron de nuevo, viendo esta como una gran —y tal vez última— oportunidad de disfrutar de los juegos originales de Spyro a día de hoy. Y como cabía esperar, el bandicoot más famoso de los videojuegos fue un éxito en ventas, lo que dio luz verde al desarrollo de Spyro Reignited Trilogy, el remake de los tres juegos de PSX del que hablaremos a continuación.
Nostalgia (de un no nostálgico)
He de decir que en su momento, Crash me generaba más simpatía que Spyro. De niño, dediqué muchas más horas a los títulos de Naughty Dog que a los del dragón morado, que jugué más bien de pasada. Y admito que, el anuncio de la vuelta de Crash me provocó mucha más ilusión que el de Spyro. Es cierto que conocí a ambos personajes siendo muy pequeño, y que no volví a tocar nada relacionado con el dragón morado hasta esta recopilación, y sí que volví a jugar con el bandicoot hace unos años para rememorar épocas pasadas. Hasta hace unos días, incluso me mostraba algo reticente a esta recopilación ya que no recordaba que fueran tan buenos juegos, al contrario de lo que suele pasar con los juegos que probamos durante la infancia, que nos resultan increíbles y con los que nos llevamos un chasco al rejugarlos unos años después con un ojo más crítico que el de entonces. Finalmente, tras haber jugado a Spyro Reignited Trilogy, me declaro fan de lo que creó Insomniac y también de lo que ha conseguido Toys for Bob, un remake que no ha perdido la esencia de la trilogía original y que mejora lo justo para conseguir que esta sea la mejor forma de conocer por primera vez o recordar a Spyro el dragón.
Un remake en toda regla
Como ya sabéis, Spyro Reignited Trilogy incluye tres juegos: Spyro the Dragon, Spyro 2: Ripto’s Rage! y Spyro 3: Year of the Dragon. Como aclaración, no voy a dar mi opinión con respecto a la no inclusión de los tres juegos en el disco en la versión en físico, ya que concierne más a la editora que a la desarrolladora y al juego en sí mismo.
Comenzando por el primer juego, nos encontramos con que todos los dragones del mundo han sido encerrados y convertidos en cristal por Gnasty Gnorc, el antagonista de la primera entrega, y nuestro cometido será el de liberarlos y derrotar al villano con la ayuda de Spyro, un pequeño y simpático dragón morado.
El esquema jugable se basa en avanzar por los distintos mundos del juego recolectando una cantidad de gemas, huevos robados o liberando a un número determinado de dragones, según nos indique un personaje que nos llevará en globo hasta el siguiente conjunto de niveles. En cada mundo, encontraremos seis niveles a los que accederemos gracias a unos portales, y en cada nivel, habrá una cantidad de coleccionables determinados con los que lograr el 100% (si queremos) de la fase. La curva de dificultad es muy poco pronunciada, por lo que podremos conseguir una gran cantidad de coleccionables sin ningún tipo de problema, aunque para muchos (yo incluido) la verdadera diversión en este tipo de títulos reside en exprimir cada nivel al máximo y conseguirlo todo, cosa que no resultará tan sencilla.
Spyro, es uno de esos juegos donde explorar y movernos por el escenario nos resultará gratamente satisfactorio. Ya sea por lo bello que es cada nivel, por la gracia de cada animación, o por el acierto de las habilidades del dragón. El manejo de Spyro es realmente simple, podrá saltar, embestir, escupir fuego y planear, además dispondrá de Sparx, una pequeña libélula que le acompañará en toda la aventura y actuará como la salud del dragón. Y no necesita nada más en este primer juego. Los chicos de Insomniac consiguieron extraer una gran variedad de situaciones solo con estos elementos ayudándose del diseño de niveles, que aunque puede pecar en algunos momentos —más bien al final— de laberíntico, está pensado con mucho ingenio. Y por supuesto, habrá zonas de vuelo, niveles donde Spyro podrá volar indefinidamente mientras trata de conseguir una serie de objetivos, que refrescarán la experiencia de juego y probarán los nervios de los más completistas.
Spyro 2: Rypto’s Rage! dará comienzo con una secuencia en la que Spyro entrará en un portal para irse de vacaciones tras todo el jaleo de la primera entrega, sin embargo, terminará apareciendo en un lugar desconocido en el que necesitan su ayuda para derrotar al malvado Rypto. El segundo título de esta recopilación amplía los conceptos vistos añadiendo movimientos nuevos como el cabezazo, flotar, escalar, disparar proyectiles y el más importante, bucear. A diferencia del primer juego, aquí Spyro no morirá al tocar el agua sino que podrá conseguir la habilidad de buceo, que añadirá un montón de situaciones nuevas al gameplay. Los mundos se dividirán por niveles como el anterior juego pero estos se ampliarán en tamaño y complejidad gracias al backtracking, que debuta en esta entrega gracias a las habilidades que deberemos ir consiguiendo/comprando a lo largo de nuestro viaje. Por lo que si queremos completar al máximo este juego, deberemos regresar a zonas ya visitadas cuando sea necesario. Además, se añaden misiones secundarias y puzles que dotarán al título de una mayor variedad.
En Spyro 3: Year of the Dragon, el suceso que dará comienzo a la aventura será el robo de los huevos de dragón a manos de una chica conejo durante el festival del Año del Dragón. Como es menester, Spyro deberá salvar la situación, pero esta vez no estará solo, sino que lo acompañará Cazador. He aquí una de las principales novedades del título, la posibilidad de jugar como personajes distintos a Spyro. Por ejemplo, secciones de disparos con la libélula Sparx. Nuevamente, los niveles se expandirán en tamaño y posibilidades haciendo de este uno de los juegos más completos de la trilogía. Y algo que muchos recordamos, los minijuegos, que aunque ya vimos algunos en la segunda entrega, aquí toman mayor protagonismo. ¿Quién no ha querido alguna vez controlar a un dragón morado en monopatín?
Apartado gráfico y sonoro
El apartado gráfico es simplemente genial. Toys for Bob ha logrado que unas bases con texturas totalmente planas se conviertan en mundos totalmente coloridos, llenos de detalle y personalidad, en los que da gusto pasear. Desde el primer al último juego de la recopilación encontramos multitud de enemigos, escenarios, objetos y mundos completamente distintos. Las animaciones acompañan de maravilla al título, desde el caminar de Spyro hasta la burla del enemigo más básico, destacando toques sobresalientes como cuando dejamos al personaje quieto, cuando podremos disfrutar de cómo se estira, estornuda o como Sparx saluda a la cámara, entre otras muchas más que dejaré que descubráis vosotros mismos.
El arte en Spyro Reignited Trilogy rebosa cariño y dedicación, solo hay que ver el remodelado completo de cada dragón en Spyro the Dragon, cada uno dotado de un aspecto totalmente detallado de acuerdo con la temática del mundo. Pero, aunque el trabajo de la desarrolladora ha sido magnífico, también hay cosas que podrían ser mejores, como el añadido de más opciones gráficas (que son muy escasas, casi inexistentes). La opción de cambiar entre la estética actual y original de los juegos sería de quitarse el sombrero, y es algo que hemos visto en títulos como Halo: Master Chief Collection. Y como último (y leve) fallo, las caídas de frames puntuales al correr con el dragón.
En el apartado sonoro no tengo ninguna pega. Las conversaciones están correctamente dobladas al castellano, los sonidos, tales como los que hace el dragón al embestir o coger gemas, son Spyro en estado puro, y contamos con la opción de cambiar entre banda sonora original y remasterizada, siendo ambas grandes opciones.
Conclusión
Spyro Reignited Trilogy es la mejor forma de disfrutar del dragón morado ya seas conocedor o no de la trilogía. Gustará a los fans de Spyro y al resto del público por igual. Sin importar la edad, se ajustará a las necesidades de cada jugador de forma magistral gracias al genial diseño de Insomniac hace ya veinte años. Spyro pretende que te diviertas, y lo consigue con creces.