El género noir es uno de los más característicos del cine, habiendo dado pie a un sinfín de grandes obras atemporales, pudiendo destacar, por ejemplo, Perdición de Billy Wilder, Sed de Mal de Orson Welles, o incluso, ¿Quién engañó a Roger Rabit? de Robert Zemeckis (película que recuerda, en cierto sentido, al título que analizo hoy) . Y es que el noir es, junto al western, uno de los géneros que más se ha mantenido a lo largo de la historia del cine y que más ha influenciado en obras de otras artes, y en especial, en la industria de los videojuegos. Así, encontramos grandes obras de género policíaco y noir tales como L.A Noire de Rockstar, Grim Fandango de Lucasart, o Hotel Dusk: Room 215 de Cing, y curiosamente, ambas tienen una cosa en común: son aventuras gráficas en las que la historia y los personajes se imponen al resto de apartados. Es interesante ver cómo ciertos géneros nacidos en otras artes, se adaptan a los videojuegos siguiendo por lo general unos patrones en común. Pero eso no es lo que hemos venido a comentar hoy.

Siguiendo estos patrones, la buena gente de The Wild Gentlemen, un pequeño estudio establecido en Hungría formado por veteranos de la industria, ha decidido desarrollar un interesante título basado en las grandes obras del género pero con un giro un tanto peculiar… Y es que, tal y como indica su nombre, Chicken Police está protagonizada por una interesante pareja de gallinas detectives que deberán resolver un caso en un mundo constituido por animales antropomórficos. Es algo… raro, pero curioso. Lanzado para todas las plataformas de actual generación, hay varias preguntas que nos hacemos. ¿Se trata de una buena aventura gráfica? ¿Cómo está el desarrollo de personajes y la construcción del mundo? ¿Y cómo es el racismo en este mundo? Todo esto y más, a continuación.

 

Esa jungla conocida por ciudad

La historia de Chicken Police nos pone en la piel de Sonny Featherland, un detective privado y ex-policía de la ciudad de Clawville que vive el día a día resolviendo los casos que llegan a su despacho. Agotado y decepcionado, vive como un espectro, enganchado a la bebida y a los fantasmas de su pasado. Todo esto cambia con la llegada de una chica, que está ahí enviada por su jefa y que le propondrá uno de los casos más retorcidos, oscuros e interesantes de toda su carrera. Pero este no es un caso que pueda resolver solo, por lo que necesitará la ayuda de su antiguo compañero, Marty MacChicken, con quien tuvo una fuerte discusión que casi deriva en un tiroteo. Como podéis observar, a pesar de que la trama empiece de una forma un tanto cliché y represente muchos de los elementos más conocidos y repetidos del género, lo cierto es que la trama es muy buena, no teniendo casi ningún bajo en sus 6/7 horas de duración y manteniéndose con un nivel de interés bastante alto durante el desarrollo del juego. Los personajes principales tienen un gran desarrollo, destacando especialmente el de Sonny, que se alza como un protagonista muy interesante y de los mejores puntos del juego. La relación entre ambos detectives es un poco extraña, pues los problemas se arreglan demasiado pronto y Marty pasa a ser una especie de alivio cómico que, si bien no desentona con el ambiente del juego (animales humanoides en un ambiente noir/pulp, difícilmente puede desentonar algo aquí) acaba, en ciertas ocasiones, resultando un poco raro. En cualquier caso, al final es difícil no encariñarse con los personajes, y algunos secundarios son muy memorables.

Me gustaría destacar especialmente el mundo en el que se desarrolla la historia del título, la ciudad de Clawville. Desde el primer momento se nos presenta como una ciudad en la que los animales conviven a pesar de su raza, pero es realmente interesante el trasfondo y la profundidad que se nos da de la sociedad y las relaciones entre distintas especies. El juego no se corta nada a la hora de hablar de temas tan controversiales como el racismo, la prostitución o la violencia doméstica, y gracias a las figuras de los animales nos crean una serie de alegorías muy originales y únicas, que he visto pocas veces en ningún medio. Lo más similar, y siempre es bueno que algo recuerde a esta serie, es Bojack Horseman, que cuenta con una premisa similar. Y es que, podemos ver la ciudad de Clawville y la sociedad que la habita como una especie de versión retorcida de la Hollywoo de la serie antes citada, en la que se nos muestra de primera mano los elementos más oscuros y perturbadores de la sociedad. No es un juego recomendado para todos los públicos debido a la violencia, física, sexual y verbal que se muestra, pero si os gusta el género, más allá de lo cliché que puedan ser ciertos elementos de la trama, os gustará su historia.

 

Hallar pistas en los escenarios del crimen, como encontrar una aguja en un pajar

Siguiendo con la jugabilidad del título, al tratarse de una aventura gráfica al estilo clásico (es decir, point and click, en donde no podemos controlar la acción del personaje), la jugabilidad se limita bastante dando, como antes mencioné, una mayor importancia a la narrativa del título. Pero esto no quiere decir que este apartado no importe, ni mucho menos, pues encontramos un buen número de escenarios en los que investigar, encontrar pistas, hablar con los ciudadanos o sospechosos, interrogarlos o hacerles preguntas. La variedad no está mal, aunque hubiera echado en falta alguna opción más, pues al estar tan limitados la dificultad se reduce (considero que, en una aventura gráfica, la dificultad reside principalmente en los puzles, en saber qué hacer en cada momento, y si aquí solo podemos hacer un par de cosas, la dificultad se reduce). El juego quizá sea algo sencillo y corto, pero eso no significa que los rompecabezas sean también sencillos, o más bien, que las indicaciones para completarlos sean buenas, que no lo son. Habrá que estar atentos a los diálogos y elementos de escenario para poder completarlos, habiendo más de un puzle en los que me he quedado atascado debido a las indicaciones, algo regulares y poco útiles.

A la hora de interactuar con un personaje sacaremos nuestro lado más detectivesco, pudiendo hablar, observar, preguntar y, en caso de tratarse de un sospechoso o alguien íntimamente relacionado con lo que estamos investigando, interrogarlo. Las dos primeras opciones son las clásicas dentro del género, en donde se nos darán detalles sobre el aspecto, entorno o del propio personaje. Lo interesante está en las otras dos opciones. El preguntar nos permitirá indagar más acerca de temas concretos, lo que será vital para averiguar más acerca del caso y conseguir nuevas pistas que nos acerquen a la verdad, mientras que el interrogar abrirá una pantalla nueva en la que deberemos ir eligiendo preguntas para formular, y según la pregunta, aumentará o disminuirá un indicador de cercanía o rechazo del interrogado que nos acercará (o alejará) de la verdad. Esto último me ha resultado lo más interesante de la jugabilidad del título, ayudando un montón a generar una mayor inmersión, aunque sí que hecho en falta, de nuevo, un mayor número de opciones jugables.

 

Un apartado gráfico… más que peculiar

Uno de los elementos que más llama la atención y más destacan del título es, sin lugar a dudas, su excéntrico apartado gráfico, en la que se mezclan entornos y objetos 3D con imágenes fotográficas editadas de los personajes (que tienen cuerpo de humano y cabeza de animal, algo extraño pero a lo que uno se acaba acostumbrando). Las imágenes cuentan con un altísimo nivel de calidad, y se mezclan a la perfección con los entornos y demás elementos del escenario. Y hablando de los escenarios, estos encajan a la perfección con la ambientación del título, estando repletos de elementos y contando con un nivel de detallismo bastante alto. Es un apartado muy distinto del resto de juegos del estilo y de los juegos que podemos ver en la actualidad, pero eso no debe afectar en su calidad. Quizá pueda resultar raro a más de uno y no convencer por ser algo tan distinto y único, pero siendo objetivos, sí que hay un claro nivel de calidad.

En cuanto al sonido, es otro de los apartados estrella del juego. Todos los personajes cuentan con un actor o actriz de voz profesional que hacen su papel de forma excelente, amoldándose a la perfección al personaje que interpretan. Se trata de un doblaje ejemplar, de los mejores que he visto en mucho tiempo. La banda sonora también es realmente buena, muy al estilo de la de las películas noir y policíacas, por lo que se adapta a la perfección a la ambientación tan singular del título.

 

Conclusión: Una aventura gráfica salvaje y decente

Chicken Police se trata de una muy buena aventura gráfica que reúne lo mejor de las obras del género noir para mezclarlo en un entorno único e interesante, aportando una construcción de mundo excelente. Además, el juego llega traducido al español, por lo que el idioma no debería resultar un problema. Quizá a nivel jugable el título podría dar más de sí, añadiendo una mayor variedad jugable o una mayor interacción. Lejos de eso, se trata de un gran juego que demuestra el nivel de calidad de un estudio tan joven, capaz de ofrecer como primer título una obra tan completa. Habrá que estar atentos a los futuros títulos del estudio.