[Análisis] Cities Skylines Nintendo Switch Edition

En 2015, el juego Cities Skylines ve la luz por primera vez para PC, más tarde saldría para Xbox One, PS4 y, por último, la edición de la que hablaremos hoy, la de Nintendo Switch. Este título es un juego de construcción y gestión de ciudades, perfecto para los amantes de los retos ya que no es nada fácil llevarlo todo adelante.

Hay que recalcar que la versión para Switch no solo tiene un diseño y una IU diseñada especialmente para la consola, sino que el juego viene ya con dos de las más famosas expansiones que tuvo el juego, After Dark y Snowfall.

Historia

¿Se puede hablar de una historia en este juego? Para nada, no hay historia más allá que los cuatro tweets que van dejando tus habitantes para quejarse o alabar ciertas cosas que construyas, leyes que impongas, etc.

Por lo que si estabas buscando algún tipo de historia, este no es tu juego. De todos modos, el que no haya historia es algo bastante típico en los juegos de simulación de este tipo, intentad pensar en que historia tenían Los Sims, por ejemplo.

Desgraciadamente, y la verdad es que lo echo de menos, no hay si quiera ni unas misioncillas que sigan una historia y te ayuden a familiarizarte con los controles. Lo que si tenemos son una series de mini tutoriales al principio cuando queramos crear nuestra primera ciudad, algo es algo supongo.

Por todo lo dicho, no evaluaré el apartado de historia en este juego, porque me parece que no merece perder puntos por una cosa que es clásica de este género.

Jugabilidad

Cities Skylines es un simulador de construcción de ciudades bastante complejo, tanto es así que tu ciudad puede hundirse muy pronto como no sepas llevarla correctamente y, os aseguro de buena tinta, que eso pasará muchas veces.

¿Qué podemos controlar en nuestra ciudad? Todo. Parece difícil de creer pero no, prácticamente puedes controlar todo. Cosas que puedes construir en el juego:

• Zonas residenciales, comerciales o industriales, de bajo o alto rendimiento
• Distintos tipos de edificios tipo: comisarias, colegios, institutos, hospitales, centros comerciales, etc.
• Distintos tipos de energías para tu ciudad: carbón, hidroeléctrica, eólica, agua, turbinas, etc.
• Distintos tipos de transportes: autobuses, metro, trenes, etc.
• Parques varios y edificios emblemáticos como la Estatua de la Libertad, por ejemplo.
• Carreteras de un solo sentido, de doble sentido, más anchas o más estrechas.

Todo lo que construyamos, tendrá que estar cerca de una carretera, es una regla que, por desgracia, no nos podemos saltar, por lo que tendremos que tener una red de carreteras importante si queremos que nuestra ciudad crezca, además de, por supuesto, suministrar agua y luz a todas las zonas que construyas, si no quieres tener a los ciudadanos detrás de tu cabeza y que se acaben yendo de la ciudad. Como veis, la cosa se nos va complicando.

A parte de construir, una vez que tengamos lo que queremos en la ciudad, podemos manejar varias cosas al margen:

• Podemos controlar los impuestos, subirlos y bajarlos según a quien y cuanto, eso si, seguramente se te queje el sector al que se lo subas, pero a veces el dinero es necesario.
• Podemos pedir préstamos cuando tengamos una cantidad de población determinada, que iremos devolviendo en cómodos plazos, o simplemente podemos devolverlo del tirón si nos vemos con bastante dinero.
• Podemos crear y destituir leyes, como la anti tabaco, una que obligue a instalar contadores en todas las casas para ahorrar energía y muchas más que harán que algunos te alaben y otros te odien, por lo que es bueno controlar a las masas de tu ciudad.
• Podemos decidir cual será el presupuesto que le demos a cada ámbito de la vida de nuestros habitantes: agua, electricidad, educación, sanidad… vaya, como en la vida real.

Controlar bien todas nuestras opciones es primordial para el avance y evolución de nuestra ciudad. Por ejemplo: si queremos que haya industria especializada, tendremos que invertir en educación para tener titulados que lleven las fábricas, y con eso, todo lo que quieras hacer.

También puedes, una vez tengas una ciudad medianamente grande, crear distritos pos ciudades, que se llamarán de distinta forma y así podrás distinguir claramente donde se encuentran los problemas dentro de tu reino.

Gráficos y sonido

Los gráficos de Cities Skylines no son precisamente un portento, pero es cierto que están bastante bien para el tipo de juego del que estamos hablando. Hay que tener en cuenta que tenemos que construir, manejar, y ver crecer una ciudad desde cero, algo que es complicado de animar, teniendo en cuenta que va cambiando en función de lo que haga el jugador. Eso, y que los diseños vienen de un juego de hace 3 años, y, en cierto modo, se nota.

Aunque hay que reconocerle que los edificios, coches, movimiento, etc, todo tiene una cantidad de detalle verdaderamente asombrosa, y todos son distintos y dan a tu ciudad un aire realista que la verdad es que se agradece porque es bastante bonito de ver.

También hay que tener en cuenta que el juego no solo cambia entre día y noche, sino también según los eventos atmosféricos, como la lluvia y la nieve.

Como podéis ver en las imágenes, además tendremos una vista general del juego en nuestra pantalla, lo cual se agradece dentro del diseño porque sino sería muy complicado llevar todas las gestiones que incumben a tu ciudad.

En cuanto al sonido, la verdad es que el sonido ambiental está muy conseguido, ruido de coches, personas, lluvia, etc, todo te ayuda a saber que problemas hay, donde ha habido un incendio y van los bomberos, etc. Si hablamos de música de fondo en general, no le he visto mucho sentido, tampoco le he prestado mucha atención porque llevar la ciudad es una tarea demasiado dura como para despistarse, sinceramente.

Conclusión

Recomiendo este juego a todo amante de la simulación/construcción de ciudades que quiera un reto en condiciones. En mis tres primeras partidas duré menos de media hora y se me fue la ciudad a pique, hasta que fui aprendiendo a llevar ciertos asuntos, y fue durando cada vez más.

Por eso os recomiendo ir poco a poco, no creerse que estás jugando a Los Sims, tener cuidado con el dinero, vaya, lo que harías en tu vida diaria. Lo mejor es tomárselo de esa manera porque es un simulador bastante realista de lo que es una ciudad real como en la que vivimos.