[Análisis] CYGNI: All Guns Blazing

El género bullet hell no es para todos, eso sin duda, pero sí para aquellos que disfrutan del caos en pantalla en forma de disparos, luces y sonidos por doquier. Navegar por una pantalla llena de proyectiles mientras repartes tu propia justicia explosiva puede ser emocionante, aunque requiere de cierto nivel de habilidad y una gran dosis de reflejos (igual que pasa, por ejemplo, con ciertos juegos rítmicos). CYGNI: All Guns Blazing, el nuevo lanzamiento de Konami y KeelWorks, es tremendamente difícil, con un sistema de control complejo pero impresionante, un título que se adentra en esta arena salvaje, acentuada con gráficos modernos y brillantes y la misión de regresar a la intensidad impulsada por la adrenalina que recuerda a los días de los arcades, con desafiantes e increíbles peleas contra jefes y récords de tiempo. Dicho esto, ¿consigue esta desafiante experiencia dar en el blanco o se pierde en medio del fuego cruzado? Averigüémoslo en este análisis de CYGNI: All Guns Blazing.

 

 

La clásica historia de humanos contra alienígenas

Acampados en los restos de una civilización perdida hace mucho tiempo en el planeta CYGNI, las fuerzas de la Tierra son diezmadas por un ataque sorpresa de una poderosa raza alienígena biomecánica. Jugando como uno de los últimos pilotos del último portaaviones de la flota, Ava, eres la última línea de defensa contra el inquebrantable bombardeo alienígena. Esta es una historia sobre la lucha de la raza humana por sobrevivir en un planeta alienígena y, desde luego, KeelWorks se las ha ingeniado para que cada nivel se sienta como una misión suicida en territorio enemigo, con oleadas de naves disparándote desde todos los ángulos de la pantalla.

Si bien la campaña principal es corta (se puede superar en fácilmente tres horas), la rejugabilidad es infinita. Hay varios niveles de dificultad que te pondrán a prueba más allá de lo imaginable, con insignias para recolectar que siempre te darán algo a lo que apuntar, y una variedad de mejoras para tu nave que ofrecen nuevas habilidades y oportunidades para fortalecer lo que ya tienes. Luego está la posibilidad de jugar las misiones con un amigo en modo cooperativo, lo que agrega otra capa de juego emocionante a las misiones mientras te desplazas por la pantalla al unísono con otra persona. Por supuesto, a esto contribuye que CYGNI: All Guns Blazing tenga un esquema de control preciso y receptivo. Asimismo, al completar la campaña desbloquearás el modo Arcade, una alegría para los más puristas de la época de las recreativas

 

Una experiencia propia de la vieja escuela

CYGNI: All Guns Blazing es lo que cualquiera que conozca mínimamente el género esperaría. La pantalla estará repleta de naves enemigas, que llenarán el aire con balas que tendrás que sortear desplazándote rápidamente por pequeños huecos que queden entre unos proyectiles y otros. Armado con una aeronave personalizable, destruirás cualquier objeto volador hostil que se te presente con ametralladoras, misiles teledirigidos y cañones láser. En cualquier caso, mi consejo es que antes de lanzarte a la campaña te dejes caer por el tutorial para probar de primera mano todas las mecánicas que el juego tiene para ofrecerte. Seguramente, con esa visita y algún que otro intento en el primer nivel, deberías entender lo que esta experiencia tiene preparado para ti. Y es genial, especialmente si eres un ávido aficionado del género. Sin embargo, mucho cuidado, pues los recién llegados deben extremar las precauciones si no quieren caer en la frustración más pronto que tarde.

Una de las características más destacadas de Cygni: All Guns Blazing es la posibilidad de controlar la dirección de los disparos con el joystick analógico derecho. Está claro que no se trata de un juego de disparos con dos joysticks. No giras trescientos sesenta grados, pero al menos tienes suficiente alcance para realizar disparos precisos mientras esquivas el fuego enemigo. Esto crea otra capa de estrategia en la que, en el fragor de la batalla, puedes centrarte en los enemigos que importan. Otra mecánica excelente es el sistema de gestión de energía. Puedes distribuir energía sobre la marcha (la dejan caer los enemigos al ser destruidos), mejorando tu poder de ataque o defensa, según lo requiera la situación. Es un acto de equilibrio de alta intensidad: si te concentras en el ataque, podrías quedar expuesto, pero si logras acabar con una oleada o derrotar a un jefe exigente, eso podría dar sus frutos. De hecho, manejar con eficacia este sistema es vital, siendo incluso más importante que esquivar las balas per se, ya que tu escudo puede recibir una gran cantidad de impactos.

A su vez, la ayuda viene en forma de mejoras que puedes comprar para tu nave entre misiones, usando los créditos que hayas acumulado. Estas incluyen mayor daño, balas teledirigidas, una mayor cadencia de fuego para tus ataques terrestres y una bomba inteligente explosiva que sacrifica una parte de tu escudo al desplegarse. Puedes desbloquear también armamento y drones, entre otras cosas. Sin embargo, todo cuenta poco, ya que en los niveles de dificultad Medio y Difícil dan una sola vida al jugador, y si mueres durante una misión, volverás al principio. Por tanto, si no sois muy duchos, el modo Fácil es mucho más llevadero, ya que te otorga tres vidas con las que superar un nivel, lo que pese a todo puede no ser una tarea fácil. Pronto te darás cuenta de que equilibrar la potencia de tus armas y escudos es bastante crucial: cuando tus escudos están bajos, puedes extraer una celda de la potencia de tu arma a cambio de una celda de tu indicador de escudo. Si tus escudos están llenos y hay objetos que reponen escudos flotando por ahí (no hay potenciadores, así que eso es todo lo que hay), es una buena idea potenciar tus armas sacrificando un poco de tu escudo.

 

Luces, colores y muchas explosiones

Si le echas un vistazo a cualquier gameplay de CYGNI: All Guns Blazing, no tardarás en caer en la cuenta de que su apartado gráfico es una de sus más grandes virtudes (quizás la que más), pues dentro del género, sin ninguna duda, consigue demostrar que es vibrante y colorido, un auténtico placer para la vista. Los gráficos son perfectos, con explosiones vibrantes y diseños ricos en polígonos. A menudo se pueden ver tropas aliadas avanzando, ocasionalmente brindando ayuda. Algunos jefes son tan grandes que pueden alcanzar a Ava en el cielo simplemente parándose. El rendimiento fluye bien, incluso con tantas cosas sucediendo al mismo tiempo. Dicho esto, si bien los jefes son ciertamente enormes y lucen imponentes debido a un uso inteligente de la perspectiva, los enemigos normales son pocos variados y por ende, bastante olvidables. Por otro lado, al verse tantas cosas en pantalla, a veces es complicado seguir tantas balas dirigiéndose hacia nuestra nave entre tantas explosiones y ruido. Evidentemente, es parte del experiencia del género bullet hell, pero puede suponer una dificultad añadida para los que sean más neófitos en estos títulos.

En cuanto a la banda sonora, es correcta y sigue el enfoque cinematográfico del juego. ¿A qué me refiero? Bueno, sinceramente esperaba una banda sonora enérgica y trepidante, una de esas que consigue motivarte constantemente y mantenerte en la tensión necesaria para un juego que requiere de precisión por nuestra parte. En cambio, se ha optado por un enfoque más orquestal, algo que uno esperaría de películas espaciales en vez de en un juego de tiros de alto octanaje. Hay secciones más genéricas y otras que realmente consiguen brillar, no obstante, esperaba otro tipo de composiciones. En otro orden de cosas, los efectos de sonido son de primera categoría y contribuyen con la inmersión, mientras que las voces, aunque con una presencia más que breve, cumplen su función.

 

Conclusión

Cygni: All Guns Blazing es un matamarcianos de la vieja escuela con un toque moderno, que ofrece esa diversión inmediata clásica de las recreativas, pero aderezada con unos gráficos de alta resolución realmente llamativos. Por supuesto, está lejos de ser perfecto, pero hace lo suficiente para satisfacer a cualquier aficionado al género, especialmente a los más avezados, ya que exige mucho del jugador, lo cual, evidentemente, juega a la contra a la hora de recomendárselo a aquellos que no sean jugadores habituales a este tipo de experiencias. En cualquier caso, si quieres probar con el modo Fácil, una vez que consigas hacerte con el ritmo que exige el juego superando los primeros escollos, se vuelve una experiencia difícil de dejar hasta el final.