[Análisis] Gigantic: Rampage Edition

Os voy a ser completamente sincero: nunca he jugado a League of Legends ni a ningún otro MOBA, más allá de algún análisis puntual que haya tenido que realizar y de alguna partida suelta al proyecto de moda del momento, como ocurrió en su día con Heroes of the Storm. Os intentaría dar algún motivo por el que no me he adentrado en el género, pero no tengo excusa. Simplemente, el género nunca me ha interesado lo suficiente como para hacerme perder horas en mi día a día. Ahora, no puedo decir lo mismo con los hero shooter, esos juegos multijugador en los que los jugadores controlan a toda clase de héroes dotados de habilidades únicas que se complementan entre sí a la perfección mientras hacen frente a un equipo rival. No os negaré que he perdido más horas de las que me gustaría admitir en Overwatch, y tampoco puedo negar que espero con unas ganas tremendas el lanzamiento de Marvel Rivals. No sé que es lo que tienen estos juegos, si es su variedad de personajes o su acción desenfrenada, pero al final del día son lo más cercano a una adicción que he vivido en mis propias carnes. Y si me paro a pensarlo… ¿No tienen muchísimo en común los MOBA y los hero shooter?

Veamos… Ambos son géneros centrados en el componente multijugador y en la cooperación entre jugadores, presentando partidas en las que, por norma general, dos equipos tienen que controlar héroes que cumplen roles concretos mientras eliminan a la competencia y se hacen con objetivos y zonas rivales. La principal diferencia se encuentra en el control de los personajes y en la perspectiva a través de la cual observamos la partida, además de que los hero shooter abandonan cualquier componente rolero y estratégico a favor de un acercamiento directo a la acción. Sin embargo, la línea entre ambos géneros es tan delgada que resulta inevitable que se lancen juegos que tomen ideas de ambos. Este es el caso del título que hoy vengo a analizar, Gigantic: Rampage Edition, la versión definitiva y mejorada de un juego lanzado hace seis años y que fue retirado debido a no alcanzar las cifras de jugadores activos deseadas… Y a que el estudio detrás del proyecto original, Motiga, cerró sus puertas. Si bien detrás de los focos la IP sufrió una enorme cantidad de desajustes y cambios, ha sido el estudio Abstraction Games el encargado de devolver a la vida al proyecto. Sin embargo… ¿Habrán conseguido realizar los ajustes necesarios para que el título esté a la altura de los cambios vividos en la industria? ¡Veámoslo en el análisis completo, que podéis leer a continuación!

 

Luchando entre héroes y villanos

Gigantic: Rampage Edition llega a Xbox One, Xbox Series X/S, PS4, PS5 y PC dispuesto a demostrar que nunca es tarde para hacerse un hueco dentro de dos de los géneros más exitosos de la industria, manteniendo los elementos que hicieron popular al título original e incorporando toda clase de novedades que justifiquen su regreso. Como buen juego centrado única y exclusivamente en su modo multijugador, el título de Abstraction Games no presenta una historia al uso, si no que va ofreciendo pequeñísimas muestras de lore y desarrollo de personaje a través de diálogos y textos que, sinceramente, no aportan absolutamente nada al conjunto. Aquí encuentro uno de los más grandes problemas de este regreso, y es que no siento que hayan aprendido nada de la clave del éxito de juegos como Overwatch o League of Legends. En ambos, los héroes que controlamos van más allá de ser simples NPCs; tienen su historia, su personalidad, y las interacciones entre los personajes aportan mucho. Conocer más sobre los héroes se ha convertido en una parte crucial de la experiencia, mientras que en Gigantic no hay nada que nos permita conectar con los personajes disponibles. Estos son seres que, aunque visualmente son atractivos y llamativos, no enganchan a nivel emocional.

En cuanto a las novedades que trae consigo esta nueva edición, lo cierto es que no terminamos de encontrar suficientes elementos como para justificar el regreso del título. Así, junto al escaso contenido del que hacía gala la versión original encontramos dos nuevos héroes, Roland y Kajir, y dos nuevos mapas, Picaro Bay y Heaven’s Ward, así como un buen puñado de nuevas skins y elementos cosméticos. Los modos de juego también se han visto ampliados… Aunque de manera escasa, pues solo se ha añadido el modo Rush, que no deja de ser una suerte de “partida rápida” más sencilla que el clásico modo Clash. También se pueden crear partidas personalizadas, si bien la variedad de opciones que ofrece el título para modificar las reglas son realmente limitadas. Si bien desde Abstraction Games han prometido que irán actualizando el juego de forma constante con nuevo contenido, siento que tras tantos años de espera el juego debería haber regresado con una mayor cantidad de novedades y cambios, sintiéndose de nuevo un paso por detrás de los grandes éxitos del género. En una nota algo más positiva, hay que destacar que el juego llega a nuestro territorio en español y que cuenta con función crossplay, permitiéndonos competir con los jugadores del resto de plataformas.

 

Apuntando al guardián para ganar la partida

Si bien los dos modos de juego principales de Gigantic: Rampage Edition alteran levemente el desarrollo de las partidas, la base siempre es la misma, presentando a dos equipos de 5 jugadores que deben recorrer los entornos recopilando orbes y derrotando enemigos con el objetivo de derrotar al guardián enemigo, una enorme criatura cuya barra de vida costará bajar. Si os soy completamente sincero, Gigantic: Rampage Edition no ofrece absolutamente nada que no hayamos visto en otros juegos similares. Por mucho que en su lanzamiento original pudiera presentar ideas originales, a día de hoy otros títulos se han adelantado y han sabido experimentar de forma acertada. Lo que encontramos aquí es un juego que no ha sabido mantenerse a la vanguardia y que sirve como una especie de cápsula del tiempo que nos devuelve a la industria de hace cinco años. Esto es una auténtica pena, pues lo cierto es que el núcleo jugable es realmente divertido, presentando partidas variadas y divertidas compuestas por un elenco de personajes sólido repleto de habilidades especiales y movimientos únicos. Jugar a Gigantic sigue siendo divertido, pero no se puede decir que aporte nada a un género que, a día de hoy, se siente un poco estancado. 

Visualmente tampoco es que se haya trabajado mucho. Más allá de un par de retoques en la resolución, los modelos de los personajes y el rendimiento, el juego sigue viéndose exactamente igual que en su lanzamiento original, demostrando una vez más el poco trabajo que ha puesto el equipo detrás de este port. En lo técnico no encontramos problemas importantes más allá de la irregular conexión que se experimenta en algunas partidas. Por último, el apartado sonoro del título resulta cuidado aunque poco llamativo, pues ni el doblaje ni la banda sonora musical sobresalen realmente.

 

Conclusión: Una buena base mal cuidada

Gigantic: Rampage Edition se trata de una oportunidad desaprovechada para traer de regreso un título que, con algo más de cuidado y esmero, podría alcanzar a los grandes exponentes del género. A fin de cuentas, el título de Abstraction Games tiene los ingredientes para el éxito: un buen elenco de personajes, un sistema de control decente, un diseño de mapas sólido… Pero nada de esto se ha expandido, si no que se han añadido un par de novedades sencillas y rápidas de realizar y se ha lanzado al mercado. Una verdadera pena, aunque no quita que sea divertido de jugar.