[Análisis] Have a Nice Death

Ah, la rutina diaria… Ya sabes, lo que la vida adulta tiene reservado para todos nosotros, al menos, para los que no hemos tenido la suerte de nacer en una familia pudiente ni hemos heredado una mansión de nuestro tío de Australia y toda su fortuna. Esa terrible y repetitiva sensación que lleva a una vida aburrida y monótona digna de un Sim. Te levantas, te duchas, desayunas, sales a trabajar, descansas para comer, ya a la tarde-noche regresas para casa, cenas y te acuestas; hasta que suena el despertador y vuelves a bailar el mismo bis un día tras otro hasta que llega la jubilación o la muerte, el dulce y a la vez triste abrazo final. Y hablando de la rutina, el protagonista del juego que hoy analizamos, la mismísima Muerte de Have a Nice Death, el roguelike de desplazamiento lateral en dos dimensiones desarrollado por Magic Design Studios y publicado por Gearbox Publishing, está igual de atada que nosotros, aunque por su naturaleza, no habrá final para su largo trabajo, ese contrato social que mantiene con su trabajo de llevarse las almas de los difuntos… Poético, quizás incluso con cierto romanticismo.

Have a Nice Death se muestra desde su cinemática introductoria como una propuesta muy interesante si lo comparamos con otros videojuegos del género. Exuda un nivel absurdo de encanto en casi todos los aspectos, desde su historia hasta su elenco de personajes, a la vez que se las apaña para mantener un alto nivel de calidad en su diseño de combate y entornos. Sin embargo, y como no podía ser de otra forma, hay algunos contratiempos por aquí y allá, y hay cosas que lo hacen hasta cierto punto una opción más floja que sus contemporáneos en varias áreas. Sin embargo, este es un videojuego excelente y cualquier aficionado de los roguelike seguramente adorará de una forma u otra esta divertida obra. ¿Queréis saber más? ¡Pues vamos a coger la guadaña y a entrar en materia!

 

Si quieres algo bien hecho, hazlo tu mismo

Have a Nice Death resume de forma magistral y cómica toda su historia a través de una cinemática de apertura de unos dos minutos y sin necesidad de una sola línea de diálogo. En un principio, la Parca se encargaba de cosechar las almas de los difuntos personalmente, pero después de mucho trabajo por culpa de las propias muertes naturales, enfermedades, accidentes, asesinatos y demás; cansado, con su libro de almas lleno hasta los topes y su guadaña desgastada, decide invocar a los Lamentos, una serie de entidades tenebrosas que comenzarán a cosechar las almas en el nombre de su jefe, ahora, tomándose un merecido descanso en su despacho de Death, Inc, su nueva corporación creada para descargar un poco de trabajo y ceder responsabilidades a otros empleados, dedicándose únicamente a sellar los papeles de defunción, que parecen llegar sin ton ni son. ¿Qué está pasando? ¿A qué se debe este escandaloso número de decesos que inundan su despacho de un papeleo interminable? La respuesta: los Lamentos.

Así pues, la Parca, ya una sombra de lo que un día fue carente de la mayor parte de su poder debido a la falta de trabajo de campo, y que goza a este punto del respeto justo por parte de sus Lamentos, decide que esto pasa de castaño oscuro y coge su guadaña para hacer lo que mejor sabe, segar y llevar a cabo unos cuantos “recortes de personal” pasándose por los diferentes departamentos que componen Death, Inc. ¿Será capaz de poner firmes a unas entidades poderosas y acomodadas que, en vez de ayudarle de la forma que esperaba, se han hecho con el control y monopolio de su empresa y la siega de almas humanas? Solamente el tiempo, la paciencia y un puñado de intentos, podrán poner fin a este despropósito. Recuerda, eres la Muerte, por lo que… ¿Cómo podrían detenerte los Lamentos si fracasas en tu empeño por darles su merecido?

Quizás, lo más importante y a la vez valioso de Have a Nice Death, es el hecho de que, aprovechándose de ese diseño de la cultura empresarial en el que se basa, es que lanza una mordaz sátira al trabajo, al agotamiento, al quemarse en la oficina, incluso a ciertos comportamientos reprochables dentro de la misma. Y esta deliciosa ironía no se queda únicamente ahí, pues los diversos departamentos de los Lamentos son toda una declaración de intenciones, que van desde el Departamento de Adicciones al de Contaminación Industrial, no se olvidan de presentar temas como lo nociva que es la comida rápida (Departamento de Procesamiento de Alimentos Tóxicos) o la guerra (Departamento de Guerra Moderna). Básicamente, el juego parece querer decirnos que este estilo de vida (contaminación, comida procesada, automedicación) en combinación con el único objetivo de trabajar demasiado y producir, producir y producir, está acabando con nosotros, con nuestra propia salud mental. Es difícil no verse hasta cierto punto reflejado en Parca, un oficinista que repite día tras día una repetitiva acción, cada día acumulando más y más carga laboral, llegando así hasta el agotamiento, descrito con gran acierto por el juego de la siguiente forma: “Es la sensación de estar atrapado en una rueda de hámster gigantesca que nunca deja de girar… Se trata de un estado de cansancio físico, emocional y mental debido al estrés prolongado y la ausencia total de control en el trabajo.”

 

Al morir no hay huir: Porque la muerte es inevitable

En Have a Nice Death, podrás matar a las almas perdidas que han comenzado a invadir el Inframundo de varias maneras. Desde rebanar y cortar en cubitos con la hoz o las diferentes variantes de la confiable guadaña de Parca, hasta usar un arma secundaria pesada (como un espadón) o a distancia (un arco), o usar magia infernal con diferentes resultados, y es que, no hay duda de que Parca tiene muchas herramientas a su disposición, como ya se demostró en un tráiler dedicado a las «herramientas del oficio», asegurando que hay más de 70 armas diferentes para llevar a cabo nuestro particular correctivo sobre los Lamentos. El combate se siente rápido, ágil y muy satisfactorio. Rápidamente podrás llevar a cabo unos cuantos combos bastante decentes y atravesar a tus enemigos. Sin embargo, ten en cuenta que las habilidades con las que comienzas variarán entre las diferentes runs.

La experiencia de Have a Nice Death implica, más que elegir las armas y hechizos adecuados, mucho esquivar y aprender conjuntos de movimientos enemigos, de forma similar a como lo haríamos en cualquier juego de corte Souls, recompensando prestar atención y aprender patrones enemigos. En este sentido, debes abrirte camino a través de los enemigos mientras aprendes la mejor manera de lidiar con cada uno de ellos, ya que cada uno es único. Además, cada uno de los personajes a los que se enfrenta Parca en esta aventura roguelike por los Departments de Death, Inc. tiene sus propias proyecciones específicas. Por lo tanto, no es demasiado difícil saber cuándo esquivar y cuándo atacar, siempre que te molestes en tomarte un tiempo para tomar distancia y estudiar a tus enemigos en vez de lanzarte a lo loco a la acción, de lo contrario, no tardaremos demasiado en volver a la silla de nuestra oficina por la vía rápida.

Al igual que su sistema de combate, el movimiento en Have a Nice Death es suave e increíblemente fluido. Parca puede saltar rápidamente y abrirse camino entre las diversas plataformas que pueblan los macabros entornos de oficina de cada uno de los Departamentos tematizados para la ocasión que iremos visitando. Los entornos en sí son bastante abiertos, lo que significa que hay mucho margen para la maniobrabilidad durante los enfrentamientos. Esto, permite a los jugadores moverse fácilmente y llegar a lugares de difícil acceso para recoger objetos, como Anima, que usarán para recuperar la salud perdida. Y ojo, que haya algún que otro ítem útil esperando a ser recogido, no quiere decir que la exploración del título sea interesante como puede serlo en Hollow Knight, pues esta es una experiencia seccionada y lineal con una exploración mínima. De hecho, no es excesivamente común toparse con objetos a menos que, al llegar al ascensor del final de cada sección, decidas ir a un tipo de planta concreta con aquello que buscas.

La estructura básica de una run en Have a Nice Death se desarrolla de la siguiente forma. Parca baja de su oficina y entra en un ascensor que le lleva hasta la parte de departamental de Death Inc. ¿El objetivo? Ir sobreviviendo a diferentes secciones que conforman cada uno de los departamentos, que comienzan con un ascensor y terminan con otro al final de la misma, mientras por el camino vas derrotando a una miríada de enemigos a la vez que intentas perder la menor cantidad de salud posible. Una vez que Parca llega al ascensor que lleva al despacho del Lamento de cada uno de los departamentos, tocará enfrentarse al jefazo de turno con sus diferentes fases. Si vencemos, seremos recompensados y nuestro viaje continuará al siguiente departamento. ¿Y si Parca cae derrotada? Bueno, pues vuelta a su despacho y, después de un balance de resultados en base al oro conseguido, volvemos a intentarlo. Huelga decir que todo lo conseguido se pierde, aunque gracias al oro logrado se desbloquean algunos bonus fijos que serán útiles en las sucesivas runs. Asimismo, después de cada vuelta al despacho desbloqueas más diálogos con tus empleados y también puedes aceptar solicitudes y contratos.

Por motivos evidentes del propio género, la dificultad y el desafío son un componente intrínseco e importante de la mayoría de los roguelikes. Si bien son muchos los jugadores que vienen buscando un reto exigente considerando esto un atractivo, a otros tantos les supondrá un verdadero impedimento, un gran dolor de cabeza, una barrera difícilmente superable que le lleve a alejarse de cualquier título de este estilo. Si sois de estos últimos, os alegrará saber que el juego tiene un modo “Autorrealización” que facilita nuestra visita por los diferentes departamentos de Death Inc. Este modo permite comenzar la partida con tres ánimas (cargas curativas), permite recuperar la mitad de tu salud al derrotar a un Lamento, reduce el daño infligido por los esbirros a casi la mitad, y por último, las ánimas curan más con cada asesinato. Nada mal, ¿verdad? A pesar de que de primeras parece un modo fácil, en realidad es solo una forma de dar más opciones a más personas: el juego sigue siendo difícil en el modo de autorrealización, especialmente los jefes, pero abre las puertas y permite más indulgencia, por lo que los jugadores menos hábiles pueden pasar un rato divertido.

 

Una oficina de lo más mundana

Have a Nice Death es un juego encantador y con mucha personalidad. El arte y la estética del que hace gala el juego causan una primera impresión realmente buena desde el menú inicial animado hasta la cinemática introductoria. Los diseños de sus personajes oscuramente retorcidos, son memorables y encapsulan perfectamente las personalidades de cada uno, que son básicamente parodias de diferentes estereotipos que van desde la dulce y amable asistenta personal embobada con el jefe, hasta el entusiasta y siempre trabajador incapaz de quedarse quieto, sin olvidarnos de un personaje dedicado a la decoración de la oficina que a buen seguro recordará a muchos a la diseñadora de moda de la película Los Increíbles. Posiblemente, al hablar de su diseño artístico, lo más aproximado sería decir que es una especie de híbrido entre Hollow Knight y la obra de Tim Burton.

Siguiendo con la comparativa de Hollow Knight, Have a Nice Death se presenta en blanco y negro mayoritariamente, al igual que el título de Team Cherry. Esta elección de arte monocromático funciona a las mil maravillas en el título, ya que el color se usa con mucha moderación. Esto ayuda a diferenciar las distintas cosas que suceden en la pantalla, ya que a todo se le ha asignado su color designado. Púrpura para la muerte, azul para el bien y rojo para el mal. Esto sirve para asegurar que los jugadores nunca pierdan la pista de nada, especialmente con el ritmo ágil que le son propios al combate del juego. A modo de queja, apuntar que las secciones no cambian mucho más allá de verse diferente, volviéndose rápidamente repetitivos. Puedes jugar una sección de diferentes Departamentos y no habrá ninguna diferencia importante aparte de las pilas de papeleo en comparación con los caparazones mortales y el alambre de púas. Cuando todo lo demás funciona tan armoniosamente, la falta de diversidad en la forma en que se aplican los cambios ambientales es solo un poco decepcionante.

Si bien como apuntaba esta es una experiencia con más virtudes que defectos, hay algunos problemas que me veo en la obligación de señalar. Durante mi tiempo de juego, siempre subtitulado al español, en más de una ocasión se colaron textos en portugués durante mis distintas conversaciones; a esto, hay que sumarle que algunas cosas se han mantenido directamente en inglés por algún motivo que desconozco, como “upgrade cost”. Asimismo, al menos en Nintendo Switch, pues es la versión utilizada para la realización de esta reseña, experimenté varios lagazos importantes, tirones que, en este género pueden costarle a uno fácilmente una run. Comencé a experimentarlas en mayor medida en uno de los departamentos finales, al aparecer varios cuervos en pantalla, un enemigo que suele ir en grupo. Por otro lado, los bonus que se desbloquean con oro son en ocasiones bastante absurdos, al nivel de lograr un 1% más de posibilidades de conseguir un arma rara durante una run… Sí, como lo oyes, un miserable uno por ciento.

 

Conclusión

Have a Nice Death es un divertido y adictivo roguelike de ritmo rápido cuya principal fortaleza es la combinación de su diseño artístico con su sátira empresarial relacionada con temas sensibles como el crunch, el burnout y los problemas de una sociedad demasiado centrada en el trabajo y muy poco en la persona. En definitiva, Magic Design Studios ha creado un un roguelike convincente, una adición sólida a la biblioteca de cualquier aficionado al género, y pese a que está un peldaño por debajo de los grandes del género, no hay duda de estamos ante un imprescindible tanto para aquellos que buscan un desafío como para aquellos que quieren algo ligero para jugar durante sus descansos a la vez que disfrutan de una buena animación llena de personalidad.