Como siempre, cuando nos cedieron este código lo primero que hice fue entrar en YouTube y ver qué me podía ofrecer, con unas expectativas bastante bajas para ser honestos; no obstante, logró captar mi atención al tener un remoto aire a Celeste, así que me decidí a darle una oportunidad, y pese a que no se acerque ni por asomo a ser un juego a la altura de Celeste, tampoco se acerca a ser un mal juego.

Estoy hablando de HoPiKo, juego desarrollado por Laser Dog y distribuido por Merge Games. Este título salió anteriormente para Android, iOS, PS4, Xbox, PC y por último a Nintendo Switch (versión la cual analizo), por lo que haceros con él en caso de que os interese no será un problema independientemente de las plataformas de las que dispongáis.

 

Salva tu consola

No sé vosotros, pero yo no puedo pasar un solo día sin tocar alguna de mis consolas, necesito mínimo mi media horita jugando para evadirme y liberar el estrés, y si ya me enfado cuando mi WiFi no funciona y no puedo jugar online, no quiero imaginarme si algo inhabilitase mi consola… como es el caso que se da en HoPiKo. Dentro de lo que parece una Nintendo Entertainment System (NES), habitan montones de hopiko, que son los encargados de hacer que la consola funcione a la perfección y de que el gozo de los títulos que se jueguen en esta sea el máximo posible, hasta que un día aparece un virus, el cual provoca que la consola deje de funcionar acabando con todos los hopiko… excepto con uno, el cual tomará la misión de acabar con el virus y todas las copias que ha creado para devolver la alegría a los dueños de la consola.

A nivel de jugabilidad, HoPiKo muestra los controles más sencillos que recuerdo en un tiempo, pues solo es necesario uno de los dos joysticks (a elección del usuario, pero es necesario configurar cuál de los dos ya que vendrá preseleccionado el derecho). Con este nos encargaremos de seleccionar el punto al que queremos llegar con nuestro movimiento y, tras soltar la palanca, hopiko saltará directamente hasta donde le hayamos mandado. También tenemos la opción de hacer un salto en un perfecto angulo recto (90º) desde nuestra posición tan solo pulsando ZR, pero como digo, únicamente será necesario el joystick ya que se puede hacer de todas formas.

¿Por qué debemos saltar? Pues bien, básicamente las pantallas se rigen por pequeñas plataformas entre las cuales deberemos ir saltando sucesivamente hasta conseguir alcanzar el virus y de esta manera inhibirlo. Dichas plataformas no serán todas iguales, sino que tendremos varios tipos de ellas: las hay fijas, sobretodo para los primeros niveles; temporales, que desaparecen poco tiempo después de haberlas pisado; movibles, que usan tu impulso de llegada para moverse como si de un terreno de gravedad cero se tratase; intermitentes, etcétera. Estas serán fácilmente diferenciables ya que los patrones de dibujo son lo suficientemente distintos, pero ¿podremos identificar de qué tipo se trata yendo a alta velocidad?

En HoPiKo se nos presentan cinco mundos distintos a superar, dentro de cada uno de estos encontraremos diez niveles y, de nuevo, estos se subdividen en cinco pantallas cada uno. A lo largo de estos cincuenta niveles, la curva de dificultad es idónea puesto que desde que empiezas hasta que terminas el juego, puedes notar como aumenta tu nivel gracias a las habilidades adquiridas en base al ensayo-error de todos los intentos anteriores, significando esto que, pese a notarse una mayor dificultad cada vez, en ningún momento resultará imposible o lo suficientemente frustrante como para dejar de lado el juego.

¿Dónde está pues el desafío real? Simple: en cada uno de los niveles, dado que estos deben superarse del tirón, es decir, no puedes completar cuatro pantallas y luego repetir la quinta cada vez que falles, sino que hemos de completar las cinco seguidas si queremos dar por concluido el nivel; esto implica aprenderse de memoria los tiempos de los enemigos y la posición exacta en la cual debemos caer con tal de llegar sin terminar explotados.

Y por si queréis más, podéis dedicaros a pasaros el juego al 100% consiguiendo las tres insignias que te ofrece cada nivel, estas son: la primera es la más sencilla puesto que se consigue únicamente completándolo; la segunda te la entregan al completar cada pantalla dentro de un tiempo determinado, que no será de más de unos segundos; mientras que la tercera se obtiene al conseguir una consola que está en una pantalla del nivel, generalmente en una zona de lo más difícil de alcanzar, así que preparaos para vuestra frustración completa al tener que repetir niveles completos más de una y más de dos veces.

 

Apartado audiovisual

No puedo decir que el apartado gráfico de HoPiKo sea bueno como tal porque os estaría mintiendo, pero también es cierto que no requiere nada más allá de lo que ofrece, puesto que se basta con unos gráficos muy simples para contentarnos y hacer que el juego sea fluido y entretenido, ya que al ser un juego rápido, debe centrarse muchísimo más en la jugabilidad, y eso lo hace bien. De todas maneras, pese a ser un juego rápido, una de las cosas que me daban miedo era que llegase un punto en el que no vería a hopiko moverse de un lado a otro, pero por suerte no ha sido así, en todo momento se puede reconocer bien el movimiento.

En cuanto al apartado sonoro, se repite la historia con lo que es la música de fondo: es de lo más simplona, pero da el pego necesario para un juego como este, ya que lo que predomina (y de buena manera) son los efectos de sonido, los cuales tienen una gran importancia debido a la velocidad del juego y han sabido hacerlos bien con tal de que no nos agobie escuchar en exceso el sonido de error.

Conclusión

HoPiKo es un juego muy entretenido, quizás no sea algo que recomiende a todo el mundo ya que es demasiado simplón, pero si no eres exigente y buscas un juego para matar los ratos libres, esta no es para nada una mala opción. Además, el precio (9,99€) en Switch es bastante asequible, por lo que os invito a darle una oportunidad.