[Análisis] Kirby’s Return to DreamLand Deluxe

¿Existe alguien en este planeta al que no le caiga bien Kirby? Supongo que no, y es que es imposible no sentir cariño y simpatía ante el que, objetivamente hablando, es uno de los mejores personajes que nos ha dado la industria del videojuego. ¿Y por qué digo esto? Porque, aunque no lo parezca, es increíblemente difícil dotar de tanto carisma y personalidad a un personaje que, a simple vista, solo es una bola rosa con dos manos y dos piernas. En la simpleza está el acierto, a pesar de que no es nada fácil trabajar bien la sencillez. Kirby siempre estuvo destinado a ser una estrella internacional, pues ya desde su primera entrega en Game Boy esta serie prometía dar a la diversión el protagonismo absoluto. Con Kirby’s Dream Land se presentaba un título algo corto, pero absolutamente entretenido gracias al ágil control de su protagonista y a su creatividad, tanto en lo referente al diseño de niveles como a la construcción de su mágico mundo. Por otro lado, con la segunda entrega de la serie, Kirby’s Adventure, se daba la seña de identidad clave de la serie: la capacidad de nuestro protagonista para obtener las habilidades de los enemigos absorbidos. En el planeta Popstar siempre hay un hueco para la creatividad y la diversión, y la franquicia ha conseguido innovar con cada entrega de formas que, la verdad, no todos podían esperar. Si no, solo hace falta echar un vistazo a títulos tan pintorescos y divertidos como Kirby’s Dream Course (lanzado para SNES, donde se presenta una mezcla de plataformas y golf), Kirby Tilt N’ Tumble (de Game Boy Advance, donde ya se coqueteaba con el sensor de movimiento) o Kirby: El pincel del poder (que junto a su secuela, Kirby y el Pincel Arcoíris, consiguieron dominar una fórmula de puzles y plataformas única). Sin duda, se trata de una franquicia mágica, que a pesar del paso del tiempo ha sido incapaz de quedarse oxidada.

Personalmente, siento una debilidad enorme por esta franquicia. Desde que jugué a muy temprana edad Kirby Super Star me quedé fascinado ante las posibilidades que ofrecía el protagonista: quizá no fueran los juegos más difíciles, pero sí que conseguían entretener gracias al plantel de habilidades único del bueno de Kirby. El uso de las habilidades enemigas para resolver puzles es una idea brillante, y es un gustazo entrar a un nuevo juego de la serie para probar las habilidades que se han incorporado. Por estos motivos, cuando Nintendo anunció el regreso de Kirby’s Return to Dreamland yo quedé encantado. Puede que esté algo cansado de la aparición constante de remasterizaciones, pero esta me daba ilusión por dos motivos: primero, porque la Gran N nos tiene acostumbrados al lanzamiento de grandes remasters de sus juegos más icónicos (solo hay que mirar lo ocurrido con Xenoblade Chronicles y con Metroid Prime), y segundo, porque este se trata de uno de los mejores juegos de la franquicia, uno que ha marcado tendencia y ha sido clave en la creación de las entregas posteriores. Así, es un honor hablaros hoy de lo que me ha parecido Kirby’s Return to Dreamland Deluxe, juego que ha llegado a Switch hace un par de días. ¿Queréis conocer qué tal ha salido el juego? ¡Pues vamos allá!

 

¡Arriba, en el cielo! ¿Eso es una nave?

Un día, Kirby iba paseando por las praderas de Dream Land cuando, de repente, un vórtice se abrió en el cielo. De él surgió una nave destrozada, que tras una leve maniobra acabó estrellándose contra el suelo. Meta Knight, que estaba tranquilo leyendo, y el Rey Dedede, junto a su aliado Bandana Dee, deciden investigar junto a Kirby la extraña nave, y de esta surge un simpático ser conocido Maglor. Maglor ha perdido los componentes fundamentales de su nave y está varado en el planeta Popstar… Pero como tienen buen corazón, Kirby y compañía deciden echar una mano al desconocido, recorriendo diversas zonas del planeta con el fin de arreglar su nave. Como podéis observar, la premisa no podía ser más sencilla, siendo esto a lo que nos tiene acostumbrada la franquicia. Y esto no es para nada algo malo, pues a fin de cuentas no podíamos esperar otra cosa de la serie; es preferible tener una historia sencillita, una mera excusa narrativa para que podamos recorrer los niveles, que una historia extensa y detallada, pues a fin de cuentas esto sería incoherente con respecto al historial y el estilo de la franquicia. Eso sí, cabe destacar que el juego es ideal tanto para los fanáticos de la serie como para los jugadores más novatos: estos últimos podrán conocer de primera mano a los personajes principales de la serie, así como disfrutar de uno de los antagonistas más interesantes y carismáticos que ha presentado la franquicia, mientras que los fans encontrarán una enorme cantidad de contenido que celebra el legado de la franquicia. 

¿A qué me refiero con esto? Pues que no solo se trata de un título con un modo historia bien construido y variado, si no que en esta entrega se presenta una novedad más que simpática: la posibilidad de utilizar máscaras. Como si se tratara de un sistema de logros, conforme avancemos en el juego y completemos niveles iremos desbloqueando ciertas máscaras. Estas representan a toda clase de personajes de la franquicia, estén o no presentes en el modo historia de este título. Se trata de un detalle que tampoco tiene especial impacto en el juego, pero que gustará especialmente a los fans de la franquicia debido a que permite jugar con el rostro de los principales personajes de la serie. Por otro lado, y como es costumbre con los juegos de Nintendo, este título llega a nuestro país perfectamente traducido al español, lo que es de agradecer. 

 

¡Mejor en compañía!

Kirby’s Return to Dreamland Deluxe trae de regreso uno de los modos campaña más entretenidos y mejor diseñados de la franquicia, proponiendo un acercamiento a cinco regiones del planeta Popstar en las que deberemos completar varios niveles y derrotar a un jefe, siendo este la guinda del pastel. Cada nivel ofrece un desafío algo sencillo pero absolutamente divertido, en donde destacan especialmente las transformaciones especiales con las que podremos destrozar gran parte del escenario y desbloquear las zonas estrella. Estas son pequeñas secciones dentro de los niveles que se plantean como una especie de puzle contrarreloj. Cada una de estas pondrá a trabajar nuestros sentidos con el fin de obtener engranajes. ¿Y qué son los engranajes? Bueno, son la moneda desbloqueable de este juego con la que podremos conseguir ciertos minijuegos y acceder a fases extra que ofrecen desafíos algo más complejos de lo que uno podría esperar. En definitiva, nos encontramos ante un juego de plataformas con desplazamiento literal que destaca por su variedad en el diseño de niveles y por la gran cantidad de transformaciones que encontramos. El juego recompensa el jugar con Kirby, si bien es absolutamente entretenido ponernos a los mandos de Meta Knight o el Rey Dedede. Eso sí, Bandana Dee es un personaje algo más sencillo, y quizá es el más flojo de todos.

Su diseño de niveles es espectacular, de lo mejor que ha presentado Nintendo en el ámbito de las plataformas durante los últimos años. Eso sí, a pesar de las novedades incluidas en esta edición, nos seguimos encontrando ante un título sorprendentemente corto. Esto en sí no tendría por qué ser malo… Si tenemos en cuenta el alto precio al que se lanza el título. No se entiende esto, y más teniendo en cuenta que las novedades se limitan a un par de transformaciones nuevas (mecha, arena y festival) y a dos modos de juego extra que, de nuevo, pueden ser completados en muy poco tiempo. Maglolandia Fantasía es un añadido simpático, que nos permite conocer de primera mano un parque de atracciones donde se pueden jugar minijuegos (algunos ya vistos en la franquicia) a pesar de que su número es, cuanto menos limitado. El epílogo es, quizá, la adición más interesante, pues nos pone a los mandos de Maglor en una aventura algo más compleja y entretenida. No inventa nada y es excesivamente corto, pero sí que se agradece su inclusión. ¿Merece la pena el título para quienes ya jugaron al original? Depende mucho de vuestro nivel de fanatismo, pero quizá por este precio se echa en falta algo más. ¿Merece la pena el título para quienes no jugaron al original? Sin ningún tipo de duda.

 

Un poco de HD no te viene mal, Kirby

A nivel visual nos encontramos una remasterización de un juego de Wii que, francamente, consigue mantener un nivel gráfico más que digno. No os voy a engañar; el juego mantiene ciertos problemas técnicos tales como la presencia de dientes de sierra (especialmente visibles en los modelos de personajes) y ciertas ralentizaciones (algo más que notable durante el modo Maglolandia Fantasía). Sin embargo, el pulido de los fondos es absolutamente brillante, dando a los escenarios una nueva definición que les sienta como anillo al dedo. Esta nueva versión es absolutamente vistosa, y demuestra el gran trabajo que realiza Nintendo al traer de regreso sus juegos más queridos. 

Por otro lado, a nivel musical nos encontramos una entrega que cumple con los cánones de la franquicia. Las melodías principales de los niveles oscilan entre el homenaje a temas clásicos y la construcción de sonidos novedosos, pero igualmente coherente con las bases de la serie. Una banda sonora realmente buena, y una dirección de sonido formal y bien trabajada.

 

Conclusión: Una gran oportunidad para los novatos

Kirby’s Return to Dreamland Deluxe se presenta como una de las mejores entregas de la serie, que además llega salpicada por un contenido extra que gustará tanto a fans como a no fans de la serie. Se trata de un juego sencillo pero absolutamente divertido, que ofrece en cada nivel una experiencia distinta. Sin embargo, a pesar de que el contenido extra está bien planteado, quizá no sea suficiente para hacer que quienes ya lo jugaron en su día vuelvan a pasar por caja, y menos a precio completo. Eso sí, quienes no lo jugaran en su día encontrarán aquí un auténtico juegazo.