Tortilla de patatas, jamón ibérico, dieta mediterránea, un campeonato mundial de fútbol… podría dedicar este primer párrafo introductorio a hacer un poco de patriotismo y presumir de todo aquello que tenemos en España que hace que todos (o casi todos) nos enorgullezcamos, pero hoy no estoy aquí para eso, sino para hablaros de Noahmund, que es el primer juego creado por el estudio malagueño Ábrego, el cual ha conseguido ser seleccionado para estar dentro del programa Square Enix Collective, un JRPG presentado como ambicioso, queriendo hacerse un hueco entre los mejores juegos creados en nuestro país, donde podemos encontrar a RiME o Nihilumbra, entre otros. ¿Será capaz Noahmund de estar a la altura de una buena tortilla de patatas, es decir, poco hecha y sin cebolla? Por ahora, el juego únicamente ha llegado a PC, pero tiene prevista su salida también en Nintendo Switch y PlayStation 4, para las que espero que arreglen los fallos que podréis ver en cuanto avance el análisis.
De la guerra civil española a la guerra de Feros
El mundo de Noahmund nos sumerge en el continente de Feros, donde la cosa no va demasiado bien, ya que la región de Sálaber y la región de Shinn llevan 2 años de guerra constante, y esta no hace atisbo de que vaya a terminar pronto. Nos pondremos en la piel de la joven Galina Angstroud, una huérfana de Shinn que perdió a sus padres a causa del conflicto, que estará siempre acompañada de Berani Valenti, el que es denominado como su guardián.
En la primera misión de estos dos, donde deben evitar que se active una poderosa arma de destrucción que podría caer en las manos del ejército de Sálaber, terminan atrapados en unas ruinas donde conoceremos al tercer y último integrante del grupo: Stalos Li, un personaje misterioso que guardará muchos secretos.
Los diálogos tienen sus pros y sus contras. Por una parte, sorprenden más bien poco en lo que a las relaciones personales se refiere, es bastante previsible por dónde irá cada personaje dado que las personalidades de cada uno son un tanto planas; pero por otra, hacen que nos enamoremos del mundo que Noahmund nos presenta, dándonos cada vez una cucharadita más de él para poder entenderlo todo y darnos cuenta de que, sin duda alguna, es un mundo bien construido.
Volviendo al tema de los personajes, es lo que decía: sus personalidades son bastantes planas y es fácil prever qué dirán, dado que son un tanto típicos. No obstante, igual soy yo que me gusta todo, pero le he cogido mucho cariño a los personajes, sobretodo a Stalos, a quien ya le tengo un cariño especial a pesar de que me esconda muchas cosas.
Ahora, la historia en general, es… extraña, por decirlo de algún modo. Tiene un algo que no sé qué es, pero ha hecho que a mí me apasione cada vez más según me iban dando información acerca de ella entre los diálogos y más de un flashback que nos muestran; sin embargo, creo que si no llegas a pillar ese algo, no se te hará pesada porque es bastante interesante, pero te puede llegar a parecer una historia más del montón en la que no habrá problema si te saltas un par o dos de diálogos. Por tanto, yo personalmente os recomiendo que prestéis atención a los detalles de la historia para que podáis llegar a disfrutarla tanto como yo lo he hecho.
El ajedrez sí requiere esfuerzo físico… y paciencia
El sistema de juego de Noahmund ha sido su némesis sin duda. Cuando vi la idea por primera vez me quedé enamorado, era ambiciosa e innovadora, tenía muchísimas ganas de probarlo… pero, para mi disgusto, me ha dejado un sabor de boca amargo. En Noahmund se mezcla el típico sistema de movimiento por casillas con el combate en tiempo real, llamado Motion Battle Chess ¿verdad que suena genial? Podría serlo de hecho, pero si tenemos en cuenta lo largas que son determinadas animaciones, acaba saliendo el tiro por la culata. Tú imagínate, llevas media mazmorra cargando tu ataque definitivo, cuando por fin lo tienes y te enfrentas al bicho más roto del planeta, obviamente querrás usarlo, ¿no?, Bien, pues lo usas, y mientras carga la animación antes de soltar el ataque, al enemigo le ha dado tiempo a tomarse unas copas y unas tapas, bailar unas sevillanas y ponerse a tu espalda para atacarte. No sé si la solución debería ser que los ataques especiales sean más rápidos o que haya algún tipo de pausa cuando estos se efectúan, pero es algo realmente molesto.
A lo largo de la aventura nos moveremos de la misma forma que hacemos en combate. El mapa es un tanto lioso, todo hay que decirlo, y nos perderemos más de una vez ya que la señalización es pobre, pero oye, a mí esto me encanta y me recuerda a todo el tiempo que pasé en el Monte Corona del Pokémon Platino. Ahora, el problema: hay muchos bugs, entre ellos, que si entras en algunas casas (no sé si serán algunas concretas o serán random, no he vuelto a entrar en aquellas que me ha aparecido el bug) luego no puedes salir de ahí. Otro error, aunque este ya es más pequeño, es que hay algunas zonas en las que las casillas no se diferencian bien, aunque esto suele pasar solo en los combates, donde quizás perjudique debido a que te quedes sin espacio para escapar o calcules mal las distancias para tus ataques. A lo largo del mapa también nos encontraremos con diversas trampas que deberemos desactivar a una velocidad bastante alta, lo cual puede suponer un reto.
También, vemos que la IA es un tanto suicida, ya que de vez en cuando le sale la vena y decide abalanzarse contra un enemigo cuya pelea sería algo parecido a Arceus contra Bidoof, por lo que muchas veces nos encontraremos peleando solos, y adivinad quién puede contra todo lo que te aparezca sin compañeros. Spoiler: nadie. Por suerte, se pueden repetir los combates una vez finalizados y, mejor aún, los de Ábrego han anunciado que el juego tendrá un parche que regulará el balance de dificultad, y espero que más adelante saquen otro parche que arregle los bugs y errores que hacen que un juego tan disfrutable caiga en picado por sus combates.
El arte esperado del país de Pablo Picasso y Fondo Flamenco
Auditivamente, me ha gustado muchísimo el juego. Sí que es cierto que se nota que no se tiene un gran presupuesto, al igual que se ha podido ver en el apartado gráfico, pero tiene más de 30 piezas distintas que podrás disfrutar, especialmente el tema central del juego que madre mía, es una maravilla acústica. Además, el título está doblado a nuestro idioma de manera bastante decente, por lo que un punto a favor para ellos.
Gráficamente, lo mismo, se nota que no hay demasiado presupuesto, pero se puede ver el mimo y cuidado que hay tras cada escenario y diseño de mazmorra y mapa, que están hechos para que no sean una carga de detalles sino algo simple pero que haga que te pares a mirarlo. Los diseños de personajes y enemigos me han gustado bastante también, sobretodo el de Galina y el de Berani.
Entonces, ¿es una buena tortilla de patatas?
Culinariamente hablando, no se acerca a ser un plato digno de Alberto Chicote, pero tampoco creo necesario que se le pida ayuda para darle sabor. El juego me parece una gozada que te puede atrapar en los primeros 25 minutos de juego si lo pillas bien y que artísticamente es de lo más agradable, pero que, por desgracia, hace que te dé el bajón en muchas batallas, donde el sistema innovador prometía mucho pero se ha echado a perder, aunque confío en que crearán algún tipo de parche que arregle esto y haga que su nota en el apartado de jugabilidad dé un salto importante. Dicho eso y teniendo en cuenta que el balance de dificultad ya tiene un parche anunciado, creo que la tortilla sin duda está hecha con el amor de una abuela que hace la comida para sus nietos, pero que le echa cebolla. De todas formas, por el precio que tiene, si eres una persona paciente y capaz de soportar el sistema de combate, es una compra recomendada.