¿Cuál es el menú del día? Bueno, hoy os quiero hablar de Observer: System Redux, una versión expandida y actualizada del título de Bloober Team para Xbox Series X, PlayStation 5 y PC. Como ya sabéis, el desarrollador polaco es conocido por su gran labor dentro del género, centrándose principalmente en explotar la rama más psicológica (similar al caso de Frictional Games). Layers of Fears fue su primer juego y el que consiguió catapultar al estudio con sede en Croacia granjeándole cierta fama en estos del horror, de hecho, contó con varios DLCs y una segunda entrega. Su última obra (obviando esta revisión) fue Blair Witch, que si bien es mucho menos interesante que su primera experiencia entre pinturas, seguía la senda ya marcada con esta.
Un futuro desolador condensado en un bloque de vecinos
Año 2084, Cracovia, Polonia. Se respira una distopía futurista cyberpunk, opresión y control de clases sociales, todo ello comandado por Chiron, una megacorporación que tomó el control y proclamó la Quinta República, tras la enorme devastación que diezmó a la población en forma de nanofagia (una plaga que se expande rápidamente y que afectaba a aquellos que habían modificado su cuerpo con tecnología, que por aquella época, no eran pocos) y guerras. En este mundo gris, oscuro y carente de esperanza, Daniel Lazarski, agente especial de la KPD (la policía de Cracovia), se desplaza hasta un pintoresco bloque de vecinos de un suburbio de clase C para buscar a su hijo desaparecido, Adam. Daniel presencia una dantesca escena al entrar al que es, al menos presumiblemente, el apartamento de su hijo. Un cadáver sin cabeza reposa bajo la ventana del salón, disparándose a la par un sistema de alarmas que bloquean todas las entradas y salidas del edificio, confinándolo así a cal y canto bajo el pretexto de evitar una posible infección de nanofagia. Ahora, el veterano Observer de la KPD deberá investigar qué está ocurriendo allí y cómo salir de este bloque de vecinos disfuncionales (si queréis ampliar un poco más, os recomiendo echarle un vistazo al artículo de mi compañero Jon).
En Observer: System Redux hay clara influencia de obras como Cyberpunk 2020 o Blade Runner, entre otras, así como unas cuantas similitudes con la sociedad orwelliana de 1984. Desde el dominio total y completo por un grupo concreto, en este caso una empresa en vez de un “Partido”, a la distinción entre diferentes clases sociales (miembros del partido interior, exterior, proles – clase A, B y C), amén del enorme control sobre la población, la excesiva vigilancia o el despliegue propagandístico que está disperso por todo el bloque de vecinos, mostrando unos carteles que le recuerdan a uno a los de la Unión Soviética.
Pese a que el hilo principal de la historia está en la búsqueda de Adam, posiblemente y de forma positiva, termines hasta por olvidarte de ello. Con afán de recabar información, Daniel debe hablar con los vecinos vía telefonillo (al menos, aquellos que quieran responderle). Esto, permite conocer un poco más de la mentalidad de esta enorme colmena de individuos, abriendo un interesantísimo abanico que muestra la realidad de estas personas. Desde gente que amablemente te responde, hasta otros que te temen por ser parte del sistema represor, pasando por familias que abrazan una religión contraria a modificar el cuerpo humano con tecnología, hasta simples locos, envidiosos o malhechores de toda clase. Se antoja enormemente interesante recorrerse el bloque tocando cada puerta e, incluso si cabe la posibilidad, entrar en alguna que otra habitación abierta en busca de sorpresas… desagradables que preferiría no chafaros.
A nivel jugable, el título es simple pero eficaz. En su rol de Observer, Daniel lleva a cabo labores de investigación por el edificio que van desde lo más básico (preguntar a los vecinos o examinar objetos), hasta lo más avanzado (utilizar su visión especial para detectar elementos electrónicos, combinándola con otra visión de corte biológico que le permite indagar en el lado humano). Al final, combinando ambos tipos de visiones, serás capaz de extraer algunas conclusiones para seguir avanzando por las escaleras y pasillos del edificio. Pero sin duda, lo que más puede aportar a nuestras pesquisas es la capacidad de Daniel para introducirse en la mente de otros, mediante la conexión de un cable al chip neuronal de estos. Así pues, el policía puede navegar en un mar de recuerdos de aquellos que han sido asesinados para revivir sus últimos instantes en pos de esclarecer qué es lo que ha sucedido.
Mejoras y añadidos
La actualización más significativa de esta nueva versión está, como no podía ser de otra forma, en la revisión gráfica que se ha llevado a cabo para mejorar enormemente la fidelidad visual. En mi caso, habiéndolo disfrutado en Xbox Series X, debo apuntar que el título se ve fantástico. La iluminación es excepcional, los entornos destacan y algunos de los aspectos más llamativos del juego se destacan más. Aunque esto no es suficiente para hacer que se sienta como un juego nuevo, la nueva capa de chapa y pintura ayuda a mostrar el oscuro mundo cyberpunk de Observer: System Redux en todo su esplendor.
Por otro lado, la experiencia de juego principal sigue siendo la misma, sin embargo, se han realizado muchos ajustes y mejoras. Se ha mejorado la IA enemiga durante las secciones de sigilo, y los interrogatorios neuronales se sienten mucho mejor y se han acortado ligeramente. Los añadidos conservan el tono espeluznante general y son bastante correctos.
Conclusión
Observer: System Redux es una magnífica y oscura obra que consigue atraparte bajo los gruesos muros de su opresiva distopía cyberpunk, presentando en esta versión diferentes añadidos y mejoras que, en lo visual, potencian todavía más sus espléndidos escenarios. Si no pudiste disfrutar de la obra original, este System Redux mantiene su atmósfera intacta refinando ligeramente la fórmula y haciendo uso de la tecnología visual de esta nueva generación. Si por el contrario ya jugaste a Observer, es legítimo que consideres que los añadidos no valen la pena para volver a pagarlo.
Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.