[Análisis] Overlord – Temporada 1

Si veis anime con frecuencia, es decir, estáis al día en las diversas series que van saliendo cada temporada a lo largo del año, habréis notado la absurda cantidad de isekai que se lanzan, y cuando digo absurda, es absurda. El género lleva varios años monopolizando de forma obscena el panorama del anime y, llegados a este punto, cabe preguntarse lo más evidente: «¿Por qué?». Bueno, antes de entrar en eso, es importante dibujar una línea divisoria entre lo que es un isekai y lo que podría ser un simple anime de magia y fantasía (sea shōnen o recuentos de la vida, por dar algunos ejemplos). Si bien muchos conocerán la diferencia, para otros posiblemente no sea tan evidente. ¿Es Sword Art Online un isekai? Quizás muchos piensen que sí, y en cierto modo, no sería tan desacertado verlo como una especie de precursor del género, pero… la realidad es que habría que hacer muchas cabriolas para considerarlo un isekai. En primer lugar, Kirito y compañía no están muertos, y sí, la muerte no es siempre obligatoria, aunque suele ser la antesala que teletransporta al protagonista a otro mundo, brindándole una segunda oportunidad. Por supuesto, las diversas temporadas de Sword Art Online tienen lugar en diferentes mundos, pero, ¿no es cierto también que la vuelta al mundo real es factible? Mmm, es más complicado de lo que parece, ¿no? A fin de cuentas, la palabra japonesa «isekai» hace referencia a los viajes a otro mundo. En casos como Tensei shitara Slime Datta Ken, Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!, Tate no Yuusha no Nariagari o Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu, es mucho más sencilla, ¿verdad?

Y volviendo a la pregunta sobre la posible causa de la popularidad del género, bueno, creo que la reciente Zom 100: Zombie ni Naru made ni Shitai 100 no Koto ha ayudado un poco a dar la respuesta: escapismo. El ritmo de vida adulto que te mantiene más horas en la oficina que en tu propio domicilio, viendo durante más tiempo a tu jefe o tus compañeros de oficina que a tus amigos, familiares o pareja, es algo para lo que, si bien el capitalismo nos ha conducido y casi subyugado, no estamos preparados mentalmente. Sí, la felicidad y el trabajo raramente van de la mano (salvo alguna puntual excepción que, en no pocas ocasiones, va asociada a un auto-engaño balsámico en el que queremos hacernos la vida más fácil), y no lo digo yo, solamente hay que mirar el alarmante aumento de las enfermedades mentales, las grandes protagonistas de este siglo. La vida adulta actual hace infeliz a una gran cantidad de personas. ¿No sería mejor un apocalipsis zombi a costa de vivir (o más bien sobrevivir) en libertad? Quizás mañana sea tu último día, sí, pero puedes levantarte a la hora que quieras, coger una moto y simplemente lanzarte a la aventura hasta que llegues al lugar que desees, siempre y cuando la habilidad y la suerte lo permitan. Total, ¿acaso es mejor seguir siendo un muerto en vida? Una suerte de zombi esclavizado por el sistema que echa más horas en el curro que un reloj, que, en no pocas ocasiones, ni siquiera se pagan al completo. La base del éxito de los isekai es esa. El mundo real es para muchos deprimente, ¿quién podría culpar a aquel que solamente busca evadirse? ¿A aquél que firmaría vivir una vida en un mundo de fantasía en la que posiblemente se sentiría más realizado? Que posiblemente, incluso tenga poderes o pueda aprender habilidades, magia, quizás combate con espadas. No suena tan mal, ¿verdad?

¿Y a qué viene esta introducción tan larga? Bueno, hoy os vengo a hablar de Overlord, concretamente, de su primera temporada. Igual que en el caso de La melancolía de Haruhi Suzumiya (cuya review os invitamos a leer), es gracias a SelectaVisión y su reciente lanzamiento en formato físico de esta obra, que nos ha sido posible ver por primera vez una serie que teníamos en el tintero desde hace ya mucho. Un isekai, que comparte la similitud con Sword Art Online de estar ambientada en el mundo de un videojuego, aunque en esta ocasión, nuestro protagonista, Momonga, parece estar realmente atrapado en este sin demasiadas esperanzas de salir, y… ¿Para qué querrías abandonar un mundo en el que prácticamente eres casi un Dios para volver a tu mundanal y aburrida vida de oficinista en la que nadie te va a echar en falta?

Las ediciones de Overlord – Temporada 1

Overlord – Temporada 1 – DVD

Contenido:

• Serie: Episodios 1-13 en calidad DVD formato 16/9 dividido en 3 discos

Capítulos:

1. 1. Final y comienzo
   2. Los guardianes de los pisos
   3. La batalla de Villa Carne
   4. El señor de la muerte
   5. Dos aventureros
   6. Viaje
   7. El Rey Sabio del Bosque
   8. Espadas gemelas de muerte cortante
   9. El guerrero azabache
   10. La vampira real
   11. Desconcierto y comprensión
   12. La valquiria sangrienta
   13. JcP: Jugador contra Personaje no jugador

Otros datos:

• Precio: 36,99€
• Formato multimedia: ‎DVD
• Clasificación: Mayores de 12 años
• Duración: 338 minutos
• Audio: Castellano y japonés
• Subtítulos: Castellano
• Enlace de compra: SelectaVisión Store

Overlord – Temporada 1 – Edición Coleccionista Limitada

Contenido:

• Serie: Episodios 1-13 formato 16/9 dividido en 3 discos
• Extras de la serie:
  • Vídeos avances web
  • Teatro de Chibis
  • Spots de TV
  • Opening y Ending Textless
• Novela 1: El Emisario del Rey
• Novela 2: Prólogo. Primera parte
• Novela 3: Prólogo. Segunda parte
• Libro de 80 páginas con información, entrevistas, guía de mundo y mucho más
• Juego de 6 ilustraciones artísticas impresas a gran tamaño
• Set de fichas de personajes con sus habilidades
• Mini caja contenedora para guardar las 3 novelas
• 2 Pósters con arte de la serie

Capítulos:

1. 1. Final y comienzo
   2. Los guardianes de los pisos
   3. La batalla de Villa Carne
   4. El señor de la muerte
   5. Dos aventureros
   6. Viaje
   7. El Rey Sabio del Bosque
   8. Espadas gemelas de muerte cortante
   9. El guerrero azabache
   10. La vampira real
   11. Desconcierto y comprensión
   12. La valquiria sangrienta
   13. JcP: Jugador contra Personaje no jugador

Otros datos:

• Precio: 79,99€
• Formato multimedia: ‎Blu-Ray
• Clasificación: Mayores de 12 años
• Duración: 338 minutos
• Audio: Castellano y japonés
• Subtítulos: Castellano
• Enlace de compra: SelectaVisión Store

Sinopsis

Overlord – Temporada 1

Corre el año 2138. El juego online Yggdrasil, que un día fue extremadamente popular, ahora está a punto de poner fin a su servicio. Pero cuando llega el momento, no solo los jugadores no se desconectan forzosamente de los servidores, sino que de repente los personajes no jugadores empiezan a moverse con libertad. Además, ¡fuera del gremio Ainz Ooal Gown se extiende un mundo alternativo nunca visto!

Recuerda bien mi nombre: Ainz Ooal Gown

Si bien la apertura de un nuevo MMO supone una magnífica noticia para todos aquellos aficionados al género, el cierre de uno de estos juegos que lleva ya unos cuantos años ofreciendo servicio, puede suponer un duro varapalo para los jugadores habituales. ¿Cuántos de vosotros no habéis jugado al World of Warcraft? O quizás a otros más recientes como Final Fantasy XIV: A Realm Reborn, Black Desert Online o Lost Ark. Volviendo al juego de Blizzard, World of Warcraft lleva ofreciendo servicio cerca de unos diecinueve años, que se dice pronto. Si decides dedicarte durante varios años a jugar a alguno de estos títulos, con el tiempo terminarás uniéndote a una hermandad y posiblemente, charlando con gente con la que compartirás diferentes raids, misiones o invasiones, gente con la que incluso, podrías llegar a formar un lazo, una amistad que podría llevaros incluso a hablar fuera del juego, pues a fin de cuentas, compartirás varias horas al día con ellos. ¿Y qué pasaría si de repente la compañía decide dejar de dar servicio al juego? Sería un duro golpe, claro está. Esto es básicamente a lo que tiene que enfrentarse Momonga, un jugador del juego en línea Yggdrassil que, junto a sus compañeros de la hermandad Ainz Ooal Gown, construyó la imponente Gran Tumba de Nazarick, junto a una importante cantidad de sirvientes que contribuyesen a su defensa y mantenimiento. Ahora, apurando los últimos minutos de vida del juego tras despedirse de uno de sus compañeros, aguarda tranquilamente a la medianoche que supondrá el cierre definitivo de los servidores. No obstante, de repente nuestro protagonista se queda dormido mientras espera y… bueno, posiblemente podáis imaginaros el resto. El jugador de Momonga parece haberse quedado atrapado de alguna forma en el videojuego, siendo incapaz de contactar con los Game Master o con ningún otro jugador humano. ¿Qué está sucediendo exactamente?

Sí, soy consciente de que a priori esto puede sonar absurdamente familiar, pero no, Overlord no es Sword Art Online. Sí, el protagonista está muy por encima de los demás en términos de poder, pero eso es lo único en lo que Momonga y Kirito podrían llegar a coincidir. Hay que aclarar que el gremio Ainz Ooal Gown estaba compuesto por jugadores con personajes de razas heteromórficas, es decir, personajes no humanos de razas que generalmente son monstruosas y por tanto, implican una asociación negativa. Es esta discriminación la que conduce a la creación de esta hermandad, ya que, si iban a ser maltratados por otros jugadores y vistos como enemigos, ¿por qué no conformarse oficialmente como un gremio de dichas características? Por tanto, la Gran Tumba de Nazarick y sus habitantes son de pleno «los malos» de esta historia, pues los humanos ven a los no muertos, demonios, vampiros y demás aberraciones como enemigos. Así pues, en cierto modo y con diversos matices, en esta ocasión seguimos a un protagonista «malvado» (aunque no siempre lo sea tanto, pues es un cúmulo de claroscuros, a veces se impone la parte de no muerto y en otras pesa algo más la humanidad)

Y siguiendo con los eventos extraños, Momonga se percata de que de repente, todos los NPCs creados por sus compañeros para servir en la Gran Tumba de Nazarick, tienen ahora personalidad propia. Además, la ubicación de la fortaleza parece haber cambiado. ¿Cómo se explica todo esto? Después de llevar a cabo una reunión con la mayoría de los guardianes de los diferentes pisos que componen la Gran Tumba de Nazarick, Momonga comenzará a reunir información sobre este mundo que, si bien parece compartir todavía algunos rasgos con Yggdrassil, ya no parece ser exactamente el juego online que conocía. Así pues, haciendo uso de su rol como líder de Ainz Ooal Gown, Momonga tomará el nombre de su hermandad como propio con afán de llevar al gremio hacia nuevas cotas, hacer ese nombre conocido alrededor de todo el mundo y, ¿por qué no? Si diese la casualidad de que alguno de sus antiguos compañeros siguiesen de casualidad pululando por aquí con sus personajes, hacerles saber que la hermandad sigue en activo en este nuevo mundo. Así, ni corto ni perezoso, Momonga rebautizado como Ainz Ooal Gown enviará a varios de sus secuaces a reunir información mientras hace lo propio, dejar su cómodo trono de líder para visitar este mundo como el líder no muerto que es y, a su vez en una doble vida con intención de acercarse al mundo humano de una forma menos aterradora, como el aventurero Momon, que viaja acompañado de la bella Nabe (la Pleiades Narberal Gamma).

Si bien hay una interesante variedad de personajes que son la boloñesa de este plato de pasta, Ainz Ooal Gown/Momonga, nuestro protagonista, es el que más consigue brillar por encima del resto, especialmente en esta primera temporada. En ocasiones los monólogos internos entre la voz del jugador y su propio rol y voz como líder de la Gran Tumba de Nazarick resultan bastante cómicos, una dualidad entre lo que tiene que fingir ser, una suerte de ser superior creador, una artífice divino de gran poder, que a su vez es manejado por un humano común y corriente. ¿Cómo comportarse cuando las expectativas están tan altas? A fin de cuentas, hay muchos que te obedecen y te adoran como a una deidad, personajes que dependen directamente de ti. Por otro lado, están los guardianes de piso, como Shalltear Bloodfallen, Demiurge, Cocytus o Aura y Mare Bella Fiora, entre otros; amén de Albedo, supervisora de los guardianes. Hay un poco de todo, aunque generalmente tienen una personalidad marcada, descripciones de una sola línea que siguen la estela de sus creadores. Con el tiempo, eso sí, la cosa cambiará… aunque habrá que esperar a próximas temporadas para ello. ¡Ah! Y por supuesto, si queréis intrigas y alguna que otra batalla, huelga decir que hay material, especialmente en los últimos capítulos en los que se implica al protagonista combatiendo contra uno de sus secuaces más leales, un guardián de piso que, durante una de sus misiones, cae presa del control mental.

Una edición coleccionista digna de un líder

Es innegable que, a nivel general, SelectaVisión hace un buen trabajo a la hora de realizar ediciones coleccionistas con gran cantidad de material para los más aficionados. En esta ocasión, la Edición Coleccionista Limitada de Overlord – Temporada 1 viene en una caja tipo cofre con una preciosa ilustración general de Ainz acompañado de varios de sus guardianes de los diferentes pisos de la Gran Tumba de Nazarick, así como de Albedo y Sebas. Y es que, las ilustraciones de So-Bin, artista japonés a cargo de ilustrar las novelas ligeras de Overlord, son de un nivel superior, mucho mejores que los del propio manga y posterior anime, por lo que ha sido todo un acierto elegir una ilustración como esta en vez de una del propio anime. Por cierto, ¡no os olvidéis de despegar la información de la parte trasera para disfrutar de otra magnífica ilustración, en este caso, protagonizada por las Pleiades!

Por otro lado, en el interior hay un poco de todo. Desde la caja con dos discos Blu-Ray que comprenden la totalidad de la primera temporada de Overlord (uno con los episodios del 1 al 7 y otro con los episodios del 8 al 13, amén de los extras), hasta una caja con tres novelas que hacen las veces de prólogo a la historia principal con cerca de doscientas páginas en total, acompañadas a su vez de alguna ilustración de So-Bin.¿Y qué más? Bueno, un conjunto de seis fichas de personaje a doble cara con información variada (desde la profesión hasta la raza, alineación e incluso una tabla de habilidades) sobre algunos de los que han gozado de mayor protagonismo a lo largo de estos primeros episodios. ¡Y mucho ojo! Se incluye también un set de seis ilustraciones artísticas impresas a gran tamaño y, nuevamente, son ilustraciones de la novela (por aquí ya estamos valorando comprar unos marcos para exponerlas en casa)

Como colofón, me estaba reservando el que posiblemente para muchos sea el plato fuerte del contenido de esta edición, que no es otro que un libro de ochenta páginas dedicado enteramente a información relacionada con Overlord, haciendo así un repaso por cada uno de los capítulos que componen esta primera temporada, a la vez que ofrece datos sobre Yggdrasil, los personajes, armas, pociones, transformaciones y demás. Por si esto fuese poco, se incluyen entrevistas traducidas con diversos creativos involucrados en la creación de Overlord, desde Naoyuki Ito (director), hasta Masayoshi Ooishi o Syuji Katayama. Asimismo, se incluyen dos especiales: Pure Pure Pleiades y Leaflet. Igualmente, hay una colección de bocetos de Takahiro Yoshimatsu, responsable del diseño de personajes, y algunos fragmentos del manga acompañando a los resúmenes episódicos. En definitiva, es un libro de lo más completo. ¡Ah! Casi me olvido de mencionar los dos pósters de gran tamaño, uno con la ilustración de la caja principal de la edición coleccionista, y el otro con la ilustración principal del Blu-Ray de esta primera temporada.

Galería de Overlord – Temporada 1 – Edición Coleccionista Limitada

Conclusión

Como dice el refranero español: «nunca es tarde si la dicha es buena». En este caso, Overlord es una dicha de las buenas, por lo que, aunque hayan pasado ya unos cuantos años del estreno de la primera temporada (y con otras tres en activo y otra película en el horizonte), nunca es tarde para descubrir uno de los isekai más queridos por la comunidad. Reconozco que, antes de comenzar a ver esta primera temporada, mis presuposiciones sobre el camino que iba a tomar la serie eran diferentes a las que iban sucediéndose. Ni Ainz espera tranquilamente en su trono a que intenten atacar la Gran Tumba de Nazarick, ni tampoco sale de forma burda y directa a conquistar el mundo con su enorme poder y el ejército de NPCs de su hermandad, sino que busca informarse y aprender sobre este nuevo mundo cambiante. La decisión de llevar una doble vida, como el todopoderoso líder Ainz Ooal Gown y como el aventurero Momon, ofrece una perspectiva interesante de la situación desde dos prismas diferentes, el mundo de los heteromórficos de Nazarick y el de los diferentes reinos humanos. Además, si bien es cierto que Momonga parece una entidad maligna (su diseño de hechicero no-muerto de gran altura contribuye enormemente), durante la temporada se muestra como un personaje gris con sus dilemas, desde momentos de bondad casi altruista salvando a humanos, hasta dejar que su parte no-muerto tome la delantera y sea capaz de matar a otros sin pestañear si cree que eso puede reportarle algún beneficio.

Si bien Overlord es en términos generales una serie bien montada, en relación al enfoque en los videojuegos ofrece menos que otras opciones similares como Log Horizon. Ojo, la historia avanza a buen ritmo y la apuesta por dividir la atención en varios grupos de exploración, bien vía Ainz/Momon, bien mediante algunos de sus secuaces en busca de información por aquí y por allá, lo hace muy ameno al dividir nuestra atención en diferentes flancos, algo similar a lo que hace Mushoku Tensei. El mayor problema y un mal común de este tipo de producciones, es que si bien Momonga no es Kirito, sí lo es en términos de fuerza, por lo que al menos por el momento, hacerle sombra se antoja muy complicado. Es de esperar que, por el bien de la trama, haya otros jugadores de Ygdrassil que hayan vivido una situación similar, quedando atrapados en este mundo, que puedan llegar a plantarle cara en siguientes temporadas. Por el momento, con solamente un par de temporadas vista, la cosa no ha cambiado demasiado en este sentido. ¿Habrá cambios en el resto de temporadas? Solamente el tiempo lo dirá…