Una historia de supervivencia envuelta en un halo de misterio
Scarlet Nexus pone al jugador en un futuro alternativo en el que los humanos han conseguido expandir sus capacidades cerebrales hasta el punto de ser capaces de generar y materializar poderes psiónicos, cambiando así por completo la concepción del mundo. Por supuesto, huelga decir que estos poderes tiene un sentido concreto, que no es otro que el de combatir a la amenaza Alter, un conjunto de seres monstruosos nacidos del Cinturón de Extinción que se alimentan de cerebros humanos. Así pues, para combatir a la amenaza extraterrestre, se fundaron las Fuerzas de Supresión de Alter (FSA), un grupo militar al servicio del gobierno de Nueva Himuka que defiende a la población civil (vacuos sin poderes). ¿Nuestro papel? Ser un joven psiónico con poderes psicoquinéticos recién alistado en las FSA.
El juego se fragmenta en dos campañas diferentes que se entrelazan. Por un lado, la historia de Kasane Randall, por otro, la historia de Yuito Sumeragi. Kasane es una chica fría y misteriosa que destaca por su enorme poder y talento en el campo de batalla, mientras que Yuito, es hijo del actual presidente de Nueva Himuka, y hace gala de un carácter mucho más extrovertido y sociable. Si aceptáis mi consejo, recomendaría comenzar primero por la historia de Kasane, puesto que posiblemente todo os resulte mucho más confuso inicialmente si os decantáis por Yuito. De todas formas, una campaña dura alrededor de 25-30 horas y, huelga decir que lo recomendable es completar ambas para exprimir al máximo toda la información de parte de ambos protagonistas y sus grupos. Dependiendo de nuestra elección, los compañeros de equipo cambiarán durante gran parte de las horas de juego, por lo que tened esto también presente.
Si bien la premisa de la que parte Scarlet Nexus dista de ser lo que podría considerarse original, teniendo en cuenta lo mascado que está el tema humanos con poderes se unen para enfrentarse al enemigo en un futuro apolítico, lo cierto es que sabe darle su propia impronta para conseguir enganchar al jugador mientras la historia va fraguándose, viajes temporales mediante, a la vez que se intenta dar con una solución que permita poner fin a la agónica situación del planeta, aderezando todo esto a su vez con diferentes problemas políticos y sociales. Cada capítulo va dejando algunas respuestas, a la vez que suma una buena tanda de incógnitas que se acentúan a cada minuto.
En cuanto al nutrido elenco de personajes secundarios, hay un poco de todo, desde la amiga de la infancia enamorada del protagonista, hasta el señor cuarentón que se replantea qué será su vida una vez que la jubilación toque a su puerta. Algunos son realmente carismáticos y otros un poco más olvidables. Sea como fuere, los momentos conversacionales que sirven para aumentar nuestro vínculo traduciéndose así en mejoras del nivel de SAS, contribuyen a que seamos capaces de conocer un poco más al compañero en cuestión, de una forma similar a lo visto en la franquicia Persona. No obstante, a partir de cierta parte de la historia es posible quedar con personajes con los que hace 5 minutos estabas teniendo un combate a muerte, para más inri, en una cafetería de una ciudad en la que somos poco menos que prófugos. ¿Tiene sentido argumental? Ninguno. De todas formas, siempre es interesante dedicar unos minutos a charlar, responder correos y hacer algunos regalos para que el vínculo con los compañeros crezca.
Su sistema de combate, la mejor de sus virtudes
Posiblemente la virtud más destacable de Scarlet Nexus sea su combate, acción rápida y esquives mezclados con diferentes poderes que dejan un resultado espectacular. Si hay algo que agradezco del sistema de batalla, es el hecho de que vaya introduciéndote las acciones y mejoras de forma progresiva y no intente enseñarte todo de golpe, evitando así saturar al jugador. Pese a ser sencillo de aprender, es importante tenerlo todo bastante claro a la hora de enfrentarse a los enemigos, ya que algunos poderes son más o menos útiles según los rivales o los elementos del propio escenario. Además, gracias a un árbol de habilidades (el Mapa Cerebral) que te proporciona puntos al subir de nivel, las mejoras entran poco a poco y contribuyen a darle mayor profundidad a todo esto.
Tanto Yuito como Kasane comparten un mismo poder que se materializa arrojando objetos del escenario contra los Alter. La diferencia, por tanto, la imponen los compañeros de equipo. Además de nuestra propio poder psiónico, cuya barra se irá degradando con el uso y subirá combatiendo, disponemos de la posibilidad de conectarnos con los personajes que conformen el grupo para utilizar sus poderes mediante el SAS. En principio, únicamente puedes activarlos de uno en uno, un límite que puede sobrepasarse con mejoras a base de puntos por subir de nivel. La Electroquinesis de Shiden, por ejemplo, permite sumar daño elemental de electricidad al arma, algo que puede resultar extremadamente provechoso contra enemigos de agua o a los que hayamos rociado previamente con ella lanzándoles, por decir algo, un barril lleno de agua del escenario con Yuito o Kasane, consiguiendo así electrocutar y paralizar al enemigo. Estos poderes ajenos tienen un límite de tiempo y se reponen al rato de usarlos. En la unión de unos y otros poderes, así como el buen uso de estos, reside la parte más importante del combate de Scarlet Nexus.
El grupo se compone de Yuito o Kasane (según la historia), que son básicamente insustituibles, así como dos compañeros a elegir. Si bien es cierto que la IA aliada no es excesivamente avispada (al menos es posible cambiar su forma de combatir), puede que en base a qué enemigos vayáis a enfrentaros o, incluso al nivel de amistad que tengáis con unos u otros, sea más o menos útil la presencia de determinados componentes. En cualquier caso, siempre tendréis a vuestra disposición sus poderes gracias al SAS incluso aunque estén fuera del equipo principal, así como la posibilidad de invocarlos brevemente al campo para que golpeen a cambio de un fragmento de esa barra de poder SAS que utilizamos para apropiarnos durante un rato de sus poderes. Si queréis cambiar de personajes en mitad del combate, es posible hacerlo desde el menú de pausa sin ningún tipo de problema.
A los enemigos se les puede derrotar mermando constantemente su barra de salud hasta bajarla completamente, o castigando severamente a base de golpes y combos su barra de colisión (color amarillo), ubicada bajo la de vida. Si lo logramos, será posible realizar un espectacular ataque de colisión cerebral que los derrote completamente independientemente de la vida que tengan, obviamente, con la excepción de los jefes, que son combates de mayor duración y algo más desafiantes en los que es posible castigar dicha barra de colisión varias veces, haciendo así una importante merma de su salud, lo cual hará mucho más fácil la victoria. Las peleas contra jefes son la salsa que pone un punto más desafiante al sabor del combate de Scarlet Nexus, dejando algunos momentos memorables si se compara con la monotonía resultante de combatir siempre a los mismos tipos de enemigos menores.
A base de intercambiar golpes, el Impulso Cerebral de Yuito/Kasane ira ascendiendo y, cuando esté completo, será posible entrar en un estado de concentración superior que otorga diversas mejoras temporales, incrementando temporalmente nuestra velocidad de ataque, movimiento y psicoquinesis. Al estar en este estado, es posible desatar un espacio alternativo conocido como Campo Cerebral, en el que dar rienda suelta a nuestras habilidades psicoquinéticas, teniendo siempre en cuenta que hay un límite de tiempo y que, si por lo que sea lo superamos antes de volver a nuestro estado anterior, será un Game Over… por lo que tened mucho cuidado al apurar esos últimos cinco segundos tan críticos.
Los momentos de exploración, que quedan relegados a un segundo plano en relación al combate, no requieren que uno se explaye excesivamente, puesto que aparte de aprovisionarse recogiendo objetos por el camino para surtir su inventario de útiles para el combate, así como equipables y ítems para intercambiar en la tienda por mejoras o regalos para los compañeros, no hay mucho más que señalar. En algunas ocasiones, se hace un uso inteligente de los poderes de los personajes fuera de las batallas, como por ejemplo, usar el Teletransporte de Luka para saltar a través de una barrera, o utilizar la Hipervelocidad de Arashi para desacelerar la velocidad de una pasarela móvil pudiendo así pasar por encima de esta.
Un acabado gráfico notable y algunas decisiones desacertadas
Visualmente, el trabajo de Scarlet Nexus es muy espectacular en muchos sentidos, aunque en otros, se queda a medio gas. El diseño de personajes y el nivel de detalle de estos es una de sus mejores virtudes, muy similar a lo visto en Code Vein o God Eater 3, una estética anime que le queda como anillo al dedo, y es que, además el juego se acompaña de un anime basado en este. Por cierto, como siempre, el opening es de una gran calidad, sobre todo en la parte sonora gracias al trabajo de la banda japonesa de rock The Oral Cigarettes, que han prestado su canción “Dream In Drive” a la cinemática inicial. Igualmente, los ataques especiales que realizan Yuito/Kasane para rematar a los enemigos una vez que ha descendido completamente la barra de colisión (la colisión cerebral), son algo de otro mundo, luciendo de forma espectacular en pantalla como una especie de coreografía muy ensayada.
Lo único que desluce un poco el resultado final son los escenarios, que pese a ser variados, no gozan del mismo nivel de trabajo y refinamiento que otras áreas del juego. De hecho, edificios y mobiliarios están más cerca de un resultado de principios de la pasada generación que de la dupla PlayStation 5 y Xbox Series. Otro punto que tampoco juega a su favor, pese a ser una praxis muy común, es el reciclaje habitual de monstruos cambiando muy ligeramente el color o el elemento de ataque. Esto, sumado al hecho de que durante nuestra aventura visitaremos en más de dos o tres ocasiones cada zona por X o por Y, le hace un muy flaco favor a un juego que, por su naturaleza, confía en que el jugador invierta suficiente tiempo para completar las historias de ambos protagonistas, pasando por los mismos lugares y combatiendo a los mismos rivales.
La banda sonora compuesta por Hayata Takeda también es memorable. Quizás no sea un clásico atemporal, pero la música es pegadiza y siempre tiene un tema para cada ocasión, desde los temas que intentan mantenerte en tensión al combatir, a uno mucho más relajado para los momentos de descanso, sin olvidarse de otros con mayor carga emocional para determinadas conversaciones y momentos. La actuación de voz, al menos en japonés, puesto que es como yo lo he disfrutado, es realmente buena, algo que posiblemente tampoco vaya a sorprender a nadie. Os alegrará saber que los seiyuus del juego son los mismos que se han utilizado para el anime.
Por último, y a modo de aviso, hay que tener presente que Scarlet Nexus se describe como “una experiencia profundamente narrativa”, por lo que pone toda la carne en el asador con su historia y se desprende por completo de casi cualquier elemento secundario más allá de los momentos conversacionales con los compañeros para subir el nivel de confianza, y alguna que otra insulsa misión secundaria (que no demasiadas) de recadero, que por la pérdida de tiempo, posiblemente no supongan de interés alguno en base a la recompensa a menos que la completéis de casualidad. Ojo, esto no tiene que ser algo malo per se, recordemos que una campaña dura entre 25-30 horas de media, por lo que la duración final con Yuito y Kasane es sobradamente decente, pero si alguien venía buscando algún aliciente adicional para rejugar más allá de vivir la historia desde el otro prisma, siento decirle que no va a encontrar lo que busca.
Conclusión
En resumen, con sus más y sus menos Scarlet Nexus es, al final del día, una fantástica nueva IP que sobresale por su experiencia profundamente narrativa y, su mejor virtud, un sistema de combate espectacular que se consolida cada vez más con el paso del tiempo. Su elenco de personajes es sólido y muy completo, además, tener la posibilidad de charlar con ellos y disfrutar de algunas escenas simpaticonas, es un buen aliciente.
Por supuesto, el juego no es perfecto, pues la exploración queda completamente relegada, siendo además muy lineal y restrictiva. Si a esto le sumas la repetitividad de los escenarios y, sobre todo enemigos, que por cierto, se vuelve excesiva hasta decir basta en el tramo final del juego de forma totalmente artificial para alargar el camino hasta el combate contra el jefe final, puede que consigas que más de uno se replantee si desea o no completar la segunda historia de tu videojuego, al menos, no sin un descanso de por medio para evitar saturarse.
Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.