Es posible que una aplastante mayoría de jugadores no haya escuchado hablar de Giant Squid, pero quizás si hago mención a su primera obra, Abzû, esto pueda cambiar. La maravillosa y relajante aventura de submarinismo hacía gala de una completa representación de la flora y fauna de las grandes masas de agua de nuestro planeta. Un viaje mágico y emocionante que logró cautivar a los jugadores que nos dejamos llevar por la corriente de su majestuosidad. Ahora, la compañía de Santa Mónica está de vuelta con The Pathless, una obra con reminiscencias de Shadow of the Colossus, Journey y, en cierto modo, de su hermano mayor, Abzû. Con estos referentes de primer nivel, The Pathless crea su propia experiencia inolvidable gracias a su narrativa y estilo de juego, de forma que sobresale de cualquier otra experiencia de videojuego similar que haya podido llegar con anterioridad a su lanzamiento.

 

Libertad y sentimientos

La última cazadora llega al reino de la oscuridad en una isla remota. Todos los que vinieron antes que ella han fracasado en su misión de purificar aquellas hermosas mesetas verdes que han perdido su brillo de antaño debido a la crudeza con que el asesino de dioses ha conseguido someter a todas las deidades de la isla. Uno tras otro, ha corrompido a la madre águila y a sus hijos, dioses animales que crearon el mundo. La cazadora se hace amiga de la descendencia de la madre águila y juntos se embarcan en la misión aparentemente imposible de detener la oscuridad antes de que se apodere del mundo entero.

En sus viajes, la cazadora tendrá que atravesar todo tipo de obstáculos, pero hay algo que siempre está presente durante las horas de juego; la libertad de explorar. No existe una regla sobre cómo se debe afrontar The Pathless. El nombre en sí mismo, aunque tiene un propósito narrativo, es también un reflejo de cómo se jugará la obra, tienes potestad para explorar este vasto y hermoso mundo abierto. Depende de ti forjar tu propio camino. No hay marcadores, instrucciones, ni objetivos que te invitan a perseguir una misión específica. La capacidad de sumergirse en esta tierra extravagante a tu propio ritmo es liberadora. ¿Quieres explorar la isla mientras buscas los secretos que entraña y descubres más de su lore? Puedes hacerlo. ¿Prefieres centrarte directamente en la aventura principal? Sea como fuere, no importa, lo que hagas a continuación depende de ti y de nadie más.

The Pathless es un juego que mezcla acción en tercera persona y exploración de mundo abierto con elementos plataformeros y diversos rompecabezas a resolver. Nuestros principales medios para derrotar al asesino de dioses, son la envidiable agilidad de la cazadora, su arco y, por supuesto, nuestro plumífero compañero. El movimiento se acelera disparándole a unos talismanes que flotan en el aire que llenan el medidor de espíritu de la cazadora, lo que le permite correr a un ritmo vertiginoso y realizar saltos acrobáticos. El águila llevará a la cazadora en el aire y, a medida que avanza el juego, el ave aprende a batir las alas para llevarlos a ambos más alto. En cada zona del juego hay que recolectar piezas clave que se usan para purificar unas torres altas y oscuras. Cuando se han limpiado tres torres en cada meseta, se triangulan para hacer vulnerable al jefe del área, uno de los cuatro descendientes corruptos de la madre águila.

Pese a que no hay marcadores que indiquen dónde ir para hacerse con estos sellos, existe la opción de activar una visión especial que resalta áreas de interés. En cualquier caso, no es excesivamente complicado descubrir la ubicación de muchos de los acertijos repartidos por el entorno, puesto que algunos están resaltados con un brillo rojo, aunque otros, son ciertamente más sutiles, escondidos de forma que serían prácticamente imposibles de ubicar sin hacer uso de esta visión especial. Los rompecabezas te harán pensar, pero no son demasiado complejos. Por lo general se reducen a tirar de algunas palancas, ajustar espejos, mover cajas o encender antorchas con nuestras flechas. En algunas situaciones, habrá que solicitar la ayuda del águila. A estos puzles obligatorios, se le suman otros secundarios que nos granjearán puntos de experiencia para desbloquear batidas de alas adicionales para que el águila pueda llevarnos cada vez más alto.

Antes de afrontar las batallas contra los jefes, estos se pasean libremente por la meseta desatando una enorme tormenta roja a su paso que se desplaza por el mapa de un lugar a otro. Con el tiempo, seremos absorbidos en más de una ocasión y cuando esto suceda, habrá que salvar a nuestra águila mientras avanzamos lentamente para recogerla del suelo intentado evitar que la monstruosa bestia corrompida nos perciba con la luz rojiza que transmite desde sus ojos, parándonos cuando el enfoque de esta se posicione sobre nosotros. Si somos descubiertos, una dura embestida nos alejará de la zona y perderemos experiencia. En cualquier caso, habrá que limpiar al ave rapaz al terminar, tanto si logramos disipar la oscuridad salvándola como si somos atrapados por el enorme animal. Estas secuencias, pese a que ayudan a romper la monotonía, van perdiendo fuelle con el tiempo para volverse más molestas que otra cosa. Además, si la suerte no te acompaña, puede que la bestia reaparezca a tu lado o que escapar de su visión se antoje difícil si sale demasiado cerca y no gira la cabeza, quedando abocado a un duro golpe por su parte.

Después de recolectar suficientes sellos para liberar las torres, tocará perseguir a la bestia espiritual, culminando así en una lucha épica entre tú y el espíritu corrupto de esa área. Estas batallas de varias fases suelen consistir en correr por el entorno, esquivar proyectiles y disparar a los puntos débiles del jefe. Estos enfrentamientos son lo más cercano a un combate real, y aunque no son particularmente difíciles, ofrecen algunos de los momentos más intensos del juego. No hay una forma de morir per se, por lo que no tenéis que preocuparos en exceso si falláis.

The Pathless se ve impresionante, con una animación ágil, diseños de personajes y enemigos cuidadosamente elaborados, y una paleta de colores reducida pero efectiva para pintar los paisajes. Es difícil negar que Giant Squid se ha superado en términos de animación, iluminación y colorido. Caminar por la isla se siente increíble, ya sea que estés corriendo por el suelo o volando por el cielos. Las peleas de jefes son espectáculos visuales sobresalientes, inolvidables enfrentamientos entre simples humanos y almas corruptas de dioses que son una sombra de lo que alguna vez fueron.

Por supuesto, la experiencia se complementa con una banda sonora creada por Austin Wintory, responsable de la música en Abzû , The Banner Saga o Journey, entre otros. En las composiciones abundan los instrumentos (incluidos algunos tradicionales), marcando hábilmente el ritmo del viaje de la cazadora. Los efectos de audio están correctamente elaborados y se sienten bien ubicados, pero lo que más se nota es la música tribal que suena de fondo. En cuanto a las voces, se desarrollan en un lenguaje inventado pero dispone de subtítulos en español.

 

Conclusión

The Pathless es un hermoso viaje que respira libertad y sentimiento, en el que una cazadora y su águila deben purificar el mal que impera en la una isla corrompida por el asesino de dioses. Es una obra sencilla en mecánicas que, prescindiendo de cualquier indicación, da al jugador una sensación de exploración rápida y placentera a través vastos parajes naturales que ofrecen una experiencia relajada, que se intercala con la intensidad de las propias bestias sagradas corrompidas y su aura, así como el inminente combate atípico que apuesta por los rompecabezas. Quizás, su duración sea lo más negativo, pero sinceramente, creo que tiene la duración justa para evitar caer en el tedio, puesto que como dice el refrán: “lo poco gusta, lo mucho cansa”.