[Análisis] Vudú

[Análisis] Vudú

TIEMPO DE JUEGO
30 minutos
EDAD
8+
EDITORIAL
SD Games
LANZAMIENTO
Septiembre de 2022
NÚMERO DE JUGADORES
3-6
DISEÑADOR
F. Giovo y M. Valtriani
GÉNERO
Party
Si hace un par de días os hablábamos de Smart10 en referencia a un juego más que apetecible para sacar a mesa en estas fechas tan señaladas que están por llegar para entretener a amigos y familiares con una típica propuesta de preguntas y respuestas rápida de sacar y jugar, con la ventaja de prescindir de un tablero y por ende, fácil de jugar desde el sofá sin necesidad de despejar la mesa ni moverse de la comodidad del mismo, hoy le toca el turno a otro de estos muy recomendables para disfrutar de la experiencia conjunta, en esta ocasión, especialmente divertida para los más pequeños de la casa por el ridículo que conlleva su jugabilidad, lo cual no exime que cualquier adulto pasado de copas pueda sentir la inevitable tentación de unirse a la partida. El juego que protagoniza esta reseña no es otro que Vudú, un juego de estos que te obliga a dejar la vergüenza de lado (la propia y la ajena) para hacer todas las peripecias que se te exijan, una experiencia diseñada por  Francesco Giovo y Marco Valtriani, que a su vez ha sido publicada en nuestra idioma por SD Games. ¿Te atreves a entrar en este oscuro y alocado mundo? ¡Pues no dejes de leer todavía!

 

Componentes

Lo primero que llama la atención nada más abrir la caja de Vudú, es su pequeño muñeco vudú, que sin duda, da el sentido a este juego. Un muñequito simpático confeccionado con hilo marrón grueso, uno blanco algo más fino, unas bolitas de plástico rojo que hacen las veces de ojos, y por último, un corazón de fieltro. El componente más bonito y que más me ha conquistado desde el primer minuto, no podría negarlo ni aunque lo intentase, es un objeto entre adorable y macabro.

El siguiente elemento a destacar, son cinco dados negros de seis caras que se componen de cada uno de los seis ingredientes posibles en cada una de sus caras, cada icono es de un color diferente al otro con el fin de reconocerlos rápidamente, aunque eso haya condenado a la calavera al color naranja al ser el fantasma ya blanco, y a su vez, la calabaza sea roja… pensamientos que te asaltan la mente. Por otro lado, están las esferas de puntuación, o más bien semiesferas, porque no son esferas completas. Estas, que comparten color con los ingredientes (a excepción del naranja que deja paso al negro), sirven para contabilizar los puntos en el tablero de puntuación, que no es un tablero per se, ya que viene en la parte superior del propio inserto de la caja, un divertido y útil detalle de diseño. Así que, los que acostumbráis a quitar el inserto en la búsqueda de organizar todo lo mejor posible, no lo hagáis.

Por último, está el grueso de cartas, que se divide entre treinta y seis cartas de maldición (doce celtas, doce egipcias y doce haitianas), diez cartas de maldición permanente, trece cartas de artefacto y una carta de objetivo. Todas las cartas se diferencian rápidamente entre sí por el color y por el tipo de personaje. Enlazando con esto, el artista Guido Favaro (Coloretto y Rush & Bash, entre otros) ha dejado su impronta creando unas bonitas ilustraciones muy coloridas y cargadas de humor y simpatía en las cartas y, a su vez, en el inserto y la portada del juego, aportando así un diseño y estética que, por el tono, están claramente más enfocadas al público infantil que al adulto.

En cualquier caso y como siempre, os dejo una lista completa a modo de referencia para que sepáis qué vais a encontrar en el juego:

  • 36 cartas de maldición
  • 10 cartas de maldición permanente
  • 13 cartas de artefacto
  • 1 carta de objetivo
  • 5 dados de ingredientes
  • 6 esferas de puntuación
  • 1 muñeco vudú

 

Sinopsis

¡Bienvenido al oscuro mundo de Vudú! ¿Estás preparado para mezclar ingredientes repugnantes y lanzar poderosas Maldiciones sobre tus adversarios? Haz que se arrastren por el suelo, que salten a la pata coja o, ¡momifícales! Sólo el más fuerte y listo se impondrá en esta competición.

El Único que sobreviva a cada una de las Maldiciones de sus enemigos lanzando las suyas contra ellos, sin ninguna clemencia, será el ganador. ¿Aceptas el reto?

 

¡Lanza tus maldiciones contra los rivales!

El objetivo final en Vudú es bien sencillo, básicamente hay que mover nuestro marcador de puntuación a lo largo del track de puntuación presente en el inserto de la caja, para lo cual, habrá que lanzar maldiciones a otros jugadores, ya que esta es la forma de conseguir puntos (se obtienen tantos como se indica en la sección inferior de la carta jugada). Así, la partida continuará hasta que alguien sea capaz de alcanzar los 11 puntos necesarios para el final de partida.

Un turno típico consiste en que un jugador tire los cinco dados de ingredientes. Los jugadores pueden repetir la tirada tantas veces como quieran, pero deben retirar un dado cada vez que lo hagan, lo cual, a la larga, les dejará con menos opciones, pero si no queda de otra… Es posible reservarse algunos dados para nuestra “bolsa de ingredientes” personal, pero siempre habrá que descartar un dado para volver a lanzar los dados restantes. Una vez que los resultados de los dados sean de tu agrado o, en el peor de los casos, únicamente te quede un dado, es tu momento de comenzar con el lanzamiento de maldiciones.

El jugador ahora puede realizar cualquiera de las acciones enumeradas a continuación y en cualquier orden. La mayoría de las acciones requieren el uso de dados de ingredientes. Si no tienen el número o tipo correcto de dados de Ingredientes, no pueden realizar la acción.

  • Robar una maldición: Descarta dos dados cualquiera de tu bolsa de ingredientes y robar una carta de maldición a tu mano.
  • Robar un artefacto: Descarta dos dados cualquiera de tu bolsa de ingredientes. Luego, robas una carta de artefacto a tu mano.
  • Usar un artefacto: Esta acción no requiere la utilización de dados de ingredientes. En su lugar, dejamos una carta de artefacto de nuestra mano en la parte inferior del mazo de robo de artefactos. El efecto de la carta entra en juego inmediatamente. Es importante tener en cuenta que algunas cartas de artefacto solo se pueden jugar cuando se cumplen ciertas condiciones del juego.
  • Lanzar una maldición: Esta acción permite al jugador jugar una carta de maldición de su mano, pero antes de que pueda hacerlo, debe poder descartar el número y tipo correcto de dados de ingrediente. Si se paga el coste, colocas la carta de Maldición frente a ti, y luego le das la carta de maldición al oponente elegido. Algunas cartas de maldición tienen un asterisco, lo que indica que se puede usar cualquier dado de ingrediente. La carta de maldición se lee en voz alta. El jugador que lanzó la maldición se suma la cantidad de puntos que otorga la carta de maldición. El jugador que recibe la maldición debe seguir las instrucciones de esa maldición.

Las maldiciones son el elemento principal de todo esto, donde la mecánica del Vu realmente entra en juego. Hay muchos tipos diferentes de maldiciones que van desde maldiciones de destreza hasta acciones absurdas. Igualmente, durante la partida las maldiciones se pueden “interrumpir” de forma voluntaria o accidental cuando el objetivo de una maldición no cumple con lo que requerido. Si eso ocurre, el jugador que lanzó la maldición gana los puntos de la carta y esta se descarta.

Finalmente, es importante señalar que en el “tablero” (por llamarle de alguna forma) de puntuación, existen unos puntos de inflexión, y es que, el tres, el seis y el nueve tienen una calavera que, ya os adelanto, no está meramente como elemento decorativo. Cuando se alcanzan estos puntos, los jugadores deben sacar cartas de maldición permanente del mazo correspondiente, viéndose así afectados por estas maldiciones. Cada una de estas maldiciones conlleva penalizaciones directamente en la carta cada vez que se te olvide aplicarlas, generalmente perdiendo puntos o haciendo que el resto los ganen.

 

Escalabilidad

Si con Smart10 tenía mis reticencias a la hora de recomendar partidas a más de tres o cuatro jugadores, con Vudú lo tengo cristalino. Si entra dentro de las posibilidades, mi consejo es que juguéis al máximo número de jugadores, de hecho, lo suyo es que mínimo seáis cuatro, al menos desde mi humilde punto de vista. Asimismo, estamos un juego que, por su temática, claramente no se toma a sí mismo demasiado en serio, ya que lo único que busca es provocar las carcajadas de los jugadores. En este sentido y tras estudiar las distintas maldiciones, Vudú es definitivamente un experiencia de juego pensada para los más pequeños. Los más mayores y habituados a los juegos más sesudos, posiblemente no vean aquí nada que les invite a sentarse, especialmente si son sensibles a la hora de hacer “payasadas”, a menos que, como ya comentaba al principio, lleven encima cuatro copas de más.

 

Conclusión

Vudú es una experiencia que a buen seguro resultará muy divertida para los más pequeños de la casa y sus amigos, aunque por supuesto, resultará mucho menos llamativa para aquellos jugones más adultos. Por tanto, si buscáis una propuesta rápida, sencilla e hilarante de mantener entretenidos a los niños en estas fiestas, el juego distribuido por SD Games es una propuesta muy apetecible en ese sentido… y, oye, ¿quién sabe? Igual algún adulto se anima a sumarse a la partida y todo, dependerá un poco del efecto que produzcan en cada uno el vino, el orujo o la sidra.

Por todo lo expuesto, desde aquí otorgamos un Meeple Rubí/Meeple Monje a Vudú.

 

(Si queréis conocer nuestra forma de valorar juegos de mesa, os dejamos aquí un enlace a nuestra política de reviews para comprender nuestro sencillo sistema de meeples)

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Kalas

Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.