En este texto se detallan spoilers de RiME.
Más allá de la pérdida está la esperanza. Cuando vivimos un proceso traumático, tendemos a luchar con nuestros propios demonios imaginando parajes que nos benefician. A estas alturas, prácticamente todos conocemos las cinco fases del duelo: negación, ira, negociación, depresión y, por último, aceptación. En estos cinco elementos se sustenta RiME, una de las obras más importantes del producto patrio, un título desarrollado por Tequila Works publicado hace poco más de tres años. En él controlaremos al protagonista por un mundo idílico lleno de peligros, dando forma y vida a los pensamientos de un padre dolorido que hace tiempo dejó de buscar consuelo.
La única seguridad de la vida
RiME versa, desconociéndolo el usuario hasta los instantes finales, sobre la única seguridad que tenemos en la vida: la muerte. Atrapados en una isla paradisíaca, iremos explorando cada recoveco de la misma durante diferentes etapas. Así, a través de los ojos y movimientos de Enu, nuestro joven protagonista, vagaremos por los rincones de este paraíso terrenal que esconde secretos en todos sus rincones. Acompañados por Nana, una pequeña zorra naranja que nos servirá como luz en la oscuridad, Enu deberá enfrentar los peligros que le aguardan en el lugar que está explorando. En este título cargado de misterio y emociones, la atmósfera que conforman los apartados visuales y sonoro son el auténtico protagonista de la historia, más aún que ese padre apenado que imagina cada paso de su ya difunto hijo.
Desde el primer instante, RiME es un título que entra por los ojos. Es detallista, no cae en señales excesivas y te guía sin mostrarte el camino. En este aspecto, Tequila Works ha apostado por un estilo marcadamente preciosista, una hoja de ruta cimentada en buscar la belleza y la originalidad en lo sutil. Su obra no cuenta con elementos mal colocados ni peca de ostentosa, utiliza cada factor a su favor cuando es necesario. El estudio español consigue jugar con las marcadas luces y sombras que acompasan el tenue ritmo de RiME, trazan al jugador ese camino constante que está imaginando el padre de Enu. Tiene clara su premisa, versa sobre las cinco fases del duelo y centra cada uno de los capítulos del juego en una de estas. Y, entre medio, cerraduras, una vía que, como la propia palabra indica, cierra un camino. O quizás lo abre…
La soledad como compañía
Puede sonar ilógico pensar que un título centrado en la pérdida haya conseguido que la soledad acompañe al jugador. A través de la imaginación del padre, un hombre solitario repleto de pasajes vitales negativos, Enu enfrenta enemigos, libera aliados y sigue un camino dedicado a terminar de forma abrupta. La mayor parte del tiempo el joven muchacho está solo, pero esas rutas que recorre las traza en la mente de alguien, motivo por el que no es un héroe, solo un acompañante. Con el paso de los capítulos, el antaño paraíso terrenal se resquebraja para dar paso a un lugar sombrío y triste. Ya nada queda de aquella isla con la arena dorada bañada por el mar, esas palmeras verdes y aquel sol que nos deslumbraba la visión. Vimos señales, contemplamos como cada vez el peligro era mayor, pero el ser humano es curioso por naturaleza.
Como mencionamos anteriormente, Tequila Works planteó el juego siguiendo el organigrama tipo para afrontar una pérdida. Aonia Midnight, compañera de Todas Gamers, habla magistralmente en su artículo «Profundizando en RiME» de cómo el estudio consigue plasmar estas fases en su obra más conocida. En el mismo, en los últimos párrafos, escribe que «el dolor por la pérdida se va desvaneciendo con el tiempo», explicando así con una frase muy sencilla como cada paso dado en este título nos está conduciendo a confrontar nuestro recuerdo más pesado. El tiempo sana, cura y restablece la mente, pero muchas heridas continúan vía subcutánea, resquebrajándonos por dentro y rompiéndonos como un frágil jarrón.
Por este motivo, Manu, el padre de Enu, se niega a aceptar el cruel destino que le ha tocado vivir no solo a él, sino a su vástago. Con una vida conformada por pasajes crueles y un sinfín de momentos llenos de tristeza, este se niega a aceptar el último capítulo de su desoladora vida. Por ello, Manu traza un imaginativo recorrido donde Enu, el protagonista de RiME, confronta diferentes situaciones y peligros que le llevan a fortalecerse. El tiempo pasa, los meses se suceden y el dolor es cada vez más pequeño, pero nunca termina de abandonarlo. Conforme avanza el título, las sombras se vuelven mayores, y aquella luz proporcionada por el sol ya solo atraviesa pequeñas grietas que, en los últimos compases, están cerradas por completo. Y entonces, solo ahí, lo vemos todo.
Perderlo todo para seguir hacia delante
En su último capítulo, Tequila Works nos ofrece con esta obra un máster sobre finalizar historias. Sin percatarnos de ello, nos han contado a través de sutilezas, historias ajenas y silencios sonoros, la historia de cómo un padre debe seguir hacia delante para superar los últimos momentos de su hijo. Cada juguete que encontramos está a nuestro alcance, cada vestimenta tiene su significado, y de repente, de golpe y porrazo, nos encontramos en una casa que, lejos de ofrecernos protección, destila soledad y tristeza en cada rincón. Paseamos, ya como Manu, por ese lugar al que se niega a llamar hogar, y nos dirigimos hacia una ventana que nos muestra la realidad: la rueda de la vida, para todo el mundo, sigue girando. El sol vuelve a salir, los pájaros no cesan de cantar, y el mar, que siempre ha estado presente, vuelve a bañar la orilla dorada.
Víctor Rodríguez comentaba en Areajugones poco después del lanzamiento de RiME que este era «todo a lo que The Last Guardian aspiraba y no alcanzó». La obra de Fumito Ueda, protagonizada también por un joven y una carismática criatura, enfoca la soledad desde otra perspectiva. En el título de genDESIGN vivimos una historia, recorremos las palabras que un narrador cuenta, mientras que en RiME, nunca llegamos a escapar de la mente atormentada de Manu. Enu pereció durante el viaje, dejó de existir en mitad del mar y se perdió con la intranquilidad de las olas, pero su recuerdo sigue vivo hasta que su padre, trozo de tela rojo en mano, lo deja al fin descansar. Ya no recorrerá más islas, no descubrirá más secretos ni escuchará más historias de reyes, pero tanto el niño como el padre seguirán hacia delante. Y, en este momento, Tequila Works nos da las gracias por completar su obra, pero llegados a este punto nos quedamos sin palabras para definir lo que nos han hecho vivir. Porque RiME, por encima de todo, es una historia de la esperanza después de la pérdida.