Creo que no me pueden acusar de fantasioso si digo que PlayStation 5 está a la vuelta de la esquina. Han pasado muchos años desde el lanzamiento del primer modelo de PS4, y sin duda, existen videojuegos que ya van dejando patente que las viejas máquinas necesitan una revisión.
Pero este no es el tema del que vengo a hablar hoy aquí, sino que quiero dar lo opinión de la noticia de la semana; la ausencia de la marca PlayStation en el E3 2019.
El evento angelino lleva años dejando patente un cambio de tendencia. Un evento que otrora fue cuna de algunos de los grandes anuncios que han llevado a la industria hasta lo que es hoy, pero que desde hace años, muestra síntomas de agotamiento, con compañías como EA o Xbox que deciden montar su propio “sarao” fuera del recinto, o la propia Nintendo, que lleva ya años ofreciendo sus novedades a través de un streaming en diferido.
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Ahora es PlayStation la que pone un clavo más en el ataúd del evento, anunciando que este año no acudirá a la cita, lo que me hace reflexionar sobre si esto se debe a un ejercicio de sinceridad con los aficionados, asumiendo que no tienen nada que mostrar a día de hoy, o una simple estrategia con vistas a hacer su propio evento más adelante en solitario, en el que se prevé que se presentará lo que será su nueva consola, PlayStation 5.
Si atendemos a los próximos meses que esperan a PlayStation 4 en tema exclusivos, vemos que solo Dreams, lo nuevo de Media Molecule, y Days Gone, cuentan con un lanzamiento fijado en 2019, este último retrasado de forma reciente al mes de abril.
Existen otros como The Last of Us 2 y Ghost of Tsushima, de cuyo estado no se sabe nada más allá de que están en desarrollo, lo que cayendo en el terreno de la especulación, bien podría indicar que el recorrido de PS4 no va más allá de dos años vista.
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No voy a negar que me estoy metiendo en un terreno pantanoso, que tiene más de intuición que de información, pero todo parece indicar que lo nuevo de Naughty Dog cerrará la generación, al igual que The Last of Us lo hizo con PS3.
Pero volviendo a los que es noticia, la ausencia de la marca PlayStation en el E3, no es sino la confirmación de que la industria está cambiando y las conferencias presenciales en directo se están quedando obsoletas, lo que es un alivio para algunos y una pérdida para otros.
Es pronto para afirmar con rotundidad que el E3 está muerto, pero lo que sí está claro, es que con el paso de los años la feria como tal está perdiendo fuerza, y con ella el que tiempo atrás fue el más reconocido punto de reunión para jugadores, parece que está cerca del final.