![[Primeras Impresiones] Kingdom Come: Deliverance II [Primeras Impresiones] Kingdom Come: Deliverance II](https://gaminguardian.com/wp-content/uploads/2024/08/KINGDOM-COME-DELIVERANCE-II.png)

Los sueños de grandeza de Warhorse Studios con la primera entrega de su saga medieval, sumado al ruido que fueron capaces de hacer algunas bandas de indeseables sobre ella, opacaron el brillo de un juego tan notable como Kingdom Come: Deliverance en su nacimiento. Esa ambición desmedida provocó que aquella experiencia tuviera algunos problemas técnicos demasiado notorios, pese a ser capaz de representar, como pocos lo han conseguido en el mundo del videojuego, lo que sería crecer y vivir en la Bohemia de la edad media siendo hijo de un humilde herrero, desarrollando una historia realista y un sistema de juego con muchas posibilidades. Ahora, Kingdom Come: Deliverance II viene a mejorar todo lo bueno (y lo menos) de su primera parte, con la experiencia de casi 7 años de Warhorse y Deep Silver con el motor CryEngine y con la intención de profundizar y agrandar la historia, obra y milagros del bueno de Henry de Skalice durante la guerra civil por la sucesión del Rey de Bohemia. Por cortesía de PLAION, hemos tenido acceso temprano a la versión completa del juego y hoy os contamos si esta continuación directa apunta maneras para convertirse en uno de los juegos del año.
Que bueno volver a verte, Henry
Kingdom Come: Deliverance II es, como ya hemos dicho, una continuación directa de su primera parte, plantándonos ante un RPG clásico con la cámara situada en primera persona. Como es lógico, volveremos a encontrarnos con caras conocidas como Sir Hans Capon y, por supuesto, con nuestro desventurado protagonista, Henry. Una de las primeras diferencias que se atisban entre ambos títulos es que si bien en la primera parte las aventuras de Henry nos llevaban a un conflicto a gran escala, esta venía a aplicar a una región en concreto involucrada en él, mientras que las primeras horas de Kingdom Come: Deliverance II, aunque también arranquen con pequeñas tareas, parecen apuntar a un mal mayor, con más personajes involucrados, más choques de intereses y muchos kilómetros por recorrer a lomos de nuestro caballo. Eso sí, pese al tono serio del enfrentamiento en el que nos vemos involucrados, el particular humor del equipo de desarrollo se traslada directamente al juego, donde a veces sufriremos situaciones y conversaciones rocambolescas que tendremos que resolver como buenamente podamos y que nos sacarán más de una sonrisa, jugando en más de una ocasión a convertir Deliverance en un show propio de “La vida de Henry“.
Este ejercicio de agrandar a nivel argumental y de presentación de objetivos todo lo visto en la primera entrega de la franquicia podría pecar de sentirse como un relleno y llevarnos a realizar tareas de poca monta sin mucho sentido, sin embargo, el estudio no solo ha vuelto a crear esa sensación de que Bohemia es un lugar vivo, con encuentros con personajes interesantes en cada localización y donde cada una de nuestras decisiones parece importar, sino que lo ha mejorado con creces. Las consecuencias de nuestros actos y como nos desenvolvamos en las relaciones con el resto tendrán consecuencias tangibles desde las primeras horas, haciendo que Kingdom Come: Deliverance II luzca como un juego que tomarse en serio si queremos vivir para contarlo. Algunas veces algunos NPC no se comportan en relación a nuestro comportamiento y trato con ellos, eso sí, pero pasa en pocas ocasiones y probablemente sea algo que pueda pulirse con un parche el día de su salida que ajuste correctamente los niveles de reputación para con según qué personaje esté frente a nosotros.
Forjado a Fuego
Todo el crecimiento de las estadísticas de nuestro personaje de nuevo se verá afectado por las tareas que llevemos a cabo con Henry, manteniendo el espíritu del Deliverance original.
Así, tendremos que hacer frente de nuevo a una propuesta que a los menos familiarizados con este tipo de juegos se le puede hacer tosca y ruda al principio, pero según vayamos pasando horas a los mandos veremos como nos recompensa con la mejor de las satisfacciones. Por suerte, contaremos con un montón de tutoriales que explican bastante bien todas las acciones (y sus consecuencias) que podremos llevar a cabo. Quizá en alguna tengamos que trabajar más (¡ay de mi con las ganzúas!) pero sabremos qué hacer y cómo en gran medida. Como ya ocurría en el original, si no tenemos labia suficiente o nos apetece formar gresca, el sistema de combate vuelve a apostar por un sistema parecido al visto en For Honor, habiéndose ajustado un poco más en esta ocasión para resultar más divertido y efectivo. También se han llevado a cabo mejoras en el manejo y comportamiento de nuestros compañeros (tanto equino como perruno), así como ajustes en nuestra gestión vital relacionados con el hambre, el sueño, las heridas o la embriaguez.
No faltarán a la cita los procesos manuales como la forja o la alquimia, así como minijuegos como los dados, agradecidos añadidos que ahondan en el esquema jugable, aportando variedad y permitiendo que, dado que Kingdom Come no es un juego donde invocar dragones o poseer sables de hielo, consigamos algunos efectos curiosos y ayudas en nuestro desempeño.
Nos ha vuelto a sorprender gratamente como el mundo, las misiones y nuestras capacidades a los mandos vuelven a evolucionar según aprovechemos nuestras propias decisiones y menesteres, lo que ayuda aún más a la sensación de estar viviendo una aventura medieval real de la que formamos parte.
Una luz en medio de la oscuridad
Hay dos cosas que llaman rápidamente la atención en cuanto a lo técnico en este Kingdom Come: Deliverance II: la primera de ellas es como se hace uso de la iluminación, consiguiendo que la noche sea oscura de verdad y que el sol brille con toda su fuerza cuando alcanza su cenit; la segunda es la distancia de dibujado, permitiendo disfrutar con mayor realismo de la preciosa región que representa, sin las cargas de texturas y los artefactos que lastimosamente si aparecían en el primer juego protagonizado por el hijo del herrero de Skalice. Sin olvidarnos del tono oscuro de la aventura, los colores y la luz que hemos mencionado hacen que sea todo un lujo moverse a caballo por los caminos y bosques de Kingdom Come: Deliverance II.
Por contrapunto, algunas expresiones faciales siguen chirriando un poco (y eso que Henry ha sufrido un glow-up que ríete tú de Ana Mena), e incluso en algunas situaciones hemos sufrido esperpentos como el que acompañan a estas líneas, donde NPCs se meten a chupar cámara cuando no les toca, sin detección de colisiones ni gaitas. Sin dejar de hacer esta mención, es justo indicar que se han grabado más de cinco horas de secuencias de vídeo e incontables líneas de diálogo, por lo que el hecho de que un par de extras un tanto ebrios se metan donde no les llaman durante las casi 20 horas que llevamos jugando no consideramos que sea algo que eche por tierra todos los demás esfuerzos, las cosas como son, pero, como decimos, hay que señalarlo de cara a una posible mejora a futuro.
Los tirones de los que hacía dudosa gala Kingdom Come: Deliverance han desaparecido prácticamente por completo, con la salvedad de ciertos momentos cuando manejamos el mapa. Con todo, y como casi en la totalidad de juegos, aconsejamos jugar en modo rendimiento para minimizar las situaciones en las que pueden ocasionarse algunas “rascadas” dado el tamaño del espacio donde se desarrolla el juego y la cantidad de variables que este contempla.
Con respecto a los menús y HUD, vuelven a contener una cantidad ingente de información, como no puede ser de otra manera en un juego de este corte, pero se muestran solventes y entendibles. Además, de la misma forma que en el apartado jugable, tendremos un glosario de indicadores y diversas pistas que nos ayudarán a familiarizarnos con ellos.
Cerramos nuestras buenísimas impresiones con el apartado sonoro, donde encontramos un doblaje al español más que agradecido si tenemos en cuenta la cantidad de líneas de diálogo que contiene Kingdom Come: Deliverance II. Pese a altibajos y algunas situaciones donde se emplean tonos de voz que no tocan con lo que está pasando, es de aplaudir que se haya puesto tanto cariño en nuestro idioma, algo que deja en no demasiado buen lugar a otras desarrolladores con indudable más músculo. Los subtítulos, por su parte, funcionan bien en su mayoría, aunque en ocasiones tardan un poco en salir. La música acompaña de buen grado la acción, haciéndonos, de nuevo, sentirnos en pleno siglo XV.
Conclusiones
A falta de pulir algunos detalles y profundizar un poco más en su mundo e historia, Kingdom Come: Deliverance II muestra unas credenciales más que dignas para convertirse en uno de los juegos más importantes de 2025. Aún quedan varias semanas para su lanzamiento oficial y muchos competidores a los que batir durante el año, pero la oscura, a la par que brillante, nueva propuesta ideada por Warhorse nos va a hacer disfrutar innumerables horas en la piel del bueno de Henry de Skalice. Los RPG están más vivos que nunca. No le perdáis de vista.
Noticias relacionadas
![[Análisis] Kingdom Come: Deliverance II [Análisis] Kingdom Come: Deliverance II](https://gaminguardian.com/wp-content/uploads/2024/08/KINGDOM-COME-DELIVERANCE-II.png)
[Análisis] Kingdom Come: Deliverance II
SpartanFenixFeb 03, 2025![[Análisis] Undisputed [Análisis] Undisputed](https://gaminguardian.com/wp-content/uploads/2024/11/Undisputed-Portada-Analisis-480x360.webp)