[Análisis] Assassin’s Creed: Orlog

[Análisis] Assassin’s Creed: Orlog

Tiempo de juego
10-15 minutos
Edad
14+
Editorial
SD Games
Lanzamiento
22 de julio de 2022
Número de jugadores
2
Diseñador
Ubisoft
Género
Lanzamiento de dados
Ya sabéis que los videojuegos han sido nuestro principal pilar desde los comienzos de esta web (con permiso del manga/anime), hace ya unos cinco años y medio, aproximadamente, teniendo en cuenta que este proyecto echó a andar en diciembre del 2016. Por supuesto, con el paso de los años nuestro repertorio se ha ido ampliando y hemos intentado abarcar cada vez más y más contenido, siempre que las fuerzas y el tiempo lo han permitido. Los videojuegos, como cualquier tipo de expresión artística, han permeado y danzado junto a otras formas de entretenimiento como el cine o la música, en una retroalimentación en ocasiones más beneficiosa que en otras, pues muchos coincidirán en que pocas son las veces que una película basada en un videojuego suele convertirse en algo memorable (al menos no de forma positiva), pero eh, ¿a quién no le agrada ver a sus personajes favoritos llevados a la gran pantalla?

Dicho esto, otro lugar en el que los videojuegos han encontrado un aliado, es precisamente en el mundo de los juegos de mesa (y viceversa), pues es común que todos los años salga al mercado algún que otro producto que fusiona ambas cosas, como es el caso del juego de mesa Anno 1800, diseñado por Martin Wallace, basado en la longeva y famosa franquicia de Ubisoft Anno, que es sobradamente conocida por su propuesta basada en la construcción de ciudades y la gestión económica con un marcado énfasis en el comercio colonial. Hablando de la compañía francesa, hoy volvemos a hablar sobre un juego de mesa basado en una de sus franquicias, en esta ocasión, le toca el turno a Assassin’s Creed, el gran baluarte en ventas de la empresa junto a Just Dance y, al menos en estos momentos, la más popular entre los fans de los videojuegos. La obra de la Hermandad de Asesinos que lleva en activo desde 2007, ha recibido spin-offs, novelas, películas, libros y, claro está, juegos de mesa. Desde apariciones en su propia versión de Monopoly o Risk, hasta Assassin’s Creed: Arena o Assassin’s Creed: Brotherhood of Venice, aunque el que hoy protagoniza este texto, no es otro que Assassin’s Creed: Orlog.

El caso de Assassin’s Creed: Orlog es cuanto menos curioso, pues Orlog es un minijuego dentro de Assassin’s Creed: Valhalla, que, si bien no se ha popularizado a niveles de Gwent en The Witcher 3, al menos ha conseguido ser lo suficientemente llamativo para que desde alguna oficina se haya acordado que lanzar un juego de mesa de este sencillo juego de dados podría ser una buena idea. Así pues, si bien es cierto que este es un juego de mesa inspirado en un videojuego, no lo está de la misma forma en la que lo hace Anno 1800, cuya intención fue la de adaptar las mecánicas del videojuego al tablero (de forma sobresaliente, todo sea dicho), sino que en este caso, la intención es replicar ese minijuego para transportarlo a la mesa, algo en principio sencillo por mecánicas y componentes, pues todo el trabajo estaba ya hecho. En cualquier caso, sin ánimo de dilatarme mucho más en mi introducción (que ya me estoy colando), paso a hablaros directamente de Assassin’s Creed: Orlog, uno de los lanzamientos de este mes de SD Games.

 

Componentes

La caja de Assassin’s Creed: Orlog está protagonizada por Eivor en su versión masculina junto a los dados y cuencos de Orlog, así como el logo de Assassin’s Creed: Valhalla. En su interior, destacan rápidamente dos piezas concretas por su tamaño, los dos cuencos de plástico que intentan simular el efecto madera, material del que en principio estaban hechos los del videojuego. Estos cuencos van decorados con símbolos y, mediante una serie de rayas y algunos “desperfectos” puestos ahí intencionalmente, dan la sensación de imperfección asociado a la talla de madera, quedan unos cuencos que, si bien habrían sido mucho más bonitos y realistas si se hubiesen realizado en madera, al menos consiguen ofrecer un buen resultado.

Lo siguiente a destacar, es un conjunto de doce dados acrílicos, dos sets de seis dados para cada jugador. El acabado de los dados es muy bueno, emulando lo visto en el minijuego de Orlog, con unos dados de un color entre grisáceo y marrón, con un aspecto arenoso, que de hecho, se recrea aquí con una serie de pintitas. Estos dados de seis caras constan de una serie de iconos, algunos de ellos además acompañados de unos marcos dorados. Sinceramente, creo que los dados son el componente que más se asemeja a lo que podrían ser los objetos utilizados en el videojuego para jugar a Orlog (por eso de que los cuencos, pese al aspecto, no son de madera).

Por otro lado, están las piedras de salud, que pese a que pueda sonar absurdo de primeras, sorprende al apostar por unas hermosas piedras reales de color turquesa, en vez de simplemente haberlas sustituido por algo similar fabricado en plástico. Esto le otorga un mayor realismo al juego, pero no es menos cierto que si comparamos el tamaño de estas piedras con las presentes en el videojuego, queda claro rápidamente que se han encogido, lo cual es una pena. En cualquier caso, se agradece que hayan decidido utilizar estas piedras.

Continuando con los materiales, quizás los que han sufrido un mayor “downgrade” en calidad, pese a que su aspecto sea correcto, son las fichas de favor divino y la moneda para elegir el jugador uncial, que lejos de ser metálicas como en el Orlog de Assassin’s Creed: Valhalla, son de cartón. Entiendo que apostar por el cartón es mucho más barato y rápido, ya que el metal, pese a darle un mejor acabado y ser más realista con la fuente original, habría encarecido el juego. Sí, al final son decisiones que uno puede llegar a entender, pero si buscas el mayor realismo posible, bueno… tendrás que conformarte con esto. ¡Ah! Los sets de favores divinos también son de cartón, en contraposición con las de madera que muestra el videojuego.

Si bien puede parecerlo, no quiero que penséis que estoy siendo excesivamente crítico con la construcción de los componentes de Assassin’s Creed: Orlog, pues están muy bien recreados. El problema, es que si comienzas a comparar con el videojuego y tienes en cuenta el máximo grado de realismo al traspasar los objetos necesarios para jugar a Orlog, no hay mucho que destacar. Esto no quiere decir que el cuenco en plástico no tenga un buen acabado o no sea visualmente calcado al del videojuego, que lo es, simplemente se apunta a que, si se hubiese realizado en madera, la sensación habría sido todavía mucho mejor, por dar un ejemplo de entre varios posibles.

Como siempre, os dejo la lista completa de componentes a continuación:

  • 50 fichas de favor divino
  • 1 moneda
  • 32 piedras como fichas de salud
  • 2 sets de 20 favores divinos
  • 2 sets de 6 dados acrílicos
  • 2 cuencos de plástico

 

Resumen del turno

Jugar a Assassin’s Creed: Orlog es realmente sencillo y rápido, pues se divide solamente en tres fases:

  1. Fase de tirada: Cada jugador se turnará para lanzar los dados, pudiendo volver a relanzarlos hasta tres veces, quedándose con algunos dados si así lo desea antes de volver a tirar.
  2. Fase de favor divino: Los jugadores pueden elegir un favor divino para utilizar, previo pago de una cantidad X de fichas de favor divino indicadas en el favor divino elegido. Estos favores se resuelven por orden de prioridad.
  3. Fase de resolución: Se resuelven las tiradas de ambos jugadores, realizando daño o bloqueándolo, a la vez que se obtienen o pierden fichas de favor.

La partida finalizará cuando la vida de uno de los jugadores llegue a 0 puntos. Mientras esto no ocurra, las rondas seguirán sucediéndose con los mismos pasos, intercambiando el jugador inicial cada turno.

 

¡Lanza los dados e invoca la furia de los dioses!

Realmente, la simpleza de Orlog es tal que en el resumen de turnos queda todo explicado, pero voy a intentar profundizar un poco más. En cada turno, hay que tirar los dados en orden, pudiendo hacerlo hasta tres veces en total, eligiendo si deseamos conservar algunos antes de volver a lanzar. ¿Qué iconos deberíamos quedarnos? Bueno, eso dependerá en gran medida de lo que elija nuestro rival. El hacha inflige daño y el casco bloquea ese daño, mientras que el caso de las flechas y los escudos es básicamente el mismo. Por otro lado, el icono de la mano permite robar fichas de favor divino al adversario, una buena forma de conseguir más a costa del contrario, pero claro, habrá menos opciones de defenderse y atacar.

El jugador inicial irá pasando de mano al finalizar cada ronda y, en Orlog, ser el primer en lanzar y elegir es importante, pues influirás en gran medida en los resultados que tu rival tendrá que elegir. Por ejemplo, si escoges cuatro hachas entre tus seis dados, “obligarás” en cierto modo a tu rival a hacer acopio de varios resultados con el símbolo del casco a menos que quiera ver su salud muy mermada. Huelga decir que esto no es una ciencia exacta y los dados pueden no siempre acompañar, por lo que si intentas utilizar todos tus resultados para atacar, puede que recibas el mismo trato del otro lado, ya que no tendrás forma de reducir ningún tipo de daño por parte del rival. Así pues, es importante contener las tiradas, intentar no escoger todos los dados en tu primera tirada, ya que desconoces qué dados va a escoger el contrario. Lo único que siempre es recomendable, es priorizar los resultados con el recuadro dorado alrededor, ya que eso te proporcionará una ficha de favor divino.

Después de la fase de tirada, una vez que se han escogido todos los resultados, toca pasar a la fase de favor divino. Durante esta fase, habrá que elegir qué favor divino utilizar, teniendo en cuenta que hay diferentes efectos según el coste de fichas de favor divinas utilizadas. Obviamente, es preciso disponer de las fichas necesarias para aplicar dicho efecto, pues de lo contrario, no se llevaría a cabo. Generalmente, los efectos de los favores divinos se aplican durante esta fase en un orden de prioridad concreto (viene indicado mediante un número en cada una de esta fichas), a lo largo de esta fase, que tiene lugar después de que los jugadores hayan tirado y escogido dados, pero antes de que se hayan resuelto los efectos de los iconos de dichos dados.

Esta es la norma general, pero hay que resaltar que existen favores divinos que se resuelven después de la siguiente fase (fase de resolución), por lo que su efecto no se aplicaría hasta después de resolver los dados. Esto es importante, puesto que favores como el Rejuvenecimiento de Idunn o el Golpe de Thor, no aplican la curación de salud o el daño al rival hasta el final de la fase de resolución, por lo que tendrías que calcular si esa cura va a llegar o no a tiempo, o si ese golpe va a ser suficiente para acabar con la vida de tu rival tras la suma de ese daño y la resolución de dados. La cantidad de favores divinos asciende a un total de 20, y los que haya a nuestra disposición durante cada partida dependerá del modo de juego que escojamos. Un uso inteligente de estos favores divinos puede decantar la balanza muy positivamente a nuestro favor, ahí radica la importancia de conseguir un puñado de fichas de favor, y si es robándoselas al rival, casi mejor.

Por último, llega la fase de resolución. Las tiradas se resuelven entre ambos jugadores, recibiendo y bloqueando daño, a la vez que se obtienen fichas de favor divino de la reserva o mediante robo. Igualmente, si hubiese algún efecto de un favor divino que re resolviese tras la fase de resolución, tendrá que llevarse a cabo. La partida finaliza cuando uno de los jugadores pierde todos sus puntos de salud, es decir, sus quince piedras de salud. Mientras esto no suceda, el orden de turno cambiará y dará inicio una nueva ronda.

 

Modos de juego

Assassin’s Creed: Orlog dispone de tres modos de juego, permitiendo así adaptar las partidas a nuestro nivel de experiencia:

  • Modo Principiante:
    • Cada jugador recibe 6 dados
    • Los jugadores comienzan con 15 fichas de salud cada uno
    • Ambos jugadores deberán usar los siguientes favores divinos: Golpe de Thor, Rejuvenecimiento de Idunn y Sacrificio de Odín
  • Modo Casual:
    • Cada jugador recibe 6 dados
    • Los jugadores comienzan con 15 fichas de salud cada uno
    • Cada jugador elige 3 favores divinos de entre los 20 disponibles
  • Modo Experto:
    • Cada jugador recibe 6 dados
    • Los jugadores comienzan con 15 fichas de salud cada uno
    • Lanzad una moneda para decidir quién será el jugador inicial
    • El jugador inicial excluye un favor divino
    • El segundo jugador excluye un favor divino y será el primero en elegir
    • Los jugadores se irán turnando hasta que ambos hayan elegido 3 favores divinos
    • Después de cada partida, los jugadores deberán descartar sus 3 favores divinos y elegir otros 3 de los restantes de la misma manera
    • El ganador de la partida empezará a elegir el favor divino en la próxima partida

 

Conclusión

Assassin’s Creed: Orlog es básicamente lo que cualquiera que haya jugado a Assassin’s Creed: Valhalla esperaría: una versión física del popular minijuego de dados. No hay mucho más que añadir al respecto. Es un juego muy simple por su naturaleza de elemento secundario de entretenimiento en el videojuego, por lo que no es fácil de recomendar a un público general, es algo mucho más nicho, algo diseñado y pensado para los fans de la franquicia de Ubisoft. Si estáis en este último grupo y queréis ampliar vuestra colección de Assassin’s Creed más allá de los videojuegos, este juego de mesa es un producto que vale la pena.

Por todo lo dicho hasta el momento, otorgo a Assassin’s Creed: Orlog un Meeple Plata/Meeple Caballero.

(Si queréis conocer nuestra forma de valorar juegos de mesa, os dejamos aquí un enlace a nuestra política de reviews para comprender nuestro sencillo sistema de meeples)

Kalas

Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.