El mercado de videojuegos independiente nos deja algunas joyas que intentan emular fórmulas de otros títulos más grandes y que en su momento cosecharon grandes éxitos. Este es el caso de Decay of Logos, el juego de mundo abierto desarrollado por Amplify Creations y Rising Star Games que llega para PC, Xbox One, PS4 y Nintendo Switch.

Es muy difícil hablar de mundo abierto sin recurrir a Zelda Breath of the Wild. El videojuego de Nintendo supuso un hito en la industria y se convirtió por méritos propios en el referente de muchas obras futuras, y el título del que os vengo a hablar hoy lo intentó, pero sin éxito.

 

Historia

Decay of Logos no tiene una trama al uso, el videojuego apuesta por una narrativa más personal, de la que apenas muestra información clara o donde ni sabemos muy bien por qué lugar tirar. La aventura comienza en una aldea, un pequeño poblado con un par de casas que están ardiendo por lo que parece ser el asalto de unas extrañas criaturas.

Nuestra protagonista, una enigmática chica que parece tener rasgos élficos, vuelve en si y huye de dicho pueblo encontrándose por el camino con una suerte de ciervo blanco que será nuestro fiel amigo y compañero de viaje durante el videojuego. Así, sin saber muy bien cómo, empieza nuestro viaje, un periplo por un desconocido mundo de gran belleza, que esconde muchos secretos por encontrar y muchas batallas que librar.

 

Jugabilidad

El videojuego deja muy claras sus intenciones desde el principio de la aventura. Desde el primer momento en el que tomamos el control de nuestra protagonista vemos lo que nos va a deparar el título: combate exigente, gestión de nuestro inventario, puzles y un mapeado grande que explorar para encontrar nuestro próximo objetivo tanto a pie, como a lomos de nuestro fiel amigo.

La exploración es la parte más importante del videojuego, pues continuamente vamos a ciegas y no se concreta nuestro próximo paso salvo en contadas situaciones y deberemos guiarnos por nuestro instinto. El mapa es bastante grande, por lo que es de agradecer que dispongamos de nuestro compañero, el ciervo, que será vital a la hora de hacer los viajes de un punto a otro algo más amenos. Pero cuidado, pues nos tendremos que ganar su confianza dándole de comer e interactuando con él para reforzar nuestra relación y que podamos cabalgar más tiempo sin que se llene la barra de estrés.

Al más puro estilo Souls, Decay of Logos nos permite descansar en una especie de altares que hacen la función de las hogueras en la obra de Miyazaki. Al descansar en uno de estos puntos recuperaremos nuestra vitalidad y guardaremos la partida. Eso sí, con cuidado, porque ni descansando estamos totalmente a salvo y es bastante habitual ser emboscados por criaturas.

El videojuego hace de su parquedad narrativa su principal virtud, y nos insta continuamente a explorar los vastos territorios que componen el mapeado, no solo para poder avanzar en nuestra aventura, sino también para encontrar los diferentes objetos que nos aguardan en los mismos y poder así mejorar a nuestro personaje con mejores armas o equipo que nos pongan las cosas un poco más fáciles.

Destacar también que, al igual que en Zelda BOTW, las armas y equipo se rompen con el uso, por lo que es recomendable estar atentos a nuestro entorno e ir encontrando cofres en los que pueda haber nuevo equipo, pues solo podemos llevar dos armas equipadas y otra en la mochila.

La variedad de armas es suficiente, existen espadas, escudos, lanzas, arcos, hachas, mazas… una gran variedad de utensilios que, como ya hemos dicho con anterioridad, tienen su propia vida útil y terminarán por romperse con el tiempo, por lo que no tiene mucho sentido cogerles demasiado cariño. El almacenamiento en general es muy limitado, y al igual que pasa con las armas, sufrimos lo mismo con los objetos curativo (llamados tés y cuyo uso es muy necesario). Existen bastantes tipos, cada uno con su función: té sustancioso que nos permite recuperar vida, té mitigante que nos cura del envenenamiento, té aromático que nos recupera vida poco a poco… hay más tipos de tés y consumibles en general, pero preferimos dejar que los descubráis por vosotros mismos.

La progresión de nuestro personaje tiene lugar mediante niveles, los cuales podemos ir subiendo al derrotar a los diferentes enemigos que nos vayamos encontrando. Existe una gran variedad de estos, pues desde los típicos hombres árbol que sufrimos desde un primer momento, a unos gigantes enormes equipados con armas contundentes, una suerte de marionetas, una especie de abejas… Muchos tipos diferentes de enemigos que nos pondrán en una situación incómoda, sobre todo si se juntan varios en pantalla.

Cabe destacar que Decay of Logos es un videojuego bastante exigente que no duda en ponernos en situaciones muy complicadas. Es cierto que normalmente si nos metemos en una zona en la cual los enemigos nos matan de forma inexorable probablemente es que ese no sea el camino, pero aún yendo por zonas algo más accesibles nos encontraremos con situaciones que nos pondrán en tensión. Además, las muertes no son algo baladí, y cada una de ellas repercute en nuestro personaje en forma de la disminución de nuestras estadísticas que no volverán a recuperarse hasta que descansemos.

Si a estas alturas ya hemos enumerado unos cuantos paralelismos con la obra de Miyamoto, no podemos dejar de destacar la existencia de los Arx, una suerte de mazmorras, al igual que los santuarios de Zelda BOTW, que son algo así como pruebas a las que tendremos que acceder bien equipados y que esconden multitud de secretos que nos serán útiles en nuestra aventura.

 

Gráficos y sonido

Gráficamente es un videojuego extremadamente bello, pero es en lo técnico donde nos topamos con todos los problemas que lo afean. A un framerate un tanto errático, tenemos que sumarle una resolución más que deficiente, en el caso de Nintendo Switch, que es la versión que hemos podido probar, el videojuego mantiene el tipo en modo pórtatil. La pantalla de menor tamaño y resolución hacen que el videojuego luzca razonablemente bien, pero en cuanto se nos ocurre probar el título en el modo televisión, el resultado es cuanto menos drámatico.

En todo momento debemos tener en cuenta que el videojuego se trata de un título con poco presupuesto y que sale a precio reducido, pero aún con todo eso, Decay of Logos no llega a lo que es aceptable. Verdaderamente es una pena, pues artísticamente el juego podría ser una auténtica joya de esas que valen cada euro que cuestan pero acaba quedándose como un proyecto que quiso ser ambicioso (quizás demasiado) y se topó con la realidad de su limitado presupuesto.

En cuanto al apartado sonoro poco podemos decir, el videojuego no ofrece una banda sonora y apuesta por los ruidos ambientales. Estos están logrados y acompañan perfectamente a la acción haciéndonos sentir en todo momento en la naturaleza.

 

Conclusión

Decay of Logos era uno de esos títulos independientes que me cautivó desde el primer momento, el videojuego de Amplify Creations era para mí uno de los indies más esperados del año, un título que ponía su foco en Zelda BOTW para crear un mundo vivo y bello.

El título nos ofrece un extenso mapeado que explorar, puzles, una suerte de mazmorras conocidas como Arx… Muchas mecánicas similares a la obra de Nintendo, pero que se ven afeadas por un apartado técnico deficiente y muchos problemas que terminan por convertir nuestra experiencia en algo que no me atrevo a recomendar.

A día de hoy, hemos podido conocer que el título tendrá un parche que arreglará estos fallos, y si es así, sin duda sé que se convertirá en un buen juego, pero tal y como está a día de hoy no podemos sino lamentar la oportunidad perdida. Una auténtica pena.