[Análisis] Bayonetta

[Análisis] Bayonetta

Ocho años después de su estreno inicial en PlayStation 3 y Xbox 360 y cuatro respecto a su estreno en la familia Nintendo con Wii U, vuelve nuestra bruja favorita para Nintendo Switch. Tras recibir un gran éxito en todas sus salidas, gracias a Platinum Games y Nintendo, vamos a poder disfrutar de nuevo de uno de los mejores juegos hack‘n’slash que se han podido jugar hasta la fecha.

Sumerjámonos, pues, en el análisis del primer juego de la trilogía de Bayonetta.

Welcome back

En el port de la primera entrega, podremos disfrutar de nuevo de la historia de Bayonetta, la bruja que levantó pasiones alrededor del mundo, tal cual fue en su momento, y ahí se encuentra el primer punto de controversia: no ha habido cambios respecto a su versión de Wii U. Esto hace que aquellos que ya jugaron el juego en su momento, se les pueda hacer un tanto repetitivo (aunque no demasiado, ya que la experiencia de volver a jugarlo es increíble), pero que a los nuevos jugadores, como en mi caso, que no notaremos la falta de nuevos elementos, nos permitirá disfrutar y explotar al máximo la historia como lo hicieron los otros años atrás. Aun así, fuera de la historia en sí, es cierto que han añadido un elemento que más de uno agradecerá, y es la posibilidad de elegir el nivel de dificultad del juego, ya sea porque únicamente quieres disfrutar la historia sin gastar demasiado tiempo en peleas, o si prefieres dedicarte a repartir taconazos por ahí en las caras de los enemigos por muchos que haya y muy fuertes que sean.

Entrando en materia, el juego sigue la historia de Bayonetta, una Bruja de Umbra que perdió sus recuerdos y trata de recuperarlos, pero al igual que en todo, encontraremos su contraparte: los Sabios de Lumen, quienes al contrario de las Brujas (que obtienen sus poderes de Inferno), lo hacen de Paradiso. En el camino hacia su objetivo, encontraremos un continuo campo de batalla, sin tener apenas tiempo para darnos un respiro a menos que limpiemos el escenario de los molestos enemigos. La historia está bien explicada, usando mucho el recurso de los flashbacks, pero que en ningún momento se hace pesado ni parece innecesario, sabiendo llevar una historia del pasado con una del presente con sus giros argumentales repentinos. Además, nos encontraremos con diversas cinemáticas que esclarecerán todo un poco más y que, para que nos vamos a engañar, son preciosas.

 

¡Sin compasión!

Uno de los mejores aspectos del juego sin duda es su jugabilidad. Al no haber jugado anteriormente, me dejé guiar por lo que escuché y leí, y al ver muchos la alababan, me dio miedo llevarme una decepción al probarlo, pero sin duda, no ha sido así. En Bayonetta todo segundo es importante, y es que el mover el joystick en un instante u otro puede determinar el resultado de la batalla, además de haber unos muy buenos combos con cuyos tempos podremos jugar a nuestro favor, aunque quizás nos salga en contra la jugada. Añadido a esto encontramos el “Tiempo Brujo”, que es, posiblemente, la mejor manera de salvar una partida cuando parece perdida: si esquivas un ataque justo en el momento preciso, nuestra bruja aumentará su velocidad y se dedicará a atacar a diestro y siniestro a todos los enemigos que no sean lo suficientemente rápidos para defenderse. Es decir, un hack’n’slash como deberían ser todos aquellos que aspiran a ser los mejores en ello.

Todo esto usando los controles normales, claro está, porque si queremos entrar en el modo táctil… Os recomiendo que no lo hagáis, es muy incómodo ya que, entre otras cosas, los combos pasan a ser automáticos, evitando así nuestro juego de tiempos en él.

Belleza erótica

Uno de mis apartados favoritos de Bayonetta, ha sido sin duda ese humor satírico y exótico con el que saben jugar perfectamente haciendo que cualquiera, por muy cerrado ante esas cosas que sea, pueda disfrutar de las distintas bromas y comentarios eróticos y picarescos que encontraremos en el juego.

Y como podréis imaginar, nuestra bruja está guapa con todo aquello que se ponga, pero a diferencia de otros juegos, aquí los distintos trajes no servirán únicamente para tener un estilo diferente, sino que podrán aportarnos habilidades o acciones en batalla, por ejemplo, podremos usar el escudo de Hyrule en caso que llevemos el traje de Link (personaje principal de los videojuegos de The Legend of Zelda) para protegernos de los ataques de los enemigos.

Y después, ¿qué?

El juego tiene una duración aproximada de unas 12 horas, pero vaya, tenemos Bayonetta para rato, porque una vez terminemos el juego podremos volver a rejugarlo, ya sea para completarlo en los modos más complicados (Difícil, que se desbloquea una vez completar el modo Normal; y Clímax, que se desbloquea al completar el anterior) o para conseguir los diferentes coleccionables que el juego nos ofrece, comenzando por los Himnos Angelicales, con los que desbloquearemos las armas de la tienda de Rodin, y después las Lágrimas de Umbra, que no solo actúan como coleccionables sino que además, nos permitirán desbloquear logros al conseguirlas.

Pero eh, no solo vas a querer rejugar esta entrega para volver a conseguir los coleccionables o completar mayores niveles de dificultad, sino que también podemos ir fase por fase viendo nuestros resultados y tratando de superarlos todos para batir nuestros propios récords, y no pienses que esto está de más… Si das con ciertas condiciones, habrá diversas sorpresas en el juego de las que te aseguro que te encantaría disfrutar.

 

Bayonetta en Switch

Aquí ha llegado el momento más crítico del juego sin llegar a ser propiamente parte de él: la única manera de obtenerlo es en formato digital, no tiene versión física (por desgracia) en Occidente. Además de eso, ocupa 8,5 valiosos GB que, pese a estar indudablemente bien empleados, pueden llegar a ser muchas dada la poca capacidad inicial que tiene Nintendo Switch. Pero no todo son pegas, quitando que los controles son totalmente ideales para esta consola, es necesario destacar que podemos disfrutarlo a 60fps, lo que permitirá que no haya pérdidas en cuanto al gozo de su jugabilidad.

Apartado audiovisual

Lo referente a los gráficos, debo decir que se nota que han pasado ya ocho años de su salida inicial, pero eso no significa que sean malos, ya que yo me esperaba ver algo más difícil de aguantar, pero para mí agradable sorpresa, fue un deleite poder ver el arte de este juego. Los personajes están diseñados de manera ideal, tanto los protagonistas como los secundarios, los fondos están bien tratados y las animaciones y cinematográficas te hacen estar enganchado a la pantalla en todo momento.

La parte auditiva, otro puntazo, tiene una banda sonora que podría meter entre las 20 mejores que he escuchado, y parece una cifra muy grande, pero creedme que es un puesto muy alto. No solo eso, sino que el doblaje (debo decir que solo he escuchado el japonés, no el inglés) es realmente bueno y hace que sus voces lleguen a ti como si estuviesen a tu lado.

Conclusión

¿Deberías comprar Bayonetta? Obviamente, sí. Es uno de los mejores juegos en su género y a eso se le debe añadir todo el apartado gráfico, auditivo, y su más que increíble jugabilidad. Sin duda, uno de los mejores juegos que podrás jugar.