Gracias al panorama indie y a la remozada búsqueda de originalidad en el desarrollo de algunos títulos por parte de los estudios más modestos, se ha reavivado la llama de muchos géneros otrora manifiestamente maltratados, sobre todo en consolas. Y aunque bien es cierto que los usuarios de PC han podido disfrutar de un flujo de títulos pertenecientes a géneros como el rol clásico (ese de lápiz, papel, dados y decisiones trascendentes) o la estrategia con un caudal razonable, en consolas se ha tenido que esperar a esta búsqueda por la diversidad y a la fuerza de sagas como XCOM, Fire Emblem o Valkyria para volver a poner en el escaparate de los sistemas lúdicos, más allá de Steam, propuestas tácticas como la que nos ocupa, Attack of the Earthlings, que tras el éxito de su irrupción en compatibles el año pasado, llegó hace unas semanas a los circuitos de Playstation 4 y Xbox One (versión que hemos analizado).
La otra cara de la moneda
En Attack of The Earthlings nos encontramos ante la enésima y recalcitrante entrega de un hipotético conflicto entre humanos y alienígenas, aunque buscando relativa variedad al posicionarnos en la perspectiva de los extraterrestres siendo amenazados por los humanos. De esta forma, tenemos a los Swarmers, a los que como digo, manejaremos, y a la compañía Galactoil, una compañía de chapuzas “secaplanetas” de raza humana, que en su empeño por recopilar energía para continuar con el progreso de los oriundos habitantes del planeta Tierra, tratan de extraer la materia prima energética del planeta de los primeros, todo con una ambientación muy del rollo futurista, como no podía ser de otra manera.
A nivel de guión y narrativa no vamos a encontrarnos ante grandes giros o una grandilocuente historia, más allá de conducir al jugador por los diversos niveles con cierto sentido. El juego viene a subrayar la manía de los últimos tiempos de criticar al género humano sistemáticamente por su estupidez y codicia, empleando para ello situaciones más o menos cómicas y/o absurdas, en las cuales habrá gente que encontrará motivos para soltar alguna carcajada y otros, como es mi caso, las consideremos sumamente mejorables al encontrarnos frente a gracietas y chascarrillos bastante pueriles y previsibles. Es por tanto que, contanto el lado positivo del mencionado cambio en el punto de vista, el apartado narrativo no nos hará replantearnos nuestra posición en el universo al no tratarse con la seriedad ni profundidad requeridas, en algo que en cualquier circunstacia nos parece haber visto, leído o escuchado antes.
Estrategia multidisciplinar…o casi
En el terreno de la jugabilidad, como se ve a simple vista, Attack of the Earthlings nos plantea un juego estratégico, aunque aderezado con toques de puzles, exploración y espionaje, demasiados toques. Y digo demasiados porque lo que a priori debería ser un juego centrado en la repartición de unidades y conquista de objetivos, y aun agradeciendo el esfuerzo del estudio por tratar de aportar variedad a este segmento, el juego no funciona según lo esperado al acompasarse sus engranajes jugables, pasando a ser un juego más basado en forzarnos a colocar las piezas como él quiere a una experiencia orgánica, lo que ojo, no lo convierte en aburrido, pero sí en mejorable.
Bajando a valorar las mecánicas de las unidades que manejaremos, la estrella es la Matriarca, que funciona como base móvil: despliega unidades y perdemos el juego si es derrotada. Esta líder de escuadrón también podrá atacar y desplazarse en base a los puntos de acción con los que contará cada unidad, puntos que se emplean de la misma manera que en juegos de parecido corte como Valkyria Chronicles, bien para movernos o atacar o bien para realizar acciones especiales, que serán diferentes para cada una de las 3 clases evolutivas de alienígenas a las que tendremos acceso, excepto las claves como ataque coordinado, trampa o devorar, herramienta que utilizaremos para aumentar con la Matriarca nuestro poder combativo al hacer las veces de recurso del juego, en un esquema de control que tras un período de adaptación razonable, funciona. Estas diferentes unidades podrán mejorarse con los puntos que obtendremos al finalizar con éxito las misiones, lo que también afecta positivamente al juego, y se diferencian entre sí en las capacidades ofensivas, defensivas y de desplazamiento, además de en sus habilidades específicas. También harán acto de presencia varios tipos de enemigos que aportan frescura hasta cierto punto, desde los más fáciles de matar hasta otros a los que temeremos, y que cumplen pese a que a veces son erráticos en sus conductas, lo que parece más una mala gestión de la IA que una “feature“.
La estructura de las misiones se basa en recorrer los escenarios. distribuidos en cuadrículas, de cada una de ellas, cumpliendo objetivos principales bastante básicos como llegar a cierto punto del mapeado o destruir a X enemigo, en algo que tampoco sorprende pero que no funciona mal ni se hace pesado en exceso al estar ante una propuesta de una duración comedida.
Visualmente no tan futurista…y en inglés
A nivel gráfico nos encontramos con unos escenarios bastante genéricos, enemigos y unidades propias bien diferenciadas y un HUD en el que todo queda a la vista de forma loable, pese a lo cargado de información que puede llegar a estar. El que se muestre de forma bastante austera es algo entendible por la naturaleza indie propia del título, aunque se deba señalar que tiene un importante problema a nivel visual, y es que en ocasiones no podremos dominar la situación al mostrarse áreas completas como le viene en gana, sin una lógica que diga, “vale, si pongo a este bicho aquí, veré ésto”, lo que a veces desemboca en catástrofe. A nivel sonoro se muestra correcto, aunque quizá faltan variedad de efectos, y posee textos completamente en inglés, lo que puede llegar a afectar negativamente en lo jugable a los jugadores que no estén familiarizados con dicha lengua.
Conclusión
Habida cuenta que no estamos ante la nueva epopeya galáctica, el juego trata de brillar en el apartado jugable mezclando varias cosas, pero no llegando a un nivel de pulcritud destacable. Con unos gráficos y sonido nada reseñables ni positiva ni negativamente, y una historia ramplona con demasiadas dosis de humor fácil, Attack of the Earthlings basa su poder de compra en que no se hace aburrido (quizá también debido a que es relativamente corto) y en su género, del que no se reciben muchas propuestas en sistemas domésticos.