![[Análisis] Daymare: 1994 Sandcastle [Análisis] Daymare: 1994 Sandcastle](https://gaminguardian.com/wp-content/uploads/2023/02/Daymare-1994-Sandcastle.png)

Aunque no se dejaron de hacer juegos de terror (Dead Space fue un claro ejemplo de que se seguían desarrollando juegos de calidad), lo cierto es que Resident Evil perdió su identidad, algo que no recuperaría hasta la llegada de Resident Evil 7. Curiosamente, durante ese período de baja calidad la industria del videojuego había cambiado de sobremanera, destacando así el boom del desarrollo independiente. Alrededor del mundo, muchos jóvenes desarrolladores plasmaban sus ideas en juegos de presupuesto reducido que, por primera vez, competían de tú a tú con las grandes producciones de la industria. Algunos de estos estudios intentaban crear juegos inspirados en sus franquicias favoritas, en un intento de continuar tendencias ya extintas. La casualidad (o el destino) llevaron a que Invader Studios presentara un proyecto para revivir Resident Evil 2 casi al mismo tiempo que Capcom anunciaba el remake de su clásico juego. Evidentemente, el estudio no podía competir con el equipo japonés, y tuvieron que tomar una dura decisión: o abandonaban el juego, o lo cambiaban por completo. De esos desajustes nació Daymare: 1998, un survival horror de la vieja escuela que, aunque no estaba a la altura de la serie de Capcom, sí que demostraba un enorme potencial, atrapando a una base de fans sólida. El éxito moderado de este juego llevó a que pronto se desarrollara un nuevo título, una precuela de la que hoy vengo a hablaros. Daymare: 1994 Sandcastle busca superar a su antecesor y coronarse como un título a la altura de la franquicia japonesa. ¿Lo conseguirá? ¡Dentro análisis!
Atrapados en el infierno
Como os podréis imaginar, la historia de Daymare: 1994 Sandcastle nos traslada al ya lejano año de 1994, cuando la agente de H.A.D.E.S. Dalila Reyes es seleccionada como un miembro crucial de la operación «Sandcastle». Esta se trata de una de las misiones más peligrosas y clasificadas de la historia de los Estados Unidos, consistiendo en la investigación del Área 51 y por qué se ha perdido toda la comunicación con los científicos que ahí habitan. Nuestra protagonista llega pronto al lugar, descubriendo para su sorpresa que ahí se esconden algunos de los mayores peligros a los que tendrá que enfrentar la humanidad. Como se trata de una precuela, Daymare: 1994 nos permite conocer el origen detrás de algunos de los acontecimientos de la primera entrega, lo que hará que los fans de este juego disfruten especialmente de la nueva entrega. También hay que destacar que cualquiera puede saltar a esta entrega sin haber jugado a la anterior, pues aunque hay ciertos giros que no tendrán tanto impacto, al tratarse del inicio de la saga no habrá nada que les pueda desorientar. Ahora, ¿está la historia a la altura? Sinceramente, creo que se podría haber mejorado bastante la historia del juego, pues esta peca de ser bastante predecible y poco revolucionaria. En todo momento se siente como una película de serie B pobre, un intento de copiar los tropos de series como Resident Evil sin querer introducirnos en ningún momento en la mente de su protagonista o en su mundo.
De hecho, a pesar de que la ambientación da muchísimo juego (explorar el Área 51 me parece una idea realmente potente) lo cierto es que esta no se termina de aprovechar nada bien. Sí, el tema de los experimentos es interesante, pero las posibilidades eran tan amplias que se podría haber ofrecido mucho más. En general, su historia me ha dejado algo frío, tanto por sus poco carismáticos personajes como por sus limitaciones a la hora de explorar nuevas ideas. Cabe destacar que es bastante corta, y la mayor parte del tiempo la pasaremos explorando y leyendo notas que, la verdad, se sienten demasiado artificiales. Todo es un quiero y no puedo: hay buenas intenciones, buenas ideas, pero se quedan en la superficie sin dar rienda suelta a su creatividad. Algo positivo es que el título llega a nuestro territorio traducido al español, contando además con un trabajo de traducción bastante bueno. Así, la barrera del idioma no debería suponer un problema para ningún jugador.
¡Dispara, soldado!
En cuanto al apartado jugable, nos encontramos ante un survival horror en tercera persona al más puro estilo de los remakes modernos de Resident Evil, contando así con una cámara pegada al hombro que limita levemente la visibilidad del escenario. Podremos controlar libremente a Dalila por los pasillos y las estancias del Área 51 mientras buscamos nuevas rutas, conseguimos los objetos necesarios para avanzar y nos enfrentamos a toda clase de criaturas venidas del averno. El control del personaje es bastante intuitivo y cómodo, y su sistema de apuntado es orgánico y muy fácil de utilizar, si bien se echa en falta una mayor variedad de armas: desde los primeros compases del juego estaremos utilizando las dos mismas armas, y no hay ningún tipo de extra. ¿No te gustan tu escopeta y tu metralleta? Pues lo siento mucho, pero van a ser la única forma de defenderte que vas a tener durante todo el juego. Por suerte se le pueden añadir ciertas mejoras, dándoles algo más de vidilla y de variedad, pero es una pena que no se hayan incluido más armas. Lo mismo ocurre con los enemigos, cuya variedad es limitadísima y no aportan nada al juego. Son, por lo general, re-skins de un mismo enemigo con un par de cambios, haciendo todo esto que el sistema de combate se vuelva repetitivo a pesar de lo bien hecho que está. Los puzles y el diseño de niveles salen mejor parados, puesto que los primeros son divertidos y variados mientras que el segundo presenta un gran nivel, haciendo que la exploración del escenario sea orgánica y presentando desafíos coherentes y entretenidos.
Es en lo gráfico donde el juego funciona realmente bien, al igual que en lo sonoro. Así, a nivel visual Daymare: 1994 Sandcastle ofrece una mejora sustancial con respecto a la primera entrega, destacando de forma muy positiva su tratamiento de luces y sombras y su uso de los colores, así como las animaciones de los enemigos y ciertos efectos especiales. Aunque se le notan las costuras y el presupuesto reducido, es indudable que el equipo ha hecho un buen trabajo. El sonido también está realmente bien logrado, tanto por los efectos de sonido como por la banda sonora musical, que aporta mucho al conjunto. Donde no me ha convencido nada el juego es en lo técnico, ya que el rendimiento del juego es increíblemente bajo. Habiéndolo jugado en PS5, rara ha sido la vez que los FPS no han caído en picado, y no se entiende como se puede ofrecer ese rendimiento en un juego de actual generación.
Conclusión: Sobreviviendo, pero sin miedo
Daymare: 1994 Sandcastle es un juego que se ve algo limitado por su condición de precuela, si bien mantiene el nivel con respecto a su predecesor. Se notan mucho las costuras del título y su condición de indie de bajo presupuesto, puesto que es incapaz de competir con grandes juegos de la talla de los Resident Evil modernos. Esto se observa especialmente en su variedad de armas, de enemigos, o en su historia. A pesar de esto, creo que es un juego que puede gustar bastante a los fans de la serie B y del género de terror.

Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.