Uno de los grandes males para muchos aficionados es que, pese a la popularidad de Fate en el terreno manga/anime, los videojuegos son harina de otro costal, y es que, si bien ha dado el salto a formato interactivo-audiovisual en unas cuantas ocasiones y en una variedad de plataformas a lo largo de los años, es difícil recordar una obra suficientemente decente como para merecer ser recordado (hablando siempre de su presencia en videoconsolas, pues el arrollador éxito del juego gacha Fate/Grand Order es imposible de cuestionar). Los últimos videojuegos, Fate/Extella: The Umbral Star (2016) y Fate/Extella Link (2018), ambos desarrollador por Marvelous, apostaron por un claro componente musou. Curiosamente y pese a que las reseñas de usuarios en Steam no son del todo malas, quizás las ventas no acompañaron demasiado, pues el título que protagoniza este texto, Fate/Samurai Remnant, ha sido desarrollado directamente por Omega Force, la famosa subsidiaria especializada en el género musou de Koei Tecmo. ¿Quiere decir esto que volvemos a estar delante de un musou? La respuesta corta es un “sí, pero…”, la realidad es que pese a ello, lo lleva y disimula mucho mejor que sus antecesores, pues aporta una pátina RPG que hace que sea complicado considerarlo un musou al uso. ¿Queréis saber más? ¡Pues vamos a ello!
La Guerra del Santo Grial, ahora en el Período Edo
Siguiendo la historia de Miyamoto Iori, discípulo directo del famoso Miyamoto Musashi, los jugadores se verán lanzados directamente al Período Edu. Allí, nuestro joven ronin se verá involucrado de forma fortuita en el Ritual de la Luna Creciente (Waxing Moon Ritual) y a su vez, en la Guerra del Santo Grial. ¿Y cómo sucede todo esto? Bueno, durante la noche, nuestro joven protagonista se ve asediado de repente por diversos enemigos entre los que hace acto de presencia un samurái gigante, un Servant acompañado de su Master, que, tras derrotarlo y estar a punto de asestarle el golpe de gracia, reculan rápidamente al ver que la marca blanca de su mano (la de los tres hechizos de comando propias de cada Master), comienza a brillar y aparece una hábil muchacha espada en mano, es Saber (a Iori, como buen protagonista, le toca la pajita larga en la lotería de los Servant), la Servant que acaba de ser invocada por Iori y que, en cierto modo, le convierte finalmente en un contendiente de pleno derecho en esta guerra. ¿El resto? Lo esperable en la franquicia. Batallas, intrigas y demás.
Si bien es recomendable conocer el universo de Fate aunque sea por encima, Fate/Samurai Remnant se toma las suficientes molestias para explicar todos los mecanismos habituales de la Guerra del Santo Grial para que los novicios, sean capaces de ponerse al día con unas cuantas explicaciones y cinemáticas. Aunque esto es algo que en principio se agradece, también es uno de los grandes males de este título, y es que, en gran medida por culpa de estas explicaciones, la historia se ralentiza de forma exponencial, por lo que después de unas nueve o diez horas de juego, sigues prácticamente igual que al principio. Simplemente has conocido a un par de Masters y Servants muy por encima, que son los que aparecen en la trifulca inicial en la que Saber hace acto de presencia, y a una Master con un Servant que guarda relación con Iori y que se ocupará en gran medida de ponernos al día en todo esto del Ritual de la Luna Creciente y la Guerra del Santo Grial, porque Saber es de pocas palabras y claro…
Un musou más ligero con una pátina de RPG
El juego se divide entre elementos JRPG más tradicionales, como gestionar un árbol de habilidades, explorar un pueblo o ciudad, hablar con NPCs, realizar diversas misiones secundarias y, por supuesto, la parte musou, luchar contra hordas de enemigos. No obstante y a favor de Omega Force, esta vez hay que agradecer que hayan cambiado un poco su enfoque habitual, apostando por una jugabilidad más lineal en relación a otros títulos del género, no llevándonos a luchar constantemente a cada minuto como en la franquicia Samurai Warriors y otros tantos sucedáneos, pese a ello, hay similitudes bastante fáciles de detectar, dejando esa sensación de familiaridad.
A nivel general, estamos ante el clásico sistema de ataques débiles y fuertes con el que podremos realizar diferentes combos. Esto te permite llenar un indicador de golpe fatal que, una vez lleno, te permite desatar un golpe devastador. Hay un sistema de esquiva y si eres capaz de realizarlo en el momento adecuado, podrás tomar represalias contra los rivales. Además de dicho sistema, destaca Fate/Samurai Remnant aporta un poco más que un simple musou al dejar que nuestro protagonista domine hasta cuatro estilos de lucha diferentes, teniendo cada uno sus ventajas y desventajas según la situación. Además, si cambias de estilo en el momento preciso, tu personaje obtendrá una bonificación temporal en ataque o defensa, dependiendo del estilo. Asimismo, Iori también podrá lanzar hechizos, que se desbloquearán mediante un árbol de habilidades, a cambio de piedras mágicas.
Y eso no es todo, puesto que también es posible apoyarnos en nuestro Servant durante la batalla dándole diferentes órdenes. A cambio de maná, podrá desatar poderosa magia en el campo de batalla. Igualmente, hay una barra debajo del retrato del Servant que se llenará a medida que avancen las peleas, y cuando esté llena, podrás controlarlo temporalmente para causar mucho daño en el área, pues Saber es mucho más potente en combate que Iori. Por último, en cualquier momento puedes usar diferentes consumibles para recuperar vida, maná o aumentos de estadísticas. Las batallas, dicho sea de paso, no se desarrollan como es habitual en un gran campo de batalla, sino en zonas cerradas donde siempre nos atacarán unos cuantos enemigos, generalmente una veintena de ellos en vez de los cientos que uno esperaría de un musou. Esto conlleva que las batallas terminen en un par de minutos como máximo, quizás algunas más exigentes con jefe de por medio puedan demandar algo más, lo cual no permite hacer que el sistema de combate se explote lo suficiente y por ende, brille todavía menos.
En general, la experiencia es bastante lineal, pero hay contenido secundario por descubrir. Pasar por batallas adicionales o misiones secundarias puede brindarte experiencia y materiales adicionales para mejorar tu base de operaciones. En tu casa, podrás comprar mejoras, que a menudo te otorgan mejoras adicionales. También podrás realizar el mantenimiento de tu katana en tu humilde morada, otorgándote nuevamente algunas mejoras pasivas temporales, como un boost de experiencia en los combates. El sistema de equipamiento es bastante original, ya que podremos equipar diferentes componentes para nuestra katana, como la guarda o la funda, consiguiendo aumento de estadísticas adicionales, permitiéndonos infligir más daño, recuperar más energía, etc. Es una versión original del sistema de equipamiento tradicional de los RPG.
Otro apartado de Fate/Samurai Remnant es el de las “líneas ley”, una suerte de “guerras estratégicas” por el control de las mismas. Verás el mapa mundial representado por muchos pequeños círculos unidos por líneas. Luego tendrás que recorrer tantos círculos como sea posible, sabiendo que algunos te darán bonificaciones de estadísticas o habilidades particulares en un número determinado de turnos. Habrá enemigos en este mapa que se moverán detrás de ti. Puedes vencerlos de varias maneras diferentes: toparte con ellos para iniciar una pelea y vencerlos, rompiendo la continuidad de su línea para destruirlos instantáneamente… Estas batallas deben completarse en un conjunto fijo de turnos o perderás. Si bien al principio esta inclusión puede ser de agradecer, pues agrega un componente estratégico mediante reglas adicionales que se van añadiendo gradualmente, al final todo se vuelve demasiado simple y no ofrece un verdadero desafío en términos de estrategia.
Mucho colorido y poca definición
Gráficamente, Fate/Samurai Remnant es un sí pero no, muy propio de Omega Force. Por un lado, tienes diseños de personajes increíbles en los que, claramente, se ha puesto un esfuerzo extra; mientras que por otro lado, tienes escenas que, si bien pueden llegar a dar el pego gracias a su colorido, terminan por volverse insulsos y además, hay muchos recursos estáticos. Sí, conocer a nuevos personajes, tanto Master como Servants, así como ver sus ataques especiales (Noble Phantom incluido) en acción, es todo un espectáculo; una vez que sales de eso todo se vuelve terriblemente plano y poco detallista. Desde puestos callejeros, cajas o edificios varios con las texturas justas (y en ocasiones ni eso), hasta un buen puñado de NPCs reciclados paseando por las calles que, además, son traspasables una vez que pasamos a su lado. Sí, el colorido y la viveza, vistos desde cierta distancia (pues si acercas la vista te va a dar el bajonazo), pueden llegar a “convencer” a propios y extraños, pero sin duda, es un resultado muy agridulce, pues siempre resulta chocante ver cómo se dedican muchos recursos a hacer algo que deje un resultado agradable mientras se olvidan por completo de otros ámbitos que, a fin de cuentas, no son ajenos al ojo humano.
Si bien a nadie sorprenderá lo que voy a decir en cuanto al rendimiento del juego, este se ralentiza mucho en Nintendo Switch cuando hay más de cinco personas en la pantalla. Es cierto que tener un framerate decente no siempre ha sido el mayor punto fuerte del estudio, pero esto es realmente desesperante. Los momentos en los que paseas tranquilamente por las ciudades rara vez son tranquilas por este motivo. Por otro lado, en las fases de combate se encarna la fluidez, seguramente debido a que el juego debe calcular la posición de una veintena de enemigos como máximo. En cuanto a las diferentes escenas, el juego también se ejecuta correctamente en este nivel. Los tiempos de carga no son demasiado largos, lo cual es un buen punto.
El diseño de sonido del juego es correcto, sin más. La banda sonora secundaria es genial y se adapta a la aventura que se desarrolla, acompañando correctamente a lo que sucede en pantalla. No obstante, lo que brilla principalmente aquí al hablar de sonido es la actuación de voz. Si bien no hay doblaje en inglés (ni falta que le hace, para que nos vamos a engañar a estas alturas de la película), el juego realmente consigue transmitir esa sensación de anime de principio a fin, gracias, claro está, a las magníficas actuaciones de voz japonesas que dan vida a los personajes, resaltando además las cualidades cinematográficas de la franquicia, muy presentes en Fate/Samurai Remnant.
Conclusión
Si bien es mejorable en muchos aspectos, sabiendo que venimos de Fate/Extella: The Umbral Star y Fate/Extella Link, Fate/Samurai Remnant se postula comparativamente como un buen juego de la franquicia de TYPE-MOON, uno fácil de recomendar a cualquier aficionado. De forma similar a como ya hizo Omega Force en su momento con Persona 5 Strikers, la compañía de desarrollo japonesa ha utilizado su experiencia en el género musou para crear una alternativa algo más ligera y por ende digerible para el gran público, que si bien no es capaz de desprenderse de sus raíces, hace lo suficiente como para disfrazar todo esto y dar como resultado una suerte de Action RPG que, desde luego, se presenta como una mejor propuesta que los juegos desarrollados anteriormente por Marvelous.
Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.