Artyom, el legendario protagonista de la saga Metro está de vuelta. Tras dos videojuegos lanzados durante la pasada generación de consolas basados en la obra del escritor ruso, Dmitry Glukhovsky, llega Metro Exodus, la nueva entrega que apuesta por la misma formula de siempre basada en la acción, pero con un enfoque más abierto.
Tras dos entregas que debutaron en la pasada generación de consolas (Metro 2033 y Metro 2034), llega Metro Exodus, el nuevo videojuego desarrollado por 4A Games y Deep Silver que, tal y como el mismo nombre nos deja claro, nos ofrece un éxodo por diversas zonas de Rusia.
Regreso a la superficie
Tras una guerra nuclear, los habitantes de Rusia que lograron sobrevivir se han visto obligados a trasladarse a vivir a los túneles del metro. Lugares oscuros, donde la vida se hace complicada, pero lejos de los peligros de la radiación y las criaturas que han nacido de las mutaciones de muchos seres vivos afectados por la misma.
Las dos primeras entregas de la saga transcurrían en los túneles del metro de Moscú, pero ahora, nos enfrentamos a nuevos peligros en un terreno que podríamos calificar como inexplorado, al menos, desde que tuvo lugar el conflicto.
El videojuego da comienzo con nuestro protagonista, Artyom, volviendo al refugio después de otro intento fallido de encontrar vida humana en la superficie. Después de una serie de enfrentamientos con monstruos cuando nos encontramos ya en el túnel de metro camino a casa, nuestros amigos salen a rescatarnos y a ponernos a salvo. Tras esto, afloran los primeros problemas que pueden condenar a toda la estación: el aislamiento está consiguiendo que todos los recursos estén a punto de agotarse, lo que, sin entrar en muchos detalles, hace que los miembros se embarquen en el sueño de Artyom de encontrar vida o un lugar donde vivir a salvo en la superficie.
En ese momento da comienzo nuestro viaje por distintas regiones de Rusia, un éxodo que nos lleva a explorar zonas nevadas, cuevas, desiertos… Un viaje que nos depara algunos momentos memorables pero que en ocasiones peca de insulso.
Más que un FPS
En cuanto a la jugabilidad, hay que decir que Metro Exodus apuesta por un enfoque mucho más abierto que sus predecesores: a lo largo del título nos esperan zonas amplias que explorar para conseguir recursos, y diversas criaturas grotescas nacidas de la radiación.
Esta parte del videojuego es muy importante, pues explorar cada rincón de los escenarios es importante para conseguir armas, accesorios para las mismas, munición o diversos pertrechos necesarios crear diferentes municiones e incluso el mantenimiento de armamento, el cual con el tiempo se ensuciará, lo que afectará a su rendimiento; llegando incluso a encasquillarse.
El crafteo es también una parte vital. Algo que haremos a lo largo del título de forma repetida, y para ello, necesitamos una mesa de trabajo, pues aunque se pueden crear ciertos objetos en cualquier momento, los importantes necesitan de esa herramienta, y los cambios en el equipo o en las armas, también. Las armas pueden editarse con los accesorios anteriormente mencionados. Existe una amplia variedad de mejoras que van desde miras, culatas, silenciadores… Muchos tipos de añadidos para adaptar las armas a nuestro estilo juego, pues estos cambios tienen influencia en los parámetros de las mismas.
A la hora de desarrollarse la acción, es un videojuego que mezcla con gran maestría la acción de un shooter con algo más pausado, por lo que lo recomendable es tomarse las cosas con calma, pues la escasez de recursos es evidente, y malgastar más balas de las requeridas puede ponernos las cosas muy cuesta arriba. Para sobrevivir en Metro Exodus, es importante economizar absolutamente cada recurso, y si podemos evitar el combate frontal contra los enemigos mejor que mejor.
Durante las 15 o 20 horas que podremos echar en el mundo de Metro Exodus hasta terminar la historia, pasaremos por muchos niveles en los que nos enfrentaremos contra múltiples tipos de enemigos; tanto humanos como criaturas. Los humanos destacan por ser especialmente fáciles. Ya no por su propia naturaleza, sino que la inteligencia artificial… ejem, digamos que la primera palabra le viene bastante grande.
En mi experiencia, he podido comprobar de primera mano errores bastante grotescos de los enemigos, que van desde no vernos pese a estar frente a ellos, a desplazarse de forma absurda entre coberturas, quedando claramente expuestos y a merced de nuestro fusil.
Otro fallo que he podido observar es que, casualmente, en las ocasiones en que se cruzan enemigos humanos con las criaturas, estos no se atacan entre sí y se unen en una improvisada alianza entre ellos con el único fin de hacernos morder el polvo. Quizás este tono jocoso no resulte del todo aceptable para muchos, pero es algo que valoraría más como una anécdota que como un fallo en sí mismo, pues los momentos en los que ambos enemigos se cruzan son mínimos, y por tanto la molestia queda para momentos muy puntuales.
Me gustaría comentar también ciertos problemas que he sufrido llegando a la parte final del videojuego. Tengo constancia por la experiencia de un tercero que en ocasiones el videojuego se queda congelado con la correspondiente molestia de tener que volver a entrar al mismo, y llegando a la parte final lo he sufrido hasta en tres ocasiones.
Este hecho no es baladí, pues pese que es probable que lo arreglen en breve mediante un parche, la realidad es que a día de hoy en la versión de Xbox One X en base a la que se ha realizado este análisis se suceden de forma esporádica este tipo de congelaciones. Y la molestia puede ser más evidente si este tipo de error te cuesta 20 o 30 minutos de videojuego, pues si no lo haces de forma manual, el juego lo hará en cada punto de control y en ocasiones pasa bastante tiempo entre uno y otro.
La belleza de Rusia post-nuclear
Metro Exodus ofrece un apartado gráfico con claros altibajos. En cuanto a potencia bruta es un videojuego notable, que se ve espectacularmente bien en Xbox One X. Sus escenarios son variados, pasaremos por entornos más o menos abiertos en zonas nevadas o desérticas. Muchos biomas diferentes además de los míticos túneles, o escenarios interiores con un diseño más pasillero pero que están muy bien diseñados y con bastante detalles. Las texturas son en su mayoría muy buenas, pero no es menos cierto que hay alguna bastante mediocre que perjudica el conjunto, pero si atendemos al tamaño de alguno de los mapeados que recorremos podríamos calificarlo como comprensible.
Los efectos lumínicos, o incluso los que tienen que ver con la climatología, son verdaderamente soberbios, que nos llevan a vivir momentos espectaculares y paisajes que sin duda nos llegarán a maravillar en más de una ocasión. Los diseños de los personajes tanto aliados como los enemigos son bastante reguleros. No están mal del todo, pero a la hora de hablar de los movimientos, sobretodo faciales, dejan bastante que desear para un videojuego triple A de hoy en día.
A la hora de hablar de números, en Xbox One X ofrece una resolución de 4K nativos y 30fps, mientras que en PS4 Pro baja a 1440p. En el caso de las consolas base de ambas compañías ofrecen una resolución dinámica que oscila entre 1080p a 900p con le objetivo de llegar a ofrecer un framerate más estable.
En cuanto al apartado sonoro el videojuego ofrece momentos memorables acompañado de una banda sonora muy buena, y con unos efectos sonoros a la altura de lo que cabría esperar. Las voces se encuentran en castellano al igual que los textos, y la localización en general se puede calificar como notable.
La última epopeya de Artyom
A la hora de enfocar la conclusión de este análisis, no puedo evitar tener la sensación de que, de una manera u otra, el videojuego me ha dejado cierto sabor agridulce. No voy a negar que lo positivo supera de forma clara a los problemas o carencias que haya podido sufrir a lo largo de mis 20 horas de juego.
Metro Exodus es un videojuego cuya trama nos narra una historia interesante, con personajes en cierta medida carismáticos y momentos memorables que nos van a dejar con la boca abierta en más de una ocasión. Con una jugabilidad pausada, donde la exploración, el crafteo y el ahorro de recursos es una obligación constante para sobrevivir en un mundo hostil donde a cada poco nos encontraremos con algo que amenaza nuestra existencia.
Gráficamente soberbio, con algunas texturas que cantan respecto a las otras pero que en lineas generales ofrecen una calidad soberbia; destacando sobretodo los efectos lumínicos y la climatología de los distintos escenarios.
Metro Exodus es un videojuego notable, cuyas sombras no tapan todo lo bueno que nos ofrecen. Una experiencia cimentada en la exploración y la supervivencia muy recomendable para todos aquellos amantes del género, e imperdible para quienes hayan disfrutado de las anteriores aventuras de Artyom.