Cualquiera de los muchos juegos, por ejemplo, el ajedrez, en el que se mueven piezas pequeñas en un tablero con un patrón en él
¿Quiere decir esto que el tablero es un elemento clave para considerar a algo un “juego de mesa”? ¿No hay acaso juegos de cartas? O sin ir tan lejos, juegos como Fjords o Cascadia utilizan losetas en vez de un tablero. Otras concepciones hablan de la presencia de fichas, de dados, de cartas u otros elementos similares, pero… ¿es necesario que haya alguno de esos objetos? ¿Se puede considerar una experiencia como un juego de mesa sin tablero, fichas, cartas, dados o losetas? Bueno, si vamos directamente a la esencia, los juegos de mesa son aquellos que requieren de una mesa para jugar, ¿no? Es decir, un videojuego es tal porque se desarrolla a través de una pantalla, independientemente de que sea una televisión, móvil o monitor, mediante un elemento intermediario (que suele ser una videoconsola). ¿Qué quiero decir con esto? Pues que quizás, con los juegos de mesa habría que ir directamente al medio utilizado para jugar, la mesa, igual que el videojuego lo es por el medio utilizado, una pantalla. Y entiendo que, pese a ello, posiblemente ya existan experiencias de juego que prescindan hasta de la mesa, pero al menos abarcamos mucho más que si nos fijamos en que haya un elemento concreto, ¿no? Es la única forma de que el juego de mesa de SD Games de este texto fuese considerado como tal…
¿A qué viene esta introducción? Bueno, el “juego de mesa” del que hoy vengo a hablar, es una experiencia familiar pero a la vez, extraña a la hora de pensar en este tipo de hobby. El protagonista es MicroMacro, concretamente, MicroMacro: Crime City – All In, la tercera entrega tras MicroMacro: Crime City y MicroMacro: Crime City – Full House. MicroMacro propone una especie de “¿Dónde está Wally?” haciendo uso de un mapa enorme, que es su sello de identidad, pero de una forma mucho más amena y con toques detectivescos, todo ello a través de varios casos que habrá que resolver por pasos, buscando a través de la ciudad, sus distintos edificios y sus gentes. ¿Listos para leer más sobre la obra de Johannes Sich?
Componentes
MicroMacro: Crime City – All In cuenta, al igual que el resto de juegos de la serie, con los mismos elementos, por lo que sirva este para ilustrar a todos ellos. El principal elemento de la saga está en un mapa enorme, y cuando digo enorme, es enorme, un mapa de papel de 75 centímetros x 110 centímetros, que una vez desplegado en mesa, ocupa prácticamente el total de la misma. Este simpático mapa de la ciudad en blanco y negro puede resultar abrumador a priori, algo normal si uno tiene en cuenta la cantidad de dibujos e información que uno recibe al mirarlo, siempre y cuando Dios le respete la vista para ello. Casas, personajes, edificios, animales y, en general, un sinfín de detalles que pueden servir para resolver los diferentes casos del juego o si no, al menos para hacer bonito y entorpecer nuestras pesquisas, que es a fin de cuentas la gracia de esto.
Cuando hablo del mapa y la necesidad de tener una buena visión, no lo digo por decir, de hecho, otro de los elementos que incluye la serie es una lupa para buscar todos esos pequeños detalles que posiblemente escaparían a priori a nuestra vista, especialmente en puntos donde convergen muchas personas, como edificios en los que desde una ventana se ven a diez personas en una fiesta, o elementos como un abrigo o un balón, que incluso con una vista entrenada podríamos pasar por alto. Hablando de la lupa, se añade una pegatina negra con el logo de MicroMacro para pegarla en la parte baja de la misma, desde donde se sujeta al utilizarla. Si vais a jugar entre varios, igual queréis añadir alguna lupa más propia que tengáis por casa, porque con una igual os viene un poco corto. Si tenéis el resto de juegos de la serie, ya partís con ventaja al disponer de otras lupas extra.
Por último, se incluyen ciento veinte cartas para los dieciséis casos de los que dispone el juego, que parece ser el mismo número de casos de sus hermanos, MicroMacro: Crime City y MicroMacro: Crime City – Full House. Las cartas se dividirán entre cada caso y a continuación, se introducirán en unos pequeños sobre de papel cebolla, a esperas de que vayamos jugando a cada uno de los casos y vayamos resolviendo cada una de las incógnitas que se van proponiendo, lo cual nos guiará a leer la siguiente carta, y así hasta la resolución del caso. Por supuesto, evitad leerlas antes de tiempo si no queréis fastidiaros la experiencia. Igualmente, la carta inicial de cada caso muestra un icono de una cara que simboliza según el dibujo si se incluyen determinadas situaciones que los padres podrían considerar oportunas o no para sus hijos, todo un detalle, aunque con esos dibujitos tan simpáticos y lo que se ve a día de hoy a diario en la televisión o internet, ya os garantizo que todo es bastante inocuo.
En cualquier caso y como siempre, os dejo una lista completa a modo de referencia para que sepáis qué vais a encontrar en el juego:
- Mapa grande de la ciudad
- Lupa para detalles pequeños
- 120 cartas con 16 casos criminales
- 16 sobres para guardar las cartas de cada caso
¡Pon a prueba tus dotes detectivescas!
Los MicroMacro son juegos fáciles de sacar y de jugar, ya que lo más complicado es desplegar el mapa y acto seguido, coger el sobre con las cartas del caso que vayamos a intentar resolver y ponerse a ello. Una vez leído el nombre del caso de la carta inicial, se le da la vuelta y comienza la investigación. Normalmente, se presenta un hecho que haya tenido lugar en la ciudad o que le haya sucedido a algún personaje en concreto, instándote a localizarlo en base a unas pistas que te ofrece el texto de la carta, resaltando normalmente en negrita aquellas palabras que son de especial importancia para ubicar aquello que estás buscando en el extenso y poblado mapa de la ciudad de Crime City, para lo cual, es recomendable una buena iluminación en la sala y la lupa.
¿Creéis que habéis encontrado lo que andabais buscando? Si es así y tenéis la escena ante vuestros ojos, toca fijarse en la división por cuadrículas del mapa y dar respuesta a lo que se te pregunta, respondiendo por ejemplo: “Fulanito es sospechoso y lleva un bate de beisbol en la mano, está paseando por el puerto en I-5”. A continuación, das la vuelta a la carta y cotejas si la respuesta que habéis dado es o no la correcta. Se te brindará un texto con una explicación y después, volverás a repetir el proceso realizando una nueva búsqueda que te haga avanzar en el caso. En principio, se supone que has de designar a un jugador para que sea el investigador jefe y compruebe si las respuestas son o no correctas, pero claro… si juegas en solitario, tienes un problema, y si juegas con más gente, es viable, pero no puedes ayudar de ninguna forma a buscar la respuesta, porque técnicamente ya la sabes.
Hay que tener en cuenta un detalle muy importante, y es que, el mapa de MicroMacro presenta diferentes hechos temporales a la vez en el mismo mapa, algo que puede llevar a cierta confusión, por eso es relevante conocer este hecho, porque te puedes topar perfectamente con un mismo personaje en varias ocasiones al mirar en distintos puntos del mapa, si eso pasa, seguramente es porque es relevante y protagoniza vuestro caso actual o uno futuro. En cuanto a las cartas, es posible que de vez en cuando aparezca el símbolo de una bombilla, lo cual sugiere que hay una pista importante que puede resultar de vital para resolver por el caso, por lo que harías bien en tener esa información en cuenta. Hablando de símbolos en cartas, es posible que aparezca también uno con una doble carta, lo cual, implica sacar varias cartas y trabajar en varias tareas de búsqueda a la vez.
La dificultad entre los dieciséis casos que se incluyen en MicroMacro: Crime City – All In varía desde las dos estrellas de mínimo, hasta las cinco de máximo, siendo el nivel cuatro el que más casos aporta. Por supuesto, por temas de orden y duración, se recomienda ir paso a paso y resolverlos en orden, entre otras cosas, para no alargar todo en exceso al comenzar por una más complicado y saturarte. A nivel de rejugabilidad, tristemente y como ya habréis adivinado por la naturaleza de la experiencia, al igual que en otros juegos del género como Suspects, no hay nada que hacer. Caso cuyos pasos y resolución ya te conoces, caso que no tiene sentido volver a repetir. El manual te invita a probar una versión avanzada para resolver los casos sin cartas una vez que completes todos ellos, únicamente sirviéndote de la carta inicial del caso e ir uniendo hilos por ti mismo, aunque claro, mala memoria debéis de tener tú y tus compañeros de juego para no recordar cómo iba dicho caso…
Escalabilidad
MicroMacro: Crime City – All In y el resto de juegos de la franquicia están indicados para entre uno y cuatro jugadores, pero claro, hay que tener mucho cuidado con esto, porque hay que tener determinadas cosas en cuenta. En mi experiencia, creo que la forma óptima de disfrutar de esta experiencia es a dos jugadores, y os explico mi razonamiento detrás de esto. Jugar en solitario, como ya mencionaba antes, te obligará a descubrir las cartas del caso independientemente de que tus deducciones hayan sido correctas o estén erradas, por ello, no te quedará otra que aceptar el error y seguir adelante, la figura del investigador jefe que comprueba si las respuestas son o no correctas (recomendada por el manual) se evapora completamente al jugar individualmente. Por otro lado, jugar a tres y, especialmente a cuatro, conlleva una serie de problemas asociados. ¿Cómo vais a ver el mapa correctamente con cuatro personas revoloteando alrededor de la mesa? Es decir, independientemente de si jugáis con luz natural o artificial, cuatro personas mirando una misma zona, al final te impiden una correcta visión del mapa, entre cabezas, manos y la propia sombra proyectada por todos, la experiencia se va perdiendo, todo eso sin contar que no hay más que una lupa, por lo que vais a tener que turnarla o buscar una alternativa. Por supuesto, esto a dos jugadores también pasa, pero es el número mínimo para usar un investigador jefe y no cargarte la experiencia al ver las cartas, y a su vez, es la que menos molesta resulta para consultar el mapa.
Conclusión
MicroMacro: Crime City – All In es una propuesta divertida y rápida que no solamente vas a disfrutar, sino que te va a enganchar a querer seguir y seguir hasta resolver todos los casos. Lo reconozco, cuando MicroMacro: Crime City se alzó con el premio de ganador del Spiel des Jahres 2021, no tenía claro cómo esa propuesta se había llevado el galardón, de hecho y pese a ello, nunca llamó mi atención, era algo que me sonaba ajeno y no pensé que probaría nunca. Sin embargo, después de resolver cinco casos en la primera sesión de juego, uno detrás de otro, entendí lo que había detrás del juego de Johannes Sich.
Desde fuera, no parece gran cosa, pero cuando comienzas a sacar cartas y a buscar respuestas, comienzas a sentirte inmerso en ese pequeño mundo que el mapa pone ante ti, y se vuelve un completo vicio ir buscando por aquí y por allá con la mirada, dar con un sospechoso y decir: “¡Mira, ahí está ese canalla (forma suavizada de la palabra que realmente utilizaba) y mira con quién está/lo que está haciendo!”. Te absorbe y te lo pasas genial con el paso de los minutos y las horas, y eso de jugar y no echarle cuentas al reloj, dice mucho y bueno de lo que es MicroMacro.
Por todo lo expuesto, desde aquí otorgamos un Meeple Zafiro /Meeple Mago a MicroMacro: Crime City – All In.
(Si queréis conocer nuestra forma de valorar juegos de mesa, os dejamos aquí un enlace a nuestra política de reviews para comprender nuestro sencillo sistema de meeples)
Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.