[Análisis] RAID: World War II

[Análisis] RAID: World War II

La Segunda Guerra Mundial está de vuelta, y como siempre, es hora de cazar nazis. RAID: World War II es el nuevo juego de los creadores de PayDay y nos traslada al conflicto bélico más importante de todos los tiempos, pero no nos sitúa en las filas del ejército inglés o en la estepa rusa, si no que en este título controlaremos a un miembro de un grupo especial de operaciones dedicado a debilitar al ejército alemán desde dentro, en su propia tierra. En este sentido podría decirse que más que a soldados manejamos a bandidos, en busca de oro y tesoros en mitad de la guerra. Muy al estilo de Kelly’s Heroes.

Preparando el sabotaje

A nuestra disposición están cuatro clases de personaje que podremos utilizar y que tiene roles diversos, con parámetros y habilidades distintos. Estas clases son el rastreador, asalto, insurgente y demolición), cada una de ellas está especializada en algún tipo de arma y cuenta con una habilidad definitiva que puede usarse para cambiar el curso de una misión. La del Asalto, por ejemplo, permite recuperar la salud instantáneamente y reducir el número de balas que gastamos en los disparos que se realicen mientras dure la habilidad. Además, a nivel más estético podemos escoger la nacionalidad de nuestro personaje, teniendo cada uno frases y comentarios únicos.

Entrando ya en la organización de las partidas y misiones, la de RAID toma muchas ideas de PayDay. Uno de estos elementos es el refugio, la base central desde la que se prepara y gestiona todo lo relacionado con la progresión, personalización y organización de las misiones. El sistema de progresión, que se desarrolla desde esta base, es bastante lento, invitando al jugador a dedicar bastantes horas si quiere adquirir nuevas habilidades o armas. La personalización por otra parte no es muy profunda y se echan en falta más opciones.

RAID: World War 2

 

Jugabilidad

Una vez escogida una de las 11 misiones iniciales que están a nuestra disposición desde el comienzo del juego (y que podemos resolver en el orden que queramos) es hora de lanzarse al campo de batalla. La jugabilidad es bastante estándar, no contiene elementos novedosos ni muy remarcables, pudiendo básicamente utilizar nuestras armas y nuestra habilidad especial. Pero este aspecto queda bastante equilibrado con el buen planteamiento de los niveles, que sí logra sorprender y resultar divertido; pues a diferencia de los niveles estáticos de PayDay, Raid ofrece mapas dinámicos donde nos movemos bastante y con objetivos muy diversos. Normalmente no pasan de ir del punto A al B, colocar alguna bomba, rescatar a un PNJ… pero la suma de todos ellos en un nivel es mejor que cada parte por separado, ya que se sienten apropiados en cada momento. Hay incluso niveles con elementos sandbox que son los que más diversión ofrecen.

Y es que la diversión y el humor son el sello de este juego, con un tono cómico en todo momento y chistes a diestro y siniestro de los personajes. Este aspecto junto con toda la temática nazi nos hace recordar el cine ochentero y títulos como Wolfestein, en los que los alemanes cuentan con tecnología superior.

La inteligencia artificial es bastante irregular. La que dirige el comportamiento de nuestros compañeros cuando estos no son controlados por un jugador es impecable, muy al nivel que se exige en este tipo de títulos cooperativos. No obstante la de los enemigos es bastante simple y no suponen una gran amenaza por si solos

RAID: World War II

Gráficos y Sonido

Desgraciadamente, el aspecto técnico y audiovisual arruinan en gran medida lo que podría haber sido un título de mayor calidad. El nivel gráfico de las texturas, la iluminación y otros elementos es muy pobre, llegando a parecer que estamos ante un título del primer ciclo de PS3 o incluso del último de PS2. La fluidez de los fps también hace aguas por todas partes, ya  que no se garantizan ni unos 30 fotogramas por segundo estables. Y no sólo el apartado visual es deficiente, el juego tiene ciertos aspectos que deberían mejorarse, como son el tamaño de los subtítulos (y más teniendo en cuenta que no todas las voces son en inglés por lo que siempre deberemos leerlos), la posibilidad de saltarse la cinemática inicial, o incluso el sistema de hitmaker en los disparos, que resulta muy confuso.

Conclusión

RAID: World War es un título muy lastrado por su aspecto audiovisual pero que ofrece diversión inmediata gracias a su diseño de niveles y progresión. El título se disfruta mucho más en compañía de amigos.