[Análisis] RollerCoaster Tycoon Adventures

El género Tycoon, enfocado a convertirnos en un magnate dentro del negocio, lleva ya muchos años con nosotros. Por supuesto, la gestión de empresas no es algo que vaya a llegar más allá de un nicho bastante concreto, si a esto le sumamos la inmensa variedad de compañías que puedes llevar a la cima (o a la ruina) según el juego en cuestión (aeropuertos, zoológicos, cines, etc.), este público se fragmenta más todavía. RollerCoaster Tycoon es una de tantas franquicias de este corte y en la que nos toca profundizar, puesto que RollerCoaster Tycoon Adventures ha llegado a Nintendo Switch hace escasos días, pero… ¿qué nos ofrece este título?

Un parque de diversiones sin diversión

El objetivo de este título de construcción y gestión es el de conseguir amasar una fortuna creando tu propio parque de atracciones. La jugabilidad es sencilla, ya que esta se basa en hacer dinero con las entradas al parque y el resto de los servicios que hay en este (atracciones y restaurantes principalmente), para poder aumentar el número de atracciones, mejorar la decoración del parque, pagar a trabajadores necesarios para el mantenimiento del parque, etc.

En la zona baja de la pantalla se ubica una barra con datos de interés a los que debemos atender constantemente. El más importante, por supuesto, es el dinero, pero dejando esta obviedad de lado, hay tres que están relacionados con la satisfacción del parque: diversión, alimentación e higiene. Huelga mencionar que, a mayor satisfacción, más visitantes llegarán a nuestro parque, engordando así más nuestras arcas, por lo que es imperativo mantener a la gente contenta.

La pestaña de construcción de servicios nos resultará indispensable para cubrir varios de estos puntos, ya que construir baños y contratar empleados que se dediquen a mantener limpio el parque, es sinónimo de una buena higiene en las instalaciones. Por otra parte, aunque para cubrir la diversión las atracciones son importantes, sin un mantenimiento constante por parte de los operarios, podrían averiarse o volverse menos seguras, por lo que no serviría de mucho disponer de atracciones si las descuidamos. Igualmente, los animadores amenizarán la estancia de los visitantes traduciéndose esto en una mayor diversión, y la posibilidad de comprar souvenirs en tiendas, ayudará igualmente a mejorar su experiencia. En cuanto a la alimentación no hay demasiado misterio, esto se mantiene construyendo restaurantes y puestos de comida.

Hay que tener en cuenta bastantes variables, aunque no os alarméis, ya que son sencillas y muy intuitivas. Por ejemplo, las atracciones deben conectarse con la entrada del parque construyendo un camino (algo bastante lógico). ¿A vosotros os gusta la decoración en los parques? A los visitantes de RollerCoaster Tycoon Adventures les pasa lo mismo, siempre resulta más vistoso que las tiendas y atracciones estén decoradas con estatuas, plantas, fuentes y demás parafernalia. ¿Estaríais dispuestos a pagar un precio alto por un ticket de una atracción en mal estado y vieja? Seguramente vuestra respuesta sea negativa, aunque si la esta fuese una novedad y pareciese segura y bien cuidada, seríais menos reacios a desembolsar algo más.

Otra cosa importante a la hora de construir atracciones es tener claro que, a nuestro parque, al igual que pasa en la vida real, vendrán visitantes muy variados y, por ende, los jóvenes de 25-30 años no tiene el mismo gusto a la hora de subir a una atracción que unos niños de 7-8 años. RollerCoaster Tycoon Adventures lo sabe y por eso hay una importante variedad de atracciones enfocadas a los distintos grupos que visitan el parque (infantiles, familiares y adrenalina). A sabiendas de que en la variedad está el gusto, hay diversos tipos de montañas rusas y servicios de restauración que van desde pequeños puestos a restaurantes de corte gourmet.

RollerCoaster Tycoon Adventures dispone de varios modos. En el modo Aventura, podrás ponerte manos a la obra comenzando con poco dinero para hacer con lo que quieras, y tendrás que investigar nuevas atracciones antes de poder usarlas. En el Modo Escenario tienes que lidiar con las restricciones que se colocan sobre la marcha, para ello habrá que reaccionar con cierta celeridad. Hay tres premios por dieciséis escenarios posibles, dependiendo de nuestro mejor o peor desempeño. Si bien funciona dentro de los límites de Rollercoaster Tycoon Adventures, se ve beneficiado por las sesiones de juego rápidas y no nos hace perder demasiado el tiempo. Las últimas modalidades son Tutorial (para aprender lo básico) y Arenero (el modo libre por excelencia, sin objetivos ni distracciones).

Tristemente, esto no era lo que esperaba encontrar, ya que el juego se queda bastante corto en opciones. En lugar de encargarte de la gestión de tu empresa contratando empleados y consiguiendo clientes de forma activa, este simulador se centra únicamente en los aspectos ligados a la construcción del parque. El problema es que esto te lleva a desconectar completamente, ya que, aunque estamos supuestamente ante un simulador de gestión, es imposible sentir que estamos dirigiendo las operaciones diarias de nuestro negocio. El juego nos limita a edificar, escoger entre un par de opciones en eventos muy ocasionales que suelen afectar a nuestras ganancias, y, por último, leer los pensamientos de nuestros visitantes para intentar contentarles (aunque en ocasiones es casi imposible).

Una puesta a punto muy cuestionable

Rollercoaster Tycoon Adventures es un título que por su naturaleza está lejos de ser un portento gráfico, por lo que sería de esperar que al menos funcionase de forma fluida durante todo el tiempo, pero tristemente no es el caso. Conforme más construcciones tienes en el parque y más personas acuden, más se ralentiza el juego. A esto hay que sumarle la presencia de parpadeos muy desagradables que se hacían patentes al mirar al decorado del fondo del parque, y creedme, me encantaría adjuntar una captura para mostraros este problema, pero el título no permite hacer capturas de pantalla (quizás a sabiendas de que le falta bastante para estar bien pulido).

Otra de las cosas que más chirrían a la vista es la traducción al español, que, aunque se agradece que esté ahí, tiene bastantes fallos. Algunas de las perlas que he visto son las siguientes:

• Bienvenidos, magnate! Escoge un modo de juego.
• Podría estar aquí una seman entera.
• El mejor. Día. De mi vida. Nos vemos mañana.
• Ojalá hubieran más atracciones por aquí.

Por si este conjunto de fallos fuese insuficiente, Rollercoaster Tycoon Adventures me dio un par de errores que llevaron al cierre inmediato del juego y la salida al menú home de Switch (si no fuese por la tendencia al autoguardo constante del juego, podría haber sido mucho más doloroso). Asimismo, las pantallas de carga no son precisamente rápidas, habiendo tenido que esperar en el peor de los casos varios minutos en una de ellas.

Conclusión

Tenía ciertas esperanzas puestas en Rollercoaster Tycoon Adventures, pero me ha decepcionado profundamente. El simulador de gestión y construcción queda reducido únicamente a lo segundo, consiguiendo mantenernos entretenidos durante un rato, hasta que nos percatamos de que realmente no ofrece reto alguno, y que, aunque supuestamente somos el propietario del parque, nuestra única gestión sobre este se basa en colocar atracciones y poco más.

Decepciona más saber que además el título tiene un desempeño pésimo en Nintendo Switch, haciendo gala de caídas de fps que ralentizan al construir muchos edificios (que es realmente la única gracia del juego), giltches, parpadeos, una traducción con fallos habituales tanto de gramática como de puntuación, así como fallos ocasionales que cierran la partida y pantallas de carga lentas. ¿Cómo os suena este cóctel?