Subnautica no fue un gran éxito de ventas, pero sí que tuvo el suficiente reconocimiento como para asegurar una secuela. Y tras un buen tiempo en early access, por fin ha llegado el día en el que Subnautica: Below Zero sale a la venta. Con un entorno mucho más helado e inexplorado, esta nueva entrega nos pone en la piel de una joven xenologista dispuesta a explorar los más recónditos lugares de la región ártica del planeta 4546B en busca de la verdad acerca de la muerte de su hermana. ¿Queréis saber que tal está el juego, y si mantiene el nivel del título original? Pues veamos que tal en el análisis completo, que podéis ver a continuación.
20.000 leguas de viaje submarino
Tal y como he comentado en la introducción, este juego cuenta con una historia que se desarrolla a lo largo de sus cerca de 15/20 horas de juego y que, de hecho, resulta más interesante de lo que podría parecer en un primer momento. Así, nuestra protagonista, Robin, decide embarcarse en una peligrosa misión que le llevará al planeta 4546B, un gélido lugar donde hasta hace poco se habían llevado a cabo diversas investigaciones científicas. Justamente una de las científicas que trabajaba en este remoto lugar era Samantha, la hermana de Robin, que falleció en extrañas circunstancias. Confusa y obsesionada por descubrir la verdad sobre lo que le ocurrió a su hermana, Robin aterriza en el planeta decidida a investigar todo lo que le lleve hasta la resolución de tan oscuro enigma. No os voy a engañar: Conociendo el género al que se adhiere este título, no esperaba encontrar una historia tan desarrollada, y aunque no es que tenga mucho peso durante el desarrollo del juego, sí que resulta interesante y cautivadora. Será el querer conocer más acerca de la trama lo que nos llevará en más de una ocasión a seguir adelante explorando las profundidades marinas, y eso dice mucho de lo bien realizada que está su historia. Eso sí, no esperéis muchas cinemáticas o muchos diálogos, ya que la mayoría del tiempo la pasaremos jugando, explorando y creando nuevas herramientas y materiales. El avance en la historia no se da por encontrar a otros personajes, sino por los elementos que encontramos en el escenario o los sitios a los que llegamos. Este juego es un clarísimo ejemplo de narrativa ambiental, una apuesta arriesgada puesto que es difícil de conseguir que funcione, pero en este caso, no se sienta forzado, se logra de una forma natural y digna de aplauso. Cuenta más el ir explorando y encontrar una base sumergida, una cueva marina o un equipo científico abandonado, que cualquier entrada en la base de datos. En ese sentido me ha gustado bastante la narrativa del título.
Sobre la base de datos, ya desde el primer momento contamos con la posibilidad de acceder a esta para leer más acerca de los personajes, objetos, animales, plantas y demás elementos que vamos encontrando en nuestra aventura. El nivel de detalle que hay es genial, dando pie a una construcción de mundo enorme y que favorece mucho a la saga Subnautica, que poco a poco va tomando forma como una franquicia más grande y destacable gracias a la enorme expansión de lore que se da con esta obra.
Mejor ir nadando
Dejemos a un lado la narrativa y centrémonos en lo más interesante del título: su jugabilidad y diseño. Siendo un juego de supervivencia y gestión, en Subnautica la clave será ir recolectando todo lo que encontremos a nuestro paso con el objetivo de poder desarrollar nuevos objetos y herramientas. Es interesante como en ningún momento se nos plantea un objetivo claro, siendo todo muy orgánico y espontáneo: Quizá, tras media hora de exploración, surja una señal a varios metros de distancia que puedes explorar y que te permita avanzar en tu periplo, o quizá, tras un buen rato de submarinismo, encuentres por tu propia cuenta una zona que te acerque más y más a descubrir la verdad. Esa libertad de acción es algo que le sienta de miedo, permitiendo que a pesar de haber un cierto orden establecido en el juego, cada partida acabe siendo única. Sobre los objetos y elementos que podemos tomar, es interesante la enorme variedad de materiales disponibles y lo bien diseñado que está todo. Detalles como la posibilidad de fijar los materiales que necesitamos para construir una herramienta concreta son geniales, y me ha encantado como el diseño guía al jugador sin decirle nada. Así, si queremos explorar más el fondo marino y descubrir nuevos territorios que serían imposibles de encontrar de forma natural, será necesario conseguir materiales para crear vehículos y herramientas que nos ayuden, y una vez tenemos estas nuevas herramientas podremos conseguir nuevos materiales. Este ciclo hace al título adictivo, aunque también hace que quizá se pueda sentir algo aburrido y soso. Al fin y al cabo, la mayor parte del tiempo la pasaremos nadando e intentando conseguir nuevos materiales. Si no te gusta el género, o los juegos algo más pausados en los que tomarse las cosas con calma es la clave para la victoria, ya te adelanto que Subnautica: Below Zero no es tu juego.
¿Y qué novedades encontramos en este juego? La primera y la más evidente, se encuentra en la temperatura. A diferencia de en su primera entrega, ahora será peligroso estar en la superficie debido a las bajísimas temperaturas del planeta. A los medidores de salud, hambre y sed, hay que sumarle el medidor de temperatura, que responde especialmente al estar en la superficie o al estar parados, y si baja por completo… digamos que no duraremos mucho. Deberemos encontrar cuevas o llevar objetos que nos ayuden a no perder temperatura si queremos sobrevivir, haciendo de la superficie un lugar más peligroso de lo que podría parecer. Esta mecánica me ha gustado mucho, incide mucho en la inmersión y en la idea de supervivencia, además de que aporta una nueva capa de profundidad al título. Entre otras novedades, destacamos la aparición de nuevos vehículos (ojito con el Snowfox, que será clave para explorar la superficie) que funcionan a las mil maravillas y que da gusto usar, nuevos diseños para crear un buen número de objetos más o menos útiles (pudiendo crear desde herramientas hasta compartimientos y muebles) y nuevas criaturas, unas más amigables que otras… Por desgracia, no hay tantas novedades a nivel jugable como sí que las hay a nivel de contenido, sintiéndose en este sentido más como una (gran) expansión que como una secuela. Lo que sí que hay es una buena selección de modos de juego disponibles, entre los que encontramos el modo Supervivencia, que es el modo principal en el que descubriremos la historia mientras dependemos de nuestros medidores de resistencia; El modo Libre, donde podremos explorar sin tener que estar atentos a nuestros medidores; El modo Extremo, que como su nombre indica, nos ofrece un desafío solo apto para los jugadores más experimentados al eliminar ciertos datos como el oxígeno que nos queda; Y el modo Creativo, orientado a las posibilidades de construcción del título. Creo que la variedad de modos es decente, aunque quizá habría añadido algo más de variedad (al fin y al cabo, tres de los modos de juego solo suponen variaciones en la dificultad).
Un fondo oceánico como nunca antes se había visto
Pasando a hablar del aspecto visual del título, Subnautica: Below Zero destaca principalmente por su interesante uso de la iluminación y de la paleta de colores, apostando además por una serie de diseños a medio camino entre lo natural y lo alienígena para construir la fauna y flora de su gélido mundo. Todo es realmente precioso, demostrando lo excelente que es la dirección artística del juego, aunque quizá peque de tener un nivel gráfico y técnico algo inferior de lo que cabría esperar. Habiendo jugado en Xbox One he encontrado bastantes fallos gráficos, destacando especialmente el evidente popping que hace aparecer y desaparecer los elementos del escenario que vamos encontrando, así como un buen número de bugs relacionados con el movimiento del personaje, la salida a la superficie o el contacto con otras criaturas. Entiendo que al ser un indie de un estudio relativamente pequeño el juego pueda tener algunos bugs, y tampoco pretendo machacar al juego por esto, ya que tampoco ha habido una aparición constante de errores, no es injugable, simplemente sí que creo que por esperar un poco más y lanzar el juego un poco más tarde con esto solucionado habría ido mucho mejor. Como decía, los diseños y los efectos son geniales, aunque no se ven representados de la mejor forma posible debido a que el apartado gráfico podría haber dado mucho más de sí. Mantiene en este sentido el nivel con el anterior, pero sin mejorar mucho más.
En cuanto al sonido, pocos problemas tengo en este apartado. He disfrutado bastante de la dirección de sonido del título, siendo uno de los elementos fundamentales en la exploración. La dirección de sonido está más que cuidada, destacando especialmente el ruido que emiten algunas de las criaturas del juego, que puede ir de lo gracioso y simpático a lo espeluznante.
Conclusión: Cógete una chaqueta, que vas a pillar un resfriado en 4546B
Subnautica: Below Zero se trata de un título más que decente que mantiene el nivel de calidad de la obra original, pero en un entorno algo más reducido. Su mapa, siendo muy interesante, no deja de ser menor que el de su predecesor, aunque se ha perfeccionado la forma en la que el escenario nos cuenta más sobre este universo, incluyendo además un buen número de localizaciones interesantes y únicas. Se han mostrado en esta entrega muchos objetos y herramientas nuevos, pero se han reducido el número de novedades jugables a lo mínimo, lo que hace que se acabe sintiendo más como una enorme expansión que como un nuevo juego. Creo que gustará mucho a los fans del género y, especialmente, a los fans del primer Subnautica, pero a los que no les guste el género… Les recomendaría buscar otro título. Una gran propuesta en el género de la supervivencia que innova poco pero mantiene el nivel de calidad.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.