Muchos han sido los videojuegos basados en la conocida franquicia Warhammer, muchos han sido los que, pese a saber el potencial de la misma, han pasado sin pena ni gloria por nuestros ordenadores o consolas, quedando relegados al ostracismo poco después de salir debido a su mala ejecución o poca originalidad.
Ahora, en pleno 2019, Eko Software nos trae Warhammer: Chaosbane, un videojuego que, sin ocultarlo, apuesta por un ARPG con una clara influencia de la la legendaria saga de Blizzard, Diablo. El título llegó el pasado 4 de junio de 2019 para PC, PlayStation 4 o Xbox One y esto es lo que nos ofrece.
Historia
Wharhammer Chaosbane arranca con una breve introducción en la que se nos narra como Magnus, un héroe del imperio, logra la victoria contra Asavar Ku, lo que parecía poner fin al Caos reinante y dar paso a un periodo de paz. Pero este será breve, pues una amenaza vuelve a cernirse sobre el mundo cuando una desconocida Hechicera del Caos ataca y paraliza a Magnus, el salvador del imperio.
Después de esto, Magnus y nuestro protagonista son dados por muertos pese a que en realidad no es así, y cuando logramos volver en si, un malentendido hace que se acuse a nuestro protagonista de asesinato. Tras unos inicios un tanto abruptos, más si cabe si no somos demasiado duchos del universo creado por Games Workshop, la trama no tiene demasiado peso en el mismo y no cuenta nada memorable. Principalmente, se nos narra el viaje de nuestro protagonista cuyo fin es derrotar a la Hechicera de Caos y eliminar la maldición que afecta a Magnus.
Jugabilidad
A lo largo de estos años, muchos han sido los videojuegos que han intentado copiar la fórmula Diablo. El título de Blizzard es una de las sagas más legendarias de la compañía californiana y Warhammer: Chaosbane ha intentado emular su propuesta pero tomándose ciertas licencias, y sobretodo, utilizando el universo Warhammer.
El videojuego da comienzo con la elección de nuestro personaje, podemos escoger entre cuatro diferentes como son el soldado imperial, el alto elfo mago, un matador enano y una elfa Silvana. Cada uno de ellos se juega de forma diferente, y por supuesto, tiene sus propias fortalezas y debilidades; haciendo que tengamos que adaptar nuestra estrategia a nuestro personaje. Por poner un ejemplo, el soldado imperial sería el más equilibrado y sus principales virtudes como puede ser su gran escudo, lo convierten en el personaje ideal para ir a melé a por los enemigos, mientras que el mago basa su fuerza en atacar a distancia a los enemigos con sus poderes, al igual que la arquera, aunque esta utilizando sus flechas.
En cuanto a la jugabilidad, estamos ante un juego basado en la exploración de mazmorras donde iremos encontrando equipo y recursos con los que mejorar el personaje mientras resolvemos la misión en cuestión. La progresión del personaje se hace mediante niveles, los cuales nos permiten a su vez desbloquear mejoras pasivas y ataques, aunque estos están divididos en habilidades básicas y avanzadas que se asocian a seis botones de nuestro mando o teclado y ratón si estamos en PC.
En cuanto a las habilidades básicas, decir que son movimientos sencillos como ataques giratorios o ráfagas de flechas, pero las avanzadas ya son algo más complejas, e incluso algunas que están pensadas para el cooperativo y otorgan cierto tipo de bonificación a nuestros compañeros, por poner un ejemplo. Dichas habilidades no están disponibles desde el principio, y se van desbloqueando conforme vayamos subiendo el nivel de nuestro personaje. Además, existe un tipo de habilidad especial que se carga según vamos derrotando enemigos y poseemos cierto tipo de objeto.
En cuanto a la variedad de enemigos diría que es más que suficiente, existen unos cuantos tipos que actúan de una forma diferente en combate, e incluso algunos que podríamos calificar como mini bosses que tienen mucha más vida y en determinadas situaciones pueden ponernos en problemas. Existen también una serie de jefes finales que varían lo que es el tipo de misión, disponen de unas cuantas fases diferentes que iremos viendo según les vayamos vaciando barras de vida. Las mecánicas en estos combates también varían y es necesario aprender los patrones de estos enemigos.
El título puede disfrutarse perfectamente en solitario o con otro jugador más en la misma consola, y también online, donde podremos unirnos a otros jugadores de todo el mundo para ayudarlos con sus misiones. Este modo ofrece a día de hay numerosos bugs, algunos bastante notables como crasheos o incluso uno muy llamativo que, en medio de la partida, tiñe la pantalla de verde y no nos permite ver por donde avanzamos. Es más que probable que este tipo de fallos acaben por arreglarse en breve, pero lo cierto es que están ahí y por ello conviene resaltarlos.
Gráficos y sonido
En cuanto al apartado gráfico, Warhammer: Chaosbane no ofrece nada destacable. Su ambientación es notable, y la oscuridad de sus escenarios transmite muy bien lo que se espera de un videojuego basado en la franquicia propiedad de Games Workshop, pero la poca variedad de entornos y los poco detallados que son los escenarios perjudican su acabado y terminan por hacerlo un tanto repetitivo. Como ya hemos dicho antes, los diseños de los enemigos son variados y se muestran bastante cuidados, aunque no tanto como nuestros protagonistas cuyo diseño es verdaderamente destacable.
En cuanto a la banda sonora, el título nos acompaña con unas cuantas melodías que están bien sin más. No son demasiado reseñables, pero cumplen su función y además que cabe recordar que nos llega con voces en ingles y subtítulos en perfecto castellano.
Conclusión
Warhammer: Chaosbane es un videojuego con una clara influencia de Diablo, pero en algún punto esa comparativa les viene grande. Los chicos de Eko Software lo han intentado y sin duda estamos ante un producto notable.
Con una historia bastante simple y que en ningún momento genera demasiado interés, basa su propuesta en ser un action rpg muy divertido cuya finalidad es recorrer mazmorras matando enemigos para subir niveles, conseguir equipo, y desbloquear diversas habilidades para adaptar nuestro personaje a nuestros gustos. Cumple también en lo técnico, es cierto que no es ningún prodigio, pero la ambientación es buena y los diseños de enemigos y personajes se muestran muy cuidados. No así los escenarios, los cuales son bastante repetitivos y parcos en detalles.
En líneas generales, Warhammer: Chaosbane es un videojuego cumplidor que no destaca demasiado en nada, pero cuya propuesta es muy divertida y sus mecánicas parecidas a Diablo lo hacen muy disfrutable para cualquier jugador amante de la obra de Blizzard.