Esto es realmente una pena, varias obras que han recibido animes, por ejemplo, y se consideran de los mejores en su género, son fruto de una visual novel que lo petó y que, con total seguridad, muchos disfrutarían incluso más que con el propio anime, puesto que tendrán más rutas para decidir ellos mismos el transcurso de esa historia que tanto les ha gustado.
En el caso de hoy, hablaremos de una visual novel creada por Sprite que salió allá por 2014 en tierras japonesas, y que no ha sido hasta este 21 de agosto que hemos podido disfrutar de ella en el resto del mundo: Aokana – Four Rhythms Across The Blue, que está disponible para PC, PlayStation 4 y Nintendo Switch.
Un romance sobre las nubes
Antes de pasar a hablar de la historia como tal, me dirijo brevemente a aquellas personas que, al igual que yo, vieron en su momento el anime de mismo nombre que la obra en cuestión: no os penséis que será lo mismo, yo lo hice y conforme avancé con la visual novel me llevé una más que grata sorpresa, bien es cierto que recordaba el anime con cariño porque me gustó y porque fue uno de los primeros que vi, pero lejos queda en cuanto a su argumento se refiere de la obra original a la que adapta, siendo esta más centrada en nuestros personajes y su evolución, con un factor mágico que, como vemos en muchos juegos, es el encargado de hacerte sentir dentro de la historia, por lejos que esta quede de parecerse a tu realidad.
Bien, dicho esto, sigamos. En Aokana se nos presentará un mundo normal y corriente con un toque fantasioso, y es que, se han descubierto unas partículas anti gravitatorias que se han empleado para la creación de zapatos que permitan surcar el cielo azul, un sistema con obvias restricciones, pues si no sería un descontrol absoluto y de lo más peligroso, pero abierto a todo el mundo desde bien pequeñitos, y fue así como nuestro protagonista, Masaya Hinata, se enamoró del poder ver lo bonito que es el mundo desde arriba.
Como es obvio, a cada cosa nueva que aparece se le busca la manera de convertirla en deporte o que esta influya de alguna manera en algún deporte ya existente (póngase como ejemplo el VAR en el fútbol), y así fue con los zapatos anti gravedad, creando el conocido como Flying Circus, deporte que apasionaba a Masaya y que, además, se le daba especialmente bien hasta que un suceso para él traumático le alejó tanto de las pistas de FC como del simple hecho de volar. O al menos, así fue hasta que llego a su vida Asuka Kurashina, una nueva estudiante novata con los zapatos anti gravedad, quien estará bajo las instrucciones de Masaya para aprender a volar.
Con ella empezará el, para sorpresa de nadie, harén, y es que, como en prácticamente todas las visual novel del corte, el protagonista tendrá un harén sobre el cual moverse y en el que se enfocarán las distintas decisiones que debamos tener.
Hay algo muy bueno en Aokana y que valoro muchísimo en una historia, sea de visual novel o no, pero especialmente en estas, y es el cuidado que se le tiene a lo que se cuenta. No es lo mismo contarte una historia buscando crearte una emoción u otra que dejar que todo fluya y que las emociones lleguen a ti por si mismas, y es así como sucede en Aokana. El guión está muy tratado para que nada quede forzado: ni giros argumentales repentinos, ni hechos que no tienen demasiado que ver pero que “necesitan” para que avance hasta donde quieren… simplemente se centran en contarte una historia y que disfrutes de ella de la mejor y más sincera manera posible.
Además, todos los personajes están muy bien construidos, haciendo que todas las rutas valgan la pena sin duda, y esto puedo afirmarlo con aún más certeza cuando, pese a solo haber podido hacer una ruta y media, me ha sido más que suficiente para poder ver al resto de chicas evolucionar pese a destacar la que yo he elegido, y esto demuestra que, quizá te guste más o te guste menos una de ellas como personaje, pero es indudable que el desarrollo que tendrá focalizado en su ruta será de gran calidad.
Por poner una pega aunque para mí no lo sea, debéis saber que los textos del juego están totalmente en inglés, por lo que dependeréis de vuestra comprensión de este.
Un juego precioso
No os miento si os digo que el apartado artístico de Aokana es de los que más me han gustado de todas las visual novel que he jugado, y es que, principalmente y como hecho más importante a mi parecer, se nota que es un mundo suyo, quien creó el arte del juego plasmó cómo él lo veía más allá de cómo se esperaba que fuera, y esto se demuestra viendo el tremendo cuidado que hay puesto en todas y cada una de las imágenes: personajes de fondo con expresiones propias y que salen de lo genérico, escenarios que buscan verse lo más reales posibles a la vez que lo más variados posibles unos de otros, detalles cuidados… básicamente, un mundo lleno de vida que transmite emociones con simples imágenes estáticas. Para los que seáis reacios al fanservice, deciros que este juego tiene varias escenas que probablemente no os gusten, para quienes disfrutéis de ello o simplemente no estéis en contra, sabed que no tiene censura y que, para mayor gusto, ni siquiera será realmente forzado.
Auditivamente más de lo mismo, no solo contamos con un doblaje completo (a excepción de la voz de nuestro protagonista, lo que nos permite sentir la experiencia más nuestra piel) en perfecto japonés, sino que como extra, podremos guardar líneas dobladas si queremos para escucharlas más adelante, y aunque esto pueda parecer una chorrada (a mí me lo pareció cuando lo vi), acabas guardando más de una por lo que esta te transmite. También y como punto principal a destacar, se nos ofrecerá una excelente banda sonora de la cual no voy a decir nada, sino que os dejaré un par de pistas y dejaré que estas hablen por si mismas.
https://www.youtube.com/watch?v=uQaLOljvGTw
https://www.youtube.com/watch?v=RXk_scpl1gc
Conclusión
Aokana es una muy buena visual novel, probablemente de las mejores actualmente en el mercado, y aprovecho para recomendarla no solo a los ya amantes del género, sino también para aquellos que quieran iniciarse en él; tiene una historia muy bien contada con la única pega de que a ratos puede hacerse algo lenta, pero que no solo es disfrutable en todo momento, sino que se deja fluir y hacerte sentir parte de ella al no parar de despertarte emociones, y esto está acompañado de un apartado audiovisual sobresaliente que nos trae un mundo con vida junto a una preciosa banda sonora.